· El Estado llamado “Israel” existe en la actualidad sólo para satisfacer los requisitos de Dios de que se imparta justicia a favor de los descendientes modernos de Esaú.
· Sin embargo, esto fue sólo por un tiempo limitado y ese período expiró el 29 de noviembre de 2023.
· Durante el proceso en el que Esaú disfruta de los beneficios de su justicia [TRADUCTOR: Supongo que se refiere a la justicia de Dios devolviéndole la primogenitura que le fue arrebatada ilegalmente por Jacob], ha mostrado su verdadera naturaleza (a escala nacional) —¡y no es un espectáculo agradable! No hay absolutamente ninguna evidencia de reconciliación con Dios de parte de Esaú. Y ahora ya es demasiado tarde.
· Tan enfático como Dios fue en que Esaú recibiera su justicia, también lo es en cuanto a la justicia de Ismael (y sus descendientes modernos). Dios restaurará el título de propiedad de la tierra de Palestina a Ismael, ya que Israel nunca regresará y los judíos serán expulsados.
· Sin embargo, en un lapso de tiempo conocido sólo por Dios, la tierra de Canaán ha seguido su curso e Ismael debe prepararse para recibir la promesa hecha a Agar, su madre. Lo mismo ocurre con todos los demás pueblos de la tierra.
· Mientras tanto, los judíos deben ser reubicados con la mayor compasión y se debe restaurar la plena dignidad de los palestinos.
· En la medida de lo posible, los crímenes cometidos por cualquier persona durante los 76 años del período de justicia de Esaú deben ser procesados y cualquier persona declarada culpable en este proceso debe ser castigada de acuerdo con la Ley justa.
· Sin embargo, los males del sionismo no se limitan en modo alguno a Palestina. Han permeado los cuatro rincones de la Tierra: se podría decir un orden mundial.
· El sionismo no es bienvenido en ningún lugar del mundo.
Para terminar, nos adherimos firmemente a la opinión de que nadie debería verse obligado a adoptar nuestra forma de pensar. Creemos que cuando los hombres conocen verdaderamente a Dios quieren seguir sus caminos voluntariamente y, en la medida en que seamos capaces, tenemos la esperanza de que podremos ayudar en este proceso.
Entonces, Isaías 3: 2 profetiza:
Y vendrán muchos pueblos y dirán: “Venid, subamos al monte de Yahweh, a la casa del Dios de Jacob; para que Él nos enseñe acerca de sus caminos y que caminemos por sus senderos”.
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