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Libro: LAS LEYES DE FILIACIÓN, Dr. Stephen Jones

 

21 Páginas


No hay filiación sin paternidad. La relación entre padres e hijos se basa en el quinto mandamiento: “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen sobre la tierra” (Éxodo 20: 12). Si bien esto se aplica a nuestros padres terrenales, el mismo mandamiento también se aplica a nuestra relación con nuestro Padre celestial. Por lo tanto, el 5º Mandamiento es la principal Ley de la Filiación...


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LAS LEYES DE FILIACIÓN, Dr. Stephen Jones


TITULARES DE DERECHOS DE NACIMIENTO TEMPORALES Y PERMANENTES, Dr. Stephen Jones



Fecha de publicación: 09/01/2024
Tiempo estimado de lectura: 5 - 7 minutos
Autor: Dr. Stephen E. Jones

HEBREOS, ISRAELITAS Y JUDÍOS, Dr. Stephen Jones (GKM)



Fecha de publicación: 03/11/2023
Tiempo estimado de lectura: 7 - 9 minutos
Autor: Dr. Stephen E. Jones

ISACAR EL SIERVO Y LOS TRES NIVELES DE LOS HIJOS DE DIOS, Dr. Stephen Jones

 



(Extracto del Cap. IV del libro "El Trigo y los Asnos de Pentecostés")


En vídeo: 

https://www.youtube.com/watch?v=aJe8VXOkJNg




Isacar, el Siervo

Lea y Raquel retratan la diferencia entre la Iglesia y los Vencedores (Compañías del Trigo y de la Cebada). Lea estaba casada con Jacob, pero Jacob amaba a Raquel, su otra esposa. En este contexto, vemos que Isacar, el hijo de Lea, está relacionado con la Iglesia, en vez de con el Cuerpo de Vencedores.

Lea llamó a su hijo Isacar porque, en efecto, ella había "alquilado" a Jacob para pasar la noche con ella. Este es el significado en hebreo de su nombre. Así, mientras Isacar era técnicamente un hijo, también era una manifestación de un siervo alquilado. Esto tiene grandes implicaciones en todas partes de las Escrituras, en particular en relación con el reino de Pentecostés. Durante la Edad de Pentecostés (33 dC – 1993 dC), la Iglesia ha estado en una etapa de esclavitud. Como Pablo nos dice tan elocuentemente en Gálatas 4: 1-5,

1 Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo; 2 sino que está bajo tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre. 3 Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos del mundo. 4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, 5 para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.

Pablo nació en la Edad de la Pascua de los judíos (del Éxodo a la Crucifixión, 1446 aC - 33 dC). Así, él usa el tema de esclavo-hijo para explicar como él y los otros eran hijos en una etapa de desarrollo de la servidumbre. Esto duró hasta que ellos vinieron a Cristo y recibieron su Espíritu, porque entonces entraron experimentalmente en el reino más alto de Pentecostés. Pablo lo llama "el tiempo señalado por el padre" y “el cumplimiento del tiempo”.

Mientras esto es seguramente verdadero, debemos tener presente que hay aún otro tiempo designado para venir, que conocemos como la Fiesta de Tabernáculos. Tal como la Pascua de los judíos fue era etapa de servidumbre que conducía al Pentecostés, así también Pentecostés es una etapa de servidumbre que conduce a Tabernáculos.

Los tres niveles de los hijos de Dios

Cuando Pablo se refiere "a la adopción de hijos", esto viene de una sola palabra griega: huiothesia”, "llegar a ser hijo maduro". Esto no denota "la adopción" en el sentido moderno de la palabra, donde un hombre podría adoptar a un huérfano de otra familia. En aquel tiempo cuando un hijo alcanzaba la madurez, su padre le daría formalmente al hijo maduro la huiothesia”. Eso significaba que el hijo podría actuar entonces en nombre de su padre, y cualquier contrato que el hijo firmara implicaría obligación jurídica como si su padre mismo hubiera firmado el contrato. En otras palabras, la adopción de hijo, el "hijo maduro", trata con una posición en la familia, no con la adopción de huérfanos.

Tenemos que entender esto a fin de recibir el sentido de Gálatas 4: 1. En días Bíblicos había realmente tres ceremonias relacionadas con la filiación. Como podría esperarse, éstas corresponden a los tres días de fiesta de Israel.

La primera ceremonia ocurría poco después del nacimiento del hijo. En los tiempos más tempranos la gente tenía una gran celebración en el momento del destete del hijo, que a menudo ocurría aproximadamente a la edad de dos años. Sin embargo, esta parece haber sido sustituida, o al menos reemplazada, más tarde por la ceremonia de circuncisión, cuando el hijo tenía ocho días de nacimiento. Cualquiera de las éstas dos, tratan con la celebración del nacimiento de un hijo.

La segunda ceremonia de ser hijo se realizaba cuando el hijo alcanzaba la edad de trece años, hoy llamado en círculos judíos, el bar mitzvah. Era el segundo nivel de los hijos, cuando el padre comenzaba a enseñar seriamente al hijo su sabiduría y el comercio de la familia. Uno podría pensar en este bar mitzvah como un gusto de la huiothesia, o una garantía o arras de la posición de ser hijo.

La tercera ceremonia de ser hijo era el cumplimiento, a menudo hecha cuando el hijo tenía veinte años, con tal que el hijo se hubiese demostrado ser un siervo obediente. Esta ceremonia daba al hijo autoridad completa para tomar decisiones en el lugar de su padre, ya que él poseía la mente del padre; él pensaba como su padre; sus valores eran los mismos que los de su padre; idealmente, él era una réplica de su padre, y así el padre sabría que podría confiar en su hijo para actuar en su lugar.

Relacionando estas ceremonias con los días de fiesta de Israel, vemos que la Pascua de los judíos se parece a nuestro nacimiento como hijos infantiles de Dios, cuando somos justificados por la fe. En este sentido, todos los cristianos por definición son hijos de Dios. Y así, Juan nos dice que somos AHORA los hijos de Dios (1ª Juan 3: 2). Pero esto no significa que seamos totalmente hijos crecidos, o que hayamos llegado a la huiothesia, ya que Juan también nos dice que el recibir de Jesús (primer nivel de ser hijo) nos da la autoridad adicional para llegar a ser hijos de Dios (Juan 1: 12).

Pentecostés es nuestro bar mitzvah, el segundo nivel de ser hijo como adolescentes. Este es el tiempo del verdadero entrenamiento, cuando el padre comienza a entrenar a su hijo en su oficio de aprendiz y a enseñarle la Ley. Nosotros, quienes hemos recibido el Espíritu de Dios, también hemos entrado en tal entrenamiento para prepararnos para la tercera posición de ser hijos.

La Fiesta de Tabernáculos nos da el modelo profético del tercer nivel, hijo maduro o huiothesia. Será conferido sobre aquellos que han aprendido y han madurado bajo las dos primeras etapas de hijo. Será conferido sobre aquellos que tienen la mente de su Padre divino, quienes hacen sólo aquellas cosas que ven hacer a su Padre. Será conferido sobre aquellos que han aprendido a apreciar las disciplinas de su Padre y las reglas de la casa. Será conferido sobre aquellos que han entrado en el acuerdo completo con su Padre en todos los asuntos, siempre y cuando no queden desacuerdos básicos con sus leyes, métodos, y políticas, ya que tales hijos todavía no tienen su mente, ni tampoco realmente la entienden en absoluto.

Si miramos al cuadro más grande, podemos ver como estos tres niveles de ser hijo se aplican a Israel, la Iglesia y los Vencedores en la progresión de la historia. En la Edad de la Pascua Israel funcionó bajo el primer nivel de autoridad divina, y Dios estuvo con ellos (Traductor: Creemos que la unción pascual de vida es interna; por lo tanto sería en ellos) desde el principio.

Entonces vino el tiempo para Dios hacer una nueva cosa, ya que el pueblo de Dios había alcanzado la edad espiritual de trece años. El día de Pentecostés en el segundo capítulo de Hechos fue, en este sentido, el bar mitzvah de sus hijos. En esta Edad de Pentecostés el Espíritu de Dios está dentro de nosotros (Traductor: Creemos que la investidura de poder es externa, por tanto, sería con o sobre nosotros). Nuestro nivel de autoridad espiritual aumenta bastante para hacer el trabajo de restaurar la tierra para Él, ya que este es "el oficio" de Dios que Él enseña a sus hijos. Sin embargo, la Iglesia está en su etapa de rebelión de "adolescente" y generalmente piensa que lo sabe todo; tiene la impaciencia y el exceso de confianza en sus posiciones doctrinales que uno esperaría de un adolescente típico. La Iglesia sabe justamente lo suficiente para creerse sabia y tiene justamente lo suficiente de la autoridad de ser hijo para ser peligrosa. El problema más grande es que la Iglesia piensa de sí misma como adulta y capaz de decidirse entre lo bueno y lo malo, sin la necesidad de consultar las reglas de la casa (las Leyes de Dios). De hecho, algunos de estos hijos piensan que Dios es demasiado opresivo y realmente no sabe lo que Él hace. Ellos discrepan con Él y hacen nuevas reglas que satisfacen su entendimiento y, al poco tiempo, piensan que sus propias reglas son, de hecho, "las nuevas leyes de su Padre", cuando éstas sólo son tradiciones de hombres.

Nuestro crecimiento en Cristo se manifiesta sobre todo por nuestra disposición a ser siervos, no por nuestra insistencia en ser tratados como hijos privilegiados. Aquellos de nuestros hermanos que hoy insisten en entronizarse, ahora realmente están actuando como “niños malcriados”. Corren de aquí para allá “nombrándole” y “exigiéndole” como niños en una juguetería. Sus enseñanzas de prosperidad se parecen al apetito de un adolescente por todas las cosas finas en la vida—sin tener que trabajar por ellas.

Pero ¿quién está deseoso de sufrir las privaciones del desierto, para poder ser entrenado y disciplinado como hijo? ¿Quién está deseoso de aprender la destreza de su Padre? ¿Quién está deseoso de dar un paso en el fuego? En su inmadurez muchos piensan de sí mismos que son hijos ya perfeccionados, sin necesitar más de tal disciplina y entrenamiento como siervos. Piensan de ellos mismos que ya son espiritualmente maduros y esperan ser servidos, en lugar de servir. Su revelación de ser hijo maduro, huiothesia, se tuerce por su impaciencia.

Nosotros debemos aprender la responsabilidad hoy, para poder recibir la autoridad después. Dios siempre tiene su tiempo designado, y nosotros necesitamos conocer su Tiempo Designado según lo revelado en su Palabra.


Vídeo relacionado:


DE MARA A ELIM: PALABRA PROFÉTICA PARA MAYO-2022, Veronika West


Oasis de Elim
 


Examinen todo y retengan lo bueno. Puede que las palabras proféticas que publicamos sean palabras de Dios para alguno de los que hacemos o los que siguen este blog. Son palabras que a nuestro entender pueden encajar con el kairos (tiempo o sazón propicio) general y/o personal que nosotros pensamos que está aconteciendo. Puede que también sean oportunas para los kairos personales de sus propias vidas en el Señor. Pero seamos especialmente cautos en la apropiación personal de las palabras proféticas; sobre todo cuando sean muy complacientes con nuestros deseos y gustos carnales. Pidamos discernimiento para saber si Dios las está usando para confirmar lo que Él ya nos ha estado hablando/haciendo en nuestras vidas. Así evitaremos equivocaciones y frustraciones innecesarias con los tiempos de Dios, por tratar de escoger aquello que queremos oír en lugar de lo que necesitamos oír.


Igualmente, queremos dejar constancia que hay veces, y desgraciadamente no pocas, en que los dones del profeta no van acordes con la maduración de su carácter; por esa razón, la publicación de palabras proféticas de diferentes personas en este sitio, no significa que forzosamente estemos de acuerdo con sus ministerios o prácticas ministeriales y/o personales.

JOSÉ

 

“Vigila, porque YO ESTOY trasladándote del lugar llamado Mara (que significa amargura) al lugar llamado Elim (el lugar que tiene Doce Manantiales y Setenta Palmeras) en esta hora. Vigilad, porque YO ESTOY rompiendo el espíritu de atraso en el mes de mayo 

En mi tiempo de adoración de hoy, escuché estas Palabras para el mes de mayo: 

Han llegado los tiempos de Refresco, Renovación, Restauración y Avivamiento, porque YO ESTOY llevando a Mi Pueblo en un viaje desde Mara a Elim.

¡Vigila! Porque YO ESTOY girando, revirtiendo y redimiendo el tiempo perdido. YO ESTOY cambiando y transformando las aguas amargas por dulces manantiales de refrigerio y restauración.

YO ESTOY reviviendo y renovando fuerza, poder y fortaleza para aquellos que se han deshidratado y agotado espiritualmente.

YO ESTOY Reintergrando, Reconstruyendo y Restaurando la verdadera Identidad y Autoridad del Reino.

¡Vigila! Porque ahora se está produciendo un gran Despertar en la Tierra”.

Después de escuchar estas Palabras, vi una imagen poderosa en el Reino de los Espíritus, donde vi a muchos caminando por un desierto cálido, seco y árido.

No había signos visibles de vida, salvo almas cansadas y exhaustas. Algunos se tambaleaban, otros trataban desesperadamente de avanzar, esforzándose y luchando por poner un pie delante del otro. Podía escuchar sus gritos desesperados por refrescarse y restaurarse. Muchos oraban, esperaban y observaban la Intervención Divina y una salida del desierto seco, árido y caluroso.

Ahora, cuando miré un poco más de cerca, vi que algunos parecían llevar lo que parecían coronas sobre sus cabezas, pero sus coronas carecían de brillo. No tenían brillo ni resplandor. Parecían pesados, gastados y oxidados, y el peso de las coronas sobre sus cabezas era como yugos de hierro, que los ralentizaban y los despojaban de toda fuerza, poder y potencia.

Las mentiras del enemigo se habían apoderado de sus mentes, robándoles y despojándoles de su Verdadera Identidad y Autoridad del Reino, como Reyes Ungidos y Sumos Sacerdotes de Dios.

Entonces, cuando comencé a preguntarle al Señor sobre lo que estaba viendo, Él me mostró que la imagen representa a muchos en el Cuerpo de Cristo en esta temporada, que se han vuelto espiritualmente secos, deshidratados y agotados de toda vida, poder y su verdadera identidad y autoridad del Reino.

Me mostró que la profunda decepción se ha convertido en desesperación; la pasión se ha convertido en pasividad, queja y complacencia; celo y visión, se han convertido en desesperanza y temor.

Muchos están a punto de darse por vencidos y rendirse espiritualmente. El espíritu de dolor y tristeza abruma y domina a muchos.

El espíritu de confusión se ha apoderado de muchos corazones y mentes. La falta de claridad y Sabiduría Divina ha comenzado a hacer que muchos pierdan la dirección y la disciplina. La muerte espiritual, parecía inminente para muchos.

Mientras escuchaba al SEÑOR, comencé a clamar por una manifestación de su Misericordia y su Gracia en esta temporada.

Le pedí al Padre que interviniera en las vidas de estos Guerreros cansados, que anhelaban la Liberación y la Libertad, y el cumplimiento de los Sueños y Visiones que una vez llevaron.

Clamé al SEÑOR para que rompiera las cadenas que les ataban, y para que reviviera y renovara sus mentes, a su Verdadera Identidad, como sus reyes y sumos sacerdotes en la Tierra.

Le pedí al Padre que insuflara Vida nueva y Revelación fresca en sus corazones, que las Coronas sobre sus cabezas volvieran a brillar intensamente, con el brillo y el resplandor de su Gloria; que el pesado peso de la falsa identidad fuera removido y reemplazado por un yugo de verdadera Filiación.

Ahora, mientras reflexionaba sobre esta Palabra y oraba por el Cuerpo de Cristo, el Espíritu Santo me llevó a leer Éxodo 15, donde vemos a Moisés guiando a su pueblo a través de un desierto cálido y árido.

Muchos también estaban sedientos, con la boca completamente seca y el cuerpo gravemente deshidratado. La situación también se veía desesperada, muchos estaban en peligro de morir de sed y hambre, cuando de repente llegaron al agua, y pensando que sus problemas habían terminado, muchos arrojaron sus cuerpos cansados ​​al agua, buscando saciar su sed, solo para descubrir que las aguas eran saladas e imbebibles.

Uno solamente puede imaginar la profunda decepción, el dolor y la desesperación que se deben haber apoderado rápidamente de sus corazones y mentes.

Vemos cuántos clamaron a Moisés, su líder, quejándose, refunfuñando y murmurando contra Dios. El pueblo llamó a ese lugar “Mara”, que significa “Amargura”.

Ahora Moisés, al escuchar los gritos desesperados del pueblo, volvió su corazón hacia Dios y clamó por liberación a favor de ellos.

Inmediatamente, Dios respondió fielmente y le reveló a Moisés un palo, un pedazo de madera que estaba en el suelo. Le ordenó a Moisés que arrojara el palo a las aguas amargas. Cuando Moisés obedeció, las aguas se endulzaron de inmediato y el pueblo comenzó a beber.

De inmediato, sus cuerpos, mentes y espíritus fueron revividos, refrescados, renovados y restaurados. Entonces Moisés condujo al pueblo a un lugar llamado 'Elim', que tenía Doce Manantiales y Setenta Palmeras.

Proféticamente, creo que muchos se han estado embarcando en este viaje largo y traicionero desde Mara a Elim, en esta temporada.

Proféticamente, muchos han estado en el lugar donde las aguas han sido amargas e imbebibles.

La deshidratación espiritual ha agotado a muchos de la fuerza vital, la fuerza y ​​el poder, la esperanza y la visión se han postergado, los corazones se han enfermado y cansado.

"Pero esperad"…! ¡No temáis!

Porque Dios ha escuchado los gritos desesperados de su Pueblo por la intervención divina.

¡Vigila! Porque Él está a punto de revelarte un nuevo camino, y una solución inesperada pero simple, que de repente te llevará al lugar que tiene Doce Manantiales y Setenta Palmeras.

¡Vigilen! Escuchen y presten atención en esta temporada, porque el Espíritu de Dios está hablando una Palabra de Instrucción a su Pueblo.

Si escucha, confía, obedece y sigue su dirección, Él endulzará las aguas amargas; Él sanará y revelará nuevos caminos que los llevarán a 'Elim', el lugar donde la Restitución Radical, y la Restauración y Reavivamiento Oportunos, pueden manifestarse plenamente, en y a través de su vida.

Decreto, que en los días venideros, cuando lleve sus 'Mara-s' a Dios (esas experiencias amargas, esas cosas que han parecido imposibles, irreversibles e irredimibles) y cuando las entregue a Él, Él escuchará desde el Cielo y se volverá, invertirá, canjeará, restaurará, renovará y revivirá cada aspecto de su vida.

Y lo que una vez le quitó la fuerza, la potencia y el poder, y le despojó de su Verdadera Identidad y Autoridad del Reino, le será completamente restaurado.

¡Mire y vea! En esta estación, Él lo está conduciendo por un nuevo Camino, al lugar que tiene Doce Manantiales y Setenta Palmeras. Es una tierra de un gran despertar a la verdadera Filiación.


Posdata

Mientras meditaba personalmente sobre esta poderosa Palabra para el mes de mayo, entregando todas mis propias experiencias 'amargas' (Mara-s) del pasado, el Espíritu Santo me mostró la “Cruz” hecha de madera.

Allí se llevó a cabo un intercambio divino a mi favor, donde Jesús, mi Salvador, derramó su Preciosa Sangre para Redimir, Restaurar, Renovar y Reavivar cada área de mi vida. Allí tomó sobre Sí una corona de amargura, para que yo pueda experimentar plenamente la dulzura de la vida eterna.

A Él le doy toda la Gloria, Honor, Poder y Majestad. El es el Rey de reyes y SEÑOR de señores.


Bendiciones para todos ustedes.
~ por Verónica West

AÑO 2022: NÚMERO 22 (Filiación, Hijos de Luz, Autoridad), Administrador




Veintidós (kaph-beth)


Filiación, Hijos de Luz


Para escribir veintidós en hebreo, escribían dos letras hebreas: kaph - beth. Estas significan la palma de la mano en el acto de dar algo a la casa u hogar. Habla del Mandato de Fecundidad en Gén. 1: 28: "Sed fecundos y multiplicaos".


Veintidós es el número de filiación, o de los Hijos de Luz.


Esta es la primera promesa de Filiación, que, junto con el Mandato de Dominio, formó el Derecho de Nacimiento. Este Mandato Fecundidad más tarde se le dio a José cuando Jacob dijo en Génesis 49: 22, "José es una rama [ben, "hijo"] fructífera" , el constructor de la casa de Dios.


El libro de Ed Vallowe, Matemáticas Bíblicas, páginas 138 y 139, dice que el 22 es el número de la luz, pero el Salmo 22 no admite la interpretación. Vallowe dice,


"VEINTIDÓS es el número que está conectado con LUZ. Había VEINTIDÓS cuencos para mantener el aceite en el candelero en el Tabernáculo... El propósito del candelabro con sus lámparas era dar luz.


"Los salvados son llamados los hijos de luz...


"En el Evangelio de Juan la palabra LUZ se utiliza veintidós veces".


Ciertamente, 22 incluye la idea de luz, ya que los vencedores -los hijos de Dios, son los Hijos de Luz. Pero el significado de 22 es más amplio que sólo la luz. Incluye todos los aspectos de la filiación, incluida la autoridad, como veremos en breve.


Como dice Vallowe, había 22 almendras en los 7 brazos del candelero en el tabernáculo (Éx. 25: 31-37). El candelabro alumbraba al Santuario y es una imagen de Cristo, como Juan 1: 9 nos dice:


9 Era la luz verdadera, que ilumina a todo hombre que viene a este mundo.


Pero esto también está conectado con el concepto de autoridad. En Números 16 leemos acerca de la rebelión de Coré. Coré cuestionó la autoridad de Moisés y de Aarón. Después que Dios lo juzgó, el siguiente capítulo establece la autoridad de Aarón y de la tribu de Leví en general. Los príncipes de cada tribu tuvieron que llevar sus varas de autoridad al Tabernáculo, en el que se colocaron a lo largo de la noche en el santuario. Núm. 17: 8 dice,


8 Y aconteció que el día siguiente vino Moisés al tabernáculo del testimonio; y he aquí que la vara de Aarón de la casa de Leví había brotado, y echado botones y arrojado flores y producido almendras maduras.


En esto vemos que las almendras tienen que ver con la autoridad divina. Así que las almendras del candelabro hablan de los que Dios ha escogido para ser la luz del mundo y para gobernar en el Reino de Dios. Esa máxima autoridad es Jesucristo, pero también habla de los llamados como sacerdotes de Dios para gobernar con Él (Apocalipsis 5: 10; 20: 6). Así, el candelabro es más que luz; es autoridad. Al ponerlas juntas, vemos que estas cosas caracterizan a los Hijos de Dios. Así que 22 es el número de Filiación.


En Núm. 3: 39 había 22.000 sacerdotes de Leví que se canjearon por los primogénitos de Israel. Mil es el número de la gloria, por lo que 22.000 habla de "los hijos glorificados". Por lo tanto, estos 22.000 sacerdotes de Leví representan a todos los hijos primogénitos. Representaban los Hijos Manifestados de Dios, los verdaderos hijos de luz, a quien Dios ha apartado para enseñar la Palabra y para administrar la Ley a las personas con la mente de Cristo.


En 2º Crón. 7: 5 Salomón ofreció 22.000 ovejas a Dios cuando dedicó el templo en el Octavo Día de Tabernáculos. Esto habla de nuevo de las 22.000 verdaderas ovejas dedicadas y entregadas a Dios, éstos son los hijos primogénitos glorificados. En este ejemplo no hay ninguna mención de la luz. Habla de ovejas. Las ovejas hablan de los hijos de Dios.


En el Nuevo Testamento, Saulo se menciona precisamente 22 veces, todo en el libro de los Hechos. La razón de esto es porque es un ejemplo de Filiación. Saulo se convirtió y cambió su nombre a Pablo. Él nos muestra el camino a seguir desde Pentecostés hasta los Tabernáculos. La mención nº 22 de Saulo es en Hechos 26: 14, donde le cuenta al rey Agripa la manera gloriosa de su conversión:


14 Y cuando todos habíamos caído al suelo, oí una voz que me decía en lengua hebrea: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Es difícil te es dar coces contra el aguijón".


La mayoría de la gente no entiende esta última afirmación, porque no conocen el idioma hebreo. La palabra para Dios es El, que se escribe alef y lamed. Alef es un buey, un símbolo de fuerza. Lamed significa una aguijada de bueyes, un símbolo de autoridad sobre el buey. El de este modo, es la autoridad sobre el buey. Así que cuando Jesús le dijo a Saulo que era difícil para él dar coces contra el aguijón, Él quiso decir que Saulo estaba luchando con Dios mismo, la Autoridad fuerte, el Soberano.


Por lo tanto, cuando Saulo se vio obligado a reconocer la soberanía de Jesucristo, se convirtió y en última instancia, comenzó a andar en el nombre de Pablo. Pablo significa "pequeño", en contraste con lo que se dijo acerca de su antepasado, el rey Saúl, que era alto y se situó muy por encima de todos los demás (1 Sam. 10: 23). Cuando Saulo se convirtió en poco a sus propios ojos, él fue más alto a los ojos de Dios.


La 22ª vez que se menciona a Abraham en Génesis 25: 5, "Y Abraham dio todo cuanto tenía a Isaac". Isaac era el heredero de la promesa, y él era un tipo de Cristo en este sentido, porque después que murió y resucitó, ascendió, y el Padre puso todas las cosas bajo sus pies (de autoridad). Los hijos de Dios son coherederos con Cristo (Rom. 8: 17).


Del mismo modo, la 22ª vez que se menciona a José es en Génesis 37: 4,


4 Así halló José gracia en la vista de Potifar, y se convirtió en su sirviente personal; y él le hizo mayordomo de su casa y todo lo que tenía puso a su cargo.


José, el tipo de Cristo en su Segunda Venida, recibió autoridad sobre todo lo que Potifar poseía. Así, a Cristo, la Cabeza, y al Cuerpo de Cristo se les dará autoridad sobre todo lo que Él posee -la Creación misma. Esto habla de gobernar como Hijos.


Josué es otro gran tipo de Cristo, ya que él tenía el mismo nombre que Jesús (Yahshua). La 22ª vez que Josué se menciona es en Deut. 31: 7, donde se le dio autoridad sobre "la iglesia en el desierto" (Hechos 7: 38) y se le encargó la tarea de darles sus herencias:


7 Entonces llamó Moisés a Josué y le dijo en presencia de todo Israel: "Sé fuerte y valiente, porque tú entrarás con este pueblo a la tierra que el Señor ha jurado a sus padres que les daría, y la darás a ellos como heredad".


La 22ª vez que David se menciona es en 1º Sam. 17: 34, donde le dice a Saúl que él libró un cordero tanto de un león como de un oso, así que ¿por qué debería temer a Goliat? Como un tipo de Cristo, David libró los corderos de la muerte. Jesús, el anti-tipo, también libró los corderos (personas) de la muerte, al dar su vida por ellos en la cruz.