En
el artículo que incluyo al final, el hermano Witness Lee expresa su
parecer sobre el catolicismo, el protestantismo y, particularmente,
sobre el pentecostalismo.
Reconociendo
sin tapujos que no me considero competente para juzgar al maestro
bíblico que considero más especialmente dotado por el Señor, desde
el punto de vista de la experiencia de vida cristiana o de la unión
orgánica con el Señor Jesucristo, quiero hacer notar algunas cosas
desde mi experiencia personal.
Fui
vivificado por el Espíritu Santo en una conferencia de un hermano
pentecostal, perteneciente a una iglesia independiente en
Atlanta, EE. UU.. Un año más tarde ese mismo hermano, en un
encuentro personal "casual", me expuso personalmente el
evangelio y unas horas más tarde acepté al Señor en mi hogar,
estampando mi firma en un folleto del pentecostal Kennet Hagin
(uno de los fundadores del Movimiento de la Prosperidad y Súper Fe)
que él me había regalado y que explicaba con muchos versículos
bíblicos el Nuevo Nacimiento (en realidad, Nuevo Engendramiento,
según mi conocimiento espiritual actual). No supe hasta muchos años
después, por revelación del Señor, que esa firma simplemente fue
el refrendo de la experiencia de vivificación de mi espíritu, que
Él había efectuado en mí, mientras escuchaba en una conferencia a
Mario el relato de su testimonio, un año antes de yo firmar el
folleto.
Cuatro
meses más tarde mi bendito padre espiritual pentecostal,
me regaló varios libros y un folleto: "Buenos Días
Espíritu Santo" de Benny Hinn, "Lo que Dices Recibes"
de Don Gosset, "La Autoridad del Creyente" de Kennet Hagin
y el folleto "Bienvenido a la Familia" de Kennet Copeland;
todos, si no estoy equivocado, pentecostales
de pura cepa.
Tal
era el hambre que tenía para ese entonces, que ese mismo día a las
3 a.m. leí en el coche el folleto "Bienvenido a la Familia"
de Copeland (explicaba el Nuevo Nacimiento, el Bautismo en el
Espíritu Santo y la Sanidad y Salud Divinas). Por la lectura entendí
que el siguiente paso para mí era el Bautismo en el Espíritu y se
lo pedí al Señor al momento, con el resultado de que ¡allí mismo,
en mi coche, fui gloriosísimamente bautizado en Espíritu Santo por
el Señor Jesús! El cual, tras una maravillosa luna de miel de unos
meses, me condujo al desierto y al Bautismo de Fuego transformante.
Gracias
al libro de Hagin, basado en las dos oraciones clave de Efesios, fui
guiado a orar por un tiempo esas oraciones bíblicas de Pablo,
rogando por Espíritu de Sabiduría y Revelación, por ser
fortalecido en el hombre interior ... y por conocer el amor de Dios
... (Ef. 1: 15-23; 3: 14-19). ¡Nunca agradeceré a Dios lo bastante
por esos libritos de los pentecostales Hagin y Copeland!
Más
o menos a la vuelta de otros 6 meses mi pentecostal padre
espiritual me condujo a unos hermanos pentecostales.
Eran un misionero de EE. UU. y su esposa, hermana del entonces pastor
pentecostal de la iglesia de Ceuta-España. Estos hermanos,
que desarrollaban el mismo negocio que yo y por el que los conocía,
me regalaron el libro que me marcaría para todo mi futuro en el
Señor: "La Vida Cristiana Normal" de
Watchman Nee, hermano que ya
partió con el Señor, al que considero la nodriza espiritual a cuyos
pechos fui ricamente amamantado. Este libro me impactó tanto
que en los siguientes años fui abocado a devorar con fruición los
23 libros que había publicados en España de él, los cuales leí
varias veces, ¡alguno hasta 10! De este maravilloso siervo se usó
Dios para que fuera conducido a la Senda de la Cruz y la
vida más profunda.
Como
consecuencia, por los próximos 21 años en los tres grupos
pentecostales de los que formé parte, me sentí como no
habiendo llegado a casa, hasta mi salida del Sistema Babilónico, ya
va para 2 años, en obediencia al llamado del Señor en Apocalipsis
18: 4, Salid de ella pueblo mío, para que no seáis partícipes
de sus pecados ni recibáis parte de sus plagas.
En
cuanto a esos hermanos (Hinn, con cuyos libros me enamoré y deleité
en el Espíritu Santo, Hagin y Copeland) de la súper
fe-prosperidad-sanidad, debo decir que gracias a Dios sus extremas
derivas fueron neutralizadas por los escritos de la vida más
profunda de Nee y otros muchos.
Hace
unos 6 años que "casualmente" topé en la red con los
escritos de Witness Lee. Este siervo me sorprendió gratamente por
ser discípulo del amado Nee y por ver que apoyado en los hombros de
él y de quienes le precedieron, lo había superado grandemente en
revelación. Esto pueden comprobarlo por los muchos artículos suyos
en nuestros blogs Finisterre
al Borde del Jordán y este de Tabernáculos.
¡Y seguimos aprendiendo de él a través de sus escritos en la red,
algo por lo que le damos muchas gracias a Dios!
Dicho
esto puedo concluir que nuestra experiencia en el Señor según Su
soberana guianza, ha de reconocer la tremenda bendición que el
pentecostalismo trajo a mi
vida y que lo consideramos como una segunda etapa tras la Pascua, que
ha de dar paso, desde el infantilismo y atrofia espiritual
conrintianos del desierto pentecostal en general, a la tercera
etapa de la vida abundante y madura en la buena tierra de
Tabernáculos.
Creo
que los dones pentecostales,
lenguas incluido, recibidos personalmente por mí, me han sido útiles
e imprescindibles para crecer y no desecho nada que sea practicado
decentemente y con orden (1ª Cor. 14: 40). Pero también no dejo de
reseñar que he avanzado desde el Desierto
Pentecostal, cruzando el Jordán de la muerte a la carne, para
entrar, circuncidado el corazón, a
la vida en resurrección, a
la madurez en vida de la Buena
Tierra de Canaán; es decir, la más excelente Etapa del
Amor, no ya en la obediencia y la sumisión, sino en el amén o
acuerdo en la unión orgánica con el Espíritu todo-inclusivo.
He
constatado ampliamente tras unos 21 años en el pentecostalismo
que la inmensa mayoría de éste está sumido en el más
profundo letargo e infantilismo espiritual propios de una fiesta
leudada (Lev. 23: 17). Dichos
letargo e infantilismo son fruto del rechazo del Bautismo de Fuego
(sufrimiento), lo único que puede tratar con la levadura propia de
esta etapa-fiesta . Coincido con el hermano Lee en sus
apreciaciones sobre el mal uso de los dones; pero creo que no es
bíblico abandonar las profecías ni impedir los dones (1ª Cor.
14:39), sino que los considero un paso en el crecimiento personal del
creyente y en el crecimiento corporativo de la iglesia local. Creo
que el hermano Lee no vio el Pentecostalismo a la luz de la
revelación de las fiestas del Señor, como una etapa necesaria del
crecimiento personal y corporativo en Cristo. Él no vio que solo el
Pentecostalismo que rechaza el Bautismo de Fuego, no consigue vencer
y llegar a la unión orgánica en la etapa de Tabernáculos. Tampoco
vio que tanto el Catolicismo, como el Protestantismo y el
Pentecostalismo, todos tres pertenecen a la los dos mil años de la
Edad Pentecostal; la Edad leudada o de la Iglesia en el Desierto,
tipificada por el rey Saúl, que terminó en el año 1993.
Nunca
agradeceremos lo bastante a Dios por esas profecías personales que
recibí en mi paso por la cristiandad pentecostal
y por el desahogo y refrigerio que las lenguas trajeron a mi
vida en momentos de profundo sufrimiento.
No
tuve la oportunidad de conocer el pentecostalismo
primigenio de finales del siglo XIX y principios del XX, que
llegó en la voluntad y el kairos
de Dios, aunque he oído hablar y leído sobre él.
Desgraciadamente apenas he asistido al humo de las últimas ascuas,
del pentecostalismo corrompido
y duro de cerviz, que llevaba ya muchas décadas de obstinada
resistencia a entrar en el Reposo de Dios, para poder descansar
de todas sus obras, como Dios de las Suyas. Obviamente esto
fue usado por Satanás para ir adueñándose poco a poco de toda
la Cristiandad, que hoy yace bajo su Sistema Babilónico Mundial,
religioso, denominacional y humanista.
1
Corintios 12: 31:
Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aún
más excelente.
1
Corintios 13: 11
Cuando yo era niño,
hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas
cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.
1
Corintios 14: 1-2,
Seguid
el amor; y procurad los dones espirituales, pero
sobre todo que profeticéis.
Porque
el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues
nadie le entiende, aunque por
el espíritu habla misterios.
1
Corintios 14: 4, El
que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica;
pero el que profetiza, edifica a la iglesia.
1
Corintios 14: 15 ¿Qué,
pues? Oraré
con el espíritu,
pero oraré también con el entendimiento; cantaré
con el espíritu,
pero cantaré también con el entendimiento. 16
Porque
si
bendices
solo
con el espíritu,
el que ocupa lugar de simple oyente, ¿cómo dirá el Amén a tu
acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho. 17
Porque
tú,
a la verdad, bien das gracias;
pero el otro no es edificado. Doy gracias a Dios que hablo
en lenguas más que todos vosotros;
1
Corintios 14: 39, Así
que, hermanos, procurad
profetizar, y
no impidáis el hablar lenguas;
Desecho
pues al ANTICRISTO luciferino del catolicismo y llamo FALSO PROFETA a
la Cristiandad, que en incredulidad y desobediencia no ha querido
entrar en Su Reposo y se ha estancado en las etapas previas del
Atrio Pascual
evangélico-protestante y en el Lugar
Santo de Pentecostés, no queriendo cruzar el Jordán para
proseguir hasta la etapa final de la vida tras del velo. Es
inexcusable un avance hasta la plenitud para poder gozar de la vida
abundante de Su presencia en el Lugar Santísimo de Tabernáculos;
etapa que no excluye, sino que completa las otras dos y que está
conformando el REMANENTE SANTO que
peleará la batalla final, tendiendo la alfombra roja para la Segunda
Venida de nuestro Salvador,
Santificador y Señor
Jesucristo.
Hebreos
5:14,
pero
el alimento sólido es para los que han alcanzado MADUREZ,
para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el
discernimiento del bien y del mal.
Hebreos
6:1, Por
tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, VAMOS
ADELANTE a
la perfección;
…
José
Muestras
en la Biblia de las tres etapas:
Egipto
|
Desierto
|
Canaán
|
Atrio
|
Santo
|
Santísimo
|
Pascua
|
Pentecostés
|
Tabernáculos
|
Niños
|
Jóvenes
|
Padres
|
Espíritu
|
Alma
|
Cuerpo
|
Fe
|
Esperanza
|
Amor
|
Salvador
|
Santificador
|
Señor
|
Luz
natural
|
Candelero
|
Shekinah
|
Recibir
|
Hacer
|
Ser-Dar
|
Hijo
Menor Caído
|
Hijo
Mayor Amargado
|
Padre
|
Rechazar
la Cruz
|
Soportar
la Cruz
|
Amar
la Cruz
|
ATRIO
EXTERIOR
Lugar
para oír el Evangelio del Señor Jesús, el Cristo
Conocer
al Señor Jesús el Cristo como Salvador.
Jesús
significa Salvador
HIJO
CAMINO
LO
BUENO
LA
PASCUA
CONGREGACIÓN
Lugar
de SACRIFICIO
EGIPTO
LA
LUZ NATURAL
LECHE
HIJITOS
HOJA
CONSEGUIR-RECIBIR
SALVACIÓN
LLAMADOS
La
Sangre del Cordero
Bautismo
AGUA
ARREPENTIMIENTO
FE
SALIR
CARNE
(CUERPO-
Morir al pecado-mundo)
Los
32.000
FRUTO
AL 30
"A
FIN DE CONOCERLE
|
LUGAR
SANTO
Solo
para aquellos bautizados en el Espíritu Santo y en el Fuego
Conocer
al Señor Jesús el Cristo como el que unge
ESPÍRITU
SANTO
VERDAD
LO
ACEPTABLE
PENTECOSTÉS
LEVITAS
Lugar
de ORDENANZAS
DESIERTO
EL
CANDELERO
PAN
JÓVENES
TALLO
HACER
LLENO
DEL ESPÍR.
ELEGIDOS
La
Palabra del testimonio
Bautismo
ESPÍRITU-FUEGO.
REFRIGERIO
ESPERANZA
ENTRAR
ALMA:
Morir al yo, carne, viejo hombre)
Los
10.000
FRUTO
AL 60
EN
EL PODER DE SU RESURRECC.
|
LUGAR
SANTÍSIMO
El
lugar en Dios de Vivir en unión con el Padre
Conocer
al Señor Jesús el Cristo como ÚNICO Amo Y Señor. (Único Amo)
PADRE
VIDA
LO
PERFECTO
TABERNÁCULOS
HIJOS
DE SADOC
Lugar
de SU PRESENCIA
TIERRA
PROMET.
GLORIA
SHEKINAH
VIANDA
FUERTE
PADRES
(I Juan 2: 12)
ESPIGA
(semilla)
SER-DAR
FILIACIÓN
FIELES
(Ap. 17:14)
No
amar sus vidas hasta la muerte (al yo)
HASTA
LA MUERTE (Ap. 12:11)
RESTAURACIÓN
(He. 3:19)
AMOR
SUBIR
ESPÍRITU
(abatir al acusador, Sacrificio vivo; ya no vivo yo)
Los
300 de Gedeón
FRUTO
AL 100
Y
EN LA PARTICIPAC-
DE
SUS PADECIM., LLEGANDO A SER SEMEJANTES A ÉL"
|
COMO
FRUSTRA SATANÁS EL DESARROLLO DE LA UNIÓN ORGÁNICA
(Extracto
del E. V. de Gálatas nº 18)
Sin
embargo, tengo la carga de señalar que Satanás sutilmente ha
frustrado el cultivo y desarrollo de esta unión orgánica. Él ha
hecho esto mediante tres “ismos”: el catolicismo, el
protestantismo y el pentecostalismo. Estos tres “ismos” del
cristianismo de hoy han sido utilizados por Satanás para
obstaculizar la economía de Dios por medio de frustrar el desarrollo
de la unión orgánica entre el hombre regenerado y el Dios Triuno
procesado. Supongamos que en este país no existieran estos tres
“ismos” y que solo existiera el recobro del Señor. Si así
fuera, sin duda alguna la unión orgánica entre nosotros y Dios se
desarrollaría muchísimo en poco tiempo. No obstante, es un hecho
que esta unión orgánica ha sido frustrada. Y no ha sido frustrada
principalmente por el judaísmo, el islamismo o el budismo, sino por
el catolicismo, el protestantismo y el pentecostalismo. Así como
Satanás usó el judaísmo en tiempos antiguos, del mismo modo usa
estos “ismos” hoy en día para impedir que el pueblo de Dios
desarrolle adecuadamente su unión orgánica con el Dios Triuno.
El
principio que Satanás sigue para conseguir esto consiste en tomar
algo que Dios haya dado y hacer que sea usado equivocadamente.
Este
principio se puede ver, por ejemplo, en el catolicismo, donde
se pueden encontrar ciertas cosas dadas por Dios. Muchos creyentes
genuinos que están en el catolicismo han sido fascinados por el uso
que Satanás hace de estas cosas que Dios ha dado. Debido a que en la
Iglesia Católica pueden verse ciertas cosas de Dios, muchos tratarán
de vindicarla, argumentando que ciertamente algo de Dios puede verse
allí. Recordemos la profecía del Señor en Mateo 13: 33 respecto a
la Iglesia Católica: “Otra parábola les dijo: El reino de los
cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió en
tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado”. Tal como
hizo la mujer de esta parábola, la iglesia Católica ha mezclado
levadura con flor de harina. Ha mezclado cosas satánicas con las
cosas dadas por Dios. Por consiguiente, lo que hallamos en el
catolicismo es una mezcla de cosas satánicas y cosas que Dios
ha dado. En Apocalipsis 17 la Iglesia Católica es presentada como
una mujer que tiene una copa de oro llena de abominaciones. Esta
es la verdadera situación del catolicismo.
Siguiendo
el mismo principio, no podemos negar que hay algo de Dios en el
protestantismo. Allí podemos ver algunas cosas dadas por
Dios. Sin embargo, Satanás utiliza esas cosas para frustrar la
economía de Dios e impedir el desarrollo de la unión orgánica. La
mayoría de los creyentes genuinos que están en las denominaciones
protestantes nunca siquiera han oído hablar de esta unión orgánica.
Muchos ni siquiera saben que Cristo vive en ellos. Es posible que
por medio del catolicismo o del protestantismo algunas personas sean
traídas al Señor. Pero después de haber sido traídos a Él, se
les impide avanzar a experimentarlo. Muchos pecadores han sido
salvos mediante la predicación del evangelio en el protestantismo.
No obstante, después de haber sido salvos y de llegar a ser
creyentes, se ven estorbados de experimentar a Cristo por las mismas
denominaciones mediante las cuales fueron salvos.
El
tercer “ismo”, el
pentecostalismo, es más sutil que el catolicismo y el
protestantismo. Después de más de cincuenta años de estudio y
experiencia, puedo testificar que no hay nada más sutil que el
pentecostalismo en cuanto a estorbar que el pueblo de Dios
experimente a Cristo. Por varios años, en el recobro del Señor
en China estuvimos bajo la influencia de las cosas pentecostales. Por
nuestra experiencia podemos testificar que en nuestra participación
en el pentecostalismo hubo más pérdida que ganancia. El daño
más grande del pentecostalismo es que dificulta que los creyentes
aprecien la unión orgánica interior con el Dios Triuno. El
pentecostalismo pone énfasis en las manifestaciones exteriores. Es
difícil que quienes recalcan tales cosas se calmen y conozcan el
Espíritu que mora en su espíritu regenerado y sigan la unción
interior. Muchos en el pentecostalismo no saben ni les interesa
saber que tienen un espíritu regenerado. Más bien, les importa la
manifestación de los llamados dones.
Les interesan el hablar en lenguas, la sanidad y los milagros,
pero no les interesa el desarrollo y el cultivo de la unión orgánica
con el Dios Triuno.
En
1963 fui invitado a hablar en cierto grupo pentecostal. Después de
una reunión, el líder y su esposa trataron de hacer que cierto
hermano chino hablase en lenguas. La esposa le dijo que no hablara ni
inglés ni chino, sino cualquier otra cosa que le viniera a la mente.
El hermano se dio cuenta de que para escaparse de esa situación
tenía que decir algo. Recordando unas cuantas palabras en lengua
malaya que sabía por casualidad, profirió una expresión absurda en
esa lengua. Inmediatamente el líder de ese grupo pentecostal y su
esposa aplaudieron y se regocijaron que el hermano había hablado en
lenguas. Al día siguiente le hice ver a esa pareja lo que
verdaderamente había pasado y además les pregunté acerca de esa
práctica.
Además,
en una de las reuniones de ese mismo grupo pentecostal, una señora
dio un breve mensaje en lenguas. Luego un joven ofreció una
prolongada interpretación de ese mensaje. Más tarde el líder de
ese grupo admitió que la interpretación ofrecida por el joven no
era genuina. Yo entonces le pregunté por la razón de ocuparse de
tales prácticas cuando tenemos un Cristo tan rico que podemos
ministrar a otros. Él no tuvo modo de responder a mi pregunta. Más
adelante el joven que había dado la interpretación negó que
hubiera tenido la intención de interpretar el mensaje que aquella
mujer había dado en lenguas. Le recordé que él les había indicado
claramente a todos los presentes que estaba dando una interpretación.
También le dije: “No hay necesidad de hacer estas cosas. Yo
definitivamente creo que amas al Señor. ¿Por qué mejor no
simplemente predicas la verdad y les ministras a otros las riquezas
de Cristo?”.
Incluso
en algunos grupos pentecostales se ha pretendido que en sus reuniones
a algunas personas milagrosamente se les habían rellenado de oro los
dientes. Yo para nada creo tales reportes. ¿Por qué Dios mejor no
restaura los dientes en vez de rellenarlos con oro? Eso iría más de
acuerdo con el principio bíblico. Además, si esos milagros
verdaderamente hubieran sucedido, los periodistas lo averiguarían y
los publicarían.
Otro
caso tiene que ver con el líder de un grupo pentecostal, quien decía
que le había sido concedida la habilidad de hablar chino. Un día él
profirió ciertos sonidos peculiares, creyendo que estaba hablando
chino. Yo y otro hermano de habla china le hicimos ver que no
entendíamos ni una sola palabra, a pesar de que yo hablaba mandarín,
de que el otro hermano hablaba cantonés, y de que los dos
entendíamos otros dialectos chinos. Sin embargo, este líder
pentecostal insistió en expresar algunos sonidos diferentes. También
le tuvimos que decir que no reconocíamos si tales palabras fueran en
chino. Al escuchar esto, tal hermano se contrarió mucho. En su
auto-engaño, él estaba convencido de que podía hablar chino.
Sin embargo, el chino que él hablaba era un idioma que él mismo
había compuesto. Tales incidentes son comunes en el pentecostalismo
de hoy.
Cierta
revista carismática publicó un artículo en el cual el autor decía
que había entrevistado a doscientas personas que afirmaban hablar en
lenguas. Sin excepción alguna, las doscientas personas dudaban que
la lengua por ellos hablada fuera genuina. Sin embargo, el escritor
los animó a todos a que siguieran hablando en lenguas, sin
considerar las dudas tocantes a la autenticidad de lo que estaban
hablando. Leímos este artículo públicamente en el entrenamiento de
1963. Entonces les pregunté a los hermanos que estaban en el
entrenamiento si Pedro y los demás presentes en el día de
Pentecostés habrían tenido alguna duda tocante a si las lenguas por
ellos habladas fueran genuinas. Ciertamente ni Pedro ni los demás
tuvieron tales dudas. No obstante, estas doscientas personas que
hablaban en lenguas tenían dudas porque las lenguas que ellos
hablaban no eran genuinas.
En
1963 y en 1964 hubo un reporte en los periódicos sobre ciertas
profecías pentecostales tocante a que habría un terremoto en la
ciudad de Los Ángeles, y que la ciudad desaparecería en el océano.
Sin embargo, la fecha del terremoto pasó sin que nada ocurriera. Sin
duda, tal falta de cumplimiento es suficiente para probar que esa
profecía era una falsedad.
Me
gustaría citar otro ejemplo tomado de las experiencias que hemos
tenido en el lejano oriente. Después de habernos mudado a Taiwán y
después de haber empezado a trabajar allí, les hice ver a los
santos que, conforme a nuestra experiencia en China continental, era
mejor que no volviéramos a tocar el cristianismo. También les
aconsejé que no se involucraran en las cosas pentecostales. En vez
de esto, les animé a simplemente predicar el evangelio a los
incrédulos. Por años predicamos activamente el evangelio, inundando
las ciudades con folletos y carteles. Después de seis años, nuestro
número aumentó de ser menos de quinientos a más de veinte mil. Al
principio de la década de los sesenta, estando yo fuera de Taiwán,
cierta mujer que era ministro pentecostal comenzó a predominar en
Malasia y ejercía una considerable influencia en algunos de los
santos del recobro del Señor. Hasta llegó a tener el control de una
pequeña iglesia en Malasia. Sin embargo, un hermano anciano y tres
jóvenes se negaron a continuar en esa situación porque tenían
claridad tocante a la verdad. En 1965 esta predicadora hizo planes
para tener una conferencia en Taiwán, especialmente para quienes
estaban en las iglesias locales. Tenía la intención de tomar
control de todas las iglesias de la isla de Taiwán. Aunque yo no
tenía ningún conocimiento al respecto, tuve la carga de visitar
Taiwán en septiembre de 1965, el mismo mes en que la conferencia
estaba programada. Cuando llegué, me enteré por primera vez de esta
conferencia. Esta mujer, quien se destacaba por decir que no era
necesario que el hablar en lenguas se hiciera en un dialecto o
lenguaje verdaderos, súbitamente desarrolló un cáncer en la lengua
y no pudo ir a Taiwán para la conferencia. Se hablaron profecías de
que un avivamiento mundial empezaría en Taiwán en 1966 y que ella
sería sanada. Sin embargo, no hubo avivamiento y ella murió.
Después de su muerte, surgió una profecía que hasta fue puesta por
escrito, respecto a que ella sería resucitada. No obstante, esta
llamada profecía no se cumplió.
ANDAR
CONFORME AL ESPÍRITU EN NUESTRO ESPÍRITU
Por
todo lo que he aprendido y experimentado, a veces con mucho
sufrimiento, he llegado a comprender que junto con el catolicismo y
el protestantismo, el pentecostalismo es una frustración para la
economía de Dios. Es un gran obstáculo para el desarrollo de la
unión orgánica entre nosotros y el Dios Triuno. Según las
Epístolas de Pablo, el Dios Triuno ha sido procesado para llegar a
ser el todo-inclusivo Espíritu vivificante. Cuando este Espíritu
entra en el espíritu del hombre, se produce una unión orgánica.
Ya que estamos orgánicamente unidos con el Dios Triuno, podemos
vivir por Él en nuestro espíritu.
En
Primera Corintios Pablo estaba enfrentando el abuso del hablar en
lenguas. En el capítulo siete de este libro encontramos un excelente
ejemplo de lo que es vivir conforme a esta unión orgánica. En el
versículo veinticinco, Pablo dice: “En
cuanto a las vírgenes no tengo mandamiento del Señor; mas doy mi
parecer,
como uno a quien el Señor ha concedido misericordia para ser fiel”.
Después
de haber dado su opinión en el asunto, Pablo dice como conclusión:
“pienso
que también yo tengo el Espíritu de Dios”
(v.
40). Aquí vemos el camino neotestamentario, el
camino de la encarnación.
Conforme a este camino, tenemos la
mezcla de la divinidad con la humanidad.
Dios no actúa solo, ni tampoco el hombre actúa solo. Más bien,
Dios actúa en unidad con Su pueblo salvo, porque existe una unión
orgánica entre el Dios Triuno procesado y aquellos que han sido
regenerados. Todo
lo que nosotros hagamos y digamos debe provenir de esta unión, de
este mezclar de Dios y el hombre.
Esto es muy diferente de lo que se practica en el pentecostalismo de
hoy, el cual en sus llamadas profecías sigue la manera
veterotestamentaria de decir “así
dice Yahweh”.
En el Nuevo Testamento, sin embargo, no vemos escrita la frase: “Así
dice Yahweh”,
sino que vemos escrito lo que Pablo dice o lo que Pedro y Juan dicen.
Según 1 Corintios 7, aunque Pablo no tenía mandamiento con respecto
a las vírgenes, él aún podía
decir algo en lo cual el Espíritu de Dios fuera expresado. Este es
el camino neotestamentario.
Necesitamos seguir este camino a fin de desarrollar la unión
orgánica entre el Dios procesado y el hombre regenerado.
Hemos
señalado enfáticamente que en Gálatas el Espíritu denota al Dios
Triuno procesado y que la carne denota al hombre tripartito caído en
su totalidad. Si vemos este contraste, no desearemos vivir en
nosotros mismos, separados de Dios. Cualquier cosa que hagamos de
manera independiente del Señor, pertenece a la carne.
Es de vital importancia que comprendamos que hemos sido unidos
orgánicamente al Dios Triuno. Él y nosotros, nosotros y Él, nos
hemos mezclado y somos
una sola entidad. Tal unión orgánica se ha llevado a cabo en
nuestro espíritu. Por lo tanto, debemos
andar conforme al Espíritu en nuestro espíritu. En esto
consiste la economía neotestamentaria de Dios, la manera en que Su
propósito eterno es llevado a cabo.