02 de enero de 2019
Este es un breve testimonio de 7 minutos de Amelia Hobbs, a la edad de 100 años. Es la nieta de Smith Wigglesworth, el conocido sanador de principios de 1900, y cuenta cómo la habían curado de niña a los 5 años. Entonces fue conocida localmente como la "niña milagro".
También me interesó otra cosa que ella dijo de pasada.
En 1947 le contó de la profecía de su abuelo a David DuPlessis, que profetizó que el movimiento más grande que el mundo verá del poder del Espíritu Santo ocurriría cuando la Palabra y el Espíritu se unieran. Eso, por supuesto, es de gran interés para mí, ya que lo he creído desde junio de 1984. Esta profecía se mencionó en el vídeo que comienza en la marca 4:13.
Durante muchos años mi pensamiento fue que la Palabra o Revelación que el Espíritu de Dios revelaría en el avivamiento final sería la revelación de la Ley. Ciertamente, eso será una gran parte de ello, pero a partir del domingo 30 de diciembre de 2018, ahora veo que la Palabra central será realmente la revelación del Nuevo Pacto. Eso incluirá, por supuesto, una revelación de la Ley, pero el Nuevo Pacto es más amplio y más fundamental.
He mostrado en estudios anteriores cómo la revelación de Israel en el viaje de Egipto a la Tierra Prometida se ha repetido en la Iglesia desde 1517-2017 y más allá. Dios dio la revelación de la Justificación por la Fe de la Pascua a Martín Lutero en 1517, y esto nos sacó de Egipto (el romanismo). Luego cruzamos el Mar Rojo con la revelación de Santidad de los hermanos Wesley, seguida de la Revelación de Sanidad (Mara) de los ministerios de curación, y luego la revelación Elim del movimiento misionero. El movimiento pentecostal de principios de 1900 fue cuando la iglesia llegó al Monte Horeb, donde la Ley fue dada por primera vez y la gente escuchó la voz de Dios (en su propio idioma, creo). Luego vino la lluvia tardía (1948-1952), donde los 12 espías nos dieron una idea de los frutos del Reino, pero aún no era hora de entrar en la Tierra Prometida.
Ahora estamos en el momento del fin, donde Moisés (Deuteronomio) dio la Segunda Ley y se estableció el Nuevo Pacto (Deuteronomio 29:10-15), según el cual Josué recibió el encargo de guiar a Israel a la Tierra Prometida. La gente ya había roto el Antiguo Pacto dado 40 años antes, un pacto que estaba condicionado a su capacidad para ser obedientes. En mi opinión, no podían convertirse en el pueblo de Dios bajo el Antiguo Pacto, y por lo tanto, no podrían haber entrado en la Tierra Prometida bajo ese Pacto.
El Nuevo Pacto era, por lo tanto, necesario, y aunque probablemente no entendían la diferencia entre los pactos, los hijos de Israel fueron guiados por Josué (Yahshua), que era un tipo de Mediador del Nuevo Pacto. Es por eso que Deuteronomio 29 tuvo que basarse en el Nuevo Pacto (promesa de Dios). Esto fue lo que hizo posible que las personas ingresaran a la Tierra Prometida.
Así que también hoy, creo que la revelación del Nuevo Pacto es la Palabra que Smith Wigglesworth profetizó que vendría con el movimiento del Espíritu en nuestro tiempo.
Esa fue la revelación del día, que recibí en la reunión fuera de la ciudad el 30 de diciembre.
Categoría: Discernimiento profético.
Autor del blog: Dr. Stephen Jones
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