Dos aspectos del Espíritu: la vida y el poder (1)
Versículos de la Biblia
Lucas 24: 47-49 Y que proclamase en su nombre el arrepentimiento para el perdón de pecados a todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas. He aquí, Yo envío la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.
Palabras del ministerio
(Parte 1 de 2)
Para proclamar el perdón de pecados, los discípulos del Salvador-Hombre necesitaban algo más. En el aspecto esencial, tenían lo necesario; pero no en el aspecto económico. Por consiguiente, tuvieron que esperar en Jerusalén hasta que el Señor derramara sobre ellos la promesa del Padre, la cual era el Espíritu en su aspecto económico. Esta promesa se cumplió en Hechos 2 en el día de Pentecostés. El Salvador-Hombre, después de su ascensión y su entronización, derramó el Espíritu en su aspecto económico sobre los discípulos, quienes ya eran miembros del Cuerpo de Cristo en cuanto a la vida. Lo que el Señor logró en su resurrección estaba ligado con el Espíritu esencial. Los discípulos aún necesitaban equiparse con el Espíritu en el aspecto económico, lo cual el Señor logró en su ascensión y entronización.
Aquí se refiere a la promesa dada en Joel 2: 28-29, la cual se cumplió en el día de Pentecostés (Hch. 1: 4-5, 8; 2: 1-4, 16-18), al derramarse sobre los creyentes el poder del Espíritu desde lo alto para que llevasen a cabo su ministerio en el aspecto económico. Esto difiere del Espíritu de vida, el cual el Salvador infundió en los discípulos (Jn. 20: 22) en el día de su resurrección para que morara en ellos y fuese su vida en el aspecto esencial.
El Espíritu que se menciona en Juan 20: 22 es el que se esperaba en Juan 7: 39 y que fue prometido en Juan 14:16-17, 26; 15: 26; 16: 7-8, 13. Por tanto, cuando el Señor infundió el Espíritu Santo en los discípulos al soplar en ellos, se cumplió lo que prometió en cuanto al Espíritu Santo como Consolador. Esto difiere de Hechos 2: 1- 4, donde se cumplió la promesa que el Padre hizo en Lucas 24: 49. En Hechos el Espíritu, como un viento recio y estruendoso, vino en forma de poder sobre los discípulos para equiparles para la obra (Hch. 1: 8). Mientras en Juan 20: 22 se infundió como vida en los discípulos para su existencia. Cuando el Señor infundió el Espíritu en los discípulos, se impartió en ellos como su vida y su todo en el aspecto esencial. (c) 2014 Living Stream Ministry.
Dos aspectos del Espíritu: la vida y el poder (2)
~~~~~ Versículos de la Biblia ~~~~~
Juan 20: 22 Y habiendo dicho esto, sopló en ellos, y les dijo: Recibid al Espíritu Santo.
Hechos 1: 5 Porque Juan bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
1ª Corintios 12: 13 Porque en un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un solo Cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
~~~~~ Palabras del ministerio ~~~~~
(Parte 2 de 2)
En cuanto al Espíritu de vida, nosotros necesitamos inhalarle como aliento (Jn. 20: 22); en cuanto al Espíritu de poder, necesitamos ponérnoslo como uniforme, tipificado por el manto de Elías (2º Rey. 2: 9, 13-15). Aquel, como agua de vida, requiere que lo bebamos (Jn. 7: 37-39); éste, como agua para el bautismo, requiere que seamos sumergidos en Él (Hch. 1: 5). Estos son los dos aspectos del Espíritu, los cuales podemos experimentar (1ª Cor. 12: 13). El Espíritu de vida reside EN nosotros para ser nuestra vida y nuestro andar, lo cual constituye el aspecto esencial; el Espíritu de poder es derramado SOBRE nosotros para nuestro ministerio y nuestra obra, y esto constituye el aspecto económico.
Nos debe impresionar que además de recibir el Espíritu de vida en su aspecto esencial, los discípulos aún necesitaban ser “investidos del poder desde lo alto”, para ser fortalecidos por el Espíritu en el aspecto económico. Lo que sucedió en Juan 20 tiene que ver con la vida en el aspecto esencial, mientras que en Hechos 2, con el poder que capacita para llevar a cabo el ministerio en el aspecto económico. Para vestirnos de poder necesitamos ponernos el Espíritu como uniforme, lo cual está tipificado por el manto de Elías. Por esta razón, algunos maestros de la Biblia se refieren al Espíritu de poder como un manto, como una capa. En 2º Reyes 2 Eliseo esperaba recibir el manto de Elías y cuando lo recibió, eso indicaba que también recibió el espíritu de Elías. En Lucas 24: 49 el Señor pensó en lo mismo, o sea, pensó en el manto, ya que dijo a los discípulos que esperasen a que fueran investidos de poder desde lo alto.
También tenemos que entender que el Espíritu de vida y el Espíritu de poder son dos aspectos de un mismo Espíritu, los cuales podemos experimentar. En 1ª Corintios 12: 13 vemos ambos aspectos. Por un lado, en un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un solo Cuerpo; por otro, se nos dio a beber de un mismo Espíritu. Ser sumergido es algo exterior, pero beber es algo interior. Además, beber el Espíritu pertenece al aspecto esencial, mientras que ser bautizado en Él, al aspecto económico. Por tanto, el Espíritu en el aspecto interno nos infunde la vida como esencia, mientras que en el aspecto externo, nos capacita para el ministerio y la obra, lo cual pertenece al aspecto económico. (c) 2014 Living Stream Ministry.
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Los dos aspectos del Espíritu: vida y poder
~~~~~ Versículos de la Biblia ~~~~~
Lucas 24: 49 He aquí, Yo envío la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.
Hechos 1: 4 ... les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperaran la promesa del Padre...
Hechos 2: 1 Al cumplirse, pues, el día de Pentecostés estaban todos en un mismo lugar. (2) Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; (4) Y fueron todos llenos del Espíritu Santo...
~~~~~ Palabras del ministerio ~~~~~
La promesa mencionada en este versículo y en Lucas 24: 49 es diferente de la que se da en Juan 14: 17. La promesa de Hechos 1: 4 y Lucas 24: 49 es la que se menciona en Joel 2: 28-29, la cual se cumplió en el día de Pentecostés (Hch. 2: 1-4, 16-18). Esta promesa tenía que ver con el derramamiento del Espíritu de poder de lo alto para el ministerio de los creyentes en el aspecto económico. Difiere del Espíritu de vida, infundido en los discípulos por el soplo del Salvador (Jn. 20: 22) el día de su resurrección, para que residiera en ellos y fuese vida para ellos en el aspecto esencial. La promesa hecha por el Señor en Juan 14: 17 se cumplió el día de su resurrección, cuando Él, con su soplo, infundió el Espíritu en los discípulos como aliento de vida. No obstante, la promesa que hizo el Padre en Lucas 24: 49 y Hechos 1: 4 se cumplió cuarenta días después, en el día de Pentecostés, cuando el Espíritu vino a los discípulos como viento recio.
En cuanto al Espíritu de vida, necesitamos inhalarlo como aliento; y en cuanto al Espíritu de poder, debemos revestirnos de Él, como nuestro uniforme, tipificado por el manto de Elías (2º Rey. 2: 9, 13-15). Estos son dos aspectos del mismo Espíritu que debemos experimentar. El Espíritu de vida que mora en nosotros es esencial, para que tengamos vida y vivamos por ella; el derramamiento del Espíritu de poder es económico, para que llevemos a cabo nuestro ministerio y nuestra obra.
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Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento y los versículos del Antiguo Testamento, de la versión Reina Valera 1960. Las "Palabras del ministerio" provienen de Estudio-vida de Hechos, escrito por Witness Lee, 1985, págs. 28-31. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA.
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