Fecha de publicación: 09/03/2024
Tiempo estimado de lectura: 4 - 6 minutos
Autor: Dr. Stephen E. Jones
https://godskingdom.org/blog/2024/09/the-importance-of-2024/
En 2014, mientras estudiaba los ciclos de tiempo del “cuerno pequeño” de Daniel, noté que habían pasado 1.260 años desde el año 754 dC. Este fue el punto medio de un período de 2.520 años de “siete tiempos” (7 x 360 años) dado a los cuatro Imperios Bestias de Daniel 7.
La Bestia Babilónica era representada como un león alado, Persia como un oso, Grecia como un leopardo y Roma como una Bestia sin nombre con dientes y pezuñas de hierro. Véase Daniel 7.
La Tribulación
Jerusalén se rindió a Babilonia en el año 604 aC, lo que dio inicio oficialmente a los siete tiempos de tribulación. El punto medio de 1.260 años fue el año 757 dC, cuando tomamos en cuenta el siglo de la independencia de Jerusalén, que va desde el año 164 al 64 aC. Ese fue el siglo en el que se le negó a la Tercera Bestia la autoridad sobre Jerusalén, por lo que este siglo perdido tuvo que agregarse al final para dar la asignación completa de dominio a estas Bestias.
En el 754, Pipino conquistó Lombardía (en Italia) y completó sus conquistas en el 756, donando esas tierras al papa Esteban III como “Estados Papales”. En el 757, el Papa había asegurado el control de su nuevo territorio, lo que marcó el momento en que, como dijo Peter Stearns, los papas se convirtieron en “los herederos del imperio en Italia”.
Este es en sí mismo un estudio extenso y algo complejo de historia y profecía, que cubrí con mayor detalle en los capítulos 22 y 23 de mi tercer libro sobre Daniel, Profeta de las Edades. Algunos de ustedes tal vez deseen revisar esos capítulos:
https://www.youtube.com/watch?v=4dBuasuQA38
La conclusión es que entre 2014 y 2017 llegamos al final del período de tribulación de 2.520 años profetizado en las Escrituras. En ese momento, me pregunté si podríamos ver Jerusalén destruida en 2017, pero esto no sucedió, porque había otra fecha que se acercaba ante nuestros ojos y que era aún más significativa: el año 2024.
Demolición de siete años
El año 2017 fue solo el comienzo de una demolición de siete años del Sistema de la Bestia Babilónica, y por eso Dios levantó al mismísimo hombre de la demolición, Donald Trump, para comenzar ese proceso. Después de él, Joe Biden tomó el manto de una manera diferente. Ahora hemos llegado al año 2024.
El año 2024 es el 70º Jubileo (70 x 49 o 7 x 490 años) desde que Josué invadió Canaán. Hoy nos encontramos en el otro extremo de este ciclo. Los reyes de Canaán de aquel entonces son ahora las naciones del mundo, y los Vencedores desempeñan el papel de los conquistadores. La diferencia crucial es que Josué luchó contra los cananeos bajo el dominio del Antiguo Pacto, usando una espada física, mientras que nosotros estamos bajo el dominio del Nuevo Pacto, con una espada espiritual, que es la Palabra de Dios.
El Nuevo Pacto, prometido a Abraham, se cumple cuando somos capaces de ser una bendición para todas las naciones (Génesis 12: 3). Por lo tanto, nuestra misión es positiva, no negativa. No estamos llamados a cometer genocidio, sino a liberar a las personas para que alcancen la gloriosa libertad de los Hijos de Dios. Sin embargo, para liberar a las personas se requiere la abolición del Sistema de la Bestia que actualmente esclaviza al mundo.
El Cuerno Pequeño
El Cuerno Pequeño es la última extensión del Imperio Romano. Roma cayó en el año 476 dC, y poco después vino el ascenso del “cuerno pequeño” de Daniel 7: 20-26. Esto comenzó con el emperador Justiniano el Grande en el año 526 dC, cuando empezó a “hacer cambios en los tiempos y en la ley” (Daniel 7: 25).
El primer proyecto de Justiniano fue cambiar el calendario romano ["cambiará los tiempos", Dan. 5: 25], que había comenzado a contar los años desde la fundación de Roma en el año 753 aC. Justiniano lo alteró para comenzar a contar con el nacimiento de Jesús, dándonos el sistema actual de “antes de Cristo” (aC) y “el año de nuestro Señor” (dC).
El siguiente proyecto del emperador fue reformar el derecho romano ["cambiará la ley", Dan. 5: 25] para reflejar las leyes y costumbres cristianas ortodoxas. Esta reforma se inició en el año 529, se revisó en el 530 y se implementó en el 534 dC. Estas leyes establecieron lo que se denomina el sistema feudal de señores terratenientes y campesinos trabajadores. En su mayor parte, se trataba de un sistema de casi esclavitud.
Esta falta de libertad dejó en claro que no se trataba de un sistema bíblico. Sin embargo, la Iglesia Romana lo promovió durante siglos y, cuando los hombres comenzaron a liberarse de él, la Iglesia se opuso tenazmente a las nuevas repúblicas emergentes, incluida la república estadounidense a fines del siglo XVIII.
Durante muchos años, mi pregunta fue la siguiente: ¿cuánto duraría esto? ¿Cuándo veríamos la caída del Cuerno Pequeño conocido como el Vaticano o, más específicamente, el Sistema Papal?
Parece que la respuesta es que el Sistema Papal debería terminar a finales de 2024.
Profecías de San Malaquías
El arzobispo de Armagh, en Irlanda, fue convocado a Roma en 1139. En su viaje de regreso, recibió la revelación de los siguientes 112 papas. Se le dio una breve descripción de cada uno de ellos, y todos se cumplieron, comenzando con el papa Celestino II, que fue elegido papa en 1144.
Después de completar 111 papas, Malaquías afirmó:
En la persecución final de la Santa Iglesia Romana, se sentará Pedro el Romano, quien pastoreará sus ovejas en muchas tribulaciones, y cuando estas cosas terminen, la ciudad de las siete colinas [es decir, Roma] será destruida, y el juez terrible juzgará a su pueblo. El Fin.
El Papa Francisco es el 112º papa desde Celestino II en 1144. Parece que ahora estamos viendo al último Papa antes de “El Fin”. Si es así, esperaría ver al Papa Francisco morir o ser derrocado en 2024, y no parece que vaya a ser reemplazado.
¿Es mera coincidencia que el 112º Papa viva hoy en el mismo momento en que termina el Sistema de la Bestia? El Cuerno Pequeño es la Roma Religiosa, cuyo tiempo expiró entre 2014 y 2017 y que (creo) se está desmoronando. Ahora esperamos con ansias una nueva Edad del Reino y somos participantes activos en su establecimiento.
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