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LA CARNE DE LA PALABRA - Parte 9 (Las 2 espadas, las naciones, la Ramera y el Año 2024), Dr. Stephen Jones

 


Fecha de publicación: 23/09/2024
Tiempo estimado de lectura: 7 - 9 minutos
Autor: Dr. Stephen E. Jones

https://godskingdom.org/blog/2024/09/the-meat-of-the-word-part-9/

Como hemos demostrado, el libro de Hebreos introduce el meollo de la Palabra con la comparación entre Josué y Yahshua (Jesús), en el sentido de que Josué era un tipo y una sombra del Mesías que nos traería al Reino. Josué mismo era de la tribu de Efraín, no de Judá, por lo que su papel como tipo profético se limita a la Segunda Venida de Cristo. Como todos sabemos, Cristo vino la primera vez de la tribu de Judá, no de Efraín, y su llamado en ese momento fue diferente.

Judá fue llamada a dar a luz al gobernante, el Mesías (Génesis 49: 10; 1º Crónicas 5: 2). Sin embargo, a Efraín, por ser el heredero de José, se le dio la Primogenitura, el derecho de dar a luz y manifestar a los hijos de Dios.

En consonancia con el papel profético de Josué, vemos también que los cananeos desempeñaron un papel destacado. En aquellos días, los cananeos eran los idólatras que ocupaban la Tierra Prometida hasta que los verdaderos herederos estuvieran listos para desplazarlos. Los israelitas, por otra parte, se demoraron mucho tiempo. Dios le dijo a Abraham en Génesis 15: 13 que habría una demora de 400 años, durante la cual los israelitas serían oprimidos en Egipto.

Hubo luego otro retraso de 40 años mientras los israelitas eran puestos a prueba en el desierto. Hubo más tarde otro breve retraso cuando Edom se negó a permitir que Israel cruzara su territorio para entrar en la tierra de Canaán. Este desvío alrededor de Edom profetizaba el desvío de 1948 a 2024, cuando veremos cómo el estado edomita de “Israel” se interpuso en el camino de nuestra entrada a la Tierra Prometida. Escribí sobre esto en el Libro 1 de mi comentario sobre Deuteronomio.

Sólo después de esto se le permitió a Josué introducir a Israel en la tierra de Canaán. Todas estas demoras fueron un modelo que profetizaba los acontecimientos y las condiciones mundiales del fin de los tiempos, que conducirían a la Segunda Venida de Cristo y la manifestación de los hijos de Dios.


Los cananeos hoy

Las tribus cananeas en el tiempo de Josué eran tipos proféticos de las naciones del mundo actual, que sufren la opresión de los Sistemas Bestias de los que se habla en Daniel 7. El enfoque principal, por supuesto, está en las naciones de nuestro tiempo al final de los tiempos. Por Apocalipsis 17: 15-17, tenemos una visión de las naciones de hoy y de la “ramera” babilónica que las oprime:

15 Y me dijo: Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas. 16 Y los diez cuernos que has visto, y la bestia, éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego. 17 Porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que Él quiere, y ponerse de acuerdo sobre lo que ellos quieren, y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios.

Pocos, al parecer, han comprendido el significado de esto, porque tienden a pensar en las naciones como enemigas de Dios. Es cierto que los diez cuernos han guerreado contra el Reino de Dios durante mucho tiempo, porque estaban cumpliendo las órdenes de la ramera que los montaba. Por eso, cuando estas Bestias se vuelven contra ella y devoran su carne y la queman con fuego, es difícil para los maestros de la Biblia hacer el cambio en sus mentes. En otras palabras, no logran ver que Dios y estas naciones-Bestias tienen un propósito común, que es derrocar al opresor babilónico.

Estas mismas naciones Bestias de hoy estaban representadas en el tiempo de Josué por las tribus o naciones cananeas. La principal diferencia es que en el tiempo de Josué, sólo los gabaonitas se sometieron a la autoridad de Josué, mientras que en nuestro tiempo, todas las naciones del mundo se someterán a Cristo. La diferencia subyacente es que Josué estaba limitado por el Antiguo Pacto que prevalecía en su tiempo, mientras que hoy Yahshua-Jesús es el Mediador del Nuevo Pacto. Por lo tanto, hay métodos y resultados muy diferentes.


Las dos espadas

Cuando Dios descendió al monte y les habló los Diez Mandamientos a los israelitas, todos oyeron su voz, pero sus corazones eran demasiado temerosos de “oír” Su voz (Éxodo 20: 18-20). Si hubieran podido escuchar a Dios directamente, habrían recibido la Ley escrita en sus corazones. En cambio, enviaron a Moisés al monte, y él regresó con el resto de la Ley para decirles lo que Dios había dicho.

En otras palabras, estaban dispuestos a escuchar a Moisés, pero no a Dios, por lo que establecieron una relación indirecta con Dios, característica del Antiguo Pacto. Asimismo, Moisés consideró necesario escribir la Ley en tablas de piedra para darles un registro escrito de la Palabra de Dios. El problema en ese momento era cómo interiorizar la Ley externa, pues esto sólo podía hacerse por medio del Espíritu de Dios.

En el panorama general, la voz de Dios desde el monte les ofreció los beneficios del Nuevo Pacto, donde la Ley sería escrita en sus corazones. La Palabra de Dios es la Espada del Espíritu (Efesios 6: 17). Dios les estaba ofreciendo la Espada del Espíritu, que es el arma del Nuevo Pacto. Sin embargo, el pueblo rechazó esta espada y se quedó sólo con una espada carnal, física, con la cual conquistar a los cananeos.

Si los israelitas hubieran entrado en Canaán con el poder de la Espada del Espíritu —la revelación de Dios— su mandato habría sido radicalmente diferente. Puesto que rechazaron la espada espiritual, sólo podemos imaginar cuál habría sido el resultado. De hecho, debemos recurrir al Nuevo Testamento para ver el resultado, porque los 120 discípulos en el Aposento Alto rompieron el modelo del Antiguo Pacto y tomaron la Espada del Espíritu.

El punto es que nosotros hoy, siendo creyentes del Nuevo Pacto, no debemos seguir el mal ejemplo de los israelitas bajo Moisés, quienes permanecieron bajo el Antiguo Pacto. Se les dijo que cometieran genocidio contra los cananeos, usando su espada física del Antiguo Pacto. Estamos llamados a blandir la Espada del Espíritu y conquistar las naciones enseñando la Palabra de Dios. Lo que es muerte en el Antiguo Pacto es vida en el Nuevo.

Por eso, hoy nos interesa ver cómo los israelíes del Antiguo Pacto cometen genocidio contra los palestinos, utilizando armas de guerra carnales. No están equipados con la Palabra de Dios, y por eso se dedican a un método de conquista anticuado. Desafortunadamente, los sionistas cristianos tampoco entienden los tipos y las sombras, por eso apoyan este genocidio del Antiguo Pacto, pensando que esa es la voluntad de Dios. Pero no lo es.

En mi opinión, si los israelitas hubieran estado equipados con la Espada del Espíritu, habrían tenido la fe para entrar a Canaán desde Cades-barnea, en el sur. Habrían conquistado Canaán como hijos manifiestos de Dios, y los cananeos habrían quedado asombrados ante la manifestación de la gloria de Dios sobre ellos. Los cananeos se habrían arrepentido y se habrían sometido a Josué, y se habrían convertido con alegría en israelitas, según la invitación de Dios en Isaías 56: 6-8.

El fracaso de Israel en el Monte Sinaí fue el problema subyacente, no los pecados de los cananeos. Lo mismo sucede hoy. El verdadero problema no radica en las naciones impías, sino en la Iglesia que no ha sabido manifestarles la naturaleza de Cristo. En gran parte, esto se debe a que la Iglesia no ha comprendido la diferencia entre los dos pactos, y esta es también la razón subyacente de su apoyo al genocidio del Antiguo Pacto.


El año 2024

El año 2024 es el 70º Jubileo desde que Josué cruzó el río Jordán y comenzó la guerra contra los cananeos. Este año es de importancia crítica, porque es como si hubiéramos estado en un cautiverio al pensamiento del Antiguo Pacto de 70 Jubileos, así como Judá experimentó un cautiverio de 70 años en Babilonia.

Pero 70 es también el número de naciones en Génesis 10, donde se nos da la lista de naciones desde Noé y sus hijos. Hay 70 naciones originales enumeradas. Así que ahora, después de 70 Jubileos, Dios está visitando nuevamente a las naciones. Una nueva obra está comenzando este año, y será fortalecida en algún momento por el derramamiento del Espíritu Santo. Dios está llamando a todos los creyentes del Nuevo Pacto a esta obra de conquistar las naciones por la Espada del Espíritu, que es su Palabra reveladora.

Creo que la clave para ser un participante activo de alto nivel en esta conquista es someterse plenamente al Nuevo Pacto, ya sea en nuestra perspectiva de la salvación o en nuestra perspectiva de la profecía. Esto es un alimento sólido para la mayoría de las personas, pero quienes han estado leyendo lo que he estado explicando lo entenderán y no se ahogarán en él.

Todo esto se correlacionará, de alguna manera, con el hecho de que las naciones de la Bestia se volverán contra la Gran Ramera y la quemarán con fuego. Los gobernantes de las tinieblas, los gobernantes ocultos de este mundo, quedan advertidos de que deben arrepentirse antes de que las naciones se rebelen contra sus opresores.


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