Extractos
del Cap. 2: La
Madurez se adquiere al
administrar bienes
La responsabilidad y en
incremento de productividad nos hacen crecer
Sin la administración
responsable de la propiedad privada y la iniciativa personal, se
pierden la capacidad de auto gobernarse y la productividad. Este es
el mensaje práctico del socialismo: Destruye las capacidades del
hombre para gobernar. Dado que Dios nos ha llamado a ser reyes
(gobernantes) y sacerdotes (intercesores), cualquier cosa que
destruya o estropee cualquiera de estas funciones, no proviene de
Dios.
De nuevo, si usted no
tiene nada bajo su cuidado, nunca crecerá. El crecimiento está directamente relacionado con la responsabilidad.
Jesús reveló tres
principios acerca del crecimiento en madurez como administradores,
cuando dijo estas palabras:
El
que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en
lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto. Pues si en
las riquezas injustas (de Mamón, N del T) no fuisteis fieles,
¿quién os confiara lo verdadero?
Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que
es vuestro? Lucas
16:10-12
1- Usted crece de lo
pequeño a lo grande; 2- de lo natural a lo espiritual; y 3- de
administrar lo ajeno a administrar lo propio.
Una silla mecedora justo dentro de la puerta norte del Cielo puede producir lágrimas y cantos emocionales, ¡pero es la asignación de trabajo en el Reino de Dios lo que hace buenos discípulos! Dios se ocupa en trabajar, y en el capítulo cuatro veremos más del porqué esto es así.
Cuando nos asociamos en EL
TODOPODEROSO E HI]OS, estamos invirtiendo en el negocio de Dios y en el
destino de Dios. Esta es la herencia de nosotros que Pablo nos rogaba
que viéramos y consideráramos en Efesios 1:18-22.
La herencia de Dios para nosotros es una vida compartida y un
gobierno compartido sobre Sus proyectos. ¡Qué Dios, qué Creador, y
qué Empresario tenemos! ¡Sí, la comunión bíblica profunda resulta de
compartir sueños, planes, métodos e inversiones! Y Dios, el Hombre
de Negocios y Empresario, lo sabe muy bien.
Nuestro carácter, hasta
que esté forjado y purificado a través de pruebas y
problemas, es demasiado débil e interesado en sí mismo como
para manejar mucho poder sin corromperse. Por lo tanto, Dios debe
entonces entrenarnos a manejar Su poder en forma gradual, no sea que
seamos destruidos por aquello que más necesitamos para trabajar con
Él. En Cristo, poco a poco aprendemos a manejar aquello que ha
corrompido a Satanás y a sus seguidores; es decir, más poder que
lo que su carácter podía manejar.
El poder de Dios está
reservado para quienes resuelven problemas
Compartir el poder
resulta de resolver problemas. Nuestros problemas nos califican para
más y más responsabilidad espiritual, y con la responsabilidad
viene el poder de Dios. "Poder" puede ser definido
como compartir conocimiento, habilidad y autoridad, con Dios,
sobre alguna porción de su Creación. Los problemas tienen una
manera maravillosa de limpiarnos de las ambiciones egoístas, la
presunción y la ignorancia. Los problemas "echan la necedad
fuera de nosotros a puntapiés", y con mucha razón.
… Dios, como el Líder
Maestro, asciende a quienes resuelven problemas, y
no a las personas que solo tienen el potencial para hacerlo.
Todos los héroes de la Biblia fueron personas que resolvieron
problemas ... El llamado "Principio de Peter", ascender a
las personas hasta su nivel de incompetencia, es una ilustración
perfecta de este punto. Nuestro liderazgo termina en el punto donde
ya no podemos resolver problemas.
La parábola del Hijo
Pródigo de Lucas 15:11-32 ilustra
la tragedia de dar a alguien poder antes de que tenga el carácter
para manejarlo … Si usted es como la mayoría de los hombres de
negocios, usted habrá tenido momentos en los que ha ascendido a
alguien y luego desearía nunca haberlo hecho. Usted le dio poder o
responsabilidad basado en su potencial, en vez de en su
fidelidad. Dios no hace eso. En el negocio familiar de Dios, el
poder se otorga únicamente con base en la fidelidad. Por eso es que
los problemas son la puerta de entrada hacia el poder y la autoridad.
Estimulan en nosotros el valor, la creatividad, la dependencia en
Dios, el conocimiento, la paciencia, la tenacidad y el trabajo en
equipo. Desarrollan y revelan el carácter.
Dicho de otra manera,
Dios solo confía en quienes Él ha procesado a través de problemas.
De hecho, los problemas son una forma de "propiedad", es
decir, algo que poseemos. Irresponsabilidad significa no administrar
en forma apropiada lo que a usted verdaderamente le pertenece,
incluyendo sus problemas. Necesitamos recordar que Dios está mucho
mas interesado en que adquiramos Su perspectiva celestial que en
llevarnos al Cielo.
Los buenos líderes
producen propietarios
Un liderazgo pobre o un
gobierno pobre producen asistencia social, dependencia, confusión,
apatía, descuido y deuda. Un buen gobierno o un liderazgo capaz
producen exactamente lo opuesto en cada caso. Un liderazgo piadoso
tiene una meta primordial de servicio: llevar a OTROS a su máximo
potencial en Dios … Los buenos lideres ayudan a sus seguidores a
descubrir los talentos y el destino que Dios les ha dado (su propiedad
de parte de Dios) y les ayudan a realizarlos … El buen líder
estimula en ellos un sentido de interés personal, de propiedad, y de
ser dueños de sus vidas y actividades. Esta verdad proviene de
Dios, no de los programas de Maestría en Administración de
Empresas de Harvard ni de nadie más. Guiar a las personas a
participar como dueños es la clave para su crecimiento y éxito.
Dios desea que sus
hijos posean una parte de la acción
Lo que distingue a un
socio de alguien que es meramente un empleado, es la autoridad.
En una relación jefe-empleado, el jefe tiene toda la autoridad o
poder. En una sociedad, los miembros comparten el poder. Dios quiere
que seamos socios en EL TODOPODEROSO E HIJOS, no meramente
empleados.
Sin
embargo, muchos cristianos carecen del poder que Dios quiere que
tengan, ya sea en sus familias, en sus negocios o en cualquier otra
parte de sus vidas. Principalmente carecen de él porque esperan
obtenerlo por los medios equivocados. Ellos oran: "¡Oh, Dios,
dame poder!" Pero lo que obtienen son problemas, y se dan par
vencidos. No entienden que Dios esta contestando sus oraciones. El
Espíritu Santo usa los problemas para enseñarnos como aplicar la
Palabra de Dios en forma apropiada, y como apropiarnos de la
verdadera fe.
Si
usted desea la bendición garantizada del Padre sobre lo que está
haciendo, su prioridad principal deberá ser descubrir los
dones de quienes trabajan con usted, cristianos o no cristianos, y
llevarlos a ser aquello para lo cual Dios los creó -ser no solamente
empleados, sino miembros de la sociedad divina EL TODOPODEROSO e
HIJOS. Usted está en los
negocios del Padre. A medida que usted empiece a alcanzar las vidas
de las personas y a discernir sus dones, por el poder del Espíritu
Santo, y les ayude a descubrir y cumplir su llamado, los no salvos
serán salvos, y los salvos crecerán en madurez. A eso se refiere
el evangelismo y discipulado empresarial. Es edificar de acuerdo al
patrón del Padre, y es el llamado al que los hombres de negocios y
los padres deben responder.
Dios
no nos ha llamado primordialmente a ganar dinero. Nos ha llamado a
trabajar con Él para desarrollar habilidades de carácter y
relaciones con las personas. Estas cosas pasarán a la siguiente
edad. Pablo nos dice en 1 Corintios 3:9-15 que nuestra obra será
probada por fuego … El Padre no está buscando que ustedes acumulen
casas, bienes y portafolios de acciones. Todo eso está bien; no hay
nada malo en ello. Pero nada de eso será colocado en el ataúd con
usted, ni pasará por fuego. Lo que si pasará por fuego serán sus
habilidades de carácter y su capacidad para obedecer en fe.
El carácter genera
ganancias
Sin
duda, cuando usted tenga que lidiar con todos los problemas de su
empresa, se sentirá tentado a solo poner atención a los resultados
finales. Pero Dios desea que su oración continua sea,
"Padre,
enséñame a manejar estos problemas de acuerdo con la Biblia. Dame
fidelidad y entendimiento, porque cuando este negocio se haya
acabado, y con él todo lo que he dado
para beneficencia, lo que perdurará es el carácter y las
habilidades que he desarrollado e impartido a las personas con
quienes trabajo".
Imagínese el impacto que cinco o diez mil hombres y mujeres cristianos de negocios podrían tener en su nación con esa ética. Transformarían radicalmente cualquier cosa que tocaran.
En
el camino, esos empresarios generarían muchas ganancias, porque la
gente nunca trabaja más arduamente que cuando trabajan para ellos
mismos, y su meta es involucrar en su negocio a tantas personas que trabajen para ellos mismos como sea posible. Allí es donde se generan
las ganancias.
El
principio maestro de este capítulo se centra alrededor de esta
declaración: "Dios tiene comunión con el hombre al darle
responsabilidades administrativas sobre Sus posesiones, haciéndolas
'nuestras' propiedades" … Los no cristianos no tienen futuro
aparte de edificar en la manera como Dios edifica. Nuestra
responsabilidad cristiana es instruirlos en cómo hacer esto, siendo
un modelo de estas verdades en nuestras vidas personales, nuestras
vidas profesionales y en el testimonio de nuestras iglesias. Los
buenos líderes producen colaboradores, y los colaboradores llegan a
la madurez de carácter, porque tienen un sentido de ser
personalmente propietarios y buscan mejorar lo
que les ha sido
encomendado.
"Porque
somos colaboradores de Dios ... "
1
Cor. 3:9
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