19/09/2017
22
Porque como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos
serán vivificados. 23 Pero cada uno en su orden [tagma,
"escuadrón"]; Cristo
las primicias, después aquellos que son de Cristo en su venida, 24
entonces vendrá
el fin, cuando Él entregue el Reino al Dios y Padre, cuando haya
abolido todo dominio y toda autoridad y poder.
"Todos
serán vivificados",
dice Pablo, así como todos murieron en Adán. Pero no todos se
resucitarán al mismo tiempo. En otras palabras, hay más de una
resurrección, y todos estarán "en
su propio escuadrón".
El uso de Pablo de este término militar muestra que las
resurrecciones no ocurren individualmente para cada individuo. Hay
algunos que dicen que la resurrección sucede cuando una persona
obtiene la fe en Cristo, o cuando es bautizado. De hecho, la vida de
resurrección es imputada a cada persona por la fe, como vemos en
Romanos
6:5,
pero esta no es la resurrección que Pablo estaba discutiendo aquí.
En
este capítulo de la resurrección Pablo estaba pintando un cuadro
mucho más grande, mostrando primero el problema que comenzó con
Adán, y luego mostrando cómo ese problema debe ser vencido por
Cristo hacia el final de la historia. En otras palabras, "en
Cristo todos serán vivificados, pero cada uno en su propio orden
(escuadrón)".
No todos serán levantados al mismo tiempo.
Por
lo que he podido decir, los rabinos del judaísmo no contemplaron más
que una sola resurrección al final de la era. Discutieron el alcance
de la resurrección, por supuesto. Algunos pensaban que sólo los
israelitas estarían en la resurrección; otros pensaron que
incluiría a toda la humanidad. Ellos estaban de acuerdo en que los
muertos serían juzgados en un Gran Juicio Final en la resurrección,
pero no tenían idea de que habría más de una resurrección con mil
años de diferencia (como dice Juan en Apocalipsis
20: 5).
Juan
nos dice claramente que mil años separarán las dos resurrecciones.
Algunos erróneamente disputan esto con el argumento de que chilia,
la palabra de Juan para "mil", es plural. Pero esas
objeciones se basan en un malentendido básico de la gramática
griega, que insiste en que el adjetivo debe estar de acuerdo con el
sustantivo que describe. Dado que la frase completa es "mil
años",
chilia
debe
estar de acuerdo con la palabra "años", que es plural. Por
lo tanto, chilia
es
la gramática adecuada.
Además,
el pensamiento rabínico ya había expuesto la idea de un Milenio
sabático conocido como la Era Mesiánica, que iba a ser la
culminación de la Gran Semana. Por lo tanto, la
Enciclopedia Judía,
bajo el epígrafe "Mesías", define el término de esta
manera: "El nombre o título del rey ideal de la era Mesiánica".
Juan no nos
da ninguna razón para creer que él difería de este punto de vista.
Es muy improbable que Juan hubiera mencionado los mil años sin
corregir la visión existente, si difería de la visión judía
común. En años posteriores, el pensamiento judío adoptó cada vez
más el punto de vista griego, sustituyendo la inmortalidad del alma
por la resurrección. Sin embargo, Juan no da ninguna indicación de
que él mismo había adoptado la opinión griega.
El
primer escuadrón
Pablo no
menciona la Edad Mesiánica de mil años de Juan entre las dos
resurrecciones. Sin embargo, Pablo distingue entre las
resurrecciones, y de esta manera su enseñanza coincide con la de
Juan en el libro de Apocalipsis.
El
primer escuadrón es "Cristo
las primicias".
Esta traducción parece ser exacta, dado que algunos versículos
anteriores en 1
Corintios 15:20
se dice que Cristo es "primicias
de los que duermen";
sin embargo, Jesucristo era un individuo, no un escuadrón. Habiendo
establecido ya el hecho de la resurrección de Jesús en el versículo
20, Pablo ahora ha vuelto su atención en el versículo 23 a "los
que duermen".
Por esta razón, creo
que esto debería traducirse, "las
primicias ungidas",
refiriéndose al primer escuadrón de creyentes levantados de entre
los muertos. Estos serían los levantados en "la
primera resurrección"
(Apocalipsis
20:5,6).
El término, creo, viene de la Ley en Levítico
23:11-13,
que habla de la Gavilla de Cebada que se debía mecer en el templo el
primer domingo después de la Pascua. Como ya hemos demostrado, esto
era conocido como el primero de los primeros frutos; es decir, la
primera de tres ofrendas de primeros frutos del año.
13
Su ofrenda será entonces de dos décimas de flor de harina
amasada
[balal]
con
aceite,
ofrenda encendida para Yahweh como aroma agradable, con su libación,
la cuarta parte de un hin de vino.
La
palabra hebrea balal
también
puede traducirse como "ungido", como vemos en el Salmo
92:10,
donde leemos: "He
sido ungido con aceite fresco".
Así que la ofrenda de cereal de la primera de las primicias se dice
que es una ofrenda
ungida de primicias.
El
Segundo Escuadrón
Las
tres ofrendas de primicias de cada año (cebada, trigo, uva),
ofrecidas en cada una de las tres fiestas principales, son proféticas
de esas personas ("escuadrones") que se ofrecen a Dios. La
Compañía de la Cebada de Vencedores es el primer y más pequeño
escuadrón que se presentará a Dios y se le será dada vida
inmortal. Este es un número muy limitado de personas, porque Juan
dice en Apocalipsis
20:5,
5
El resto de los muertos no resucitó hasta que los mil años se
completaron. Esta es la primera resurrección.
El
siguiente versículo nos dice que sólo a creyentes se les dará vida
inmortal en la Primera Resurrección. En la próxima resurrección
"los
muertos, los grandes y los pequeños"
(Apocalipsis
20:12)
serán convocados al Gran Trono Blanco para el juicio. Esto es
también "el
resto de los muertos"
del versículo 5. Por lo tanto, cualquiera que no resucitó en la
Primera Resurrección será resucitado en la Segunda mil años
después.
Esta
Resurrección Segunda o General, entonces, es el segundo "escuadrón"
de la exposición de Pablo. Pablo describe este escuadrón en 1
Corintios 15:23,
diciendo: "Después
de los que son de Cristo en Su venida".
La
mayoría de la gente asume que la "venida" de Cristo se
refiere a la Segunda Venida de Cristo; pero la palabra traducida como
"venida" es parousia,
que significa "presencia".
¿Qué "presencia" (o venida) es ésta? Si el primer
escuadrón ya ha sido levantado antes en la Segunda Venida de Cristo,
entonces esta debe ser otra ocasión. De hecho, es donde el segundo
escuadrón, junto con el resto de los muertos, son convocados al Gran
Trono Blanco para estar en la presencia de Cristo. En otras palabras,
no es la ocasión en que Cristo deja Su trono para venir a ellos,
sino cuando son convocados al trono de Cristo.
La
frase griega literalmente lee, "en
la presencia de Él",
como lo dice la Diáglot
Enfatizada.
El pueblo es convocado a Su presencia.
Juan
y Pablo estaban de acuerdo, aunque usaron palabras diferentes para
describirlo. Sin duda Juan recordó las palabras de Jesús en Juan
5:28,29,
donde describió esta Resurrección General, diciendo:
28
No os maravilléis de esto; porque viene una hora en la que todos los
que están en los sepulcros oirán su voz, 29 y saldrán; los que
hicieron las buenas obras a una resurrección de vida, los que
cometieron las malas acciones a una resurrección de juicio.
En
este "escuadrón", tanto los creyentes como los no
creyentes serán resucitados.
Jesús dice que los creyentes serán resucitados "a
una resurrección de vida",
mientras que los incrédulos serán resucitados "a
una resurrección de juicio".
Así que está claro que la Primera Resurrección mil años antes no
incluirá a TODOS los creyentes, sino sólo una parte de ellos. Los
que han sido resucitados en la Primera Resurrección están llamados
a "ser
sacerdotes de Dios y de Cristo y reinar con Él durante mil años"
(Apocalipsis
20:6).
Obviamente,
entonces, el
resto de los creyentes (Nota
del traductor: vivos al momento de la Parousía,
ya que los creyentes muertos no vencedores no serán levantados hasta
el final del Milenio),
aunque no llamados como gobernantes, ciertamente serán llamados como
ciudadanos del Reino.
Sin embargo, no recibirán la inmortalidad hasta el juicio del Gran
Trono Blanco. Jesús dice que estos creyentes recibirán su
recompensa al
mismo tiempo que
los incrédulos son juzgados.
Así
las Escrituras pintan un cuadro de la gran Edad Mesiánica, la
culminación de las edades, las edades de las edades (aionas
ton aionian,
usado en Hebreos
13:21,
1
Pedro 5:11,
Apocalipsis
1:6,
etc., pero se traduce erróneamente "por los siglos de los
siglos". La primera de estas edades es la Edad Mesiánica de mil
años, durante la cual los vencedores del primer escuadrón reinarán
con Cristo en la Tierra en cuerpos inmortales. La segunda edad
comenzará con el Juicio del Gran Trono Blanco y continuará, como
dice Pablo, cuando el último enemigo (la muerte) es destruido y
todas las cosas hayan sido puestas bajo los pies de Cristo.
El
tercer escuadrón
24
entonces viene el fin, cuando Él entrega el Reino al Dios y Padre,
cuando Él haya abolido todo dominio y toda autoridad y poder.
Esto
es "el
fin",
es decir, la meta (telos),
el resultado final del Plan Divino para Su Creación. El fin no llega
hasta que "Él
haya abolido todo dominio y toda autoridad y poder".
Él
no planea abolir Su propia autoridad, por supuesto, sino el poder del
pecado y la muerte.
El
poder de los gobiernos terrenales terminará en el Gran Trono Blanco,
pero hay más por abolir.
En
el Gran Trono Blanco, no habrá incrédulos, porque entonces la
verdad será evidente para todos. Nadie será capaz de discutir su
caso ante el Juez o de disputar Sus veredictos. Esto es cuando, como
dice Pablo, cuando toda rodilla se doblará, y toda lengua confesará
a Cristo (Filipenses
2:10,11).
O, como dice Isaías
45:23,24,
"a
mí se doblará toda rodilla, y toda lengua jurará fidelidad".
Todos
los incrédulos, entonces, serán juzgados por la Ley según sus
obras (Apocalipsis
20:13).
Esta es la "ley
de fuego"
que Moisés describió en Deuteronomio
33: 2 KJV.
Es el mismo "río
de fuego"
que procede del Trono de Fuego en Daniel
7:10.
Este "río" es el proceso del Juicio Divino, donde Sus
veredictos son emitidos desde el Trono sobre la gran masa de la
humanidad. Cuando
todos sus veredictos han sido rendidos, este río se convierte en un
"lago
de fuego"
(Apocalipsis
20:14,15).
El
fuego nunca fue concebido para ser tomado literalmente.
La Escritura muestra claramente que el carácter y la naturaleza de
Dios se representa metafóricamente como fuego (Deuteronomio
5:24,25,26).
La mayoría de la gente ha tenido miedo de este fuego, pensando que
era literal, y así se retrajeron, no queriendo morir en sus llamas;
pero lo entendieron mal, porque el
fuego de Dios fue diseñado sólo para matar la carne,
para hacer que la gente se parezca a Su imagen, no para torturar a la
gente o para destruirla. Moisés lo sabía, y por eso subió el Monte
a la presencia ardiente de Dios.
La Edad del
Juicio será un tiempo (probablemente
42000 años - 6 x 7000, de un total de 49000 - 7 x 7000 desde la
creación hasta el fin) en el que los antiguos
incrédulos deberán pagar por sus pecados, porque no supieron cómo
presentar su caso adecuadamente en la Corte Divina. Tal es la
naturaleza de la incredulidad. En lugar de tratar de establecer sus
buenas acciones con el intento de superar sus malas acciones,
deberían haber reclamado la muerte de Cristo como pago por sus
pecados.
El
Juez entonces suma la deuda que cada pecador debe pagar, porque todo
pecado es contado como una deuda. Puesto que ninguno de ellos puede
pagar su deuda, debe ser "vendido" a esclavitud (Éxodo
22:3).
Creo que el Juez venderá cada pecador a un creyente, a quien
entonces se le dará autoridad sobre él y se le encomendará la
responsabilidad de enseñarle justicia. Así que Isaías
26:9
dice: "Cuando
la tierra experimenta tus juicios, los habitantes del mundo aprenden
justicia".
La era del
juicio, entonces, será usada para enseñar a estos nuevos creyentes
los caminos de Dios. Sus redentores ejercerán autoridad sobre ellos
y serán responsables de mostrarles mediante su ejemplo el
carácter justo de Cristo. De esta manera, crecerán espiritualmente
hasta un lugar de madurez. De esta manera, todo dominio, autoridad y
poder que sea contrario a la naturaleza de Cristo será lentamente
abolido.
Al
final de la Edad del Juicio, todavía habrá mucho que quedará
pendiente de pagar, pero en ese momento la Ley exigirá un Jubileo,
en el que toda la deuda restante se cancelará, y cada hombre volverá
a su herencia (Levítico
25:10,11,12,13).
Tal gracia es exigida por la Ley, que es la expresión del carácter
de Dios.
Etiquetas: Teaching Series
Categoría: Enseñanzas
Dr. Stephen Jones
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Agradecemos cualquier comentario respetuoso y lo agradecemos aún más si no son anónimos. Los comentarios anónimos no serán respondidos.