Nehustán
("La
Iglesia de hoy ofrece la salvación sin transformación")
Hemos
visto que la serpiente es la más completa representación de la
naturaleza de la bestia, fue maldecida por sobre todas las bestias, y
era la más astuta. Cuando Dios proclamó que la maldición caería
sobre el hombre y la serpiente por su transgresión, se declaró lo
siguiente.
Gén. 3:15, LBLA Y pondré enemistad entre tú (la serpiente) y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; él te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
Hay
un cumplimiento físico y un cumplimiento
espiritual (e incluso uno
profético) de muchas de las cosas registradas en las
Escrituras, y esto es cierto de esta maldición. La humanidad
en general odia y detesta a las serpientes. Hay enemistad entre
las serpientes y la humanidad. Donde yo vivo en el estado de Georgia
hay muchas serpientes venenosas. Entre las más frecuentes están la
serpiente de cascabel y el mocasín de agua. No hay amor entre la
mayoría de los georgianos y estas serpientes.
Es
muy común ver a estas serpientes muertas en la carretera durante los
meses de calor cuando están afuera arrastrándose sobre el asfalto.
Es una pasión de muchos conductores atropellar intencionalmente a
estas serpientes, e incluso pisar el freno y deslizarse a través de
ellas para asegurarse de que estén muertas. Algunos conductores
incluso como acción de seguridad llevarán a cabo esta acción
varias veces para que no quede duda de que la serpiente ha quedado
muerta.
Esta
enemistad hacia las serpientes es única en el reino animal. Hay
mucha vida salvaje en Georgia y a menudo cruza las carreteras.
Existen señales de alerta para los conductores de que las tortugas
están presentes en ciertas áreas, y he sido testigo que los
conductores realizan todo tipo de maniobras para evitar golpear a un
perro, un venado, un conejo, un castor, un mapache o un armadillo.
He
visto a la gente parada en el camino para ayudar a un halcón que
había sido herido, y mi propia hija lastimó con el carro
recientemente a un gran halcón, que quedó lastimado solamente a uno
o dos pies de distancia de la parte delantera de nuestro coche. Yo
estaba muy entristecido por el golpe al halcón, porque son aves
magníficas, hermosas. Si hubiera sido una serpiente de cascabel en
el camino, yo no hubiera sentido la misma angustia por golpearla.
Es
interesante que incluso aquellos que no saben nada de Cristo, o del
deseo de Dios de que el hombre lleve la imagen de lo divino, tiene
una enemistad contra tales serpientes. Ellos saben intuitivamente que
esta bestia es un enemigo del hombre. La forma en que una serpiente
daña el hombre es muy significativa. Las serpientes no despedazan a
los hombres en pedazos como un león o un oso haría. Ellas no
pisotean a los hombres como un elefante o el rinoceronte con sus
fuerzas. En su lugar, ellas
hacen daño mediante la inyección de veneno en el torrente sanguíneo
del hombre. Este veneno
comienza a afectar órganos vitales del hombre y en muchos casos
puede causar la muerte. Con sus venenos, las serpientes matan
a los hombres desde el interior.
Esto
habla de la forma en que Satanás mata a hombres y mujeres. Envenena
el alma y causa su destrucción llenando la humanidad con las cosas
que resultan en la muerte espiritual. Todos los hombres
que han nacido de Adán han experimentado el veneno de la serpiente
y la muerte está trabajando en sus miembros. Sólo hay
una manera de salvarse de esta lesión fatal y esta salvación se
encuentra en Yeshua, el Hijo de Dios.
Hay
una historia muy simbólica que se registra para los santos en el
libro de Números. Presenta una parábola vivida por personas reales,
y hay un mensaje en ella para los santos de hoy.
Núm. 21:6-9, LBLA, Y Yahweh envió serpientes abrasadoras entre el pueblo, y mordieron al pueblo, y mucha gente de Israel murió. (7) Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado, porque hemos hablado contra Yahweh y contra ti; intercede con Yahweh para que quite las serpientes de entre nosotros. Y Moisés intercedió por el pueblo. (8) Y Yahweh dijo a Moisés: Hazte una serpiente abrasadora y ponla sobre un asta; y acontecerá que cuando todo el que sea mordido la mire, vivirá. (9) Y Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso sobre el asta; y sucedía que cuando una serpiente mordía a alguno, y éste miraba a la serpiente de bronce, vivía.
Me
imagino que antes de que Cristo fuera crucificado, allí vivieron
muchos hombres piadosos que deseaban fervientemente entender el
significado de estas cosas que Yahweh dijo a Moisés
que hiciera. ¿Por qué hacer
una serpiente de bronce y colocarla en un poste? ¿Cómo el mirar a
esta serpiente traería sanidad a la humanidad? ¿Qué fue
simbolizado aquí? Yahshua reveló a Sus discípulos que la
serpiente de bronce en el poste señalaba hacia Su propia
crucifixión.
Jn. 3:14-15, LBLA, Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que sea levantado el Hijo del Hombre, (15) para que todo aquel que cree, tenga en Él vida eterna.
Los
santos con impaciencia abrazan representaciones pintadas de Cristo
como un cordero puro y sin mancha, pero hay
algo dentro de ellos que hace que retrocedan al ver al Hijo de Dios
representado como una serpiente. Sin embargo, Yahshua
declaró que esta serpiente se refería Sí mismo. Moisés
mismo retrocedió cuando Dios le reveló una imagen de Cristo como
una serpiente.
Éx. 4:2-3, LBLA, Y Yahweh le dijo: ¿Qué es eso que tienes en la mano? Y él respondió: Una vara. (3) Entonces Él dijo: Échala en tierra. Y él la echó en tierra y se convirtió en una serpiente; y Moisés huyó de ella.
Usted
puede preguntar, "¿Cómo sabemos que la serpiente que se
muestra aquí representa a Cristo?" La vara de Moisés era un
símbolo de Cristo. Esta vara era el poder de Dios para lograr la
salvación para los israelitas. En muchos lugares de la
Escritura vemos que la vara es un símbolo de Cristo. Cuando David
escribió el Salmo 23, escribió: "Tu vara y tu cayado
me infundirán aliento", fue Cristo quien fue representado
como la vara tanto como el cayado. En Isaías leemos también.
Is. 11:1, LBLA, Y brotará un retoño (vara) del tronco de Isaí, y un vástago de sus raíces dará fruto.
La
vara en las manos de Moisés es una figura de Cristo, y que la vara
se convirtiera en una serpiente es una confirmación adicional de
esta imagen divina. Sin embargo, así como Moisés huyó de la
serpiente, también lo hacen la mayoría de los cristianos, huyen de
la imagen de Cristo como una serpiente. Fue esta serpiente, sin
embargo, la que se tragó las serpientes de los magos del Faraón. Y
es la serpiente en el asta la que trajo sanidad a todos los que
estaban muriendo en medio de los israelitas cuando miraban a la
serpiente.
¿Por
qué el Hijo de Dios se representa como una vara que se transforma en
una serpiente, o una serpiente colgaba de un poste, que es un tipo de
vara? La vara es una
imagen del poder de Yahweh. En
muchos lugares de la Escritura leemos palabras como las siguientes:
Is. 11:4, LBLA, sino que juzgará al pobre con justicia, y fallará con equidad por los afligidos de la tierra; herirá la tierra con la vara de su boca, y con el soplo de sus labios matará al impío.
La
vara es un instrumento de poder. Se nos dice en otro lugar que
Cristo gobernará las naciones con vara de hierro. Cristo es la vara
de la boca de Yahweh, porque Él es llamado la Palabra de Dios,
y una Palabra que sale de Su boca.
Cristo
demostró gran poder durante Su ministerio, resucitó a los muertos,
sanó a los enfermos, haciendo que los ciegos vieran, calmando la
tormenta con una Palabra, y muchas otras exhibiciones increíbles de
poder. Sin embargo, Su mayor acto, y el que aplastó la cabeza de
Satanás, fue cuando dio Su cuerpo fue crucificado y cargó sobre sí
todos los pecados del mundo.
2 Cor. 5:21, LBLA, Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en Él.
Yeshua
se hizo pecado. Se convirtió en (semejante
a) la
serpiente. Él nació en semejanza
de carne de pecado (Romanos
8:3), pero se hizo
pecado para
deshacer las obras del diablo y poner a los hombres libres de la
maldición. Cristo estuvo en el lugar del hombre. Se convirtió en
una maldición para que los hombres pudieran ser liberados de la
maldición.
Como
está escrito:
Gál. 3:13, LBLA, Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros (porque escrito está: MALDITO TODO EL QUE CUELGA DE UN MADERO),
La
serpiente en el poste y la vara que se convirtió en una
serpiente, ambas
señalaban a que Cristo tomaría sobre Sí el pecado del mundo.
De esta manera el poder del enemigo se haría añicos y los hombres
podrían estar libres de la naturaleza de la bestia y convertirse a
la imagen y semejanza de Dios.
Los
que estaban infectados con el veneno de la serpiente, que es
el pecado, podrían ser curados por mirar a Cristo, que se hizo
pecado en su nombre. Un gran cambio se produjo en la Cruz, porque
Yahshua tomó sobre sí todos los pecados del hombre, y a cambio dio
al hombre Su justicia.
Lamentablemente,
lo escrito en Números acerca de cuándo Moisés creó la serpiente
de bronce y la colocó en un poste, no es lo último que oímos
hablar de este asunto. Muchos años más tarde, cuando Israel se
estableció en sus tierras y empezaron a revolcarse en el pecado, la
maldad y la idolatría, un hombre piadoso llamado Ezequías comenzó
a reinar. El limpió la tierra de ídolos, imágenes abominables y
prácticas. Y dio a la gente de nuevo una devoción pura a Yahweh.
Leemos en medio de este trabajo de limpieza lo siguiente:
2 Re. 18:4, LBLA, Quitó los lugares altos, derribó los pilares sagrados y cortó la Asera. También hizo pedazos la serpiente de bronce que Moisés había hecho, porque hasta aquellos días los hijos de Israel le quemaban incienso; y la llamaban Nehustán.
Nehustán
significa "algo
formado de cobre".
Las palabras "cobre" y "bronce" se utilizan
indistintamente en las Escrituras. Estos
metales no eran tan apreciados como lo eran el oro y la plata, al
contrario el cobre o bronce se consideraban metales bajos. Hoy en día
si alguien deseara comprar un crucifijo, una imagen de Cristo en la
Cruz, lo más probable es que elijaran un metal precioso como el oro
u otros de moda.
Hoy
en día es común encontrar crucifijos de oro o plata, pero cuando
Dios instruyó a Moisés para construir la primera imagen de Cristo
en la Cruz como se muestra en la serpiente sobre el poste, le
dijo a Moisés que utilizara el bronce o el cobre para hacer la
serpiente. Esto fue para indicar la bajeza de lo que se estaba
representando. Esta imagen representaba al Hijo de Dios que se haría
pecado, y no había ninguna razón para forjar una imagen así en
oro, ya que iba a parecer como algo repugnante o detestable.
Se
nos dice que Dios no puede mirar el pecado, porque Él es santo, y al
mismo tiempo que cuando Su propio Hijo colgaba de la Cruz el Padre se
apartó de Él. Por esta razón Cristo gritó: "Dios
mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" La
oscuridad cubrió la Tierra desde la hora sexta hasta la hora novena
cuando Cristo llevó los pecados del mundo, y se convirtió en una
cosa detestable.
El
Hijo de Dios, de oro puro, se hizo como el bronce, algo sin base y
sin valor. Tales representaciones del Hijo de Dios en la
forma de una serpiente hacen que los hombres retrocedan y escapen
lejos, pero es una medida de
la inmensidad del amor de Dios que el fuera tan lejos, tan bajo, para
redimir al hombre de su esclavitud al pecado y su esclavitud a la
corrupción.
Rom. 8:31-32, LBLA, Entonces, ¿qué diremos a esto? Si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra nosotros? (32) El que no eximió ni a Su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos concederá también con Él todas las cosas?
Así
como existe un gran simbolismo en lo que Yahweh instruyó a
Moisés acerca de colocar la serpiente de bronce en el poste, así hay
simbolismo en lo que los israelitas hicieron más tarde, cuando
idolatraron esta imagen y ofrecieron incienso delante de ella.
Lo qué hicieron los israelitas fue un acto de la religión
artificial hecha por el hombre. Yahweh no instruyó a los israelitas
a adorar a la serpiente en el asta, ni les dijo que ofrecieran
incienso delante de ella. Les dijo sólo que miraran a ella, y este
mandamiento fue con el propósito expreso de la curación de ellos,
del veneno que las serpientes les habían inyectado.
En
un incidente similar el rey Saúl perdió el reino cuando hizo una
ofrenda que no se le mandó hacer. Fue en esta ocasión que Samuel
pronunció las palabras que a menudo son citadas hoy:
1 Sam. 15:22, LBLA, Y Samuel dijo: ¿Se complace Yahweh tanto en holocaustos y sacrificios como en la obediencia a la voz de Yahweh? He aquí, el obedecer es mejor que un sacrificio, y el prestar atención, que la grosura de los carneros.
Una
gran lección para la Iglesia de hoy se puede ver en que Dios
instruyó a Moisés para formar la serpiente de bronce en el poste,
para la sanidad de las personas, y ellos convirtieron esto en su
posterior adoración de Nehustán que era idolatría.
Yahweh envió
a Su Hijo para destruir las obras de Satanás, para poner fin a la
muerte venenosa que estaba matando a toda la humanidad. Yahshua fue
crucificado para expiar los pecados del hombre, y fue levantado de
nuevo para que todos los hombres sean participantes de Su vida de
resurrección y caminen en victoria sobre el pecado, Satanás y el
mundo. Cristo vino a traer sanidad a todos los hombres.
1 Pe. 2:24, LBLA, y El mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por sus heridas fuisteis sanados.
Se
trata de la sanidad que Yahshua compró para la humanidad; es decir,
que nosotros, estando muertos en pecados, vivamos para la justicia.
El apóstol Pablo escribió que los
santos no deben considerar la gracia de Dios como una oportunidad
para continuar en el pecado. En los términos más enérgicos condenó
este modo de pensar como una bruta apropiación indebida, una gruesa
malversación del sacrificio de Yahshua.
Heb. 10:29-31, LBLA, ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que ha hollado bajo sus pies al Hijo de Dios, y ha tenido por inmunda la sangre del pacto por la cual fue santificado, y ha ultrajado al Espíritu de gracia? (30) Pues conocemos al que dijo: MÍA ES LA VENGANZA, YO PAGARÉ. Y otra vez: EL SEÑOR JUZGARÁ A SU PUEBLO. (31) ¡Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo!
Los
israelitas en días del rey Ezequías no
venían a la serpiente de bronce en el poste para la sanación.
Venían solo a adorar la imagen. De
la misma manera una multitud de santos hoy en día no
están viniendo a Cristo para ser sanados de la destrucción del
pecado y de su influencia corruptora. Ellos
no desean verdaderamente ser libres de la esclavitud de la carne y la
naturaleza de la bestia; solo vienen a adorar la imagen de Cristo.
Ellos hacen
su ofrenda de alabanza al mismo tiempo que desean permanecer atados a
la naturaleza pecaminosa.
Ellos han
tomado lo que Dios quería para la sanación y lo convirtieron en un
mero objeto de idolatría.
Tan
claramente cómo pueda comunicarme permítanme decirles, Yahweh
declara: "Muchos santos que adoran semana tras semana al Cristo
crucificado, trayendo una ofrenda de alabanza delante de Él como
incienso que asciende a los cielos, de verdad practican la
idolatría, Yahweh les declararía:
Amós 5:21-24, LBLA, Aborrezco, desprecio vuestras fiestas, tampoco me agradan vuestras asambleas solemnes. (22) Aunque me ofrezcáis holocaustos y vuestras ofrendas de grano, no las aceptaré; ni miraré a las ofrendas de paz de vuestros animales cebados. (23) Aparta de mí el ruido de tus cánticos, pues no escucharé siquiera la música de tus arpas. (24) Pero corra el juicio como las aguas y la justicia como corriente inagotable.
Lo
que Dios desea hoy de los santos es vidas
marcadas por la justicia.
Él anhela ver a Sus hijos siendo conformados
a la imagen de Su Hijo primogénito.
Quiere verlos caminar como vencedores, someter y gobernar sobre la
naturaleza bestial. Él
nos quiere sanos.
Hay
un gran número de cristianos hoy que no
están caminando como vencedores; sin
embargo, vienen semana tras semana a considerar la imagen de un
Cristo crucificado y ofrecer su incienso delante de esta
imagen. Vienen
a sus lugares de culto o sitios de adoración, infectados con el
veneno del pecado, y se
van con la misma muerte corriendo por sus venas. Su
razonamiento es: "Yo soy sólo un pecador salvado por la gracia
y si sigo en el pecado Dios me perdonará. Me gusta mi vida egoísta,
y yo no soy diferente de cualquier otro. Traeré mi ofrenda a Dios y
voy a confiar en que Él me perdone y me lleve al Cielo cuando
muera". Y todo el
tiempo Dios les
dice: "No me gusta, odio y rechazo, lo que ustedes están
trayendo delante de Mí. Déjenme ver la justicia en ustedes. He
proporcionado la sanación para ustedes; sin embargo, continúan
aferrándose a sus pecados.
Jer. 48:11, LBLA, Reposado ha estado Moab desde su juventud, ha estado tranquilo sobre su sedimento (heces); no ha sido vaciado de vasija en vasija, ni ha ido al destierro; por eso retiene su sabor, y su aroma no ha cambiado.
Santo,
le voy a enseñar la
sutileza y la astucia de la serpiente hoy.
Cada semana multitudes van a sus lugares de culto y hacen ofrendas de
alabanza y de dinero al Cristo crucificado. Confiesan la luz que
ellos han visto, pero permanecen
sin cambios, inalterados.
Aquellos que son testigos de estos adoradores devotos procedentes
semana tras semana ante sus imágenes de Cristo, ellos juzgan que
esto es agradable al Padre. Después de todo, ellos
confiesan a Cristo con sus bocas, y traen su incienso delante de Él;
sin embargo, Cristo no vino a llamar a confesores o incluso a
adoradores. Él vino a hacer discípulos después de formar la imagen
de Dios en ellos.
Es
de ningún valor adorar una imagen de Cristo, semana tras semana, si
usted no está siendo conformado a Su imagen. No es bueno
llamarlo "Señor, Señor", si no hace las cosas que Él
manda. La iglesia de hoy ofrece la salvación sin
transformación, pero el Señor dice que la verdadera
salvación es la transformación, y no hay salvación sin
transformación. La palabra salvación es sinónimo de la palabra
liberación. Para ser salvo del pecado hay que ser liberado del
pecado.
Gál. 6:7-9, LBLA, No os dejéis engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará. (8) Porque el que siembra para su propia carne, de la carne segará corrupción, pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. (9) Y no nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos.
1 Cor. 6:9, LBLA, ¿O no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis engañar …
Una
y otra vez las Escrituras declaran "No se dejen engañar",
pero los santos son engañados. Ellos razonan que es
suficiente confesar a Cristo y mantener el mismo olor y sabor del
mundo, sin lavarse. Ellos viven para sí y están llenos
de codicia y buscan después las cosas de este mundo,
mientras llevan su sacrificio de alabanza a Dios semana tras semana.
Si
no va a ser conformado a la imagen y semejanza de Dios, entonces
usted se está engañando a sí mismo en relación con la voluntad de
Dios para usted. Usted está en rebeldía y está viviendo en
idolatría. Que Dios levante a muchos hombres y mujeres con el
espíritu de Ezequías en esta hora que aplasten a los ídolos de la
cristiandad. Que estos hombres y mujeres declararen: "Cesen
de adorar sus imágenes de Cristo y comiencen a ser semejantes a
Cristo. Dejen que Su imagen sea formada en ustedes". Esta es
la voluntad de Dios y nada más va a satisfacer Su deseo.
La
voz de Dios clama hoy por el profeta Jeremías:
Jer. 7:21-23, LBLA, Así dice Yahweh de los ejércitos, el Dios de Israel: Añadid vuestros holocaustos a vuestros sacrificios y comed la carne. (22) Porque yo no hablé a vuestros padres, ni les ordené nada en cuanto a los holocaustos y sacrificios, el día que los saqué de la tierra de Egipto. (23) Sino que esto es lo que les mandé, diciendo: "Escuchad mi voz y yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo, y andaréis en todo camino que yo os envíe para que os vaya bien".
La
Iglesia ha repetido el error de Israel. Cuando Dios
los llamó a la obediencia y la justicia prefirieron el culto y el
sacrificio en su lugar. La Iglesia dice: "Vamos a
continuar viviendo por esas cosas que perecen. Vamos a
dedicarnos a la adquisición de casas, tierras y bienes materiales de
todo tipo. Sigamos el placer, y protejamos nuestra carne
del sufrimiento de la Cruz. Pero esto vamos a hacer, vamos
a venerar la imagen de Cristo, y traeremos nuestra ofrenda de dinero
y nuestra alabanza delante de Él; esto es suficiente”.
Que
no le engañen. Tales actos religiosos hechos por el hombre no son
suficientes ante Dios. Sólo se contentará cuando vea la imagen de
Su Hijo formado en las vidas de aquellos que han sido llamados y
elegidos para este honor. La
Iglesia está llamando a la gente a adorar delante de una imagen de
Cristo crucificado, pero no está llevando a la gente a una
conformidad a Cristo y una muerte al yo, al pecado y a la carne, y a
salir de en medio de ellos.
Estas iglesias son casas de idolatría, y han construido su propio
Nehustán ante el que invitan a los santos para presentar sus
ofrendas. Estas iglesias no son más que rameras cabalgando sobre la
bestia.
¡Que los que tienen oídos para oír, oigan.
(Traducción
de Bayron E. Mansilla revisada)
Amen hermano, Dios nos ayude a ser conformados a la imagen de su precioso Hijo Jesucristo...
ResponderEliminarAmén. Gracias Robert.
EliminarLa verdad Dios le bendiga
ResponderEliminarGracias. Bendiciones para usted Sr. Anónimo.
EliminarExcelente la interpretacion del simbolismo de la cruz y la serpiente y Jesus , me ha llevado a entender porq Dios utilizò una serpiente q simboliza mmuerte pecado, enfermedad que es la condicion de cualquier hombre lo transforma en poder, sanidad y salvacion en la persona de Jesus, profetizado por el mismo Dios.asi como el pecado entro al mundo por un hombre asi entro la savacion por otro HOMBRE.
ResponderEliminarGracias; excelente discernimiento.Dios le bendiga
EliminarMuy buena enseñanza..
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