TRANSFORMACIÓN,
NO CONDENACIÓN
Saliendo de la Oscuridad 3
Creo
con todo mi corazón que la Iglesia hoy necesita una palabra para
hacernos conscientes de que ¡DIOS es DIOS! En la Iglesia no nos
hemos dado cuenta de las profundidades de lo que Jesús dijo desde la
cruz “Padre,
perdónalos, porque no saben lo que hacen”.
Muchos del pueblo de Dios sufren continuamente bajo la condenación
por cosas en su vida sobre las cuales no parecen alcanzar ninguna
victoria. Estas cosas tienen que ser transformadas por la penetración
del Espíritu de Dios dentro de nuestra vida del alma (emocional).
Todos tenemos a Dios en nosotros, pero lo que necesitamos es que Él
crezca en nosotros y nos transforme a Su Imagen y Semejanza. No
necesitamos nunca ser condenados por la condición de nuestra vida
natural; solo necesitamos continuar hambrientos de Dios y buscarlo
hasta que Él venga a avivarse totalmente dentro de nosotros. Esto se
encargará de nuestras faltas. También necesitamos darnos cuenta que
éste es un proceso que lleva tiempo ya que Jesús quien es el autor
y consumador de nuestra fe, trabaja en nosotros para traernos
plenamente dentro de Su Plan y Su propósito.
La
religión, a diferencia, nos dice que cuando venimos a Dios,
conocemos lo que no deberíamos hacer, que debemos hacer solo
aquellas cosas que sabemos que son correctas, y que esto entonces
permitirá que Dios nos bendiga y podamos crecer espiritualmente.
Pero, te estoy diciendo, que somos muy ignorantes y que estamos fuera
del camino, porque no entendemos que hoy, tan ciertamente como Dios
está en el Trono, Él está diciendo: “no eres culpable”. ¡No
eres culpable! Dios nunca te traería ante Él mismo y te recordaría
tu pecado. Estoy seguro que estás familiarizado con unos versículos
que dicen cosas como estas: “nuestros
pecados ha alejado de nosotros, como ha alejado el oriente del
occidente; Yo les perdonaré sus maldades y no me acordaré más de
sus pecados” (Salmo 103:12; Hebreos 8:12). ¡Gracias
a Dios que Su gente está comenzando a captar el mensaje de que no es
culpable! Tú no eres culpable. No necesitas condenación; lo que
necesitas es transformación.
Veamos
otra vez Efesios 4:17-18: “Esto
es pues lo que les digo y les encargo en el nombre del Señor: que ya
no vivan más como los paganos, los cuales viven de acuerdo con sus
inútiles pensamientos”. Puedo
asegurarte que todos caemos de alguna forma dentro de esta categoría.
Si la Iglesia no estuviera ciega y alienada de la vida de Dios que es
recibida en el nuevo nacimiento, no hubiera manera de que la Iglesia
la cual vemos con nuestros ojos físicos pudiera estar en su
condición actual. ¡Está en esa condición porque por dos mil años
los resultados de la obra que Dios cumplió en la cruz no han sido
entendidos!
He
hecho la afirmación de que hay hombres y mujeres por todo el mundo
hoy que están listos para ser desatados sobre la Iglesia. La mayoría
son hombres y mujeres que han estado totalmente fuera
del sistema del hoy llamado cristianismo
y son por ello desconocidos para muchos del pueblo de Dios. Pero,
Gracias a Dios, la Iglesia está comenzando a abrirse a ellos. Si
somos honestos, tenemos que mirar la situación hoy y decir ¿Qué es
lo que ha producido la Iglesia, en estos dos mil años de la
predicación del evangelio? ¡“No mucho”! Sí, la gente es salva
y la gente es bendecida, pero el propósito total de Dios no ha sido
nunca cumplido por la iglesia institucional. El propósito de Dios es
llenar a la Iglesia con Él Mismo y edificarnos a nosotros juntos
como la habitación de Dios. (Ef.
2:21-22) “Unido
a Cristo, todo el edificio va levantándose en todas y cada una de
sus partes, hasta llegar a ser un templo consagrado y unido al Señor.
Así también ustedes, unidos a Cristo, se unen todos entre sí para
llegar a ser un templo en el cual Dios vive por medio de su
Espíritu”.
Uno
de los santos a quien Dios ha levantado para revelarle su propósito
es J. Preston Eby. El es una de las luces que brilla en la oscuridad.
(escríbele a él; él te pondrá en su lista de correo, y no te
cargará nada por el material. Tú encontrarás su dirección al
final de este librito) Yo siento que cada una de las personas que
buscan de Dios necesitan escuchar lo que este hombre esta diciendo a
la Iglesia. Lo siguiente es un extracto de una de sus recientes
cartas.
“Jesús
vino al mundo en el tiempo del Imperio Romano. El fue crucificado en
una cruz romana, traspasado con una lanza romana y sellado en su
sepulcro bajo un sello romano. Sin embargo, ¡Alabado sea Dios! El
reventó las bandas de la muerte, hizo añicos el sello de la
poderosa Roma y levantó al Cristo Conquistador. Y no solo eso,
ascendió victorioso sobre todos los poderes de la oscuridad.
Anulando al príncipe de este mundo, habiendo traído a una eterna
redención a un mundo perdido y redimido de vuelta a Él. Él se
sentó a la mano derecha de la majestad en lo alto y derramó sobre
los primeros ciudadanos de su Reino el don del Espíritu Santo. El
Reino de Dios nació y reunió al Judío y al Gentil e igualmente a
una vasta multitud dentro de su seno. ¡Qué flujo de luz y gloria y
poder cayó sobre el mundo, con el ministerio de los humildes
seguidores del Cordero! Y ¡Oh, qué días tan gloriosos fueron esos,
cuando Dios bendijo Su Evangelio! Poderosas señales y maravillas
fueron realizadas cuando Dios confirmó Su palabra con señales que
la seguían. La Palabra de Dios, ungida por el Espíritu Santo,
barrió al mundo como una pradera de fuego. Rodeó las montañas y
cruzó los océanos. Hizo a los reyes temblar y a los tiranos tener
miedo. Se dijo de aquellos cristianos de la iglesia primitiva que
voltearon el mundo patas para arriba. ¡Qué poderoso fue su mensaje
y espíritu, a pesar de la persecución, a pesar de los miles de
cristianos torturados en cruces, quemados en estacas, y alimentados a
los leones, ante los estruendosos aplausos de los espectadores
salvajes, creció y se multiplicó en el mundo, porque Dios habitó
poderosamente en medio de Su gente! El conocimiento de la gloria del
Señor cubrió la tierra como las aguas cubren el mar. El paganismo
cayó. El poderoso Imperio Romano cerró sus templos de ídolos,
envainó su espada persecutoria, y se sentaron como discípulos a los
pies de Cristo y sus apóstoles.
¡Oh,
pero hubo otro espíritu trabajando también! Un espíritu y un
sistema colocado entre los santos del Señor, y el maná de ayer
comenzó a criar gusanos y a heder. Rehusando seguir conociendo al
Señor, ellos empezaron a instituir reglas y regulaciones, poniendo
leyes y formulando credos, observando días y ordenando sacramentos y
ordenanzas, elevando el gobierno humano, haciéndose discípulos de
Pablo, de Apolo y de Pedro y muchos otros. Antes de que muchos años
hubieran pasado comenzaron a establecerse ellos mismos como obispos y
señores sobre toda la herencia de Dios en lugar del liderazgo del
Espíritu. En vez de conquistar por el poder del Espíritu y la
verdad, los hombres comenzaron a sustituirlos por sus ideas y sus
métodos. Pronto la Gloria y el Poder, la Presencia y la Palabra de
Dios en el tiempo matinal de la Iglesia comenzó a ser eclipsada, y
el poder de los hombres con mente carnal gradualmente ocupó el lugar
de la asombrosa Presencia de Dios. Como consecuencia, el
entendimiento del hombre carnal fue colocado sobre las Escrituras, y
como el Espíritu de Cristo los abandonó, los hombres establecieron
un sistema vasto y elaborado de substitutos que tomó Su lugar. Las
fiestas de la Iglesia fueron creadas en línea con las celebraciones
paganas. Edificios con gran ornamento y costosos fueron construidos
para adorar. Los servicios se volvieron ceremoniosos y elaborados.
Reliquias de santos y mártires fueron apreciadas como posesiones
sagradas. La Iglesia, con su orden de clero adornado en forma divina
y sus ceremonias impuestas, asumieron mucho del esplendor visible y
del estado que pertenecía al sistema pagano, que una vez había
suplantado. El Cristianismo era ahora un desfile, un ritualismo, una
filosofía vana, una superstición, un club social, verdaderamente un
anticristo, un frasco completo de maná infectado con los gusanos de
la carnalidad y la muerte, un hedor putrefacto en las narices de
Dios.
El
evangelio predicado por la Iglesia nominal nunca tendrá el trabajo
hecho. Nunca traerá el reino de Dios con poder para liberar a la
humanidad del pecado y de la muerte y restaurar todas las cosas de
nuevo a Dios. Hoy, la Iglesia del mundo está usando medios mundanos
y métodos emocionales para promover sus programas. Se conformó a
los métodos del mundo para hacer las cosas. Esto es cierto no solo
de las denominaciones históricas, sino también del pentecostalismo,
del movimiento carismático, y desgraciadamente, de algunos grupos
que profesan tener una vida más profunda, del reino o de la
Adopción-Filación). Las iglesias compiten unas con otras, sobre
cual puede tener más en la Escuela Dominical, cual puede construir
el edificio más grande, cual puede ganar más almas; sobre que
evangelista puede dirigir las multitudes más grandes, cada uno
apuntando al éxito de su ministerio, gloriándose en el tamaño de
su alcance o trabajo, enfatizando cuanto pudiera ser cumplido con más
dinero, y, escucharlos decir eso de que el mundo entero esta siendo
traído a los pies de Jesús a través de sus esfuerzos. La Iglesia
del mundo se acomodó totalmente a las formas de hacer las cosas del
mundo. A causa de esto, no es mucho mejor que el mundo que está
tratando de salvar. Porque el cristiano promedio hoy, ha sido criado
con algo diferente a Cristo, este cristiano es totalmente incapaz de
pensar, excepto en términos de órdenes establecidas, sectas,
denominaciones, credenciales, credos, asambleas, ceremonias de
Iglesia, edificaciones de Iglesia, doctrinas, reuniones, comuniones,
bautizos, programas, campañas, cruzadas, coros, pastores, rituales,
ceremonias, vestimentas, ofrendas, conferencias, reuniones de
directivas, comités, elecciones, escuelas dominicales, seminarios
teológicos, salones de fraternidad, vitrales, plataformas, miembros
especiales, números y otras miles de cosas más. Saca todas estas
cosas lejos de ellos y estarán espiritualmente destituidos,
totalmente incapaces de hacer el trabajo del Señor. Pero después de
que ellos hayan gastado una vida entera de esta actividad ferviente
eclesiástica, ¿Cuánta gente hay que se han dedicado alguna vez a
esperar en Dios el tiempo suficiente para escucharlo hablar y
manifestar Su voluntad a los corazones que lo buscan?
Yo
te declaro en verdad que cualquier hombre o mujer que se tome el
tiempo para buscar a Dios y a Dios solo, hambriento y sediento por la
mente y la voluntad de Dios, ese hombre se encontrará siendo llevado
lejos de todas las cosas anteriormente mencionadas, y de ellas
continuará a la mente de Dios y, al menos que cualquiera piense que
estamos siendo descarados o heréticos, aún para sugerir una salida
de estas cosas mencionadas arriba, yo te invito a examinar
cuidadosamente esa lista, a fin de determinar cuales de ellas
Jesucristo usó o incluso necesitó en su maravilloso ministerio de
Hijo (filiación). Es asombroso darse cuenta que Jesús no sabía
nada absolutamente de esto, antes Él ministró más efectivamente la
vida de Dios, el poder de Dios, la gloria de Dios y el Reino de Dios,
que cualquier otro que ha honrado este planeta; y no dudo en añadir,
quita todo esto de un hijo de Dios y lo que quedará es Cristo, solo
Cristo”.
Te
digo, Dios tiene hombres y mujeres sobre toda la tierra con un
mensaje para la Iglesia. ¿Te abrirás a ellos? Porque ellos no son
religiosos, no te condenarán, sino te ministrarán vida y te
llevarán a que crezcas en Él. Estoy agradecido que mucha gente de
Dios esté dispuesta a escuchar un mensaje que los liberará, porque
ser libres, lleva al Espíritu y a la Luz y a la Palabra de Dios, a
romper la atadura de nuestra mentalidad de la tradición religiosa. Y
sé que a cada uno de nosotros le gusta pensar que no somos
religiosos. Casi todos los pastores que tienen una iglesia dicen, “mi
iglesia no es religiosa”, sin embargo a todas las iglesias que
entro, sin excepción, escucho los sonidos de esclavitud y religión.
Rom.
12:1-2
“Así
que, hermanos míos, les ruego por la misericordia de Dios que se
presenten ustedes mismos como ofrenda viva, consagrada y agradable a
Dios. Este es el verdadero culto que deben ofrecer. No vivan ya según
los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de
pensar para que así cambien su manera de vivir y lleguen a conocer
la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que es grato, lo
que es perfecto”.
¿Cuántas
veces has escuchado ese pasaje ser predicado como un llamado a la
consagración y dedicación, predicado en los mensajes sobre
santidad y vida correcta a lo largo de América? Y si tenemos la
mentalidad religiosa, escucharemos esto o leeremos esto y diremos,
“¡Oh, el mío, sí! Señor te presento mi cuerpo a TI”, pero
entonces habremos traído dentro de nuestra conciencia todas aquellas
cosas de nuestra vida que sabemos que no deberían estar allí. Y
después de todo, esta palabra dice, “presentad
vuestros cuerpos como un sacrificio vivo, santo…” Yo
acostumbraba a decir, “!Oh Padre!, me encantaría hacer esto”.
¡Oh como me habría gustado ser capaz de ir ante Dios y decir:
“Padre, presento mi cuerpo a Ti, santo, impecable e incorruptible!”
Yo anhelaba tan desesperadamente conocer la realidad de las
Escrituras. ¡Quería estar en capacidad de experimentar el latir del
corazón de Dios! Sin embargo, en todo momento que fuera dentro de la
presencia de Dios, la luz de Él comenzaría a exponerme, vería
todas aquellas cosas en mi vida que no deberían estar allí y caería
bajo culpa y condenación.
Ves,
muchos de nosotros no hemos sido enseñados sobre estas cosas. ¡No
hemos sido advertidos que no hay forma de que puedas entrar en la
presencia de Dios y no tener la luz de Dios que te exponga! Si tú te
mueves en la presencia de Dios y no sientes tu debilidad, no sientes
tus incapacidades, si no estás consciente del pecado y los hábitos
en tu vida, entonces nunca has entrado en la presencia de Dios. Pero
solo porque la luz de Dios exponga todas aquellas cosas, no significa
que deberíamos caer bajo condenación. La luz de Dios hace lo que
está supuesta a hacer; expone todas las áreas escondidas de tu
corazón. Comenzarás a ver cosas en tu vida que tú ni siquiera
conocías que estaban allí. Pero no es para condenación; es para
transformación. Dios nunca te condenará, Él ha pagado la multa por
cada trasgresión y desobediencia.
Necesitamos
pasar tiempo en la presencia de Dios para que El nos revele Su
corazón. El dijo desde la cruz, “Padre,
perdónalos porque no saben lo que hacen”.
¡Ellos solo lo habían clavado a Él en la cruz! Él estaba
sangrando, estaba muriéndose, y dijo “Padre
perdónalos”
¿Pudiera el posiblemente haber pedido algo en ese momento lo cual no
se Le hubiese concedido? Los mismos hombres que le atravesaron el
costado y lo colgaron en una cruz, un día se inclinarán ante el
Trono de Dios, y le darán gloria a Dios. Ellos lo pusieron en la
cruz, pero debido a que ellos hicieron eso, el precio por su
redención y la nuestra fue pagado. Aunque ellos cometieron el acto
más criminal del universo, ellos actuaron bajo el plan de un Dios
asombroso, poderoso y que todo lo conoce, que obra todas las cosas
por el consejo de Su propia voluntad. Y ese es el porqué Él pudo
decir, “Padre, perdónalos, ellos no saben”.
Y
¡Oh, cristiano!, yo te puedo decir que tú tampoco sabes. ¡Si hay
pecado en tu vida, si tienes hábitos que no has vencido, y caes bajo
condenación, no conoces las profundidades del amor de Dios, cómo
necesitas conocerlas! Y a causa de la condición del sistema que se
llama a sí mismo Cristianismo, no hay mucho perdón en La Iglesia
tampoco, a menos que tengas una fuerte voluntad y un fuerte carácter
el cual es capaz de derribar aquellas cosas en tu vida que no
deberían estar allí. El Cristianismo como lo conocemos hoy es
solamente “el sobreviviente de los más adaptados”. Aquellos que
están fuera del camino, aquellos que tienen hábitos y cosas en sus
vidas las cuales ellos no pueden vencer, no son aún bien recibidos
en muchas iglesias.
Mi
hermano Ron me escribió hace unas pocas semanas, y me recordó algo.
Tenemos una organización hoy en los Estados Unidos llamada
“Alcohólicos Anónimos”, pero la Iglesia frunce el ceño sobre
ella porque ellos hablan sobre “un Poder Superior”. Para el
beneficio de aquellos de ustedes que no conozcan nada sobre los
Alcohólicos Anónimos, les voy a dar una pequeña información.
Primero que todo, es absolutamente imposible ser expulsado de Los
Alcohólicos Anónimos si tienes un corazón que quiere dejar de
beber. Ellos piden que tengas un deseo en tu corazón, solo uno --que
quieras dejar de beber. Ahora ellos no te piden esto, ellos solo te
piden que tengas un deseo. Y si tú tienes el deseo de cortar con la
bebida, tú eres bienvenido a las reuniones de los Alcohólicos
Anónimos en cualquier parte del mundo. Y cuando tú caminas en esto
ellos no te preguntaran de que división o grupo vienes tú, serás
simplemente bienvenido. Y sí tú eres un miembro de los Alcohólicos
Anónimos y vienes a una reunión después de beber, ellos no te
botarán. Es ABSOLUTAMENTE IMPOSIBLE ser expulsado de Los Alcohólicos
Anónimos, sí tienes un deseo de vencer. Ellos tienen reuniones
varias veces al día, y su tasa de éxito es tremenda. Tú comparas
su tasa de éxito con respecto a la tasa de éxito en la Iglesia del
mundo, y aquellos la oscurecen considerablemente.
Nosotros
los cristianos no entendemos que heredamos una naturaleza de pecado.
Se nos enseñó eso, sin embargo, después somos condenados por
actuar como teniéndola. Aquellos de nosotros que hemos sido
regenerados tenemos una nueva naturaleza. El Apóstol Pablo dice en
Romanos
7:22-23: “Porque
según el hombre interior me deleito en la ley de Dios; pero veo otra
ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que
me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros”.
Somos regenerados en el hombre interior, pero esa vida en nosotros
debe crecer hasta que venza a la ley del pecado y la muerte. Nunca
hemos sido expuestos a la
verdad de que
parar
de pecar es un asunto de crecimiento y transformación.
Tú puedes desear hacer lo que es correcto, y tú deberías, pero
hasta que el Espíritu de Dios crezca en ti, continuarás cayendo en
pecado.
Pablo
también dice en Romanos
7:18-20: “Y yo sé que en mí, esto es en mi carne, no mora el
bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.
Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso
hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado
que mora en mí”. La
carne es el hombre carnal. Mientras vivamos desde nuestro hombre
carnal seremos siempre traídos al cautiverio del pecado y la muerte.
Vencer
el pecado no es un asunto de ejercitar nuestra voluntad natural,
debemos estar hambrientos y sedientos de Dios. Debemos gastar tiempo
en Su presencia cada día para que Su vida pueda fluir dentro de
nuestra vida emocional (del alma) y transforme cada área.
Pablo dice aquí muy sencillamente que si tú estas pecando, y tienes
un deseo de complacer a Dios, entonces no eres tú quien peca (no tu
nueva naturaleza) sino el principio del pecado que está todavía
operando en tu hombre carnal. El
hombre natural nunca mejorará: el debe ser puesto a muerte
aprendiendo como vivir en el Espíritu.
No hay libros de “Cómo”, se llega a vivir en el Espíritu. Debes
dedicar tiempo en la presencia de Dios para ser capacitado a vivir de
acuerdo a Su vida.
Sé
que estoy pisando algún terreno peligroso, pero pensamos que los
homosexuales son homosexuales porque ellos escogieron ese estilo de
vida. O pensamos que una prostituta es una prostituta por escoger ese
estilo de vida. Pero cuando nacemos, cuando somos traídos a este
mundo, cada uno de nosotros hereda una naturaleza proveniente de
Adán. Adán te vendió al pecado y a la muerte. Y me tomó años
descubrir esto. Acostumbraba a ir ante Dios, le decía casi
continuamente, “!Dios, yo no te pedí nacer de esta forma! ¡Dios,
estoy tan cansado con todo esto! No te pedí tener las lujurias de la
carne. ¿Por qué?
Yo
oraba cada día. Me paraba temprano cada mañana, y salía y buscaba
a Dios, y algunas veces lloraba y decía, “¡Dios, esto no es
justo! Veía cristianos en la iglesia todos alrededor de mí, y ellos
parecían ser tan felices, y parecían ser tan libres (cuan poco
conocía yo...). Pero muchos de ustedes pueden identificarse con
esto: Si tú naces en el lado del árbol del conocimiento del Bien y
del Mal, que tiene la naturaleza con tendencia a hacer el mal y tú
quieres ser un cristiano, la así llamada comunidad cristiana te
asesinará. Tú no tienes una oportunidad tal como las cosas se
mantienen hoy. Y nuestras iglesias se van a convertir en hospitales.
No
hay ninguna esperanza en absoluto para ti excepto conseguir la
realidad de Cristo dentro de ti. Puedes amar a Dios y todavía ser un
fracaso en vivir la vida cristiana. Déjame decirte algo: Una de las
condiciones más miserables en las que puedes estar alguna vez (y
muchos de ustedes de nuevo pueden identificarse con esto) es tener el
amor de Dios en tu corazón, sin embargo básicamente experimentarás
Romanos 7:22-23, “Me
deleito en la Ley de Dios, pero hay otra ley en mis miembros
trayéndome en cautividad para pecar y morir”.
Te
digo que cuando encontré a Dios en 1.969, ¡Oh, me deleité en Él!
Y no tenía conocimiento de lo que debía y no debía, yo solo me
deleitaba en Dios. Y un tiempo después fui salvo, en las tardes
acostumbraba a abrir mi Biblia, y solo leía y lloraba, ¡y tenía un
cigarrillo en mi mano! Lo hice hasta que alguien me dijo, “No
puedes hacer eso y permanecer en la presencia de Dios. Estás siendo
engañado, estás teniendo un falso espíritu, un falso sentido de
paz; no puedes entrar en la presencia de Dios con un cigarro. No lo
puedes hacer”. ¡Qué
cosa tan terrible, decirle a alguien que ellos no pueden tener a Dios
a no ser que ellos limpien su vida!
Nacimos
con una naturaleza que es tanto buena como mala. Esta es la razón
por la que Jesús fue a la cruz. Somos ignorantes y estamos
equivocados, no entendemos, no sabemos porq qué actuamos como lo
hacemos. No sabía por qué actuaba en la forma en que lo hacía.
Amaba a Dios, pero deseaba lo que deseaba. No me podía ayudar.
¿Has
alguna vez sido adicto a algo pero, sin importar cuan fuerte
trataste, has experimentado Romanos 7: “encontré otra ley en mis
miembros que me trae dentro de cautividad a la ley de pecado y
muerte”? Si alguien tiene esa característica natural que ama las
cosas que no debería, él no puede ser un miembro de buena
reputación en muchas iglesias que conozco hoy. Pero si está del
lado bueno del árbol del Bien y del Mal, entonces es aceptado.
Realmente no entendemos que lo que ha sido levantado llamándose a si
mismo “La Iglesia” es absolutamente un anticristo. No estoy
hablando de la gente. Estoy hablando sobre el sistema, y la manera en
que el sistema ha sido establecido, el cual es un anticristo. Un
homosexual no puede ser un miembro de tal iglesia, una prostituta no
puede ser un miembro de tal iglesia, al menos que ellos cambien y
limpien sus vidas. Alguien pudiera decir: “Hermano, ¿no sabes tú
que Pablo dijo que tú ni siquiera deberías comer con alguien que
está en adulterio?” Bueno, hay una cosa que yo conozco en estos
días: Conozco el corazón de Dios. Sé que la gente no necesita
condenación, sé que lo que necesita no es un ajuste, sé que lo que
necesita no son leyes y regulaciones. Lo que necesita es entender el
AMOR y el CORAZON de DIOS, porque en el Calvario la deuda por el
pecado fue pagada. La gente de Dios ha estado esclavizada demasiado
tiempo, creyendo que hay algo incorrecto en ellos, creyendo que ellos
realmente no quieren a Dios si no están en capacidad de cortar este
hábito o aquel hábito. Ello solo continúa, y continúa y continúa.
“Presenten
sus cuerpos en sacrificio vivo y santo”.
¡A los ojos de Dios, cada uno de ustedes es el más santo! ¿Cómo
podemos decir esto? Podemos decirlo porque “Sus
pecados y sus iniquidades no recordaré más” y,
“tan
lejos como el este esta del oeste, así de lejos he removido yo la
trasgresión de mi gente”. Y
tú dices: “Pero,… estoy todavía pecando, y estoy todavía
haciendo cosas que no debería”. No importa, porque cuando tú
entiendas los conceptos sobe el pecado de Dios y Su concepto del
Calvario, eso te librará de la culpa de ser quien tú eres, y
entonces te permitirá el acceso a Su presencia la cual te traerá
transformación.
He
estado hablando esto por años. ¡Si el Espíritu del Dios viviente
nunca es formado en ti, para que Él comience a crecer en ti y ser
expresado en ti, nunca cambiarás internamente! Y si tú solamente
cambias externamente, no te ayudará de ninguna manera, porque la
conducta exterior y el cambio exterior no produce nada sino una mejor
persona en lo exterior. Pero
lo que Dios necesita es que Su gente entienda que debido a que ellos
son de la forma que son porque heredaron esa naturaleza de Adán,
ellos no necesitan sentir vergüenza, culpa, ni condenación.
Heredamos todas aquellas cosas que somos en lo natural de nuestro
padre Adán.
Hay
un gran número de debilidades físicas en la raza humana las cuales
pueden ser heredadas, aún si alguien desarrolla una enfermedad, ¿no
lo condenamos, verdad? Por supuesto, que nosotros no. Y te diré, el
pecado es una enfermedad (Nota
administrador:
El pecado no es una enfermedad, es una naturaleza, de la que el Señor
no nos responsabiliza; pero si nos responsabiliza de no querer
reconocerla y acudir a Él para que seamos sanados)
y tú no puedes hacer nada al respecto. ¿Puedo ayudar si una
enfermedad se desarrolla en mi cuerpo? (Estoy hablando aquí en
términos naturales). No puedo ayudar, ¿y estoy yo condenado por
eso? Cuando me dirijo a orar estoy recordando esta enfermedad y digo,
“¡Oh, mi Dios, no debería tener esto!” ¿y entonces caigo bajo
condenación? “Me
deleito en la ley de Dios, pero encuentro otra ley que trabaja en mis
miembros trayéndome en cautividad a la ley de pecado y muerte”. Y
tú dices, “pero hermano, ¿siempre tendremos que vivir así?”
No. La transformación es la única cosa que curará la enfermedad de
pecado en tu cuerpo. Es la única cosa.
Puedes
orar todo el día, puedes leer la Biblia todo el día, puedes hacer
cualquier cosa que quieras hacer, y si es hecha simplemente en lo
natural, si no hay contacto con el Espíritu de Dios vivo y
energizante, no habrá transformación. ¿Recuerdas que años atrás,
antes de que Jesús viniera, había sacerdotes en el templo orando 24
horas al día para que El Mesías viniera? Aún cuando Él caminó
entre ellos, no lo reconocieron. La
oración no siempre te ayuda. Hay una sola esperanza para ti y eso es
que tengas un corazón para Dios.
Esta es la única cosa que va ayudarte. Y sí tú no tienes un
corazón para Dios, es muy fácil obtenerlo. Si tienes alrededor
gente que ama a Dios, tú simplemente te encontrarás a ti mismo
teniendo un corazón para Dios. (Necesitamos conocer el poder de
transferencia. Muchos de nosotros que hemos estado en el ministerio
de liberación hemos sido enseñados en el pasado sobre la
“transferencia de espíritus”. Bien, déjame decirte algo:
¡necesitamos aprender sobre la transferencia del Espíritu Santo!).
Cuando
comenzamos a crecer en Dios, y la transformación comienza a ocurrir
el Espíritu de Dios comienza a fluir en todas las áreas de nuestra
vidas y trae transformación, entonces se hace muy fácil vivir
santamente. Se hace muy fácil creer en Dios. ¿Por qué? Bien, Pablo
nos dice “Renuévate
en el espíritu de tu mente, para que puedas probar esa buena,
aceptable y perfecta voluntad de Dios”.
La buena, aceptable y perfecta voluntad de Dios. Tomamos un versículo
como éste, y podremos desmenuzarlo y predicar doctrinas por siempre
sobre ello. Pero la clave es tener una mente renovada para ver que en
la cruz, a causa del sacrificio, tú fuiste hecho una persona santa.
Dios
nunca
miraría sobre el pecado, y Él no lo necesita
porque
tomó
los pecados de la humanidad en la cruz y en la muerte y ya no están
más allí.
Mucha
gente dice: “eso suena a Ciencia Cristiana. ¿Estás diciendo que
no hay pecado? Estoy diciendo que Dios lo quitó, pero simplemente
ver que no hay pecado realmente no te ayudará a ti. Lo que te
ayudará es simplemente darte cuenta que necesitas a Dios. Y si tú
te das cuenta que tu pecado no te impide ni te separa de acercarte a
Dios por la ayuda que necesitas, eso es “Sentido Cristiano” y no
“Ciencia Cristiana”. A los ojos de Dios no hay pecado, y vendrá
un día cuando nos daremos cuenta de eso y comenzaremos a caminar en
ello y entonces no habrá pecado para nosotros tampoco. El pecado fue
tratado. “Sé
transformado por la renovación de tu mente”
(la palabra griega metamorphoo,
la cual significa una transformación real, es la misma palabra que
usaríamos para un gusano que es transformado en una mariposa).
Justamente
ahora pudiéramos parecer muy feos pero hay un trabajo que se está
realizando.
Puedo mirar atrás ahora, y puedo realmente agradecer a Dios por
aquellas cosas en mi vida que me llevaron a buscarlo a Él. No me
importa cuán terrible el pecado fuese, aquellas cosas fueron usadas
por Dios para conducirme a Él, hay multitud de Cristianos en una
pila de desechos porque nunca han entendido que no tienen que ser de
determinada manera para acercarse a Dios.
Miremos
2 Co 3, comenzando en el versículo 2: “Nuestras
cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y
leídas por todos los hombres”. Ahora
vayamos al versículo 6: “el
cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de
la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu
vivifica”.
He escuchado muchos, muchos mensajes, de este versículo, sin embargo
algunos de los mismos pastores quienes explican ese versículo no
pudieron ayudarme cuando me dirigí a ellos por ayuda para mi
condición. Escucha, el dijo: “Oh,
yo ministro por la letra”. Si
solo nos detendríamos y pensáramos algunas veces que es lo que
quieren decir estas palabras, veríamos que en todo momento que estás
ministrando por la letra de la palabra estás ministrando por la Ley.
Escuché
un mensaje sobre “dar” un par de semanas atrás, fue uno de los
mejores mensajes que jamás he escuchado. Fue dado por Dave Davis. El
no estaba ministrando por la letra, sino por el Espíritu, El dijo
que cuando vienes a dar en el Nuevo Testamento no es un asunto de
tratar de imaginar si deberías diezmar o si no, ¡es un problema de
escuchar a Dios! ¿Qué es lo que Dios te está diciendo?
Por
años, mi esposa y yo no hemos seguido el principio de diezmar. Dios
me dijo hace muchos años. “No trates de caminar en el Espíritu
por la letra de la Ley, porque en el momento que tú tratas de poner
leyes sobre la gente, la misma cosa que estás tratando de obtener de
ellos, no la harán”. “Ellos no la harán, y esto es natural,
porque con el conocimiento de la Ley viene la esclavitud para tratar
de evitar no cumplir la Ley (Romanos 7)”. Pero la religión lo ha
hecho sonar agradable : “Nuestro diezmar es una parte de nuestra
adoración”, y ¡Oh yo sé eso! Es una vergüenza que los pastores
aún tengan que hablar y enseñar sobre el diezmo; ¡es una
vergüenza! ¿Por qué no podemos enseñar a la gente, “Yo escucho
a Dios y tú también puedes escuchar a Dios”? Y ¿qué es lo que
Éll te está diciendo a ti? ¿“Te está diciendo a ti que
diezmes”? Entonces esto naturalmente significa diezmar.
Mi
esposa y yo, si yo puedo usarnos a nosotros mismos para dar un
ejemplo también, hemos entregado nuestra renta. Hemos entregado
nuestros carros. En momentos, hemos entregado más allá del diezmo.
Pero si tú pones a la gente bajo la Ley, algunos de ellos van a
cumplir la Ley. Ellos van a pagar su diezmo y entonces piensan que
todo lo demás que ellos tienen es suyo para hacer con ello lo que
quieran. ¡No es así! Tú necesitas hacer lo que Él diga. “Porque
Dios nos ha hecho ministros capaces del Nuevo Pacto, no de la letra”.
Pastor, tú no deberías estar enseñando a la gente como diezmar; tú
deberías estar enseñando como entrar en la presencia del Dios
viviente. Le deberías decir a la gente, “no vengas a mí y me
preguntes que deberías hacer; no vengas a mí y me preguntes si
deberías diezmar; ven a mí y adoremos juntos; ven a mí y permíteme
ayudarte a entrar en la presencia donde Él se encuentra, y entonces
haz lo que Él te diga”.
Yo
entro a las iglesias y escucho cuarenta y cinco minutos de enseñanza
sobre el dar, alguna veces en cada servicio. Entonces, cuando le
pregunto al pastor, “¿por qué estás haciendo esto?” El dirá,
“bueno, la gente simplemente no está dando; ellos necesitan ser
enseñados sobre como dar”. Déjenme decirles algo pastores: Si
están pastoreando una iglesia y su gente no está dando, el problema
no es su gente.
¡Escúchenme!
Pastoreamos en Fall Creek, Oregón, por tres años y medio, y nunca
le pedí a la gente dinero. Yo estaba todavía en el sistema de la
iglesia, y todavía me guiaba por algunas de las reglas del sistema,
porque yo era algo más ignorante que lo que soy hoy. Sin embargo,
siempre te tenido un corazón para dar. Y Dios me sentó por
alrededor de cuatro años recientemente, y no ministré en ninguna
parte a ninguna persona, excepto a algunos individuos, y cuando me
liberó para ministrar Él
me dijo, “siempre recuerda: Yo di mi máximo. De este modo cuando
vayas a una iglesia, cuando vayas a una casa, a donde quieras que
vayas, ve a dar. Trata de dar aún más de lo que puedas recibir”.
Hoy,
Dios tiene un liderazgo en la tierra que dará. La gente me dice todo
el tiempo, “hermano, te cuesta dinero hacer esas cintas; y además,
si las vendieras, eso te capacitaría para tener las finanzas para
cumplir la voluntad de Dios en tu vida”. Y respondo, “lee
Apocalipsis, capítulos 17 & 18, por favor“, porque los
principios de Babilonia, los principios del mundo, los principios de
nuestro así llamado Cristianismo son aquellos de comprar
y vender,
y los principios del Reino son dar
y recibir.
Nunca le digo a nadie, “no recibiré de ti”. Si me quieres
escribir un cheque por un millón de dólares, te diré, “¡gracias,
hermano!” y lloraré y agradeceré a Dios. Pero si
tratas de comprar algo de mí, no te lo venderé.
No está de acuerdo a los principios del Reino. ¡Escúchame,
Iglesia! Nuestras iglesias tienen que ser traídas dentro de la
conciencia del Reino y de la vida del Reino. Si nuestras iglesias
fueran iglesias dadoras, más que recibidoras, las llenaríamos. ¡No
pudiéramos sostener toda la gente! Dios dio SU máximo. Por lo
tanto, Pastor, sí tu gente no está dando, no culpes a la gente.
Si,
Dios quiere cerrar mi ministerio, todo lo que tiene que hacer es
retirarme todas las finanzas, y no podré ministrar, porque no tengo
nada que vender, no tengo otra forma de soportar mi ministerio fuera
de trabajar físicamente. (Lo hacemos, pero no es suficiente para
soportar un ministerio. Lo máximo que mi esposa y yo podemos hacer
juntos es poner alrededor de $200 al mes dentro de nuestra cuenta de
ministerio para continuar adelante produciendo libros y cintas, pero
esto no es nada). Así que sí llegó a una encrucijada con Dios y si
Él quiere cerrarme, puede simplemente cerrar las finanzas, y no
podré ministrar. Retaría a cada pastor y a cada ministro: ¡Deja a
Dios hacer esto en tu vida!
Una
de las cosas claves que Dios necesita revelarnos a nosotros es que
los beneficios del Calvario son nuestros sin importar nuestra
condición. ¡No puedo enfatizarlo más! Sí tu eres una prostituta,
un homosexual, si estás lleno de lujuria, envidia, orgullo, celos,
lo que sea, todo lo que necesitas aprender es como tocar a Dios. Pero
aún, a causa de nuestra enseñanza cristiana, hemos pensado que eso
es imposible. ¡No podemos ser homosexuales y tocar a Dios! ¡No
podemos estar llenos de lujuria, no podemos cometer adulterio y tocar
a Dios! Pero la verdad es, ¡que si tú eres un adúltero o eres un
homosexual, y nunca has tocado a Dios, nunca cambiarás!
Algunas
veces toma
años
para que la transformación ocurra en nuestras vidas. El apóstol
Pablo dice, (2 Co. 4:6) “por
el cual provoca que no desmayemos; pero aunque nuestro hombre
exterior perece, sin embargo nuestro hombre interior es renovado día
a día”.
La palabra “renovado” (Strong’s 341: causar crecimiento, nuevo,
hacer nuevo). Thayer dice que esto significa:
Nueva
fuerza y vigor es dado a alguien.
Ser
cambiado dentro de una nueva forma de vida opuesta a la forma previa
de estado corrupto.
Esta
renovación es
un proceso,
no un cambio inmediato. No importa cuán carnal tú pienses que seas,
si
continúas hambriento y sediento de Dios, serás renovado día a día.
Todas las cosas en la vida toman tiempo. Primero tienes una semilla,
entonces una pequeña hoja, y finalmente una espiga de trigo. Somos
la semilla de Dios. Su semilla esta creciendo en medio de la
carnalidad, y finalmente
la semilla de Su vida crecerá y consumirá todo lo que no sea Dios
en nosotros. Esto es un trabajo de gracia, no un asunto de esfuerzo
propio o voluntad natural.
“Así
pues, no depende de que el hombre quiera o se esfuerce, sino de que
Dios tenga compasión” (Romanos 9:16).
Como
anteriormente mencioné, hemos heredado patrones de hábitos de
nuestros antepasados. Los pecados de nuestros padres han visitado a
los hijos por generaciones, y no es una cosa espiritual, es una cosa
natural. Aquellas cosas tienen que ser transformadas (reconozco, que
en algunos casos puede haber un espíritu y debe ser
expulsado, y puedes ser liberado). Pero en la mayoría de los casos,
son patrones de hábitos los cuales se han desarrollado,
algunas veces por generaciones, y que tú has heredado. Esa es la
razón por la cual estoy lleno de lujuria; lo heredé simplemente
como una enfermedad se hereda. Y sabes, no podemos recibir nada
de Dios excepto a través de los ojos de la fe. Si estás bajo
culpa y condenación, es imposible para ti recibir de Dios, porque
sientes que mereces lo que tienes. Y de nuevo, el cristianismo
nominal te enseñará. Mereces lo que tienes, ¡mira lo que estas
haciendo! Te llamas a ti mismo Cristiano, y estas allí afuera
bebiendo y fumando y yendo al cine y haciendo todas esas cosas. Pero
lo que tú necesitas es transformación y no condenación.
Una
de las primeras cosas que te ayudarán, es tener la revelación de
que Dios y el hombre son uno (Nota
administrador:
creemos que esto es así de los nacidos de nuevo, no de todos los
hombres).
Y quiero explicarte un poco más sobre lo que quiero decir cuando
digo esto, porque he estado recibiendo cartas recientemente de la
gente (y esta gente no es crítica; ellos son gente que me ama y no
me han conocido por mucho tiempo, pero que han venido a amar el
ministerio que tengo). Ellos me dicen cosas como esta: “Tú nunca
deberías decir que Dios y el hombre son uno, porque la gente del
movimiento de la Nueva Era, y esta cosa del mundo-único religioso
que esta ocurriendo fuera están diciendo algunas de las mismas cosas
que tú estás diciendo. Por lo tanto, si tú usas esta terminología,
deberías ser algo cuidadoso, porque pertenece a la Nueva Era. Pero
si la gente de la Nueva Era está proclamando la verdad, si un monje
budista está hablando alguna verdad, entonces ¿yo no debo hablar
esa verdad porque alguien pensará que soy un monje, o un hinduista,
o un budista, o de la Nueva Era? ¡Tengo que hablarlo, porque es la
verdad! Dios y el hombre son uno. Está a lo largo de toda la
Escritura, pero veamos solo unos pocos versículos (Estos son todos
versículos muy familiares, pero de nuevo, no hemos tenido revelación
sobre cosas básicas, escriturales, prácticas).
En
Juan 15:5, Jesús dijo, “Yo
soy la vid, vosotros las ramas”. Dibuja
eso en tu mente. Mira a la vid que tiene ramas. ¿Son las ramas y la
vid dos entidades separadas? No lo creo así; ellas son una. Ahora
eso
no hace a la rama la vid,
pero es parte de ella, y la misma vida fluye a través tanto de la
vid y de las ramas. Eso es por lo que digo una y otra vez de nuevo
que creo con todo mi corazón que yo
y mi Padre somos uno. Pero yo no soy mi Padre. No soy Dios. Sin
embargo. Heredé los trazos de Dios, mi Padre, así como heredé
rasgos naturales de mi padre natural,
y soy humano porque tengo una vida humana. Si verdaderamente Jesús
vive en mí, como el apóstol Pedro y otros nos han dicho en el Nuevo
Testamento, la vida Divina y la naturaleza de Dios están en mí,
entonces ¿cómo no pudiera yo ser uno con Dios?
El
problema es que nos identificamos con el lado humano, porque estamos
en ese estado caído, en tinieblas, teniendo nuestros ojos en
oscuridad, siendo alienados de la vida de Dios que está en nosotros.
Este es el único problema. Jesús dijo que debemos nacer de nuevo,
porque hay un nacimiento natural que está siempre halándote hacia
abajo de regreso a la tierra. Pero él que es nacido del Espíritu es
espíritu, lo cual significa que esa parte de ti, la cual es
regenerada y vuelta a nacer, es el espíritu en ti, y el espíritu
está siempre ascendiendo y elevándose hacia arriba. ¡Aquí es
donde el conflicto llega! La vida del hombre natural está siempre
descendiendo a la tierra, tratando de llevarte abajo, pero tú
espíritu esta siempre queriendo ascender.
Otra
cosa que no hemos entendido es que cuando naces de nuevo tú eres
como un pequeño bebé. No importa si tienes cien años de edad
cuando naces de nuevo, el nacimiento espiritual es como el nacimiento
natural. ¡Pero tomamos a los bebés espirituales y tratamos de
hacerlos actuar como Dios Padre! Y ellos son solo bebés. Los
bebés necesitan solo una cosa: ser alimentados apropiada y
cuidadosamente. No puedes enseñar a un bebé sobre el diezmo,
pero lo puedes alimentar, y si lo alimentas apropiadamente, si tú
nutres tus bebés apropiadamente, ellos puede que nunca entiendan el
principio de diezmar pero ellos serán dadores. ¡Oh, ellos lo serán!
(Juan
17:11) “Yo no voy a seguir en el mundo, pero ellos si van a seguir
en el mundo, mientras que yo me voy para estar contigo. Padre santo,
cuídalos con el poder de tu nombre, el nombre que me has dado, para
que estén completamente unidos como tú y yo”.
¿Cómo son uno Jesús y el Padre? El apóstol Pablo nos dice que la
plenitud del Dios trino, la plenitud de todo lo que Dios es, habita
en una forma corporal en el hombre Jesús. Entonces Jesús tiene la
audacia de orar, “Padre,
así como somos uno, que ellos sean uno”.
Ves, si tienes está revelación, tus problemas han terminado, pero
la mayor herramienta que tiene el enemigo hoy en los círculos
cristianos es el miedo; porque, hermanos, “en
los últimos días habrá espíritus que seduzcan y doctrinas de
demonios”.
Si tú estás en ese sistema de la iglesia hoy y estás afianzado en
el mismo, has sido seducido, terriblemente seducido, y ni siquiera lo
sabes. La mentira y la seducción llegaron incluso antes de que los
apóstoles murieran.
(Juan
17:20-21) “No te ruego solamente por éstos, sino también por los
que han de creer en mí al oír el mensaje de ellos. Te pido que
todos ellos estén completamente unidos, para que el mundo crea que
tú me enviaste”. Ahora,
quizás no podamos creer en estas palabras, porque miramos con
nuestros ojos a lo que está allí afuera en el sistema del
Cristianismo. No hay unidad. Tú puedes decir, “hermano, no estoy
en oscuridad”. Pero, ¿eres tú bautista y estás afianzado en la
tradición bautista? ¿Eres luterano y estás enraizado en la
tradición luterana? ¿Eres pentecostal, enraizado en una tradición
religiosa? ¡Entonces estás en la oscuridad! Pentecostés
acabó, y la gente ni siquiera lo sabe.
Lo que se está produciendo afuera para la mayoría en ese nombre es
un fraude. Los “profetas” llegan y revelan a casi todos en la
iglesia cosas acerca de sus vidas, y como la gente permanece en
oscuridad, pero la gente no se da cuenta que es una habilidad
natural. Para cualquiera que se vuelva espiritual, el discernimiento
es una cosa natural. Tú no puedes estar en mi presencia mucho tiempo
sin que yo no te discierna. Pero para mi utilizar el discernimiento
que tengo sobre ti y profetizarte de vuelta no es correcto. (Lo
pudiera decir más duro, pero no lo haré). Me encantaría tener un
cuarto lleno de “profetas” alguna vez, y me gustaría
preguntarles “¿qué harían ustedes si Dios les quitara ese don?
Si ustedes van a la iglesia y no tienen nada más que ofrecer a
cualquiera sino la Palabra de Dios. ¿Cómo les iría?” Ahora me
doy cuenta que hay muchos profetas en la tierra, y que hay algunos
que tienen madurez y algunos realmente tienen una palabra del Señor.
Pero para la mayoría, es un fraude.
Y
hemos escuchado alguna otra cosa que suena tan humilde. Fui enseñado
como un joven cristiano,
“Hermano,
se cuidadoso, se cuidadoso. Nunca toques la gloria de Señor. No
toques eso. ”Y una vez leí, “La
gloria que me diste, se la he dado a ellos, para que puedan ser uno”
(Juan 17:22) ¿Qué
es la gloria? La mayoría de la gente no sabe lo que es. La gloria de
Dios es la expresión de Dios. Donde quiera que Dios es expresado,
ahí está Su gloria. EL dijo, “Les he dado a ellos Mi gloria”, y
el mismo Espíritu que estaba en el Señor Jesús está ahora en ti y
en mí! Pero no lo sabemos. ¡Oh, nos lo enseñaron, pero no lo
conocemos! Nuestros predicadores no querían ni siquiera que lo
entendiéramos, porque si lo hiciéramos, la mayoría de ellos se
quedarían sin trabajo.
¿Tú
sabes cual es mi trabajo como ministro? Si yo soy un líder, mi
principal función sería enseñarte y educarte en tu conciencia y
habilidades de Dios para que así no necesites por más tiempo mis
servicios, y yo pueda ir hacerlo a otro sitio ¿Dónde están los
hombres y mujeres de Dios que están en capacidad de ministrar no por
la letra sino por el Espíritu del Dios Viviente, para escribir sobre
sus corazones y provocar que se levanten y se ministren unos a otros?
La mayoría de la gente de Dios nunca ha tenido una visión apropiada
de la Iglesia. Todos hemos visto esto en Apocalipsis 17 (ve y lee
esto, por favor): ¡Misterio, Babilonia, esa Madre de Rameras! Y tú
dices, “¡Pero Hermano, hay santos preciosos allí afuera! Si, los
hay, y dice en Apocalipsis 17 que el Misterio, Babilonia, esa madre
de las Rameras, está cubierta con oro, plata y piedras preciosas, lo
cual simplemente significa que aquellas son las características de
Dios. El oro es la vida y la naturaleza Divina; la plata es la
redención; las piedras preciosas significan el poder transformante
de Dios. Sí, hay santos preciosos allí afuera, pero ellos no han
traído a nadie fuera de la oscuridad y no los han traído a una
liberación y libertad completa en el poder del Espíritu. No hemos
tenido muchos hombres en esta era y generación para edificar a los
santos de Dios a fin de ministrarnos unos a otros.
No
hay condenación en lo que estoy diciendo aquí, pero si
vas a la misma iglesia por veinte años, diez años, cinco años... y
estás sentado en la silla escuchando a el mismo hombre predicar,
¡estás en oscuridad!
Y no me importa cuanta luz ese hombre tenga, porque si somos
ministros capaces, no por la letra sino por el espíritu, la gente no
puede permanecer igual. Algunos de los ministerios más grandes han
tenido a la misma gente sentada en los bancos por años escuchando al
mismo hombre predicar el mismo mensaje. Si un hombre o una mujer
están ministrando por el Espíritu ellos traerán maná fresco. Una
palabra del Señor ministrada por el Espíritu entrará a tu corazón,
y si tú estás hambriento de Dios, te nutrirá y edificará. Sí,
por el contrario, todo lo que tú estás recibiendo es conocimiento
en el intelecto, pensarás que estas progresando, pero tu vida no
cambiará. Pablo le dijo a los Corintios, “Y
se ve claramente que ustedes son una carta escrita por Cristo mismo y
entregada por nosotros; una carta que no ha sido escrita con tinta,
sino con el Espíritu del Dios viviente; una carta que no ha sido
grabada en tablas de piedra, sino en corazones humanos”(2 Co. 3:3).
Cuando
ministrábamos en la Iglesia en Fall Creek, acostumbraba a decir a la
gente, “No me importa cual es tu problema, por favor ven y
participa. Siéntate y observa tu vida cambiar. Y si tu vida no
cambia, nunca te condenaré, nunca vendré a ti y te diré que no
puedes ser homosexual, pero ¿sabes lo que haré? Te ministraré;
oraré por ti; clamaré por ti, y tú serás liberado. ¡Serás
transformado por El Espíritu del Dios Viviente!”
Algo
bueno está viniendo. Dios tiene hombre y mujeres sobre esta Tierra
esperando traer el mensaje al pueblo de Dios. Bill y Elaine Cook son
una pareja. Larry y Betty Hodges son otra pareja. Ellos están en
todas partes y han sido considerados poca cosa por la Iglesia. Ellos
tienen las riquezas, los misterios del evangelio para revelar, pero
son absolutamente anti-sistema. Estamos por la gente. Decimos
desesperadamente, “¡Oh Dios, trae a tu gente fuera de la
esclavitud! ¡Dios, trae tu gente fuera de la oscuridad!” No es la
gente; es la cosa en la que están atrapados. E incluso muchos de los
pastores tienen un buen corazón. Ellos ni siquiera lo saben pero
también están en la oscuridad.
Otro
concepto continua surgiendo allí afuera, por parte de la iglesia del
mundo, y es el de que Dios va otra vez a levantar a La Iglesia
Apostólica. Los hombres están colocándose ellos mismos en
autoridad, diciendo, “¡Mejor que seas cauteloso, santo, porque los
días de Ananías y Sáfira están regresando!” Ellos quieren que
temas su autoridad. Es una desgracia absoluta para el Reino de Dios
el de que un hombre ejercite la autoridad sobre ti como creyente.
Aquel que tiene verdadera autoridad espiritual nunca la ejercitaría
sobre otro creyente. (1JUAN
2:27) “Pero ustedes tienen el Espíritu Santo que Jesucristo les ha
dado, y no necesitan que nadie les enseñe, porque el Espíritu mismo
les enseña todas las cosas, y sus enseñanzas son verdad y no
mentira. Permanezcan unidos a Cristo, conforme a lo que el Espíritu
les ha enseñado”. Esta
es la verdad. Incluso aunque cada palabra que estoy hablándote sea
verdad, ¡no la escuches hasta que lo escuches hablar a Él! ¡Tienes
que darte cuenta que dentro de ti está la unción, dentro de ti está
el movimiento, dentro de ti está el Espíritu resucitado del Dios
viviente, y Él te hablará! No importa cual es tu condición de
vida, si eres un rey o una prostituta, Dios te hablará y en
Su hablar está el poder transformador para convertirte en un hijo o
hija de Dios.
(Ga.
3:1) “ ¡Gálatas estúpidos! ¿quién los embrujó? En nuestra
predicación hemos mostrado ante sus propios ojos a Jesucristo
crucificado”. Pablo
está diciendo “¿no se han dado cuenta que Jesucristo ha sido
mostrado crucificado entre ustedes? ¿No se han dado cuenta que no
hay absolutamente nada que necesiten hacer?
Ahora alguien puede decir, “bien, hermano, yo predico a Jesucristo
y a este crucificado”. Mi respuesta sería “sí, pero
conjuntamente con eso traes todas tus reglas y ordenanzas, y tus
“debes hacer” y “no debes hacer”. ¡Jesucristo crucificado es
el fin del mensaje! No hay una sola cosa que tú puedas agregar a eso
para hacerlo mejor; este es el final del mensaje. Jesucristo
crucificado, enterrado, y resucitado, y esto es el Evangelio, y esto
es lo que te cambiará y te traerá vida.
(Gálatas
3:2-3) “Solo quiero que me contesten a esta pregunta: ¿Recibieron
ustedes el Espíritu de Dios por obedecer a la ley de Moisés o por
haber creído en el mensaje que oyeron? ¿Tan estúpidos son ustedes,
que habiendo comenzado con el Espíritu quieren ahora terminar con
esfuerzos puramente humanos? ¿Habéis sufrido muchas cosas? ¿Habéis
sufrido por mucho tiempo esta esclavitud? ¿Ha sido todo en vano?”
(Ga. 3:4-5) ¿Tantas buenas experiencias para nada? ¡Imposible que
haya sido para nada! Cuando Dios les da su Espíritu y hace milagros
entre ustedes, ¿por qué lo hace? No porque ustedes cumplan lo que
la ley manda, sino porque creen en el mensaje que han oído”.
Escucha.
Si
hubiera tenido que ministrarte porque cumplí el estándar de la Ley,
¡no hubiera tenido oportunidad! Si la calificación para ministrar
es ser uno que está plenamente transformado y en la semejanza de
Dios, yo fracaso miserablemente.
Eso
no es así. Es porque he visto algo de Dios, y porque he visto algo
de Dios he tenido contacto con el Espíritu del Dios Viviente que me
ha energizado y ha traído alguna transformación a mi vida. ¡Eso es
lo que me califica para ministrar! No es el resultado de ir a
escuelas Bíblicas.
William Law dijo hace muchos años atrás que El Cristianismo dirige
las escuelas bíblicas, pensando que ellas pueden desvestirte de Adán
y vestirte de Cristo. Esto no es lo que ocurre en las escuelas
bíblicas. Tú vas a una escuela bíblica lleno del Espíritu de
Dios, y saldrás sistematizado. Tú serás enseñado de como
predicarle a la gente, pero no como contactar a Dios, porque los
maestros no saben ni siquiera hacerlo ellos mismos. Tu sabrás como
hacer todo tal como lo deberías hacer, pero no sabrás como
contactar a Dios en verdad y en Espíritu. (Otra vez, he hecho una
declaración en negro: estoy seguro que hay escuelas del Espíritu
que son maravillosas).
(Ga.
3:7-11) “Por lo tanto, ustedes deben saber que los verdaderos
descendientes de Abraham son los que tienen fe. La escritura, viendo
de antemano que también entre los no judíos iba Dios a librar de
culpa a los que tuvieran fe, había anunciado a Abraham esta buena
noticia: 'Todas las naciones serán bendecidas por medio de ti'. De
manera que los que creen, son bendecidos junto con Abraham, que
también creyó. Quienes ponen su confianza en la ley de Moisés,
están bajo maldición porque la Escritura dice: 'Maldito sea el que
no cumple fielmente todo lo que está escrito en el libro de la ley'.
Por tanto, está claro que nadie queda libre de culpa por hacer lo
que manda la ley; pues la Escritura dice: 'El justo vivirá por la
fe'. Tú verás cristiano, si puedes parar de fumar, si puedes parar
todo tipo de lujuria, sí puedes parar de hacer todo lo que piensas
que tú no deberías hacer, no serás mucho mejor, sí tú no tienes
la sustancia y la realidad de Dios formada en tu vida. (Ga. 3:12)
“Pero la ley de Moisés no es cuestión de fe, sino que dice: “El
que cumpla la ley, vivirá por ella”.
Nota
que “Cristo
nos ha redimido de la maldición de la ley” (Ga. 3:13).
Estoy seguro que todos ustedes me pudieran decir cual era la
maldición de la Ley. Básicamente, era pobreza, enfermedad y muerte.
Ahora, ¿por qué la maldición de la Ley te vino a ti? ¿Cómo
viniste bajo la maldición de la Ley en primer lugar? ¡Por no
caminar de acuerdo a la Ley! Porque la ley dice que si tú haces
cumples esto, serás bendecido, pero si fallas en hacerlo, serás
maldecido. La Ley fue lo mejor que Dios pudo traer al hombre en ese
momento, porque Jesús no había venido todavía y el Espíritu Santo
no había sido aún dado. El hombre tuvo que tener una guía en su
vida natural para mostrar la diferencia entre lo santo y lo impío.
Era una Ley espiritual, pero somos naturales, vendidos al pecado por
Adán. La Ley fue para traer conciencia del pecado, no para
condenarte, sino para hacer que te des cuenta que es imposible
guardar la Ley. Dice en Deuteronomio 28:15 que si tú no guardas la
Ley entera, si tú no guardas todas las palabras de este pacto, todas
estas maldiciones vendrán sobre ti—todas esas plagas, toda la
pobreza, todas las enfermedades, todos los males vendrán sobre ti.
Entonces
Pablo dice en el Nuevo Testamento, “Hermanos y hermanas, Cristo nos
ha redimido de la maldición de la ley”. Bien ¿Qué significa
esto? Esto significa que sí rompo la Ley por que soy ignorante, no
sufro la maldición, porque Él me redimió de ella. El dijo, “tus
pecados, tus iniquidades removeré. Yo ni siquiera los recordaré”.
Tú puedes decir, “Espera un minuto. Tú no eres ignorante si tú
eres salvo”. ¡Oh tú si lo eres! Déjame decirte algo: si tú no
estuvieras en algo de ignorancia, si tú no estuvieras en algo de
ceguera, tú no estarías viviendo una vida de acuerdo a la carne, y
no tendrías estos hábitos y complejos en tu vida. Si ellos están
allí, es porque tú estás en ignorancia. Ignorancia solo significa
que tú no sabes. Cristo nos redimió de la maldición de la Ley.
Tú
dices, “Hermano estoy predicando un Evangelio de liberación”. Y
yo digo, ¡Aleluya! ¿Por qué son así
las
cosas cuando “Cristo te ha redimido de la maldición” en la
Palabra? Si estuviéramos caminando correctamente de acuerdo a la
Ley, no nos tendríamos que preocupar sobre la maldición de ninguna
manera. Pablo dice que Él te ha redimido de esa maldición, Cristo
te ha redimido de recibir la maldición de la Ley, porque hay cosas
en tu vida que no deberían estar allí, tú tienes problemas y
complejos y lujuria, cualquier cosa con la que estés luchando. Esa
es la gente que lo necesita, no el justo. (Yo nunca he escuchado este
Evangelio predicado en la iglesia—nunca).
(Ga.
4:21-26) “Díganme una cosa ustedes, los que quieren someterse a la
ley de Moisés: ¿acaso no han escuchado lo que esa ley dice? Pues
dice que Abraham tuvo dos hijos: uno de una esclava, y el otro de su
propia esposa, que era libre. El hijo de la esclava nació según las
leyes de la naturaleza (la
persona natural carnal);
pero el hijo de la libre nació para que se cumpliera lo que Dios
había prometido. Esto tiene un profundo sentido; las dos mujeres
representan dos pactos: uno es el del monte Sinaí, y está
representado por Agar, los que pertenecen a este pacto nacen para ser
esclavos…
(Escucha, y por favor recuerda esto: en cualquier momento que
escuches a un hombre, y no me importa cuales sean sus intenciones,
que comience a enseñarte los principios de la Ley, tú simplemente
has abandonado el Evangelio e ido tras la esclavitud)… Pues
Agar, en efecto, representa el monte Sinaí, en Arabia, que
corresponde a la actual Jerusalén, ya que esta ciudad está sometida
a la esclavitud junto con sus hijos. Pero la Jerusalén celestial es
libre, y nosotros somos suyos”
.
La
iglesia del primogénito es aquella que ha sido regenerada y nacida
del Espíritu del Dios Viviente. No hay Ley para ti—¡ninguna! ¡La
única Ley que necesitamos es la ley del Espíritu de vida en Cristo
Jesús! Como hemos visto, el nacimiento natural está siempre
jalándote para abajo; esa es la ley de la vida, la ley de la vida
humana, esa genera esclavitud. La ley del sistema religioso genera
esclavitud, porque están tratando de llevarte a vivir piadosamente
indicándote qué
y cómo
hacerlo. Pero el Espíritu del Dios Viviente que está dentro de cada
uno de nosotros es libre de la esclavitud de la Ley. ¡Tú eres libre
de ser quien tú eres! Y voy a decir esto: Si eres un homosexual,
eres libre de ser quien eres. Y si estuviera pastoreando una iglesia
y quisieras venir a mi iglesia, te diría, “¡por favor, ven!” El
único requisito que te pediría para venir a mi iglesia es que
tengas un corazón que quiera ser transformado en su Semejanza.
La
Escritura dice en el versículo 30 de Gálatas 4, “Echa
afuera a la esclava y a su hijo, porque el hijo de la esclava no
puede compartir la herencia con el hijo de la libre”. Expulsa
a la esclava. Esa es la razón por la que el juicio esta viniendo. El
juicio ya está comenzando. Tú vas a comenzar a ver ese misterio de
ramera, ese Misterio de Babilonia, la madre de las rameras, comenzar
a caer, porque Dios ha levantado hombres y mujeres que entienden SU
corazón ahora y pueden traer juicio justo a Su gente.
Recuerda
lo que compartí contigo antes: “Nuestro
Dios es un fuego consumidor”. Hay
un versículo que dice, (Mal 3:2) “Pero
¿quién podrá resistir el día de su venida? ¿Quién podrá
entonces permanecer en pie? Pues llegará como un fuego, para
purificarnos; será como un jabón que quitará nuestras manchas”.
Y
cuando Dios comience a brillar sobre ti, el fuego de Su Santo
Espíritu comenzará a arder dentro de tu ser.
(Profecía):
Y les digo a ustedes que yo encenderé dentro de ustedes el Espíritu
del Dios Viviente, y todo lo que está en su carácter natural, todo
lo que sea anticristo, todo lo que les impida, será consumido cuando
ustedes por el Espíritu del Dios Viviente entren en Mi presencia.
Liberaré desde lo más profundo del ser de Mi Gente el fuego del
Dios Vivo. Y les digo a ustedes, el fuego ascenderá, y quemará cada
área, cada avenida de su pensamiento y cerebro, y ese fuego de mi
Espíritu quemará, quemará y quemará y quemará. Mi fuego quemará
toda impureza. Porque ustedes verán, si son echados en el fuego de
mi Presencia, nada saldrá afuera de ese fuego sino el oro puro y la
plata y la transformación del hombre interior. Así que yo les digo
Mi Gente, Vengan a Mí. Vengan a Mí sin ningún sentido de miedo o
inferioridad o condenación. Les digo a ustedes, vengan a Mí, vengan
a Mi Presencia. Dense cuenta que ya no hay condenación, porque en la
cruz del Calvario la deuda por cada pecado y cada desobediencia fue
completamente limpiada y aniquilada, y hoy el Dios del universo les
dirá a ustedes que no son culpables, que ustedes son libres. No son
libres para vivir de acuerdo a la carne; no son libres para continuar
en esclavitud; sino que ustedes son libres para entrar en Mi
Presencia sin ningún sentimiento de miedo, culpa o inferioridad,
porque he derramado la sangre, la sangre del Cordero que fue inmolado
desde antes de la fundación del mundo ya ha pagado el precio por
cada desobediencia. Regresen a Casa.
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