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Autor: Dr. Stephen E. Jones
https://godskingdom.org/blog/2024/01/from-the-river-to-the-sea/
La bandera israelí presenta dos líneas azules, una encima y la otra debajo de la estrella de seis puntas. Estas líneas representan “el río” (Éufrates) y “el mar” (Mediterráneo). Son alegóricas del reclamo israelí sobre este territorio.
El Primer Ministro israelí Netanyahu siempre ha trabajado para lograr este objetivo y es por eso que siempre ha rechazado la solución de dos estados. Ahora está siendo abierto al respecto y dice:
“Este conflicto no se trata de la falta de un Estado de palestinos sino de la existencia de un Estado judío”, dijo, según una traducción de i24News. “Cada área que evacuamos, recibimos un terror terrible… y por eso aclaro que en cualquier acuerdo, en el futuro el Estado de Israel tiene que controlar desde el río hasta el mar”, continuó, repitiendo una frase que los partidarios israelíes han afirmado que es un llamado al genocidio cuando la utilizan los partidarios pro palestinos.
"Esto es lo que sucede cuando tienes soberanía", dijo Netanyahu. “Les digo a mis amigos estadounidenses que dejen de intentar imponernos una realidad que nos pondrá en peligro. Un primer ministro de Israel tiene que poder decir “no” incluso al mejor de los amigos”.
Netanyahu siempre se ha opuesto a una solución de dos estados, que fue la base de la Resolución 181 de la ONU en 1947. Los israelíes estuvieron felices de abrazar esa Resolución siempre que pudieran ignorar la mitad de ella. Se niegan a permitir cualquier patria para los palestinos. Los colonos israelíes regularmente acaparan más tierras palestinas y luego afirman que cualquier palestino que se oponga a esto es un terrorista. El gobierno israelí dice que esos asentamientos son ilegales, pero se niega a hacer cumplir sus propias leyes.
Esta negativa a reconocer ningún territorio para los palestinos es un viejo problema que ahora está captando la atención del mundo en su conjunto. El mundo ahora reconoce que es el gobierno israelí el que se niega a implementar la Resolución 181 de la ONU, y docenas más a lo largo de los años.
En 1948, los sionistas cristianos se regocijaron por la aprobación de la Resolución 181 y la apoyaron incondicionalmente. Pero luego la criticaron porque “dividió Mi tierra”, que (dijeron) debería haber ido enteramente a los israelíes. Los palestinos deberían haber sido expulsados del río al mar y sus tierras deberían haber sido entregadas a un inmigrante judío. Pero eso no era parte del trato.
Desde un punto de vista bíblico, el pasaje más cercano que puedo encontrar a la condena de Dios por dividir Su tierra es en Ezequiel 36: 5, donde encontramos a Dios condenando a los edomitas por dividirse la tierra entre ellos.
5 Por tanto, así dice el Señor Dios: “Ciertamente en el fuego de mi celo he hablado contra el resto de las naciones, y contra todo Edom, que se han apropiado [natán, “dotado”] para sí de mi tierra como posesión, con alegría, de todo corazón y con desprecio de alma, para dejarla como presa”.
Por lo tanto, la profecía dice que no fueron los palestinos quienes se dividieron la tierra, sino Edom. Todo lo que uno tiene que hacer es rastrear la historia de Edom para ver el cumplimiento moderno de esto. Además, Dios aquí condena al “resto de las naciones” junto con “todo Edom”, sin decirnos específicamente por qué esas otras naciones fueron cómplices de esto.
La respuesta parece ser que las naciones en cuestión estaban representadas por la propia ONU, que aprobó la Resolución 181 dividiendo la tierra entre Edom y los palestinos. De ahí que se la conozca como la Partición de Palestina. Ahora que Esaú-Edom ha demostrado ser indigno de poseer la primogenitura y de no producir los frutos del Reino, las naciones están reconsiderando la Resolución 181.
La resolución 181 ya está muerta, ya que fue incumplida hace mucho tiempo, pero me pregunto si tal vez la ONU aprobará otra resolución para derogar la 181 por completo. Mientras sigan intentando hacer cumplir la 181, fracasarán debido a la oposición israelí. Los propios israelíes han acumulado tal historia de atrocidades que es prácticamente imposible que los dos Estados coexistan en este momento. La resolución 181 lleva mucho tiempo muerta y ahora apesta.
He escrito muchas veces que la solución de Dios es destruir Jerusalén (Jeremías 19: 10-11; Isaías 29: 1-6) para que nadie se quede con la tierra (Isaías 29: 7-8). Isaías profetiza que Dios mismo guiará a los ejércitos extranjeros a sitiar Jerusalén (“Ariel”), y después de que haya sido arrasada, esos mismos ejércitos encontrarán que sus propios sueños no se han realizado. En mi opinión, Isaías 29: 5-6 describe un evento nuclear, en cuyo caso, la lluvia radiactiva haría que la tierra fuera inhabitable.
Medio Oriente parece estar en la vía rápida hacia el desastre. Creo que 2024 será el año culminante que cambiará el curso de la historia y verá el establecimiento de un orden mundial más equitativo conocido como el Reino de Dios. El orden mundial sionista pronto terminará y viviremos mil años de paz.
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