Examinen todo y retengan lo bueno, especialmente eso de ordenar, declarar o decretar, cuando no estén ciertos de que han oído a Dios claramente al respecto. Puede que las palabras proféticas que publicamos sean palabras de Dios para alguno de los que hacemos o los que siguen este blog. Son palabras que a nuestro entender pueden encajar con el kairos (tiempo o sazón propicio) general y/o personal que nosotros pensamos que está aconteciendo. Puede que también sean oportunas para los kairos personales de sus propias vidas en el Señor. Pero seamos especialmente cautos en la apropiación personal de las palabras proféticas; sobre todo cuando sean muy complacientes con nuestros deseos y gustos carnales. Pidamos discernimiento para saber si Dios las está usando para confirmar lo que Él ya nos ha estado hablando/haciendo en nuestras vidas. Así evitaremos equivocaciones y frustraciones innecesarias con los tiempos de Dios, por tratar de escoger aquello que queremos oír en lugar de lo que necesitamos oír.
Igualmente, queremos dejar constancia de que hay veces, y desgraciadamente no pocas, en que los dones del profeta no van acordes con la maduración de su carácter; por esa razón, la publicación de palabras proféticas de diferentes personas en este sitio, no significa que forzosamente estemos de acuerdo con sus ministerios o prácticas ministeriales y/o personales.
JOSÉ
Hay una historia en el Antiguo Testamento sobre el profeta Elías y su sucesor, quien se convirtió en el profeta Eliseo.
Eliseo comenzó su ministerio como siervo de Elías cuando un día estaba en el campo arando con doce yuntas de bueyes.
Elías se acercó a Eliseo y echó sobre él su manto. Esta fue la primera vez que Elías pasó su manto a Eliseo. La segunda vez fue para la unción de la doble porción cuando subió en un torbellino.
Después de una temporada en la que Eliseo había servido a Elías, el Señor vino a llevarse a Elías. Eñías le preguntó a Eliseo; ¿qué puedo hacer por ti antes de que me lleven?
Eliseo respondió; Quiero una doble porción de tu Espíritu (unción). Esta palabra para espíritu en el contexto hebreo original es “rûaḥ”, que significa aliento, viento y espíritu. Se refiere al aliento vivo de Dios.
Otras definiciones son: espíritu profético, Espíritu de Dios, y tercera persona del Dios trino, Espíritu Santo, coeterno con el Padre y el Hijo.
Elías respondió: si me ves cuando me quiten de vosotros, así será. Elías viajó a varios pueblos pidiéndole a Eliseo que esperara atrás cada vez, pero él se negó e insistió en permanecer cerca de Elías.
Entonces llegó el día. Un carro de fuego con caballos de fuego apareció y lo separó de Elías, pero él no quitó los ojos de Elías mientras subía al cielo en un torbellino. El manto de Elías cayó al suelo y Eliseo lo recogió.
Lo primero que hizo Eliseo fue tomar el manto, golpear el agua y decir: “¿Dónde está el Señor Dios de Elías?” Cuando lo hizo, el agua se dividió y Eliseo cruzó.
Recibió la doble porción. Ahora tenía un ministerio de milagros, señales y prodigios. Pero note que el ministerio de Eliseo no comenzó hasta que terminó el ministerio de Elías.
Incluso después de que Eliseo murió y fue sepultado, un hombre resucitó de entre los muertos cuando su cuerpo tocó los huesos de Eliseo al arrojarlo a su tumba (2º Reyes 13: 21)
Muchos de ustedes han pasado por una gran angustia y todavía están de luto por la pérdida de profetas, mentores o seres queridos que han ido a estar con el Señor en los últimos años.
Todavía están mirando hacia arriba preguntándose por qué se llevaron a Elías. El Señor me mostró hace dos años que los Eliseo-s que han estado siguiendo a los Elías (que han sido arrebatados) van a recibir una doble porción de su manto (unción).
Los hijos e hijas proféticos sucederán en los ministerios a sus mentores espirituales en los próximos días.
Habrá una aceleración de esa misma unción que fue puesta sobre nuestros mentores y sus techos serán nuestros suelos.
Se está liberando un Manto de Autoridad Profética. Se están levantando Voces Proféticas en todo el país y en todo el mundo. Llevan un sonido nuevo y una palabra fresca, pero comprenden el carácter sagrado de esta Santa Unción. Tendrán ministerios de señales y prodigios, y se realizarán milagros a través de sus manos mientras la unción descansa sobre ellos y permanece dentro de ellos.
Así como Elías fue alimentado por los cuervos, ellos enseñarán a otros cómo ser alimentados sobrenaturalmente en tiempos de hambruna. Decretarán una cosa y se cumplirá, porque el SEÑOR confirmará las palabras que les dé para hablar.
La unción será evidente en sus vidas, así como los hijos de los profetas reconocieron que el espíritu de Elías reposaba sobre Eliseo.
Los burladores se burlarán de ellos, tal como se burlaron de Eliseo diciendo: “Sube, calvo”. No se estaban burlando de su apariencia física, pero sí de su unción. Estaban insinuando que “Subiera” de la misma manera que Elías subió en un torbellino con caballos de fuego y un Carro.
Pero una vez más Yahweh defenderá a sus mensajeros y profetas, ellos son los que saben hacer bajar fuego del cielo para destruir las obras de Baal.
A través de sus decretos y declaraciones frustrarán las estrategias del reino de las tinieblas. Sabrán desmantelar sus obras de destrucción masiva y destruir los planes del campamento del maligno. Caminarán en sabiduría divina, liberarán revelaciones sin precedentes y tendrán un agudo discernimiento. La Espada del SEÑOR estará en sus bocas y serán tenaces e inquebrantables en su fe, porque su fuerza está en Jesús.
Son aquellos que lo siguen de cerca y no se desviarán del camino angosto. El Espíritu Santo les guiará y les dará sabiduría y dirección sobrenaturales cuando el río se seque.
“Éstos son los que recibirán una Doble Unción. Encuentros y señales sobrenaturales seguirán a quienes crean y muchos serán usados poderosamente en los días venideros”, dice el Señor.
“Y aconteció que mientras ellos seguían hablando, de repente apareció un carro de fuego con caballos de fuego, y los separó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino. Y lo vio Eliseo y gritó: “¡Padre mío, padre mío, el carro de Israel y su gente de a caballo!” Entonces ya no lo vio más. Y agarró sus propios vestidos y los rompió en dos pedazos. Tomó también el manto de Elías que se le había caído y regresó y se paró a la orilla del Jordán. 14 Entonces tomó el manto de Elías que se le había caído, y golpeó el agua, y dijo: ¿Dónde está Jehová Dios de Elías? Y cuando también golpeó el agua, se dividió de un lado a otro; y Eliseo pasó al otro lado”. 2 Reyes 2:11-14
“No toquéis a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas”, Salmo 105:15.
“He aquí, yo os envío el profeta Elías antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. Y él volverá el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia sus padres, para que no venga Yo y hiera la tierra con maldición”, Malaquías 4: 4-6.
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