Fecha de publicación: 21/07/2023
Tiempo estimado de lectura: 3 - 4 minutos
Autor: Dr. Stephen E. Jones
https://godskingdom.org/blog/2023/07/the-prophetic-singers-of-psalm-89/
A menudo he dicho que Levítico es mi libro favorito del Nuevo Testamento. Aquellos que ven la ley a través de los ojos del Nuevo Pacto entenderán lo que quiero decir. Levítico establece las Leyes del Santuario, y sabemos que somos el templo de Dios (1 Corintios 3: 16; Efesios 2: 21-22).
Para aquellos de ustedes que no están familiarizados con los cinco libros de los Salmos, tenga en cuenta que los Salmos 1-41 son el Libro de Génesis; los Salmos 42-72 son el Libro del Éxodo; los Salmos 73-89 es el Libro de Levítico; los Salmos 90-106 son el Libro de Números; y los Salmos 107-150 son el Libro de Deuteronomio. Cada libro termina con una doxología. La mayoría de las biblias nos proporcionan los números del libro para cada sección, aunque no suelen correlacionar estas secciones con los cinco libros de Moisés.
El libro de Levítico se expresa y honra a través de la música en el tercer libro de los Salmos, compuesto por los Salmos 73-89. Los Salmos 73-83 tratan sobre el Santuario con relación al hombre, escrito exclusivamente por Asaf; los Salmos 84-89 tratan sobre el Santuario en relación con Dios.
Toda la primera sección de 11 salmos (Salmos 73-83) fue escrita por Asaf, un sacerdote del linaje de Gersón, el hijo mayor de Leví (1º Crónicas 6: 39-43). Su nombre también se escribe Gershon en varios lugares como Génesis 46: 11. Asaf escribió solo un salmo más (el Salmo 50) para un total de 12. El Salmo 50 es parte del segundo libro de los Salmos, llamado el Libro del Éxodo.
La segunda sección (Salmos 84-89) fue escrita por varios compositores, incluidos Hemán (Salmo 88) y Etán (Salmo 89). Hemán descendía del segundo hijo de Leví, Coat (1º Crónicas 6: 33-38). Etán descendía del hijo menor de Leví, Merari (1º Crónicas 6: 44-47). Estos tres eran miembros prominentes del coro de 288 miembros del tabernáculo de David (1º Crónicas 6: 31; 25: 7). Hemán se colocaba en el medio; a su derecha estaba Asaf (1º Crónicas 6: 39); a la izquierda de Hemán estaba Etán (1º Crónicas 6: 44).
Sabemos que el propio David apreciaba la buena música, por lo que podemos estar seguros de que las voces de este destacado trío se encontraban entre las mejores de Israel en ese momento. Las canciones (salmos) que compusieron y cantaron hablaban de las profecías del santuario (templo) y, por lo tanto, también de nuestras vidas.
Sus tres nombres también son significativos.
Hemán significa fiel, ya que su nombre se deriva de aman, "fiel". Si profundizamos más y observamos el significado de cada letra de su nombre, vemos que significa “las obras del agua de vida que fluye”, una referencia a Juan 7: 38.
Etán significa duradero, fuerte. Las letras de su nombre significan “Una mano fuerte marcando la vida con una cruz”, una referencia a Apocalipsis 22:4 y Mateo 24:13.
Asaf significa recolector. Las letras de su nombre significan “fuerte apoyo de la boca (es decir, de su voz)”, una referencia al Salmo 100: 1. Hablando proféticamente, su voz reunía al pueblo y lo unía en alabanza cantando el “cántico nuevo” (Apocalipsis 14: 3). Al ver que escribió 12 salmos, que es el número del gobierno divino, también podemos relacionar su nombre con la profecía de Cristo en Génesis 49: 10 KJV, "a él se congregarán los pueblos".
El Salmo 89 es el clímax del Libro de los Salmos de Levítico, escrito por Etán. Se correlaciona con las leyes de Levítico 18-27, por las cuales el Rey debía gobernar a su pueblo. En un contexto del Antiguo Pacto, este era el rey David. En un escenario del Nuevo Pacto, es el Rey Jesús. Así que el Salmo 89 es un canto de alabanza por el pacto duradero de Dios con la Casa de David y su fidelidad en el cumplimiento de su promesa. El Salmo 89: 1-4 dice:
1 La misericordia [David] del Señor cantaré para siempre; A todas las generaciones daré a conocer tu fidelidad [Hemán] con mi boca [Asaph]. 2 Porque he dicho: “La misericordia será edificada para siempre; en los cielos establecerás tu fidelidad”. 3 He hecho pacto con mis escogidos; He jurado a mi siervo David: 4 Estableceré tu simiente para siempre, y edificaré tu trono por todas las generaciones.
Más tarde, leemos en el Salmo 89: 34-36,
34 No violaré mi pacto, ni cambiaré la expresión de mis labios. 35 Una vez que haya jurado por mi santidad, no mentiré a David. 36 Su descendencia permanecerá [Etán] para siempre y su trono como el sol delante de mí.
Vemos cómo los tres grandes músicos en el tabernáculo de David tenían nombres proféticos que hablaban en el mismo Salmo 89. La fidelidad (Hemán) y la perseverancia (Etán) de Dios, respaldadas por la boca y la voz de Asaf, están representadas en el Salmo. La canción era significativa para cada uno de ellos. Cuando cantaban esta canción, no hay duda de que se veían a sí mismos testificando sobre un aspecto de la promesa de Dios a David.
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