01-02-2021
En Isaías 63: 7-8, el profeta profundiza en la mente de Dios para mostrar las expectativas de Dios sobre los israelitas desde el principio de la nación.
7 Me referiré a las misericordias [checed] de Yahweh, las alabanzas de Yahweh, conforme a todo lo que Yahweh nos ha concedido, y la gran bondad para con la casa de Israel, que les concedió conforme a su compasión [racham, “compasión; por extensión, el vientre (como acariciando al feto)”] y de acuerdo con la abundancia de sus misericordias. 8 Porque Él dijo: "Ciertamente, son mi pueblo, hijos que no actuarán en falso [shaqar, "engañar, embaucar, mentir"]. Entonces se convirtió en su Salvador.
Recuerde en Éxodo 4: 22, Dios le dijo a Moisés que le dijera a Faraón,
22 Entonces dirás a Faraón: Así dice Yahweh: 'Israel es mi hijo, mi primogénito'.
El motivo de Dios para salvar a Israel de Egipto fue que consideraba a Israel como su hijo primogénito. Por lo tanto, Dios esperaba que Israel fuera leal a su Padre y a la familia en general. Debían ser "hijos que no actuarán en falso".
Vemos aquí el verdadero significado de la Filiación. Ser hijo tenía un doble significado, uno físico y otro espiritual. El concepto hebreo de Filiación era que un hijo se parecía a su padre y hacía las obras de su padre. Por esta razón, Jesús dijo en Juan 8: 39: "Si sois hijos de Abraham, haced las obras de Abraham". Y nuevamente, debido a que los líderes religiosos buscaban matarlo, Él les dijo en Juan 8: 44: "Vosotros sois de vuestro padre, el diablo, y queréis hacer los deseos de vuestro padre".
Pablo hizo de la fe el requisito para la Filiación, diciendo en Gálatas 3: 26, 29:
26 Porque todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús … 29 Y si sois de Cristo, entonces sois descendencia de Abraham, herederos según la promesa.
Él implica que Abraham fue un hijo de Dios por la fe y que somos sus descendientes si tenemos la misma calidad de fe del Nuevo Pacto, por la que creemos que Dios puede cumplir lo que ha prometido (Romanos 4: 21-22).
Al conocer la definición de Dios de hijo, vemos que Dios tenía grandes expectativas de la Casa de Israel cuando los liberó y los sacó de la madre Egipto. Dios tuvo “compasión” (racham) de ellos mientras aún estaban en el vientre de Egipto. La palabra racham se traduce "útero" cuatro veces en la KJV. La Concordancia de Strong refleja eso aquí:
https://www.blueletterbible.org/lang/Lexicon/Lexicon.cfm?strongs=H7356&t=NASB
Al ser completo, Dios tiene todas las características de padre y madre. Por lo tanto, pudo tener el amor y la compasión de una madre por su hijo por nacer. Isaías entendió esto, porque conocía la mente de Dios. Aquellos que hoy conocen la mente de Dios notarán que un abortista no comparte la misma mente y por lo tanto no conoce a Dios en absoluto. Pueden afirmar que conocen a Dios de una manera religiosa, como hicieron los fariseos en los días de Jesús, pero son asesinos que hacen las obras de su padre, el diablo.
Breve historia de la liberación de Israel
Isaías 63: 9 dice:
9 En todas sus angustias, Él fue afligido, y el ángel de su presencia [paniym, “rostro, presencia”] los salvó; en su amor y en su misericordia los redimió, los levantó y los llevó todos los días de antaño.
Sintió su angustia y "aflicción", comenzando con el trauma del parto y extendiéndose hacia la historia posterior. Incluso antes de este tiempo, su padre Jacob fue liberado del mal por el mismo "ángel de su presencia". Después de luchar con el ángel, le preguntó al ángel: "Por favor, dime tu nombre", pero el ángel lo desanimó diciendo: "¿Por qué preguntas mi nombre?" (Génesis 32: 29). Jacob, sin embargo, conoció por revelación el nombre del ángel. Así que leemos en Génesis 32: 30,
30 Entonces Jacob llamó al lugar Peniel, porque dijo: "He visto a Dios cara a cara, pero mi vida ha sido preservada".
Peniel significa "Rostro de Dios" o "Presencia de Dios". Así cambió el corazón de Jacob y recibió un nombre nuevo como testimonio para todos. Hacia el final de su vida, cuando pasó la Primogenitura a los hijos de José, dijo en Génesis 48: 16:
16 El ángel que me ha redimido de todo mal, bendiga a los muchachos; y que mi nombre [Israel] viva en ellos …
Al otorgarles el nombre de Israel, Jacob legó a José y sus hijos la esencia principal de la Primogenitura (1º Crónicas 5: 1-2). Por lo tanto, tener la Primogenitura es recibir “el derecho de llegar a ser hijos de Dios” (Juan 1: 12).
Se suponía que el primogénito de Dios, la Casa de Israel, tenía esa Primogenitura. Isaías escribió, “el ángel de su presencia los salvó”, refiriéndose al ángel Peniel. En otras palabras, fueron liberados de Egipto por el mismo ángel que había librado a Jacob-Israel “de todo mal” (Génesis 48: 16). El ángel llevó la presencia de Dios y, creo, fue el mismo ángel que fue visto en la gloria del rostro de Moisés (Éxodo 34: 30). Por lo tanto, también este ángel se manifestará en el rostro de todos los hijos de Dios, como escribe Pablo en 2ª Corintios 3: 18,
18 Pero nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
El "hijo primogénito" de Dios eran los israelitas físicos que fueron liberados de Egipto, por lo que Dios tenía expectativas de que serían como Él y reflejarían su gloria. Por eso, el ángel Peniel “los salvó” y los sacó de Egipto. Sin embargo, cuando su fe fue probada, demostraron ser infieles, no por su Padre sino por su madre (Egipto / Agar).
Pablo nos dice en Gálatas 4: 24 que Agar representaba el Antiguo Pacto. Agar era egipcia. Por lo tanto, la madre de Israel era Agar, y esto los convirtió en creyentes del Antiguo Pacto, es decir, hijos de la carne. Pablo vincula a Israel con el monte Sinaí, donde se dio el Antiguo Pacto, como la razón de su "esclavitud" espiritual.
Aunque se llamaban a sí mismos israelitas y afirmaban que Dios era su Padre, no cumplían verdaderamente con las expectativas de Dios mismo. Sin duda, creían que tenían fe, pero al no seguir el ejemplo de Abraham, su fe resultó ser defectuosa y limitada en valor. Es solo teniendo la fe del Nuevo Pacto que podemos cumplir las expectativas de Dios como hijos de Dios.
El fracaso de Israel
Isaías 63: 10 dice:
10 Pero ellos se rebelaron y contristaron su Santo Espíritu; por lo tanto, el mismo se convirtió en su enemigo; y luchó contra ellos.
Israel falló muchas veces, pero en el incidente del becerro de oro fue cuando perdieron la presencia de Dios a través de Peniel y cuando Peniel fue reemplazado por el ángel Miguel. Moisés rompió las tablas de la Ley y luego regresó al monte para interceder por Israel. Éxodo 32: 31-32 dice:
31 Entonces Moisés volvió a Yahweh y dijo: “Ay, este pueblo ha cometido un gran pecado, y se han hecho un dios de oro. 32 Pero ahora, si quieres, perdona su pecado; y si no, bórrame de tu libro que has escrito.
Dios se negó a castigar a Moisés por la idolatría de Israel, sin embargo, vemos en esto un indicio de que Aquel como Moisés (Deuteronomio 18: 15) moriría por el pecado del pueblo. Solo el Mesías estaba calificado para hacer eso, por lo que por un momento fue “abandonado” por Dios (Mateo 27: 46). Esto parece ser el equivalente a que su nombre fuera borrado del libro de Dios, aunque no de forma permanente.
La respuesta de Dios a Moisés se ve en Éxodo 32: 33-34,
33 Yahweh dijo a Moisés: «Cualquiera que haya pecado contra mí, lo borraré de mi libro. 34 Pero ve ahora, lleva a la gente a donde te dije. He aquí, mi ángel irá delante de ti ... "
Unos versículos más tarde, Dios dice en Éxodo 33: 2,
2 Enviaré un ángel delante de ti, y expulsaré al cananeo, al amorreo, al heteo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo.
Esto insinúa no solo a un ángel diferente, sino que también describe sus dones como un ángel guerrero. Conocemos a este ángel como Miguel, quien iba a hacer la guerra con el dragón rojo en Apocalipsis 12: 7. Dios continúa en Éxodo 33: 3-4,
3 Sube a una tierra que mana leche y miel; porque no subiré en medio de ti, porque eres pueblo terco, y podría destruirte en el camino. 4 Cuando la gente escuchó esta triste palabra, se puso de luto …
La "triste palabra" fue que la presencia personal de Dios, representada por Peniel, "la presencia de Dios", no los llevaría a la Tierra Prometida. Si hubieran podido retener el liderazgo de Peniel, habrían entrado en la Tierra Prometida por el sur (Cades-barnea). En cambio, fueron llevados a Canaán a través del río Jordán, un tipo de muerte y resurrección.
Peniel es el Ángel de la Transfiguración que conduce a los vencedores a la plena Filiación transformándolos a la imagen de Cristo. Miguel es el ángel de la muerte y la resurrección (Daniel 12: 1-2), quien los lleva a la Tierra Prometida a través de la muerte y la resurrección. Entonces Pablo nos dice en 1ª Corintios 15: 51,
51 He aquí, os digo un misterio [secreto]; no todos dormiremos, pero todos seremos transformados.
Algunos serán transformados (por Peniel) sin morir, mientras que la mayoría serán resucitados de entre los muertos (por Miguel) para recibir sus cuerpos inmortales e incorruptibles. Hay dos formas de entrar a la Tierra Prometida, ya sea siendo transformado sin morir o mediante la muerte y la resurrección.
Los israelitas bajo Moisés establecieron este precedente cuando el ángel que los sacó de Egipto fue reemplazado por otro ángel que los guiaría a través del río Jordán. Isaías reconoció este cambio de plan, por así decirlo, cuando la desobediencia y la idolatría de la mayoría de los israelitas convirtieron a Dios en su "enemigo".
Su estatus de "enemigo" de Dios llegaría a un punto culminante muchos años después en la profecía de la destrucción de Jerusalén en Isaías 29: 6 y en Jeremías 19: 11. El fracaso de la ciudad terrenal, al ser carnal y representar el Antiguo Pacto, significó que sería reemplazada por la ciudad celestial que Abraham buscaba (Hebreos 11: 10, 16). “La Jerusalén de arriba”, como la llamó Pablo en Gálatas 4: 26, es la “madre” de los verdaderos herederos, los hijos de Dios que viven por la fe del Nuevo Pacto.
https://godskingdom.org/blog/2021/02/isaiah-prophet-of-salvation-book-9-part-22
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