El
Divorcio y la Dispersión
Los profetas tratan
el Pacto de Dios con Israel y Judá como un pacto matrimonial. Era,
por supuesto, un matrimonio tipo Antiguo Pacto, no un matrimonio tipo
Nuevo Pacto. Un matrimonio Antiguo Pacto es uno donde la mujer es una
esclava, llamada a la obediencia como buena sierva de su marido. Esta
fue la naturaleza del Pacto matrimonial hecho en el Monte Sinaí,
donde Israel juró obediencia a Dios (Jesús en Su forma
pre-encarnada), y Dios prometió bendecirles a ellos si seguían
siendo obedientes (Éxodo 19:5,6).
Israel fue infiel a
Dios por muchos siglos, por lo que Dios, de acuerdo con la Ley,
finalmente le dio una carta de divorcio. Esto se registra en Jer.
3:8,
8
Ella vio que por haber cometido adulterio la apóstata Israel, yo la
había despedido y le había dado carta de repudio; pero no tuvo
temor su hermana la pérfida Judá, sino que también fue ella y
fornicó.
Si Dios no hubiera
estado casado con Israel, no habría habido necesidad de una orden
judicial de divorcio. Pero Dios estaba siguiendo aquí el propio
procedimiento legal que Él había establecido en Deut. 24:1-4.
Citamos aquí desde la Biblia Enfatizada de Rotherham,
1
Cuando un hombre toma una mujer y se casa con ella, entonces si ella
no encuentra gracia en sus ojos, si él ha hallado en ella alguna
cuestión de vergüenza, deberá escribirle un pergamino de divorcio,
y lo pondrá en su mano, y la sacará de su casa.
La Ley es profética,
porque nos muestra cómo Dios se ocupa de las naciones. En este caso,
la Ley profetizaba de la manera en que Dios se ocuparía de Su
matrimonio con la Casa de Israel. La Ley no le permitía enviar a
Israel a la cautividad (sacarla "de su casa") hasta que
primero le hubiera dado un mandato judicial de divorcio, o un
"pergamino de divorcio". El divorcio es lo que hace que
sea legal echar a la mujer fuera de la casa.
Jeremías nos dice
que Él lo hizo con Israel a través de la palabra escrita de los
profetas. Primero Dios se divorció de Israel, y luego Él la envió
fuera de Su casa a lo que se ha llamado "la dispersión".
El divorcio de Dios hizo legal la dispersión.
La Ley de Divorcio y Segundas Nupcias
Deut. 24:2 demuestra
que el divorcio es realmente divorcio, y no es meramente una
separación legal. El divorcio termina la relación matrimonial a
los ojos de Dios y hace que sea lícito que la mujer divorciada se
case con otro hombre. La Ley dice,
2
Y salida de su casa, entonces podrá seguir su camino y casarse con
otro hombre.
Una vez divorciada
legalmente, es libre para volver a casarse. Esta Ley suena como si
contradijera las palabras de Jesús en Mat. 5:32, pero el problema
está en la traducción de palabras -no en que Jesús estuviera
quitando la Ley. La NASB traduce Mat. 5:31,32 así,
31
Y fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele un certificado
de repudio; 32 pero os digo que cualquiera que repudia a su mujer,
salvo por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se
casa con la repudiada, comete adulterio.
La NASB es
generalmente una buena traducción de las Escrituras, pero comete
algunos errores claves según el sesgo de sus traductores. Esto, sin
embargo, es un error de traducción flagrante que hace ver que Jesús
anuló la Ley, incluso después de haber dicho antes en los
versículos 18 y 19,
17
No penséis que he venido para abolir la Ley o los profetas; no he
venido a abolir, sino a cumplir. 18 Porque de cierto os digo, que
hasta que el cielo y la tierra pasen, ni una jota ni una tilde
pasarán de la Ley, hasta que todo se haya cumplido. 19 Cualquiera
que quebrante el más pequeño de estos mandamientos, y así lo
enseñe a otros, será llamado el menor en el reino de los cielos ...
Entonces, ¿cómo
pueden estos traductores decirnos que Jesús abolió una de estas
leyes? ¿Han pasado ya el Cielo o Tierra? Más importante aún, están
estas traducciones intentando calificarlo como el más pequeño en el
Reino? Jesús no estaba destruyendo o cambiando ni el más pequeño
de los mandamientos. En su lugar estaba explicando el verdadero
significado de esta Ley, ya que había venido siendo víctima de
abuso, destrucción y supresión, por las tradiciones de los hombres.
La palabra griega
para "divorcio" es apostasion. Aparece en Mat. 5:31,
pero no en 5:32. Aquí está cómo estos versículos se leen en
realidad en el griego:
31
Y fue dicho: Cualquiera que despide [apolue,
"apartar; enviar lejos"] a su mujer, que le dé
una orden de divorcio [apostasion,
"divorcio"].
Apolue describe
el acto de enviar lejos. Apostasion es el propio
divorcio. Estas dos palabras no son lo mismo, y no tienen el mismo
significado. La Ley exige que el divorcio debía tener lugar
antes de que sea legítimo enviar lejos a la esposa. En otras
palabras, es ilegal despedirla sin papeles del divorcio.
Las diez tribus
perdidas de Israel fueron enviadas fuera de la Casa de Dios después
de haber recibido un mandato judicial de divorcio. El divorcio es el
papeleo legal que hace que sea legal despedirla. Hay una diferencia
entre el divorcio y el acto de despedir o echar. El no hacer esa
distinción ha sido la causa de mucha confusión y anarquía. Mat.
5:32 continúa,
32
pero os digo que todo el que despide [apolue]
a su mujer, salvo por causa de fornicación, hace que ella adultere;
y el que se casa con la despedida [apoluo]
comete adulterio.
Tome en cuenta que la
palabra "divorcio" ni siquiera aparece en este versículo.
Jesús estaba hablando de la liberación, despedida, o enviar
lejos a la esposa de uno, sin papeles de divorcio apropiados. Si
un hombre despide a su esposa de la casa sin darle un certificado de
divorcio, violando la Ley Divina, entonces él hace que ella
adultere. ¿Por qué? Porque ella probablemente tendrá que encontrar
a alguien más para casarse con el fin de sobrevivir, y si no puede
encontrar a nadie, ella probablemente recurrirá a convertirse en una
prostituta.
Si ella fuera a
casarse con otra persona sin tener los papeles del divorcio legales,
entonces ella estaría cometiendo adulterio. Tome en cuenta que
si ella se hubiera divorciado correctamente, incluso si ella se
convirtiera en una prostituta, no estaría cometiendo adulterio.
Sería fornicación, pero no adulterio. Uno debe estar todavía
casado para cometer adulterio. Y es por eso que el que uno se case
con quien ha sido despedida sin papeles de divorcio, comete adulterio
también.
Consideremos ahora
por qué Jesús dijo, "salvo por causa de fornicación".
Él implica que es lícito simplemente despedir a la esposa si la
relación es una de fornicación, es decir, una unión ilegal que
Dios no reconoce como legítimo matrimonio. Los ejemplos de
fornicación no sólo incluyen prostitución, sino también el
incesto (1 Cor. 5:1) y las relaciones homosexuales
(Judas 7). Si bien las leyes de
los hombres pueden reconocer las relaciones tales como matrimonios
legales, Dios no lo hace. Por esta razón, los papeles
del divorcio no son necesarios en tales casos. La separación o
"despedirla" es la solución. Un hombre no tiene que dar
papeles de divorcio a una ramera. Un hombre que tiene relaciones
sexuales con su madre, como Pablo describe, no necesita darle un
certificado de divorcio, sino que se limita a separarse de ella,
dejando la relación inmediatamente. "Parejas" homosexuales
no necesitan papeles de divorcio, sino que deben separarse.
Y así, poniendo todo
esto junto, podemos parafrasear las palabras de Jesús de la
siguiente manera:
"Pero yo os digo que todo el que simplemente despide a su mujer sin papeles de divorcio (salvo por causa de fornicación, para lo que el despido sin papeles es la solución) hace que ella adultere. Y el que se casa con una mujer que ha sido simplemente repudiada, comete adulterio".
El versículo ahora
tiene mucho sentido y no hace que Jesús contradiga la Ley. Para un
estudio más completo sobre esta cuestión, véase mi libro, La
Biblia dice: Divorcio y nuevo matrimonio NO es adulterio (En
castellano:
http://josemariaarmesto.blogspot.com.es/2014/09/folleto-la-biblia-dice-divorcio-y-nuevo.html).
El objeto de esto es
mostrar que cuando Dios se divorció de la Casa de Israel, lo hizo de
manera legal. Él le dio una carta de divorcio, como Jer. 3:8 nos
dice. Oseas confirma esto en Oseas 2:2, donde Dios dice,
2
contended con vuestra madre [Israel],
contended, porque ella no es mi mujer, y yo no soy su marido.
Sólo después de que
Dios le dio a Israel una carta de divorcio entonces la echó fuera de
Su casa (la Tierra de Israel). El divorcio llegó primero, entonces
vino la expulsión. El divorcio de Israel terminó su relación
matrimonial con Jesús, que había sido establecida por los votos del
Antiguo Pacto. La dispersión de Israel fue el acto y consecuencia de
echarla de Su casa.
El divorcio es
realmente divorcio, no simplemente una separación ilegal como muchas
iglesias han enseñado. Dios tuvo que divorciarse de Israel con el
fin de acabar con el Antiguo Pacto y traer un Nuevo Pacto. Si el
divorcio es ilegal, entonces los cristianos no tienen derecho a
reclamar un Nuevo Pacto, porque todos tendríamos que buscar a Dios
para casarnos en un matrimonio tipo Antiguo Pacto. Eso haría que
todos nosotros fuéramos como Agar, más que como Sara, y que
tendríamos que permanecer en esclavitud para siempre. Podemos dar
gracias a Dios por proporcionar el divorcio en la Ley, para que Él
pudiera ser capaz de divorciarse legalmente de Israel y establecer un
nuevo matrimonio bajo el Nuevo Pacto (Véase mi libro, Antiguo y
Nuevo Pacto Matrimonial. En castellano:
http://josemariaarmesto.blogspot.com.es/2014/09/folleto-antiguo-y-nuevo-pacto.html).
Extracto del cap. 4 del libro "¿Quién es un Israelita?":
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