Sep 13, 2018
Cuando el Papa Francisco decidió no decir nada sobre la pedofilia y su encubrimiento, sino que eligió comparar a los acusadores con Satanás, desencadenó un importante evento profético. Se basa en el hecho de que la Iglesia Romana es el principal portavoz del rey Saúl en la tipología bíblica.
Cuando el periodo de Tiempo Maldito de Amalec llegó a su fin (414 años después de que atacaron a Israel en Éxodo 17:8), fue el 18º año del rey Saúl. Fue entonces cuando el período de gracia de Amalec terminó sin arrepentimiento a la vista. El rey Saúl era el que tenía el puesto de juez de Dios en ese momento (1 Samuel 15:2,3).
Saúl fue obediente, y Amalec fue derrotado, pero Saúl perdonó a Agag, el rey de Amalec (1 Samuel 15:7,8,9). Como juez, Saúl podía perdonar (perdonar) a Agag solo si él mismo estaba dispuesto a asumir la responsabilidad de Agag por el pecado de Amalec. Esta es una ley básica de los jueces. Un juez no tiene el derecho de perdonar el pecado. Él debe justificar a los inocentes y condenar a los culpables. Una vez que ha hecho su trabajo, las víctimas tienen derecho a perdonar, si así lo desean. Pero el derecho de perdonar no se le da al juez.
Según este principio, cuando Jesús asumió el pecado del mundo en la Cruz, se convirtió en la mayor víctima de todos los tiempos. Como víctima, Él tenía el derecho de perdonar o retener pecados contra alguien. El eligió perdonar (Lucas 23:34).
En el caso del Rey Saúl, cuando eligió perdonar a Agag, asumió la pena que Agag debía pagar. En su caso, esta era la pena de muerte, como el profeta le dijo en 1 Samuel 15:33,
33 Pero Samuel dijo: Como tu espada dejó mujeres sin hijos, tu madre no tendrá hijos entre las mujeres. Y Samuel cortó a Agag en pedazos delante de Yahweh en Gilgal.
Afortunadamente para Saúl, Samuel llevó a cabo la pena de muerte sobre Agag. Este acto redujo la responsabilidad de Saúl. Creo que si Agag no hubiera sido ejecutado, Saúl habría muerto poco después, tomando la pena de Tiempo Maldito por Amalec sobre sí mismo. Pero el acto de Samuel redujo la responsabilidad de Saúl de Tiempo Maldito al Tiempo Juzgado por la obediencia tardía. (Explico estos principios de la Ley y el juicio en mi libro Secretos del Tiempo; en castellano: http://josemariaarmesto.blogspot.com/2015/10/libro-secretos-del-tiempo-traduccion.html).
Por esta razón, a Saúl se le dieron otros 22 años antes de que el juicio le alcanzara, y muriera en el 40º año de su reinado. Curiosamente, la muerte de Saúl se produjo 434 años después de la obediencia tardía de Israel, cuando creyeron el malvado informe de los diez espías y se negaron a entrar en la Tierra Prometida en Números 14. Israel entró a la Tierra, pero no fue hasta 38 años después (Deuteronomio 2:14). Entraron en la Tierra, pero llegaron tarde en lo que respecta a la voluntad de Dios.
Como la mayoría de ustedes saben, 434 es el número de Tiempo Juzgado, así como 414 es el número de Tiempo Maldito. Debido a que Saúl murió 434 años después de que la gente se negara a entrar en la Tierra en el 50º Jubileo de Adán, muestra que Saúl también estaba pagando la deuda por el pecado de Israel como un todo, su pecado de incredulidad cuando se negaron a entrar en la Tierra en el 50º Jubileo.
Ahora el objetivo de esto es mostrar que el Papa Francisco, como cabeza de la Iglesia Romana, y como el principal representante del rey Saúl, ha asumido la responsabilidad del pecado de la pedofilia al negarse a actuar como un juez bíblico. La única forma en que puede perdonar legalmente a los sacerdotes culpables de pedofilia es si está dispuesto a asumir la responsabilidad por su pecado sobre sí mismo.
Sí, él tiene el derecho de perdonar sus pecados, pero tiene un costo, tal como a Jesús le costó Su vida. Esa es la Ley de los Jueces. Sé que los papas reclaman el derecho de perdonar todo pecado. Sus reclamos usurpan los derechos de las víctimas y a menudo eximen a los pecadores contra la voluntad de las propias víctimas. Esto es una injusticia según la Ley Bíblica, una injusticia que Jesús mismo se negó a hacer. Si Jesús hubiera perdonado el mundo por sus pecados sin pagar su castigo, habría dejado de lado la Ley y, por lo tanto, habría despreciado el carácter y la naturaleza de Dios.
Pero Jesús no hizo eso. En cambio, Él nos absolvió al tomar sobre Sí la responsabilidad y la pena por el pecado del mundo.
Los papas no han estado dispuestos a hacer lo mismo. Un ejemplo perfecto de esto está siendo informado en las noticias de hoy, cuando el Papa Francisco compara a las víctimas con Satanás, "el gran acusador". Él y otros papas antes que él han abusado de la autoridad de manera ilegal. Creo que la situación actual es la oportunidad final para que la iglesia romana se arrepienta y evite el juicio. No creo que el Papa Francisco se someta a la Ley arrepintiéndose por los crímenes de su iglesia. Por esta razón, creo que la Iglesia Romana está al borde del juicio divino.
Este juicio liberará a los católicos de su opresión a manos de la jerarquía de la iglesia. Será comparable a la liberación de los israelitas de la casa de Saúl, para que puedan realinearse con la Casa de David.
Sin duda, este será un momento traumático para muchos católicos romanos, pero a la larga les permitirá establecer una relación directa (personal) con Dios, en lugar de tener que recurrir a un mediador que no sea Jesucristo. En este momento, tienen prohibido acercarse a Cristo directamente y deben pasar por intermediarios. Esa es una relación indirecta con Cristo, y está arraigada en el Antiguo Pacto.
Siglos atrás, cuando la Iglesia Romana afirmó ser "la Iglesia", redefinió la "iglesia" como cuerpo de Cristo a una institución. A partir de ahí, se afirmó que uno tenía que ser miembro de la iglesia institucional para ser parte de la Iglesia misma. Esto, sin embargo, era contrario a la definición bíblica de "Iglesia", cuya membresía está inscrita en el Cielo, no en la Tierra (Hebreos 12:23).
Los verdaderos cristianos no están definidos por la membresía terrenal de ninguna organización o institución. No están definidos por su fe en la institución, sino por su fe en Jesucristo mismo. Ser miembro de una organización terrenal es secundario, pero también puede ser dañino si las personas piensan que dicha membresía (en buena condición) es su boleto al Cielo.
El Antiguo Pacto es un sistema de esclavitud o servidumbre. Pablo lo compara con Agar, la esclava que solo puede dar a luz a Ismael, el hijo de la carne (Gálatas 4:25,29,31). Una novia esclava no tiene los mismos derechos que una mujer libre que está casada. Una novia esclava es una esposa del Antiguo Pacto, por lo que no tiene derechos de toma de decisiones, ni aportes a las decisiones de su esposo. Solo una mujer libre puede tener un matrimonio del Nuevo Pacto, que se basa en el acuerdo, no en la obediencia.
El Papa Francisco, como cabeza de una iglesia del Antiguo Pacto, ha denunciado una relación del Nuevo Pacto con Cristo como "peligrosa".
Perpetúa la idea centenaria de que uno no puede ser parte de la Iglesia sin ser parte de la Iglesia Romana. Pero Francisco no entiende cómo funcionan los Pactos, ni conoce realmente la diferencia entre el Antiguo y el Nuevo Pacto. Eso, por supuesto, no es sorprendente, ya que muy pocos cristianos realmente saben la diferencia.
Vea mi libro, Los Dos Pactos (http://josemariaarmesto.blogspot.com/2018/07/libro-los-dos-pactos-reeditado-dr.html), o mi libro sobre Antiguo y Nuevo Pacto Matrimonial (https://josemariaarmesto.blogspot.com/2014/09/folleto-antiguo-y-nuevo-pacto.html).
La conclusión es que la Iglesia Romana es el cumplimiento profético del reino de Saúl, que llegó a su fin y dio paso al reino de David. La negativa de Saúl a ejecutar al Rey Agag lo atrapó al final, después de 22 años.
Samuel le dijo a Saúl que su negativa a ejecutar a Agag era "rebelión", y que esto era equivalente a "brujería" (1 Samuel 15:23 KJV). Entonces, cuando llegó el momento de juzgar a Saúl, consultó a la bruja de Endor la noche anterior a su muerte (1 Samuel 28: 7). La rebelión en el corazón de Saúl produjo el fruto de la brujería, porque la Palabra del Señor se había apartado de él (1 Samuel 28:6).
Para colmo, un mercenario amalecita que había luchado por los filisteos contra Saúl tomó el crédito por matar a Saúl (2 Samuel 1:13,14). La ironía de esto es clara. Saúl se negó a ejecutar al amalecita, el rey Agag, por lo que un amalecita más tarde afirmó haber ejecutado a Saúl. En 1993 vimos la muerte de Saúl en el sentido de pasar autoridad de la Iglesia de Pentecostés a la Iglesia de Tabernáculos. Pero la Iglesia Romana en sí no terminó en 1993.
La Iglesia Romana es el Cuerno Pequeño del Imperio Romano, una extensión de Roma. Como tal, Roma es el último imperio de las bestias, que no podía terminar antes de octubre de 2017. Sin embargo, ahora ha llegado a su fin, por lo que creo que estamos presenciando el colapso de la Iglesia Romana. El momento es el correcto, así que cuando miro los eventos reales en las noticias, los interpreto en consecuencia.
Categoría: Ley de Dios
Dr. Stephen Jones
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