La
Palabra de Dios nos habla de dos VIDAS y dos REPOSOS.
Juan
10: 10 de dos vidas: VIDA y VIDA EN ABUNDANCIA. Mateo 11: 28-30 de
dos descansos: "(Yo Dios) OS HARÉ DESCANSAR" y "(vosotros)
HALLARÉIS DESCANSO".
¡Qué
pena que la inmensa mayoría de los cristianos solo alcancen la vida
y el descanso que se nos dan con la salvación (nuevo
engendramiento)! La desobediencia (por INCREDULIDAD o miedo) y la
ingratitud (QUEJA o murmuración) les impiden cruzar el río Jordán
(crisis de la muerte al ego, Mat. 16: 24). Tuvieron la crisis del Mar
Rojo pero se niegan a cruzar el Jordán, quedando encerrados en el
desierto a perpetuidad, en lugar de avanzar hacia la Tierra
Prometida: Cristo formado en nosotros (Col. 1: 27)...
Estas
son las dos razones que les impiden cruzar:
1º-
Negarse a reconocer a Dios detrás de sus tribulaciones, por enemigos
y circunstancias que los azotan.
Dios
y los demás siempre son los malos, los que tienen la culpa; ellos
nunca se equivocan por que se creen perfectos, aunque se niegan a
reconocerlo. "Los demás sí, pero yo nunca …"; "peco
y me equivoco pero siempre es por culpa de …"; "fallo,
pero no tanto como otros …". No ven que están siendo
resistidos por el Espíritu Santo disfrazado de cónyuge, hijos,
pastor, hermanos, crisis económica, enfermedad, ...
2º-
Salvan sus propias almas o vidas (sus deseos, sus gustos, sus
preferencias, sus afectos naturales, sus opiniones, su teología, sus
revelaciones, sus preconcepciones o ídolos del corazón, ...) en lugar de perderlas (Mat. 16:25).
Detrás
de esta actitud se esconde un ego gigantesco, que se muestra
hipersensible, que se ofende fácilmente, que no tolera la
exhortación ni la corrección, que cree que todo lo sabe, incluso más que su maestro, y que no
quiere arrepentirse ni a las trancas. Es un ego que está dispuesto a todo, incluso al
sufrimiento más atroz, con tal de no tener que negarse, morir y
obedecer. ¡Cualquier cosa, excepto obedecer!
Aquellos
que tomen la decisión de identificarse por experiencia con la muerte
de Cristo (Gál. 2: 20, "con Cristo estoy juntamente
crucificado y ya no vivo yo ..."), soltando el volante
(guía) de sus vidas, para que, de una buena vez, lo agarre Cristo, y
estando dispuestos a sentarse en el asiento del copiloto (mejor sería
atrás en el maletero), experimentarán la muerte, sepultura y
RESURRECCIÓN con Cristo (que recibieron en semilla con la
salvación); es decir, la VIDA ABUNDANTE y el DESCANSO HALLADO (el
shalom de Dios, la paz DE Dios, que les es añadida a la paz
CON Dios que obtuvieron en la salvación). Esto es la VIDA EN EL
ESPÍRITU, LA TIERRA PROMETIDA, LA VIDA VICTORIOSA, LA VIDA
ABUNDANTE, LA VIDA EN LA GRACIA, LA VIDA EN EN EL LUGAR SANTÍSIMO,
LA VIDA TRAS DEL VELO, EL REPOSO DE DIOS ...
Éstos
habrán ACAMPADO en Gilgal (Gilgal quiere decir acabar con el pecado,
con el oprobio). Solo en esta QUIETUD el Sumo Sacerdote Jesucristo
podrá circuncidar sus corazones con su afilada espada y entonces
quedarán libres para la COMUNIÓN de la Pascua, con Él y con los
hermanos. Solo entonces, muertos los hombres de guerra (Jos. 5:4),
el Gran Capitán peleará las batallas, mientras ellos ocupan los
lugares que Él ya habrá conquistado, sin necesidad de las ayudas
carnales del viejo hombre.
En
conclusión, solo la QUIETUD (rendición total e incondicional, en la
confianza del que le cree a Dios) y la GRATITUD o contentamiento, son
los antídotos que aplicados respectivamente a la INCREDULIDAD y la
QUEJA, nos danrán la PAZ y el GOZO que tanto ansiamos.
José
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Agradecemos cualquier comentario respetuoso y lo agradecemos aún más si no son anónimos. Los comentarios anónimos no serán respondidos.