¡Oh Dios! Autor de todo bien, vengo a Ti por gracia, que en este día necesitaré para mis circunstancias y ocasiones.
Yo salgo a un mundo malvado; yo traigo conmigo un corazón malo; yo sé que sin ti no puedo hacer nada, de forma que todo lo que me preocupa, aunque inofensivo en sí mismo, puede revelarse en una ocasión de pecado o de insensatez, a menos que sea sustentado por Tu poder. Asegúrame y estaré a salvo.
Preserva mi entendimiento de la sutileza del error, de mis afectos de amor a los ídolos, de mi carácter, de la mancha del vicio, de mi confesión a toda forma de mal. Que yo no participe en nada que no pueda implorar tu bendición, y que no pueda yo invitar a tu inspección.
Prospérame en todos los emprendimientos legales, o prepararme para las decepciones. No me concedas pobreza ni riqueza. Aliméntame con el alimento conveniente para mí; que yo no me vuelva rico y te niegue a Ti, y diga: ¿Quién es el Señor? O que sea pobre, y robe, y tome Tu nombre en vano.
Que toda criatura sea buena para mí por la oración y por Tu voluntad. Enséñame a utilizar el mundo y no abusar de él para que mejore mis talentos, redima mi tiempo, que ande en sabiduría para con los de afuera, y en bondad para con los de cerca, para que haga el bien a todos los hombres, y especialmente a mis hermanos en Cristo.
¡Y a Ti sea la gloria!
"El Valle De La Visión"
(Por gentileza de E. Josué Zambrano Tapias)
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