Mientras que muchas personas en China están asustadas por el coronavirus, los cristianos chinos están mostrando su coraje y fe de una manera que seguramente cambiará todo el panorama.
El 11 de febrero, el corresponsal en China del New York Times, Chris Buckley, quien ha estado informando sobre el terreno en Wuhan desde el cierre y la escalada del brote, tuiteó que a pesar de la sensación apocalíptica de una mega-ciudad en cuarentena, se sorprendió al encontrarse con evangelistas cristianos repartiendo panfletos del evangelio empaquetados con máscaras faciales ...Un video que generó 100.000 visitas en la aplicación de red social china WeChat muestra que un grupo de cristianos de Wuhan ha estado entregando máscaras y otro equipo de protección que su iglesia recibió de donaciones en todo el mundo. Junto con las máscaras, se deslizaron los folletos que el Sr. Buckley vio que citaban Juan 3:16 y llamaban a la salvación de las almas.Pocos días después, comenzaron a circular grabaciones de voz y escritos del hombre detrás de las acciones, un misionero con sede en Wuhan conocido como Predicador Luo. En la grabación, Luo declaró que la predicación callejera y la distribución de folletos han estado ocurriendo durante más de una década. Ni siquiera el virus puede evitar que prediquen el Evangelio, declaró, aunque con voluntarios que usan equipo de protección.Luo cree que ahora es una oportunidad para demostrar el amor de Dios y el mensaje de esperanza, ya que muchos habitantes de Wuhan sufren traumas, desesperación y frustración ...Uno de los vídeos más compartidos llama a todos los cristianos chinos a participar en una oración vigorosa en ayuno y durante al menos tres días para buscar la intervención divina en la crisis ...Como una de las iglesias en casas más grandes de Wuhan, a pesar de toda la represión y la adversidad que ha enfrentado desde su fundación, la Iglesia de Raíces y Frutos ha demostrado ser increíblemente resistente.Antes de la crisis del coronavirus, continuó creciendo y atrayendo a cientos de profesionales y familias por igual desde su fundación como un grupo de oración de siete miembros en 2002.Su organización contrasta con el caos que Wuhan vio en los primeros días del brote, cuando el coronavirus paralizó al gobierno y expuso la incompetencia de las autoridades locales. Las iglesias a menudo entregaron máscaras y equipo de protección de manera precisa y eficiente en los primeros días del brote, mientras que el resto de China retrocedió con horror cuando la Cruz Roja de Wuhan, patrocinada por el gobierno, no pudo distribuir los recursos necesarios a las líneas del frente, dejando al personal médico expuesto y frustrado …Los cristianos en Wuhan son la prueba viviente de las mejores cualidades de la humanidad; nos ofrecen un rayo de esperanza en este mundo lleno de sufrimiento y paranoia hacia la epidemia. Su compostura y eficiencia, así como su amor y fuerza, provienen de su fe.
El fin del Globalismo Babilónico
La política soviética en el siglo pasado fue hacer que todas sus Repúblicas Socialistas fueran interdependientes entre sí económicamente. Se razonó que esto las uniría y unificaría a las diversas repúblicas. Entonces, cuando llegó la ruptura a principios de los 90, todas las repúblicas recientemente independientes tuvieron que luchar para volverse auto-suficientes.
Se siguió el modelo soviético a escala mundial, conocido como globalismo. Ahora con el coronavirus floreciendo, ese modelo se está colapsando rápidamente. Todas las naciones que han dependido de China para suministrarles productos farmacéuticos, productos de limpieza, guantes y el 60% de lo que vende Walmart, de repente encuentran que se les corta el suministro. He leído que el último barco desde China que aterrizará en un puerto estadounidense será el 6 de marzo o aproximadamente.
Hay pocas dudas de que la escasez aparecerá pronto. No solo sufrirán las empresas chinas, sino también los minoristas estadounidenses. Un gadget no se puede vender a menos que tenga TODAS sus partes, y si incluso una pequeña parte se construye en China y no se puede enviar, el producto total es inútil.
Los mercados todavía estaban tambaleándose ayer después de la agitación del lunes debido a los temores sobre el coronavirus, y no estamos fuera de peligro, ni en términos de crisis de salud ni como inversores.Nadie, ni siquiera los epidemiólogos más importantes del mundo, saben cómo se va a deshacer.Lo que sí sabemos es que el coronavirus amenaza la globalización en la que se basan economías modernas como el Reino Unido.Damos por sentado que vivimos en un mundo donde las personas, el capital y los bienes pueden viajar libremente, aunque debido a las desigualdades y tensiones sociales que ha creado la globalización, se ha enfrentado a un serio desafío ...Como dice el ministro de finanzas francés Bruno Le Maire, el coronavirus es un "cambio de juego" para la globalización.
Cuando las quiebras alcanzan cierto nivel, afectan a los bancos. Solo se puede rescatar a un número finito de bancos, y cuando se permite que el primer banco grande falle, provocará un efecto en cascada en todo el mundo, porque los bancos están todos unidos. ¿Podrán los gobiernos soportar la presión? ¿Imprimirán billones de dólares para rescatar a los bancos? Veremos, pero si lo hacen, esto también podría ser el comienzo de la hiperinflación, que es un problema diferente pero relacionado.
Donald Trump ahora tiene el derecho legítimo de decir: "Os lo dije". Su política de acabar con el globalismo y traer de vuelta la fabricación a nuestro país está dando sus frutos. Decenas de empresas se han trasladado a las costas estadounidenses, y aún más a países distintos de China. Trump acaba de completar un viaje a la India, donde recibió una enorme bienvenida. Dio un discurso en un gran estadio a 125.000 personas entusiastas.
Esto, creo, indica a las compañías que trasladen sus operaciones a India, si no quieren regresar a Estados Unidos. Trump no quiere que China y su marca del Comunismo y el Socialismo para dar el ejemplo para el mundo en el siglo XXI, así como Estados Unidos dio el ejemplo en el siglo XX y Gran Bretaña en el siglo XIX.
El problema es que las corporaciones no mueven sus operaciones de la noche a la mañana. Lleva años, por lo que el plan de Trump acaba de comenzar a hacerse sentir. Todavía dependemos mucho de China como nuestro proveedor de bienes. Pero creo que el sistema comunista de China está mirando hacia el abismo y pronto perderá toda credibilidad con el mundo y con su propia gente.
Mientras tanto, los cristianos están tomando la delantera. A pesar de la persecución, salen de su escondite para proporcionar la solución, mientras que los miembros del partido se encogen de miedo. Veamos que pasa ...
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