31-enero-1998
MORIR
PARA NO MORIR:
2Pe
3:9
El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por
tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que
nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento.
Versus
Éxo
20:18-19
Todo el pueblo observaba el estruendo y los relámpagos, y el sonido
de la trompeta, y el monte que humeaba; y viéndolo el pueblo,
temblaron, y se pusieron de lejos. 19
Y dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros, y nosotros oiremos; pero
no hable Dios con nosotros, para que no muramos.
No
podemos tener el encuentro místico con Jesús, la unión de las
voluntades, hasta no haber pasado por las experiencias de
crucifixión, muerte, sepultura y resurrección. Si fuese antes
seríamos desintegrados por la presencia del Señor, que es fuego
consumidor a nuestra carne. Aún habiendo atravesado dichas
experiencias los grandes santos, como Daniel, Isaías, Juan, etc.,
temblaban y quedaban sin fuerza alguna en ellos.
Añadimos
ahora (febrero de 2018) que esta experiencia la vemos tipificada en
Moisés ante la zarza ardiente, el holocausto o el querubín con la
espada ardiente que guardaba la puerta de regreso al paraíso, luego
que Adán y Eva cayeron y fueron expulsados. El fuego atrae por su
luz y calienta, pero cuanto más te acercas más te quema. Moisés
sólo puedo hacerlo cuando ya estaba listo para ser enviado, tras 40
años en el desierto, en los que su carne fue consumida. ¡Que
triste que la mayoría de los cristianos huyen del fuego, porque les
horroriza la idea de que su carne sea quemada!
DIRECCIÓN
CORRECTA:
Sal 32:9 No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento, Que han de ser sujetados con cabestro y con freno,
Porque si no, no se pueden dominar.
Mulo / Angustia NUBE Caballo / Ansiedad
PASADO
-------------------------------------->
PRESENTE--------------------------------> FUTURO
Contentamiento
---> Gozo y Paz
(Bajo
la Nube)
Cuando
vivimos bajo la Nube y en el presente, en obediencia al E. Santo y con
contentamiento, estamos cubiertos bajo Su mano, bajo Su sombra y
tenemos gozo y paz.
Cuando
la Nube se levanta y avanza, pero no queremos ir tras ella, nos
rezagamos en nuestra terquedad de mulos y empezamos a angustiarnos,
a temer.
Cuando
la Nube está quieta y nosotros, aburridos de esperar, echamos a caminar sin el
Señor, cual caballos desbocados, entramos en ansiedad. Queremos estar ya, antes del tiempo del Señor, en la próxima etapa. Esta actitud, tanto como la del rezago, ponen de manifiesto nuestra rebeldía en
seguir al Señor a Su paso y por donde Él guía.
Algunas
claves para evaluar nuestra dirección:
-
Un
niño tenía un rompecabezas de dos caras. En una de ellas había un
Atlas; en la otra el rostro de Jesús. El niño trataba de armar el
rompecabezas del lado del atlas y le era muy difícil. Cansado de su
fracaso, le pidió ayuda a su papá. Entonces el papá le dijo:
“hazlo del lado de Jesús, porque cuando el Jesús esté bien el
mundo estará bien”.
Moraleja:
Si enfocamos en la obediencia al Señor, todo lo demás estará en su
sitio.
El
avión de los Everglades:
Resultó
que la causa del accidente vino porque la tripulación se enfocó en
un pequeño bombillo que dejó de funcionar y se olvidaron de
volar el avión.
Nuestra
dirección estará correcta si nos enfocamos en lo esencial y no en las
ñoñerías.
Cuando
andamos en coche o en bicicleta miramos a lo lejos y no al piso.
Solo aseguramos la dirección correcta enfocando a medio y largo plazo y no
a corto plazo. Cuando vemos las cosas desde la perspectiva de Dios,
moviéndonos en Su Plan y no en el nuestro, estamos yendo por el
buen camino.
Si
el timón está bien enfocado, el barco irá por el rumbo correcto.
Una pequeña deriva, al cabo de mucho tiempo, nos llevará muy lejos
de nuestro destino.
Usa
lo que tienes y deja de quejarte por lo que no tienes. Si Dios te da
un limón, entonces haz una limonada, y no te aflijas por la
naranjada.