Dios da por supuesto que el pueblo de Abraham de esta hora está preparado para abandonar a sus muchos Ismaeles, con el fin de que los verdaderos Isaac de la promesa de Dios puedan nacer. Y Recordemos que Sara, la mujer estéril, será la que dé a luz. Que Agar continúe menospreciando a su señora ante sus propios ojos, por causa de su presente fertilidad. Pero el estéril y completamente desamparado pueblo de Dios va a reír el día que nazca Isaac (Isaac significa risa) … y no será la risa frívola de Agar, sino la risa de la victoria y del triunfo y del regocijo por la fidelidad de Dios, que ve el estado de abatimiento del pueblo estéril e infecundo que encontró GRACIA ante sus ojos, a causa de su espíritu contrito y quebrantado.
Se nos tilda de perezosos y holgazanes, si no nos entusiasmamos con las muchas campañas y con los programas de la Iglesia para la edificación del Cuerpo de Cristo. Dios dice que el perezoso es el hombre que no aprende a tener paciencia: “que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas” (Hebreos 6:12). Y en el contexto inmediato es de Abraham y de Sara de quien se está hablando.
Los que han aprendido a valorar la paciencia en su vida, saben que se requiere mucho más ejercicio espiritual, y esfuerzo para esperar ante Dios, hasta cuando usted conozca su guía y su dirección, que para seguir un buen plan o un buen programa de los elaborados por usted. Requiere un grado más alto de obediencia para descubrir lo que Dios está exigiendo de nosotros, y para hacer lo que Él disponga, que para seguir con un buen programa bien intencionado y proyectado en algo que sea humanamente tangible y realizable y que, de suyo, tenga mucho que mostrar.
(Gentileza de José Rafael Restrepo Madrigal)
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