ADMINISTRADOR:
Con gran placer hoy les comparto este artículo de mi amada esposa:
Desde hace algunos días en las noticias nos hemos enterado sobre la nueva Alcaldesa de Bogotá y hoy recibí de una amiga de Cali, un aparte de la REVISTA SEMANA, lo siguiente: "Claudia Lopez: el aparente triunfo de la rebelión contra Dios”.
El hecho de que Claudia gane consolida a la capital como un lugar donde la mayoría es libre pensante y donde el discurso de “defender la familia que Dios creó” ya no cala. El candidato que se había comprometido a proteger ese modelo de familia quedó de último. Hoy ganaron los que creen que hay muchas formas de familia y que las diversas formas de amar son válidas.
Lamentamos esté hecho, pero como cristianos, debemos tener una fe no fingida (trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también, 2 Timoteo 1:5), pues esta conecta el alma inmediatamente con Cristo, en el poder de un vínculo que durará cuando todas las asociaciones terrenales serán disueltas para siempre.
En segundo lugar, debemos tener un fundamento firme en Dios, porque "conoce el Señor a los que son suyos; y, apártese de la iniquidad aquel que proclama el nombre de Cristo" (2 Timoteo 2:19 ). Y como también dice la Palabra de Dios; "Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, ENTERAMENTE preparado para toda buena obra".
Y, para terminar, Pablo dice acerca de "la corona de justicia":
"Porque ya yo estoy para ser ofrecido en sacrificio, y el tiempo de mi partida ha llegado. He peleado la buena pelea, he acabado la carrera, he guardado la fe; de ahora en adelante me está reservada la corona de justicia, que me dará el Señor, el justo Juez, en aquel día; y no solo a mí, sino a todos los que aman Su venida". (2 Timoteo 4: 6-8).
¡Que el Espíritu Santo pueda llevarnos a un sentido más profundo de la importancia y valor de estas cosas!
¡Que amemos la venida de Jesús, y esperemos fervorosamente esa mañana sin nubes, cuando el "juez justo" pondrá una diadema de gloria sobre la frente de cada uno que realmente ama Su venida!
Y que cada vez que se levante más y más el Pecado, recordemos:
"Cuando éstas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca" (Lucas 21:28).
¡Amén! ¡Aleluya!
Que Dios los bendiga.
PIEDAD H. NAVARRO LÓPEZ
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