Marzo 22
"Y cumplidos cuarenta años, un ángel le apareció en el desierto del Monte Sinaí, en la llama del fuego de una zarza" ... diciendo ... "He visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído el gemido de ellos, y he descendido para ayudarlos. Ahora pues, ven, te enviaré a Egipto". (Hch. 7: 30, 32, 34).
Aquella fue una larga espera en preparación para una gran misión. Cuando Dios tarda, el no está inactivo. Él está preparando Sus instrumentos, Él está madurando nuestras facultades, y en el momento señalado nos levantaremos con el poder que necesitamos para nuestra tarea. Aun Jesús de Nazaret permaneció oculto durante 30 años, creciendo en sabiduría antes de que Él empezase Su trabajo. -Dr. Jowett
Dios nunca hace las cosas deprisa, por el contrario, invierte muchos años en todos aquellos que espera utilizar para un gran trabajo. Él nunca piensa que los días de separación son demasiado largos o penosos.
A veces el ingrediente más difícil de soportar en el sufrimiento es el tiempo. Un dolor agudo que dura poco tiempo se sobrelleva fácilmente; pero cuando la aflicción nos atormenta constantemente durante muchos años de la misma manera y con la misma rutina de desesperación agonizante, el corazón llega a perder su fortaleza y sin la gracia de Dios, con toda seguridad que nos hundiríamos en el mal humor de la desesperación.
La prueba de José duró mucho tiempo. A menudo Dios tiene que grabar Sus lecciones en lo profundo de nuestra existencia con el fuego de dolores prolongados. "Él se sentará como un refinador y purificador de plata", pero Él sabe por cuanto tiempo, y lo mismo que un verdadero orífice, apaga el fuego en el momento que puede ver Su imagen reflejada en el metal inflamado.
Quizás no veamos ahora el resultado del bellísimo plan que Dios está escondiendo en la sombra de Su mano; puede aun estar escondido por mucho tiempo; pero la fe puede estar segura que Él está sentado en el Trono; esperando con calma la hora cuando con un éxtasis de oración diremos, "todas las cosas han obrado juntamente para bien".
Lo mismo que José, tengamos más cuidado en aprender todas las lecciones en la escuela de la aflicción, que deseos tenemos por la hora del rescate. Cada lección "necesita" un tiempo de espera, y una vez que estamos preparados, podemos tener por seguro que llega nuestro rescate. Después nos daremos cuenta que si no hubiese sido por las lecciones que nos enseñaron durante nuestras pruebas, no hubiésemos podido ocupar un lugar elevado para rendir un gran servicio. Dios nos está educando para el futuro, para un servicio más elevado y para obtener mayores bendiciones. Si poseemos las cualidades que nos capacitan para ocupar un trono, no habrá nada que pueda impedirlo cuando llegue el tiempo elegido por Dios.
No robes el mañana de las manos de Dios. Da tiempo a Dios para que te hable y revele Su voluntad. Él nunca obra demasiado tarde; aprende a esperar.- Seleccionado.
La prueba de José duró mucho tiempo. A menudo Dios tiene que grabar Sus lecciones en lo profundo de nuestra existencia con el fuego de dolores prolongados. "Él se sentará como un refinador y purificador de plata", pero Él sabe por cuanto tiempo, y lo mismo que un verdadero orífice, apaga el fuego en el momento que puede ver Su imagen reflejada en el metal inflamado.
Quizás no veamos ahora el resultado del bellísimo plan que Dios está escondiendo en la sombra de Su mano; puede aun estar escondido por mucho tiempo; pero la fe puede estar segura que Él está sentado en el Trono; esperando con calma la hora cuando con un éxtasis de oración diremos, "todas las cosas han obrado juntamente para bien".
Lo mismo que José, tengamos más cuidado en aprender todas las lecciones en la escuela de la aflicción, que deseos tenemos por la hora del rescate. Cada lección "necesita" un tiempo de espera, y una vez que estamos preparados, podemos tener por seguro que llega nuestro rescate. Después nos daremos cuenta que si no hubiese sido por las lecciones que nos enseñaron durante nuestras pruebas, no hubiésemos podido ocupar un lugar elevado para rendir un gran servicio. Dios nos está educando para el futuro, para un servicio más elevado y para obtener mayores bendiciones. Si poseemos las cualidades que nos capacitan para ocupar un trono, no habrá nada que pueda impedirlo cuando llegue el tiempo elegido por Dios.
No robes el mañana de las manos de Dios. Da tiempo a Dios para que te hable y revele Su voluntad. Él nunca obra demasiado tarde; aprende a esperar.- Seleccionado.
"Él nunca llega demasiado tarde; Él sabe lo que es mejor. No te molestes en vano, descansa hasta que el venga".
No corras de una manera impetuosa delante del Señor, aprende a esperar para el tiempo que Él te indica y quiere que acciones.
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