25-03-2020
El
mal uso que hizo la gente de "la viña" significaba
que no la usaban de acuerdo con los principios de la Ley de Dios, que
fueron Sus términos de acuerdo al principio. Luego, Isaías emite
seis "ayes", por los cuales condenaba la maldad de la
nación por permitir que el pecado oprimiera a la gente común.
Ay
nº 1 contra las violaciones del jubileo
Isaías
5: 8 dice:
8 ¡Ay de aquellos que agregan casa por casa y unen
campo a campo, hasta que no queda más espacio, para habitar solos en
medio de la tierra!
Esto
estaba dirigido a los hombres ricos y poderosos de Judá que habían
ejecutado la herencia de los pobres. Implica que habían fallado en
mantener sus Jubileos, donde la tierra de cada familia debía
regresar a ellos cada 49 años (Levítico 25: 10, 13). La ley del
jubileo era una salvaguarda contra la deuda perpetua y la pérdida de
la herencia de uno en la Tierra.
Un
número creciente de judaítas tuvieron que "vivir solos"
debido a la ruptura de la familia. La herencia familiar proporcionaba
el espacio para que la familia trabajara junta. Cada persona tenía
asignadas tareas de acuerdo a sus capacidades. La estructura
familiar, mantenida por su herencia familiar en la tierra, tenía
como objetivo proporcionar estabilidad a la nación.
El
juicio divino por violar estos principios se ve en Isaías 5: 9-10,
9
En mis oídos, Yahweh de los ejércitos ha jurado: “Ciertamente,
muchas casas serán desoladas, grandes y bellas, pero sin ocupantes.
10 Por diez yugadas [sembrados] de
viña producirán solo un bato de vino, y un
homer de semillas producirá solo un efa
de grano”.
El
profeta había escuchado el juramento de Yahweh de los ejércitos y
dice, "en mis oídos". Cuando Dios hace un
juramento, ciertamente se cumplirá. Es un veredicto establecido del
Tribunal Divino. Todavía puede retrasarse debido al arrepentimiento,
como vemos con Judá, cuando el ejército asirio no pudo capturar
Jerusalén y el cautiverio se retrasó otro siglo. Sin embargo,
ciertamente sucederá al final.
Esas
grandes casas y mansiones, que los ricos y poderosos habían
construido para sí mismos, estarían desocupadas porque serían
muertos o enviados al exilio. La razón de tal desolación es la
incapacidad de la tierra para producir fruto (vino y grano). Aquí
hay un sutil recordatorio del Cantar de la Viña de Isaías 5: 1-7,
donde el problema era la falta de fruto adecuado en Judá. Como hemos
visto, ese era un problema espiritual expuesto en una parábola
agrícola.
Un
bato era de unos seis galones ingleses. Diez yugadas de
viña deberían haber producido mucho más que solo seis galones de
vino. La palabra hebrea tsemed literalmente significa "un
yugo (par) de bueyes", y por extensión se refiere a la cantidad
de tierra que un par de bueyes podía arar en un día. Así también
era cómo se medía una yugada durante la Edad Media.
De
la misma manera, el profeta dice: "un homer de semillas
producirá solo un efa de grano". Había tres medidas
básicas de capacidad en la cultura hebrea: omer, efa y
homer. Un omer era una pequeña medida de grano; un efa
era diez omers, y un homer era diez efas o
100 omers. Las medidas van por múltiplos de diez.
Así
que, el profeta les decía que si plantaban un homer
de semillas, cosecharían solo una décima parte de lo que habían
plantado, cuando según la ley de rendimientos crecientes
normalmente uno esperaría recibir 30 veces, 60 veces o incluso 100
veces de lo sembrado (Mateo 13: 8).
Todo
esto muestra el significado más profundo de la falta de fruto de
Judá. Su negativa a implementar la Ley de Dios resultó en una
grave escasez del fruto del Espíritu que Dios requería y que era el
propósito de Su trabajo en la Creación misma.
Ay
nº 2 contra demasiada diversión
Isaías
5: 11-12 dice:
11
¡Ay de aquellos que se levantan temprano en la mañana para poder
tomar una bebida fuerte, que se quedan despiertos hasta tarde en la
noche para que el vino los inflame! 12 Sus banquetes están
acompañados de lira y arpa, pandereta y flauta, y vino; pero no
prestan atención a las obras de Yahweh, ni consideran la obra de sus
manos.
Esto
no es simplemente una condena de los alcohólicos. Es una condena en
contra de aquellos que prefieren las fiestas y la búsqueda frívola
de placer a estudiar y aprender acerca de Dios y Su naturaleza. El
profeta consideraba que sus fiestas eran una pérdida de tiempo
valioso, causada por la falta de prioridades apropiadas en la vida de
los hombres. El juicio de Dios se establece en Isaías 5: 13-17. El
versículo 13 dice:
13
Por eso mi pueblo va exiliado [gala] por su falta de
discernimiento; y sus hombres notables están hambrientos, y su
multitud reseca de sed.
El
profeta usa la palabra gala, "ser trasladado o exiliado"
con un doble significado. En la superficie, significa que la gente
sería trasladada por los asirios en breve. Pero mientras tanto, la
gente se dejaba llevar por su frívola búsqueda de diversión. El
hecho de dejarse llevar por las fiestas resultó en su falta de
conocimiento de Dios y de lo que había hecho en la historia de
Israel.
Nuestra
palabra española gala significa "una celebración
festiva". Se deriva de la palabra francesa gale y galer,
"placer, alegría", pero es una de las miles de palabras en
español derivadas originalmente del idioma hebreo.
El
juicio de Dios, entonces, se presenta en Isaías 5: 14-15,
14
Por lo tanto, el Seol [sepulcro] ha agrandado su garganta y
abierto su boca sin medida; y el esplendor de Jerusalén, su
multitud, su estruendo de juerga y el júbilo dentro de ella,
descienden a él. 15 De modo que el hombre común será humillado y
el hombre importante será abatido, los ojos del orgulloso también
serán humillados.
Toda
la nación, comunes y nobles, sufrirían al ser "humillados"
y "abatidos". El Seol, el sepulcro o tumba, fue
representado como una pitón, que agranda su garganta para tragarse a
su presa entera. En este caso, ser "abatido" (shafel)
es ser derribado o arrojado (al pozo del Seol), así como la pitón
se traga a su presa.
Isaías
5: 16-17 concluye,
16
Pero Yahweh de los ejércitos será exaltado en juicio, y el Dios
santo se mostrará santo en justicia. 17 Entonces los corderos
pacerán como en su pasto, y los extraños comerán en los desiertos
de los ricos.
La
humillación de los pecadores contrasta con la exaltación de Dios
(gabbah, "ser elevado, alto"). Sus juicios (mishpat)
son sus veredictos mientras juzga a las naciones y al pueblo. Todos
Sus juicios serán vindicados como actos de justicia (tsedeqah).
Entonces Apocalipsis 15: 3-4 dice:
3
... ¡Grandes y maravillosas son tus obras, oh Señor Dios, el
Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, rey de las
naciones! 4 ¿Quién no temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre?
Porque solo Tú eres santo, porque todas las naciones vendrán y
adorarán delante de ti, porque tus actos justos han sido revelados.
La
preocupación del profeta es que cuando Dios juzga, la gente
generalmente piensa que Dios está abusando de ellos injustamente.
Ellos lo malinterpretan por su falta de conocimiento. Sin conocer los
Caminos de Dios o el Plan Divino, en su arrogancia, piensan que son
sus propios amos. No reconocen que el Creador posee lo que crea y
tiene el derecho de establecer el estándar de comportamiento de
acuerdo con Su propia naturaleza justa, como se expresa en Su Ley.
El
juicio es que los corderos comerán hierba en lo que queda de sus
casas, y los extranjeros usarán sus ruinas como sombra cuando
almuercen.
Ay
nº 3 contra el cinismo
Isaías
5: 18-19 dice:
18
¡Ay de los que arrastran la iniquidad con cuerdas de mentira y pecan
como con coyundas de carreta! 19 que dicen: “Que acelere, que
acelere su obra para que la veamos; y que se acerque y se cumpla el
propósito del Santo de Israel, para que lo sepamos".
El
Comentario Bíblico de Wycliffe dice esto:
18
y 19. Culpables del materialismo cínico. Al igual que los
idólatras que arrastran el carro de un gran ídolo en una procesión
festiva, estas personas rebeldes arrastraban su ídolo de la
iniquidad, desafiando al Santo de Israel, como si Él fuera impotente
para intervenir en la historia humana y ejercer Su soberanía.
En
otras palabras, "arrastrar la iniquidad con las
cuerdas de la mentira" era hacer desfilar un ídolo
("iniquidad") por las calles de Jerusalén. Su cinismo
se basaba en el aparente fracaso de Dios para reivindicarse o
manifestarse en la Tierra. Los profetas habían predicho muchas cosas
que aún no habían sucedido. Por lo tanto, la palabra de los
profetas no tenía peso para ellos.
Entonces,
cuando Isaías se opuso a su idolatría, la gente dijo, en efecto, si
tu Dios es el Dios verdadero, entonces déjalo apurarse y cumplir Su
palabra para que podamos ver y creer. Leemos de personas
similares en 2ª Pedro 3: 3-4,
3
Sabed esto antes que nada, que en los últimos días los burladores
vendrán con su propia burla, siguiendo sus propios deseos, 4 y
diciendo: “¿Dónde está la promesa de su venida? Desde que los
padres durmieron, todo continúa tal como fue desde el comienzo de la
creación".
Pedro
responde en 2ª Pedro 3: 8-9,
8
... para el Señor un día es como mil años, y mil años como un
día. 9 El Señor no tarda en cumplir Su promesa, según algunos
consideran la tardanza, sino que es paciente hacia vosotros, no
deseando que ninguno perezca, sino que todos procedan al
arrepentimiento.
El
tiempo es el ingrediente principal de la paciencia. La paciencia de
Dios se basa en Su inmortalidad; la impaciencia del hombre se basa en
su perspectiva mortal. El hombre, por lo tanto, carece de tiempo y
exige ver todo de inmediato. Pero Dios es quien establece la
política, y el cinismo y la impaciencia infantil de los hombres no
lo harán seguir Su ejemplo infantil. Alguien
tiene que ser el adulto en esto.
https://godskingdom.org/blog/2020/03/isaiah-prophet-of-salvation-part-17-1
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