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Examinen todo y retengan lo bueno. Puede que las palabras proféticas que publicamos sean palabras de Dios para alguno de los que hacemos o los que siguen este blog. Son palabras que a nuestro entender pueden encajar con el kairos (tiempo o sazón propicio) general y/o personal que nosotros pensamos que está aconteciendo. Puede que también sean oportunas para los kairos personales de sus vidas en el Señor. Pero seamos especialmente cautos en la apropiación personal de las palabras proféticas; especialmente cuando sean muy complacientes con nuestros deseos y gustos carnales. Pidamos discernimiento para saber si Dios las está usando para confirmar lo que Él ya nos ha estado hablando/haciendo en nuestras vidas. Así evitaremos equivocaciones y frustraciones innecesarias con los tiempos de Dios, por tratar de escoger aquello que queremos oír en lugar de lo que necesitamos oír.
Por el Dr. Stephen Jones 12/03/2020
Después de terminar el blog de hoy sobre Isaías (Parte 9), me encontré con este sueño profético que Veronika West acaba de publicar. Trata del Monte del Señor, sobre el que estaba escribiendo en mi blog hoy. Es una palabra oportuna de aliento para el momento presente. Muchos están asustados en estos días, y esta es una oportuna palabra de seguridad, de que Dios está aquí para proteger y satisfacer todas nuestras necesidades. Ella le dio el título: Una Era Dorada ya está aquí.
Cuando el sonido de esas palabras llenó mis oídos, de repente el sueño cambió y me encontré frente a una gran montaña que se extendía tan alto en los cielos que no podía ver su cima ...
Sueño: Una Era Dorada ya está aquí!
“Un campo de hierba marchita y las decoloradas flores ... Pero mira y escucha ... No temas ... Porque un grito de '¡Buenas noticias' dará a luz una gran recompensa en los próximos días!”
Anoche tuve un sueño que tengo que compartir con ustedes esta mañana, pues confío que instruirá y animará a muchos en esta hora de gran prueba.
En este sueño me encontré de pie en un campo que estaba lleno de hierba y flores silvestres ...
Pero parecía que no era ningún campo común, sino un campo que se extendía hasta donde mis ojos podían ver, que no tenía principio y no tenía fin.
Mientras yo miraba a este campo de hierba y flores, sentí una gran agitación en mi espíritu y el ambiente del sueño cambió de repente y el Espíritu de Temor del Señor vino sobre mí.
Yo sabía que estaba a punto de ver algo ocurrir ..., un movimiento divino de Dios estaba a punto de desplegarse ante mí.
Como ya he observado y esperado, el Espíritu de Revelación avivó para mí Su Palabra, que dice: “La hierba se seca y la flor se marchita, porque el viento de Yahweh golpea sobre ellos. Ciertamente hierba es el pueblo ... ".
Cuando oí esas palabras en el sueño .... de pronto sentí un intenso calor rellenando la atmósfera, como si yo estuviera de pie bajo el sol abrasador.
Y luego un fuerte viento comenzó a soplar alrededor de mí, y cuando los vientos se hicieron más fuertes el calor se intensificaba, por lo que me arrodillé (en el sueño) para tratar de protegerme del calor abrasador y de los fuertes vientos. Cuando me arrodillé pude sentir bajo mis pies el suelo tembloroso y vibrante, pero a medida que continuaba a ver lo que estaba ocurriendo, vi vientos fríos y violentos que soplan al otro lado del campo.
Cuando los vientos abrasadores soplaron sobre la hierba y las flores, vi como el campo fue completamente destruido. Un campo vivo con hierba y flores silvestres frescas se convirtió en un lugar de esterilidad y muerte. Pero tan rápido como los vientos calientes llegaron, los vientos se fueron y el campo se quedó desnudo. Ni una sola brizna de hierba quedó en pie y ni una flor frágil para ser vista!
Ahora bien, cuando me puse delante de la mujer estéril y la tierra quemada, el Espíritu de Intercesión vino sobre mí en el sueño y empecé a llorar. Clamé al Señor por las naciones de la Tierra y por los malos -que el Señor tenga misericordia de las naciones y los malvados que se habían rebelado contra Él.
Cuando clamé en el sueño, el Espíritu de Revelación de nuevo avivó para mí Su palabra, “La hierba se seca, la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre!”
Cuando esas palabras penetraron profundamente en mi corazón, empecé a llorar de nuevo y el Espíritu de Revelación me habló diciendo: “Mira y escucha! ¡No temas! Porque un grito de buenas noticias se oirá desde la montaña y dará a luz gran recompensa en los días venideros".
Entonces, cuando oí esas palabras, de repente la atmósfera cambió y sentí una oleada de fuerza sobrenatural, fuerza y poder golpearon mi espíritu.
De repente levanté la vista y el campo antes estéril y chamuscado que estaba delante de mí parecía un campo de oro. Hasta donde mis ojos podían ver, vi que el campo se había transformado en lo que parecía una calle de oro sólido.
Entonces oí estas palabras, “Ciertamente Él conoce mi camino; cuando Él me haya probado, saldré como el oro".
A medida que el sonido de esas palabras llenó mis oídos, de repente el sueño cambió y me encontré de pie frente a una gran montaña que se extendía tan alto en el cielo que no podía ver la parte superior de la misma.
Pero mientras miraba a la montaña, oí estas palabras: “siempre verdes”, y vi los valles más abajo, hasta donde mis ojos podían ver, que en la montaña había bellos árboles verdes y frondosos, árboles, árboles y más bellos árboles que cubrían la gran montaña.
Entonces, de repente en el sueño me vino a la mente Apocalipsis 22: 2,
“Por el medio de la calle de la ciudad. A cada lado del río estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto. Y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones ... ".
Y cuando mi espíritu conectó con esas palabras, una fragancia fuerte y embriagadora llenó el aire, una fragancia o perfume de un aroma delicado. La fragancia no se parecía a nada que hubiera olido antes, nada, absolutamente nada, en el reino terrenal se podía comparar con el olor de la fragancia que llenaba la atmósfera. ¡Era 'divina y celestial'!
Ahora bien, cuando yo estuve en el Monte del Señor, de repente oí los sonidos desgarradores de un grito que fue inmediatamente familiar para mí -el sonido de un águila.
El sonido de los gritos de un águila llenó el aire. El sonido era tan estimulante y poderoso de que era difícil ponerse de pie, mi cuerpo comenzó a temblar incontrolablemente y yo no podía permanecer sobre mis pies, y caí sobre las rodillas.
Una vez más, sentí que el suelo debajo de mí vibraba y de repente oí el sonido de un rugido de león, cuando un fuerte viento comenzó a soplar y la gran montaña delante de mí comenzó a temblar. El suelo debajo de mí se sentía como si fuera a partirse en dos. Y al mirar hacia la gran montaña, vi que los árboles se agitaban violentamente y las hojas de los árboles se estaban soltando de las ramas y millones y millones de hojas verdes llenaban el aire.
De repente oí estas palabras, “He aquí que el Señor Yahweh vendrá con fortaleza, y su brazo gobernará por Él. He aquí su recompensa con él, y su obra delante de él".
Cuando oí esas palabras, de repente mis ojos se dirigieron de nuevo al campo de oro y vi como las hojas verdes de los árboles empezaban a caer sobre el campo de oro, y las hojas verdes cubrieron el campo. De repente, en un abrir y cerrar de ojos, el campo de oro se convirtió en exuberantes pastos verdes. Hermosas flores y un espumoso río cristalino a lo largo de sus fronteras. Al mirar en asombro ante la belleza exquisita y la transformación divina que ahora estaba delante de mí, oí la voz Espíritu,
“YO SOY el Águila que se eleva, el León que ruge y el Pastor que alimenta a Su rebaño, porque en Mi ira, destruyo a los malos y en Mi misericordia preservo a los mansos.¿Quién puede estar delante de Mi Gran Monte y no ser sacudido? ¿Y quién puede resistir el poder de Mi mano y la fuerza de Mi brazo y no ser destruido?¡Mirad y escuchad! Velad y orad, porque el Espíritu de Temor del Señor ha llegado ahora a las naciones de la Tierra. Los vientos abrasadores de purificación han llegado a los campos de las naciones, porque los caminos de impíos se marchitan y las obras de los rebeldes y los religiosos se caerán!Pero no temas -porque un Remanente Justo saldrá de los fuegos, purificado como el oro y llevará Mi Gloria como nunca se ha visto antes.Con el grito de “¡Buenas nuevas de Sión!” los vientos de la cosecha de Mi Espíritu soplarán sobre el Gran Monte y los árboles serán sacudidos y las hojas sanadoras de los árboles caerán sobre las naciones y mis corderos se darán un festín en los campos de gran recompensa y beberán los ríos de la recompensa”,
dijo el Espíritu de Dios!
Ahora, cuando oí al Espíritu de Revelación hablar esas palabras poderosas, de repente mis ojos alcanzaron a ver algo en la distancia. Entonces oí de nuevo el sonido de un rugido de león y vi ovejas y corderitos corriendo hacia mí.
Al mirar de nuevo, vi al León de Judá que recorría el largo y el ancho del hermoso campo verde. Estaba marcando el territorio, estableciendo líneas de protección para las ovejas y los corderos.
Observé y escuché como el poderoso rugido del león se extendía por toda la Tierra, así que las ovejas y los corderos le siguieron y fueron atraídos al campo por el sonido del Rey León.
Mientras veía esto desarrollarse ante mí, de repente vi al León de Judá ascendiendo el Gran Monte y los árboles para la sanidad estaban quietos. Ni una hoja se movía, ni una roca o incluso una pequeña piedra estaba temblando, porque una gran quietud había llegado al Gran Monte cuando el León de Judá ascendió a lo alto.
Tan rápidamente como llegó al campo, ascendió al Gran Monte. Entonces oí estas palabras,
“Yo soy el Infinito. Porque Yo he medido las aguas del mar y marcado los límites de las naciones con la mano, porque yo he pesado el polvo de las montañas y las colinas en mi balanza.¿Quién puede entender mis caminos? ¿Quién es lo suficientemente inteligente para aconsejarme o enseñarme justicia?Porque las naciones no son más que un grano de arena en Mi mano. YO SOY el Gran YO SOY!”
Y entonces me desperté y empecé a orar y anoté todo lo que vi y oí.
Bendiciones para todos ustedes.
~ Por Veronika West
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