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TIEMPO Y ESPACIO EN LA BIBLIA: 6- La Oración y el Tiempo, Administrador




Tras este entendimiento del funcionamiento del tiempo en la Biblia nuestra vida debería cambiar y dicho cambio modificar nuestra forma de orar, para que fuera más congruente con la Palabra de Dios y, por ello, más eficaz.

Sin embargo, también entendemos que Dios conoce los corazones y está más interesado en su pureza que en los formalismos de la oración, por lo que la falta de conocimiento no tendría porque impedir una respuesta de Dios cuando hay rectitud de corazón.

La oración y el tiempo

Vivimos en un mundo de tres dimensiones (largo, ancho, alto), un mundo de lo material, de lo físico, de lo visible y tangible. Dios y otros espíritus incorpóreos habitan en el mundo de la cuarta dimensión, de lo espiritual, inmaterial, invisible e intangible. Así como la segunda dimensión (el plano) contiene en sí la primera (la línea) y la tercera (de volumen o espacial) contiene ambas; así también la cuarta (espiritual) contiene las tres primeras.

En la cuarta dimensión no existe el tiempo; allí nada tiene que ocurrir, todo está ya presente. Por eso, cuando oramos en los términos de Dios la cosa se realiza de inmediato Arriba en el Cielo, en la dimensión espiritual, quedando atada o desatada en el mismo instante de la oración. Por supuesto entendemos esto para la oraciones hechas conforme a la voluntad de Dios.

Esto no es así en el mundo de lo material, donde para que veamos la realización de la oración concedida, deberemos esperar en la mayoría de las ocasiones un lapso de tiempo, mayor o menor, entre la concesión Arriba y su manifestación abajo, aunque a veces pueda ocurrir al instante. Probablemente ese lapso de tiempo sea mayor cuanto menor sea nuestra fe. También puede influir en su mayor o menor tardanza en manifestarse la oposición del mundo espiritual satánico. Podemos observar esto muy claramente en el libro de Daniel, cuando el profeta estaba visionando junto al río Hidekel:

Dan. 10:12 Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día en que aplicaste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. 13 Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días ...



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