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GILGAL (Dedicatoria, Prefacio, Introducción), Thamo Naidoo




(Al final tienen el artículo duplicado sin resaltados 
y legible para celulares en modo apaisado).
ADMINISTRADOR:
Nuestro buen amigo Byron E. Mansilla nos remitió este pequeño 
libro titulado "GILGAL". Nos ha bastado leer la introducción y
los dos primeros capítulos para darnos cuenta más allá de toda 
duda de que es una confirmación clarísima del mensaje profético
que nos fue encomendado por el Señor, "FINISTERRE AL BORDE DEL JORDÁN"
y que dio nombre a nuestro primer blog. El cruce del Jordán mediante
la muerte a la carne y la acampada en Gilgal para la circuncisión 
del corazón son los dos pasos preceptivos para salir del desierto 
Pentecostal y adentrarse en la estación final de Tabernáculos.
Thamo Naidoo recibió la semilla de esta revelación en el año 1998,
sólo dos años después de que el Señor nos la mostrara a nosotros 
mediante la interpretación de una visión, que le había dado a la 
esposa del pastor de la iglesia a la que asistíamos entonces. 

Thamo dice en este libro que tardó seis años en escribir el libro (2004)
y nosotros lo escribimos al momento, pero solamente fuimos autorizados
por el Señor a publicarla en el año 2012, con motivo de la 
Fiesta de las Trompetas.

Si ustedes leen Gilgal y Finisterre, podrán advertir con 
total claridad que el mensaje profético es coincidente. Esto debe, 
una vez más, animarnos a todos a proseguir en la senda que 
emprendimos, con la absoluta seguridad de estar en la voluntad 
de Dios para este kairos o estación del Cuerpo de Cristo.

Les dejamos hoy con la parte introductoria y les iremos 
compartiendo capítulo a capítulo.

Al final tienen el artículo duplicado sin resaltados y legible
en celulares



Dedicatoria 

Este libro está dedicado a la memoria del difunto Aarón 
Govender, quien fue de repente llamado a descansar en 
el mes de la publicación de este texto. Él no sólo fue 
una parte integral de los ancianos del Ministerio River of 
Life sino también un colega y amigo. En muchos 
aspectos, él fue una fuente de inspiración y motivación 
para mí. Su marca sobre mi vida ha dejado una huella 
en cada página de este libro. 


Prólogo 

Estamos viviendo en el tiempo más profético del 
destino de las naciones. La fuerte impartición apostólica 
en el fundamento de la vida de la Iglesia está activando a 
los santos para que vuelvan a capturar su mandato 
global y establecer la Voluntad y el Reino de Dios sobre 
toda la Tierra. El deseo más profundo es establecer una 
nación estándar en la Tierra, a la cual todas las otras 
naciones deben ajustarse. 

El Padre ha pre-ordenado que Su registro profético, 
desde el cual Sus propósitos hallarán culminación en la 
Tierra, encuentre su punto convergente en un pueblo 
representativo que sabrá cómo llevar las naciones de la 
Tierra a una posición de “rodillas dobladas”. La 
intención de Dios es que la Iglesia ocupe una posición de 
fortaleza patriarcal en la Tierra. Es una posición desde la 
cual Su identidad de Paternidad es impuesta para que la 
Iglesia pueda hacer nacer Su propósito en cada 
generación. 

La fortaleza patriarcal significa que la Iglesia no puede 
estar estática. Es el catalizador que impulsa la autoridad 
de Dios para ser ejecutada en la Tierra. La Iglesia del 
tiempo final es un vehículo autorizado, el cual ejecuta un 
cambio en las posiciones espirituales. Es esta poderosa 
posición en Dios, que excluye la “indulgencia mundana”. 

¡La Iglesia del Último día será una montaña, una 
fortaleza, una torre (Is. 2) posicionada en medio de la
crisis que tomará la Tierra! En la visión de Daniel, la 
Piedra del Reino fue cortada de una montaña (Dan. 2:45) 
y esta comenzó a destruir los sistemas de Babilonia de la 
Tierra. La Piedra misma creció y se convirtió en una 
montaña en la Tierra. 



Gilgal: “Principios Gobernando la Transición hacia la 
Reforma Apostólica”. 
Es poderosamente relevante en  que imparte las realidades 
de la verdad presente de la transición de toda la Iglesia hacia 
la superioridad gubernamental. Thamo compendia de manera 
precisa un ingrediente clave para el dominio del Reino 
del siglo XXI. 

“Gilgal” – esta palabra significa más que sólo “quitar el 
oprobio” de una vida pasada, ¡sino que además simbólicamente 
retrata el cuadro del nacimiento de una nación! Nos da 
un cuadro vívido del surgimiento de una nueva raza de 
gente – sanados de toda fragmentación dentro del 
Cuerpo de Cristo; ¡gente con fresco discernimiento y 
poderosamente posicionados para la conquista final! 

En Gilgal, una nación entera fue edificada a través del 
proceso de la circuncisión – el corte del exceso de la 
carne de la frente de sus mentalidades. Thamo, expone los 
principios prácticos de este proceso de manera tan precisa, 
los cuales son los requisitos de Dios para 
entrar a un lugar de conquista final. Thamo Naidoo ha 
viajado a las naciones enseñando estas nuevas 
posiciones de la Verdad Presente del Señor. Es mi 
ferviente oración que los Pastores y líderes de la Iglesia 
comiencen a enseñar estos principios en sus iglesias 
locales para que el mensaje de la Reforma Apostólica 
pueda ser abrazado y consecuentemente, posicionar a la 
Iglesia dentro de nuevos niveles en Dios.  

Shaun Blignaut 
Ministerio Corazón del Padre 
Port Elizabeth, Sudáfrica 




Prefacio 

La semilla que dio a luz este libro puede ser rastreada al 
año 1998. Yo estaba en oración en un hotel en Nakuru, 
Kenya, cuando el Espíritu Santo iluminó mi corazón con 
la revelación de Gilgal. Oí a Dios decirme que debía 
escribir un libro sobre Gilgal, el cual ayudaría a 
congregaciones a hacer una transición para introducirse 
dentro de la nueva estación (kairos, sazón, edad). 
En un momento recibí el bosquejo, 
el cual es ahora, el marco de referencia de esta copia. 

En ese punto en el tiempo el mensaje de la Reforma 
Apostólica era bastante nuevo para mí. Había 
impactado dinámicamente mi vida, pero yo no estaba 
listo para dar el mensaje. Mientras estaba abrumado 
por la instrucción de escribir este libro, también estaba 
intimidado por el mero pensamiento de escribir (un 
talento del que carezco). Como resultado de mis 
sentimientos de incapacidad, incredulidad, intimidación 
y de mi pobre disciplina, el libro costó seis años para 
completarse (2004). De más está decir, escribir este libro ha 
sido uno de los desafíos más intimidatorios de mi vida. 
Fue como un primer intento escalar una alta montaña. 

Yo debo, sin embargo, reconocer a aquellos que me 
motivaron a traer conclusión a este asunto sobresaliente 
sobre mi registro profético. Mi esposa, Mirolyn, no sólo 
ha alentado la finalización de este libro sino que también 
ha hecho invaluables sugerencias para su elaboración. Mis 
hijos (Theron, Sherwin, Rylan) también han hecho 
muchos sacrificios al permitirme viajar a las naciones y 
también permitiéndome espacio para esconderme en mi 
oficina por horas para que la escritura pudiera ser 
completada. 

Mi especial agradecimiento al Dr. Rani Moodley y al 
Pastor Winston Govinden por sus sugerencias 
perspicaces, y a Kenny Frank por la edición. Mi sincera 
gratitud a la Iglesia Living Word (Pastores Eugene and 
Patrice Sheppard), de Washington DC y a Crusaders 
West (Apóstol Daryl O´Neil), de Chicago, EE.UU por su 
apoyo financiero y aliento para escribir este libro. Hay 
tantos otros que han jugado un rol en darle impulso para 
su escritura; Leon y Hendrika Brown (Alaska, EE.UU.) y 
Eric y Carolyn Warren (Columbus, Ohio, EE.UU).

Me gustaría dejar constancia de mi apreciación al Dr. 
Noel Woodroffe (Red World Breakthrough) y al Dr. 
Robert Munien (Grace Outreach International) por el 
impacto hecho sobre mi vida en los estadios formativos 
de la estación apostólica. Ellos han ayudado a dar forma 
a este mensaje en mi vida y ministerio. 

Finalmente, mi congregación y staff del Ministerio 
Cristiano River of Live ocupan un lugar único en este 
libro. Además de que el apoyo de ellos ha sido un 
catalizador en incitarme a terminar el libro, ellos son los 
modelos que han probado y examinado los principios 
extraídos de Gilgal. Aún es con tristeza que este libro es 
publicado en el mismo mes que mi colega Aarón 
Govender de repente falleció. Él no sólo era del cuerpo 
de ancianos de nuestra congregación sino también un 
sabio consejero y un general de Alto rango en el Reino 
de Dios. Su marca en mi vida ha dejado una huella en 
cada página de este libro. Este libro está dedicado a su 
memoria. 

Thamo Naidoo 
Ministerio Cristiano River of Life 
Pietermaritzburg, Sudáfrica 




Introducción 

Vientos del cambio están soplando sobre la Iglesia y 
la comunidad global. Una nueva estación ha 
amanecido sobre la humanidad, creando condiciones para 
que el Espíritu Santo introduzca nuevas estrategias bíblicas, 
diseños y mandatos para agilizar el propósito divino en 
la Tierra. Las Escrituras coinciden: “Todo tiene su 
tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su 
hora” (Eclesiastés 3:1).

La nueva estación revela los diseños predestinados para 
el cumplimiento de la voluntad soberana de Dios en la 
Tierra. Por lo tanto, es crucial para los líderes de la 
Iglesia que ajusten sus estructuras, visiones, estilos de 
liderazgo y todas las otras operaciones a la misión 
principal de esta estación. Esto implica que todo en la 
Iglesia tiene que atravesar el proceso de revisión y re-
evaluación. Esencialmente, la Iglesia es el micro-cosmos 
de todo lo que está en el corazón de Dios. Por lo tanto, 
debe ser el reflejo más preciso del deseo divino en la 
Tierra. 

El cambio conlleva el espíritu de la reforma, que confronta 
toda esfera y sistema de gobierno en la Tierra. Cuando 
las estaciones cambian, todo en la historia humana es 
afectado. Como consecuencia, todo debe atravesar el 
proceso radical evolutivo de la transición. La meta 
primaria de cualquier estación divinamente iniciada es 
avanzar agresivamente el Reino de Dios hacia su 
predestinada conclusión. Con respecto a esto, que es de 
incumbencia para la Iglesia convertirse en la encarnación 
de la mente de Dios en la Tierra, por medio de modelar, 
a través de estructuras tangibles, todo lo que está 
encerrado en el corazón de Dios. La Iglesia es el 
mecanismo a través del cual la sabiduría de Dios es 
manifestada a los principados y potestades en toda la 
Creación. En este hecho, yace la apostolicidad de la 
Iglesia – es decir – su habilidad para actuar de manera 
precisa como la agencia de Dios en la Tierra. 

Los líderes de las congregaciones deberían hacer todo 
intento tanto por buscar como por conocer la mente y el 
consejo de Dios para la nueva estación. Es también visto por 
anticipado que los líderes prepararán a sus 
congregaciones para hacer los ajustes necesarios. Esto 
involucra el proceso de reestructurar las mentalidades 
de la gente y la modificación de las estructuras físicas 
que sostienen la vida religiosa en sus congregaciones. A 
partir de esto, emerge la responsabilidad desafiante de 
alterar (o modificar) la composición de esos sistemas sagrados”, que estrictamente mantienen la actividad 
religiosa pero no producen vida espiritual ni los 
objetivos deseados de la nueva estación. Si hay 
insensibilidad a las expectativas de una nueva estación, 
existe también el peligro de guardar religiosamente un 
sistema de pensamiento y una estructura de práctica 
que no es más relevante a los propósitos de Dios. A 
menudo, está el surgimiento de un intento conjunto de 
guardar celosamente y preservar una heredad pasada. 
La consecuencia es un abandono del deseo de ser 
relevante al proceso presente. En vez de defender el 
propósito de Dios en la Tierra, está el peligro de 
convertirse en un adversario de la intención divina. Los 
que adoptan esta posición pueden fácilmente volverse 
orientados a los programas y movidos por la actividad; 
aunque no están dirigidos por los propósitos de Dios. 

La fe cristiana es un viaje que presenta un camino 
celestial de la vida. Por lo tanto, acertadamente se 
referían a los creyentes en la Iglesia Primitiva como la 
gente del Camino.1 El viaje del creyente es 
intrínsecamente espiritual pero vivido en lo natural. Con 
respecto a esto, el aspecto espiritual del viaje debe 
sobreponerse y radicalmente influenciar el curso natural 
de la existencia de un individuo. Esencialmente la 
historia (en griego, cronos 2) de la humanidad debe ser 
gobernada por las estaciones (en griego, kairos 3) de Dios. 
Cuando una nueva estación (kairos) de Dios es 
claramente revelada a Su pueblo, los lugares son 
nombrados como un memorial de ese “tiempo” 
significativo en la historia de la humanidad. Este punto 
es claramente reflejado en la vida y experiencia del 
peregrinaje de los patriarcas. 

-----------------------------------------------
1 Hechos 9:2; 19:9,23; 22:4; 24:14,22 

2 Chronos es la medida científica de tiempo. Se refiere a “tiempo 
cuantitativamente, como un período medido por una sucesión de objetos y 
eventos, y denota el paso de momentos”. “Tiene sólo una duración, no un 
desafío de realización, como kairos” (S. Zodhiates, ref. 5550, pág. 1769) 

3 Kairos en su significado literal se refiere a “estación, tiempo oportuno, 
tiempo fijado” (S. Zodhiates, ref. 2540, pág. 1726). Metafóricamente es la 
medida espiritual de un tiempo establecido que está determinado por la 
respuesta humana a la tarea divina disponible. Es el tiempo que provee a 
uno las oportunidades para colaborar con destino a cumplir los propósitos 
de Dios en la Tierra. 


Siempre que ellos tenían un encuentro específico con su 
Dios, el entorno de ese encuentro único recibía un 
nombre o recibía otro nombre. En un sentido, estos 
lugares resaltan hitos en la historia de la salvación. 
Mientras que estos lugares fueron únicos momentos en 
la historia redentora, sí nos transmiten a nosotros, la 
Iglesia de Jesucristo, ejemplos que pueden ser una luz de 
guía en nuestro viaje hacia la Tierra Prometida, o hacia 
el Señor Mismo. 

Actualmente, hay muchos líderes de la Iglesia que están 
reconociendo la necesidad de cambiar las estructuras 
existentes de sus congregaciones. Algunos no saben 
cómo y qué hacer para efectivizar el proceso de 
transición. Otros, en su celo, han introducido 
impulsivamente (y probablemente sin sabiduría) 
cambios que han recibido resistencia, indiferencia, y 
migración de la gente de sus congregaciones. Esto 
resulta en frustración y desilusión con la idea del 
cambio. Sin embargo, hay algunos líderes que son 
ignorantes al hecho que cuando una estación cambia se 
requiere que ellos hagan los ajustes en consecuencia. Es 
ignorancia o insensibilidad a los planes reveladores de 
Dios, lo cual mantiene a sus congregaciones en el 
desierto de la esterilidad y en la práctica de la actividad 
religiosa mundana. 

Está también esa categoría de líderes de Iglesia que 
tienen miedo de cambiar sus estructuras, estrategias y 
programas. Ellos creen que por introducir cambio a su 
forma existente de vida religiosa, pueden infringir la 
voluntad divina, cayendo consecuentemente en error. 
Ellos son de la opinión que si Dios les dio estos patrones 
en el pasado, entonces no se pueden cambiar. Sin 
embargo, esta puede no ser necesariamente una 
suposición correcta. Un estudio del patrón para edificar 
el Tabernáculo provee un ejemplo del proceso dinámico 
de desarrollo que alcanzó su manifestación consumada 
en Jesucristo. Con respecto a esto, puede deducirse que 
mientras la forma física del Tabernáculo continuamente 
atravesaba el proceso del cambio, los valores y 
principios centrales de Dios, los cuales dirigieron la 
edificación del Tabernáculo, no cambiaron. Por ejemplo, 
el proceso que guió a que el Tabernáculo fuera edificado 
por Moisés se hubo vuelto obsoleto cuando Salomón 
edificó el templo. Aún la edificación del Templo de 
Salomón no contradijo el Tabernáculo de Moisés. 
Mientras que el Templo de Salomón abrazó plenamente 
el patrón del Tabernáculo de Moisés, fue más adelante 
por medio de la amplificación, clarificación y definición 
de la intención divina para la construcción del 
Tabernáculo en el primer lugar. Cada fase en el 
desarrollo del Tabernáculo era una actualización 
(mejora), que resaltaba la intención de Dios en el 
establecimiento y continuidad de Su propósito en la 
Tierra. 

Es con esto en mente, que he escrito este libro. El 
objetivo primario del libro es compartir los principios 
que asistirán a esos líderes quienes están deseos de 
llevar a sus congregaciones por el doloroso proceso de la 
transición. Estos principios han sido deducidos de mis 
experiencias personales, al embarcarme en el viaje de 
descubrir Su voluntad para la congregación a la cual 
actualmente pastoreo. Sin embargo, al escribir este 
libro, me he refrenado concienzudamente de usar 
ejemplos personales en mi propio viaje de transición, ya 
que pueden hacer sombra a la aplicación de los 
principios de cambio en los lugares únicos en los cuales 
los líderes de la Iglesia pueden encontrarse en sus 
congregaciones. 

Los principios bíblicos en este libro, pueden guiar a los 
líderes de la Iglesia en la implementación del cambio 
dentro de sus congregaciones. Al mismo tiempo, debo 
señalar enfáticamente que estos no son necesariamente 
todos los principios involucrados en el proceso dinámico 
de la transición. Soy consciente del hecho de que puede 
haber principios y lecciones, de un valor mucho más 
incalculable, que uno puede usar para navegar y guiar a 
alguien en la voluntad de Dios para Su Iglesia. 

Yo también escribo desde la presunción que la Biblia 
está repleta de ejemplos de estructuras externas 
(edificadas por personas), atravesando el proceso de 
metamorfosis. Aun así, los principios divinos en la 
Escritura son inmutables – nunca cambian. Aunque los 
métodos divinos están continuamente cambiando, los 
principios divinos nunca son contradichos. Siempre que 
las estaciones cambian, los principios de la estación 
previa son exportados, instalados y adaptados a la nueva 
estación. Además, nuevas revelaciones (de la Palabra de 
Dios) son introducidas por la nueva estación, añadiendo 
nuevos principios al proceso evolutivo de crecimiento en 
el misterio de la revelación divina. Este punto es 
resaltado en Hebreos: 

“Mirad que no desechéis al que habla, pues si no 
escaparon aquellos que desecharon al que los 
amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si 
desechamos al que amonesta desde los cielos. Su voz 
conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido 
diciendo: «Una vez más conmoveré no solamente la 
tierra, sino también el cielo». Y esta frase: «Una vez 
más», indica la remoción de las cosas movibles, como 
cosas hechas, para que queden las inconmovibles”.
(Hebreos 12:25-27) 

La palabra “remoción” (en griego, metathesis) implica el 
proceso de Dios evaluando críticamente todo lo que es 
“hecho” por la agencia humana en la Iglesia. Siendo esa 
la intención, lo que pasó la prueba divina puede 
permanecer como una parte integral de la evolución de 
Sus propósitos en la Tierra. Esto infiere que sólo lo que 
es de calidad celestial más excelente debería ser una 
parte constitutiva del edificio que Dios está 
construyendo. A la luz de esto, puede ser afirmado que 
hay un proceso divino continuo de eliminación que debe 
ocurrir en la Iglesia. Finalmente, sólo la sustancia de las 
cosas, que son eternas en su naturaleza, permanecerá. 

Es tan asombroso notar que la revelación de un patrón 
divino es siempre fiel a los principios fundamentales. 
Para ponerlo claramente, los estatutos y preceptos de 
Dios nunca cambian, pero los métodos de Dios para 
establecer Su propósito en la humanidad están 
constantemente evolucionando. “Es simplemente 
maravilloso cómo Dios ha guardado todo permaneciendo fiel 
al principio fundamental: uno nunca descubre después, a pesar
de cuán completamente una cosa esté desarrollada, que haya 
habido un cambio en el principio; el principio está allí y no nos 
podemos escapar de él”.4 

Aunque hay formas múltiples en las cuales Dios revela 
Sus planes y propósitos para Su pueblo, no hay, sin 
embargo, contradicción con Su carácter y naturaleza o 
con Sus planes revelados a Su pueblo. El escritor a los 
Hebreos con seguridad resalta esto en sus declaraciones 
de apertura: 

“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas 
maneras en otro tiempo a los padres por los Profetas”. 
(Hebreos 1:1) 

De este versículo, extraemos que Dios ha estado en una 
comunicación continua con la humanidad. Él lo hizo 
“varias veces” (en griego polumeros), o en diferentes 
tiempos y estadios en la historia humana. Él también 
reveló Su voluntad “de varias maneras” (en griego 
polutropos) o en diferentes maneras compatibles con 
nuestra habilidad para comprender.  

En otras palabras, Él usó las formas o métodos más 
contemporáneos en cada estación para comunicarse con la gente. A 
través de todo el Antiguo Testamento, es 
abundantemente claro que Dios se relacionaba con la 
gente en el nivel de la comprensión de ellos. Los 
Profetas no eran sólo usados como instrumentos pasivos 
de comunicación, sino que Él moraba en sus vidas y a 
través de ellos demostraba Su voluntad al pueblo. Todo 
lo que ellos comunicaban o edificaban era fiel a los 
principios divinos y sin contradecir las 
Escrituras – aunque ellos comunicaron en diferentes 
épocas y utilizaron diferentes métodos. 

En este punto, puede ser discutido que no importa lo 
que Dios comunique o edifique en la Tierra, es siempre fiel a 
los principios divinos. “Podemos tomar como 
establecido que si en la súper-estructura hay algo que 
está fuera de armonía con el principio espiritual original 
básico de Dios, eso va a ser un defecto, que augurará 
tragedia tarde o temprano. La súper-estructura, en cada 
detalle del principio, tiene que ser fiel a su fundamento, 
al original” 5. Por lo tanto, podemos estar de acuerdo de 
que la Iglesia es la super-estructura de Dios en la Tierra. 
Su misma naturaleza y operación es gobernada por los 
principios divinos que no contradicen las Escrituras. 
Básicamente, puede ser mencionado que los principios 
fundamentales de Dios son transferidos de una vieja 
estación a una nueva, aunque la estructura que 
originalmente albergaba estos principios, puede haber 
sido desmantelada.
 
4 T. Austin Sparks. Prophetic Ministry (El Ministerio Profético), A Classic 
Study on the Nature of a Prophet (Un Estudio Clásico sobre la Naturaleza de 
un Profeta, Shippensburg, PA, EE.UU., Publicaciones Destiny Image.
5 ídem 

Es más, en cada nueva estación, principios nuevos son 
desentrañados; dando ímpetu y mayor definición al 
proceso formativo de edificación de los propósitos de 
Dios dentro de las estructuras terrenales. Estas 
estructuras deberían ser “más precisas” que aquellas 
estructuras, las cuales reflejaban “de manera precisa” 
(en un punto previo en el tiempo) la revelación de esa 
estación única. 

Nosotros debemos, en todo tiempo, tener presente que 
la Iglesia está en un viaje de desarrollar progresivamente 
la representación exacta y la imagen de Cristo en la 
Tierra. Cada estación restaura una parte integral de 
Cristo que contribuye a la construcción de la Iglesia en la 
Tierra. Como los Profetas, que comunicaban la voluntad 
de Dios al pueblo, los líderes de la Iglesia deben crear el 
ambiente y las condiciones para que Dios hable en y a 
través de ellos. Estos líderes deben desarrollar un 
sistema operativo en sus congregaciones, que capture 
los mensajes esenciales de cada estación dada. Deben 
permitir que el propósito de Dios de esa estación dé 
forma y expresión a la revelación de Dios. Cualquier 
cosa que ellos reciban como una revelación debe ser 
validada y confirmada por las Escrituras –es decir– por 
una “palabra profética más segura”. 6 Acceder a la 
verdad presente de parte de Dios es la plomada que 
establece toda revelación o la legitimación de una nueva 
estación en la Tierra. 

6 2a Pedro 1:19 


Es anticipado que Gilgal contribuirá al proceso de 
transición por medio de proponer a los líderes de la 
Iglesia los principios. De este modo, chequeos y 
balances pueden ser puestos en su lugar para el 
desarrollo de congregaciones apostólicas saludables del 
Nuevo Testamento.



ARTICULO REPETIDO:

ADMINISTRADOR:
Nuestro buen amigo Byron E. Mansilla nos remitió este pequeño 
libro titulado "GILGAL". Nos ha bastado leer la introducción y
los dos primeros capítulos para darnos cuenta más allá de toda 
duda de que es una confirmación clarísima del mensaje profético
que nos fue encomendado por el Señor, "FINISTERRE AL 
BORDE DEL JORDÁN", y que dio nombre a nuestro primer blog. 
El cruce del Jordán mediante la muerte a la carne y la 
acampada en Gilgal para la circuncisión del corazón son
los dos pasos preceptivos para salir del desierto 
Pentecostal y adentrarse en la estación final de Tabernáculos.

Thamo Naidoo recibió la semilla de esta revelación en el año 1998,
sólo dos años después de que el Señor nos la mostrara a nosotros 
mediante la interpretación de una visión, que le había dado a la 
esposa del pastor de la iglesia a la que asistíamos entonces. 

Thamo dice en este libro que tardó seis años en escribirlo (2004)
mientras nosotros lo escribimos al momento, pero solamente 
fuimos autorizados por el Señor a publicarla en el año 2012, 
con motivo de la Fiesta de las Trompetas.

Si ustedes leen Gilgal y Finisterre, podrán advertir con 
total claridad que el mensaje profético es coincidente. 
Esto debe, una vez más, animarnos a todos a proseguir 
en la senda que emprendimos, con la absoluta seguridad de 
estar moviéndonos en la voluntad de Dios para este 
kairos o estación del Cuerpo de Cristo.

Les dejamos hoy con la parte introductoria y les iremos 
compartiendo capítulo a capítulo.


Dedicatoria 

Este libro está dedicado a la memoria del difunto Aarón 
Govender, quien fue de repente llamado a descansar en 
el mes de la publicación de este texto. Él no sólo fue 
una parte integral de los ancianos del Ministerio River of 
Life sino también un colega y amigo. En muchos 
aspectos, él fue una fuente de inspiración y motivación 
para mí. Su marca sobre mi vida ha dejado una huella 
en cada página de este libro. 


Prólogo 

Estamos viviendo en el tiempo más profético del 
destino de las naciones. La fuerte impartición apostólica 
en el fundamento de la vida de la Iglesia está activando a 
los santos para que vuelvan a capturar su mandato 
global y establecer la Voluntad y el Reino de Dios sobre 
toda la Tierra. El deseo más profundo es establecer una 
nación estándar en la Tierra, a la cual todas las otras 
naciones deben ajustarse. 

El Padre ha pre-ordenado que Su registro profético, 
desde el cual Sus propósitos hallarán culminación en la 
Tierra, encuentre su punto convergente en un pueblo 
representativo que sabrá cómo llevar las naciones de la 
Tierra a una posición de “rodillas dobladas”. La 
intención de Dios es que la Iglesia ocupe una posición de 
fortaleza patriarcal en la Tierra. Es una posición desde la 
cual Su identidad de Paternidad es impuesta para que la 
Iglesia pueda hacer nacer Su propósito en cada 
generación. 

La fortaleza patriarcal significa que la Iglesia no puede 
estar estática. Es el catalizador que impulsa la autoridad 
de Dios para ser ejecutada en la Tierra. La Iglesia del 
tiempo final es un vehículo autorizado, el cual ejecuta un 
cambio en las posiciones espirituales. Es esta poderosa 
posición en Dios, que excluye la “indulgencia mundana”. 

¡La Iglesia del Último día será una montaña, una 
fortaleza, una torre (Is. 2) posicionada en medio de la
crisis que tomará la Tierra! En la visión de Daniel, la 
Piedra del Reino fue cortada de una montaña (Dan. 2:45) 
y esta comenzó a destruir los sistemas de Babilonia de la 
Tierra. La Piedra misma creció y se convirtió en una 
montaña en la Tierra. 


Gilgal: “Principios Gobernando la Transición hacia la 
Reforma Apostólica”. 
Es poderosamente relevante en  que imparte las realidades 
de la verdad presente de la transición de toda la Iglesia 
hacia la superioridad gubernamental. Thamo compendia de 
manera precisa un ingrediente clave para el dominio del 
Reino del siglo XXI. Gilgal” – esta palabra significa más que sólo “quitar el 
oprobio” de una vida pasada, ¡sino que además simbólicamente 
retrata el cuadro del nacimiento de una nación! Nos da 
un cuadro vívido del surgimiento de una nueva raza de 
gente – sanados de toda fragmentación dentro del 
Cuerpo de Cristo; ¡gente con fresco discernimiento y 
poderosamente posicionados para la conquista final! 

En Gilgal, una nación entera fue edificada a través del 
proceso de la circuncisión – el corte del exceso de la 
carne de la frente de sus mentalidades. Thamo, expone los 
principios prácticos de este proceso de manera tan precisa, 
los cuales son los requisitos de Dios para 
entrar a un lugar de conquista final. Thamo Naidoo ha 
viajado a las naciones enseñando estas nuevas 
posiciones de la Verdad Presente del Señor. Es mi 
ferviente oración que los Pastores y líderes de la Iglesia 
comiencen a enseñar estos principios en sus iglesias 
locales para que el mensaje de la Reforma Apostólica 
pueda ser abrazado y consecuentemente, posicionar a la 
Iglesia dentro de nuevos niveles en Dios.  

Shaun Blignaut 
Ministerio Corazón del Padre 
Port Elizabeth, Sudáfrica 




Prefacio 
La semilla que dio a luz este libro puede ser rastreada al 
año 1998. Yo estaba en oración en un hotel en Nakuru, 
Kenya, cuando el Espíritu Santo iluminó mi corazón con 
la revelación de Gilgal. Oí a Dios decirme que debía 
escribir un libro sobre Gilgal, el cual ayudaría a 
congregaciones a hacer una transición para introducirse 
dentro de la nueva estación (kairos, sazón, edad). 
En un momento recibí el bosquejo, 
el cual es ahora, el marco de referencia de esta copia. 

En ese punto en el tiempo el mensaje de la Reforma 
Apostólica era bastante nuevo para mí. Había 
impactado dinámicamente mi vida, pero yo no estaba 
listo para dar el mensaje. Mientras estaba abrumado 
por la instrucción de escribir este libro, también estaba 
intimidado por el mero pensamiento de escribir (un 
talento del que carezco). Como resultado de mis 
sentimientos de incapacidad, incredulidad, intimidación 
y de mi pobre disciplina, el libro costó seis años para 
completarse (2004). De más está decir, escribir este libro ha 
sido uno de los desafíos más intimidatorios de mi vida. 
Fue como un primer intento escalar una alta montaña. 

Yo debo, sin embargo, reconocer a aquellos que me 
motivaron a traer conclusión a este asunto sobresaliente 
sobre mi registro profético. Mi esposa, Mirolyn, no sólo 
ha alentado la finalización de este libro sino que también 
ha hecho invaluables sugerencias para su elaboración. Mis 
hijos (Theron, Sherwin, Rylan) también han hecho 
muchos sacrificios al permitirme viajar a las naciones y 
también permitiéndome espacio para esconderme en mi 
oficina por horas para que la escritura pudiera ser 
completada. 

Mi especial agradecimiento al Dr. Rani Moodley y al 
Pastor Winston Govinden por sus sugerencias 
perspicaces, y a Kenny Frank por la edición. Mi sincera 
gratitud a la Iglesia Living Word (Pastores Eugene and 
Patrice Sheppard), de Washington DC y a Crusaders 
West (Apóstol Daryl O´Neil), de Chicago, EE.UU por su 
apoyo financiero y aliento para escribir este libro. Hay 
tantos otros que han jugado un rol en darle impulso para 
su escritura; Leon y Hendrika Brown (Alaska, EE.UU.) y 
Eric y Carolyn Warren (Columbus, Ohio, EE.UU).

Me gustaría dejar constancia de mi apreciación al Dr. 
Noel Woodroffe (Red World Breakthrough) y al Dr. 
Robert Munien (Grace Outreach International) por el 
impacto hecho sobre mi vida en los estadios formativos 
de la estación apostólica. Ellos han ayudado a dar forma 
a este mensaje en mi vida y ministerio. 

Finalmente, mi congregación y staff del Ministerio 
Cristiano River of Live ocupan un lugar único en este 
libro. Además de que el apoyo de ellos ha sido un 
catalizador en incitarme a terminar el libro, ellos son los 
modelos que han probado y examinado los principios 
extraídos de Gilgal. Aún es con tristeza que este libro es 
publicado en el mismo mes que mi colega Aarón 
Govender de repente falleció. Él no sólo era del cuerpo 
de ancianos de nuestra congregación sino también un 
sabio consejero y un general de Alto rango en el Reino 
de Dios. Su marca en mi vida ha dejado una huella en 
cada página de este libro. Este libro está dedicado a su 
memoria. 

Thamo Naidoo 
Ministerio Cristiano River of Life 
Pietermaritzburg, Sudáfrica 
Introducción 

Vientos del cambio están soplando sobre la Iglesia y 
la comunidad global. Una nueva estación ha 
amanecido sobre la humanidad, creando condiciones para 
que el Espíritu Santo introduzca nuevas estrategias bíblicas, 
diseños y mandatos para agilizar el propósito divino en 
la Tierra. Las Escrituras coinciden: “Todo tiene su 
tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su 
hora” (Eclesiastés 3:1).

La nueva estación revela los diseños predestinados para 
el cumplimiento de la voluntad soberana de Dios en la 
Tierra. Por lo tanto, es crucial para los líderes de la 
Iglesia que ajusten sus estructuras, visiones, estilos de 
liderazgo y todas las otras operaciones a la misión 
principal de esta estación. Esto implica que todo en la 
Iglesia tiene que atravesar el proceso de revisión y re-
evaluación. Esencialmente, la Iglesia es el micro-cosmos 
de todo lo que está en el corazón de Dios. Por lo tanto, 
debe ser el reflejo más preciso del deseo divino en la 
Tierra. 

El cambio conlleva el espíritu de la reforma, que confronta 
toda esfera y sistema de gobierno en la Tierra. Cuando 
las estaciones cambian, todo en la historia humana es 
afectado. Como consecuencia, todo debe atravesar el 
proceso radical evolutivo de la transición. La meta 
primaria de cualquier estación divinamente iniciada es 
avanzar agresivamente el Reino de Dios hacia su 
predestinada conclusión. Con respecto a esto, que es de 
incumbencia para la Iglesia convertirse en la encarnación 
de la mente de Dios en la Tierra, por medio de modelar, 
a través de estructuras tangibles, todo lo que está 
encerrado en el corazón de Dios. La Iglesia es el 
mecanismo a través del cual la sabiduría de Dios es 
manifestada a los principados y potestades en toda la 
Creación. En este hecho, yace la apostolicidad de la 
Iglesia – es decir – su habilidad para actuar de manera 
precisa como la agencia de Dios en la Tierra. 

Los líderes de las congregaciones deberían hacer todo 
intento tanto por buscar como por conocer la mente y el 
consejo de Dios para la nueva estación. Es también visto por 
anticipado que los líderes prepararán a sus 
congregaciones para hacer los ajustes necesarios. Esto 
involucra el proceso de reestructurar las mentalidades 
de la gente y la modificación de las estructuras físicas 
que sostienen la vida religiosa en sus congregaciones. A 
partir de esto, emerge la responsabilidad desafiante de 
alterar (o modificar) la composición de esos sistemas sagrados”, que estrictamente mantienen la actividad 
religiosa pero no producen vida espiritual ni los 
objetivos deseados de la nueva estación. Si hay 
insensibilidad a las expectativas de una nueva estación, 
existe también el peligro de guardar religiosamente un 
sistema de pensamiento y una estructura de práctica 
que no es más relevante a los propósitos de Dios. A 
menudo, está el surgimiento de un intento conjunto de 
guardar celosamente y preservar una heredad pasada. 
La consecuencia es un abandono del deseo de ser 
relevante al proceso presente. En vez de defender el 
propósito de Dios en la Tierra, está el peligro de 
convertirse en un adversario de la intención divina. Los 
que adoptan esta posición pueden fácilmente volverse 
orientados a los programas y movidos por la actividad; 
aunque no están dirigidos por los propósitos de Dios. 

La fe cristiana es un viaje que presenta un camino 
celestial de la vida. Por lo tanto, acertadamente se 
referían a los creyentes en la Iglesia Primitiva como la 
gente del Camino.1 El viaje del creyente es 
intrínsecamente espiritual pero vivido en lo natural. Con 
respecto a esto, el aspecto espiritual del viaje debe 
sobreponerse y radicalmente influenciar el curso natural 
de la existencia de un individuo. Esencialmente la 
historia (en griego, cronos 2) de la humanidad debe ser 
gobernada por las estaciones (en griego, kairos 3) de Dios. 
Cuando una nueva estación (kairos) de Dios es 
claramente revelada a Su pueblo, los lugares son 
nombrados como un memorial de ese “tiempo” 
significativo en la historia de la humanidad. Este punto 
es claramente reflejado en la vida y experiencia del 
peregrinaje de los patriarcas.  

Siempre que ellos tenían un encuentro específico con su 
Dios, el entorno de ese encuentro único recibía un 
nombre o recibía otro nombre. En un sentido, estos 
lugares resaltan hitos en la historia de la salvación. 
Mientras que estos lugares fueron únicos momentos en 
la historia redentora, sí nos transmiten a nosotros, la 
Iglesia de Jesucristo, ejemplos que pueden ser una luz de 
guía en nuestro viaje hacia la Tierra Prometida, o hacia 
el Señor Mismo. 

Actualmente, hay muchos líderes de la Iglesia que están 
reconociendo la necesidad de cambiar las estructuras 
existentes de sus congregaciones. Algunos no saben 
cómo y qué hacer para efectivizar el proceso de 
transición. Otros, en su celo, han introducido 
impulsivamente (y probablemente sin sabiduría) 
cambios que han recibido resistencia, indiferencia, y 
migración de la gente de sus congregaciones. Esto 
resulta en frustración y desilusión con la idea del 
cambio. Sin embargo, hay algunos líderes que son 
ignorantes al hecho que cuando una estación cambia se 
requiere que ellos hagan los ajustes en consecuencia. Es 
ignorancia o insensibilidad a los planes reveladores de 
Dios, lo cual mantiene a sus congregaciones en el 
desierto de la esterilidad y en la práctica de la actividad 
religiosa mundana. 

Está también esa categoría de líderes de Iglesia que 
tienen miedo de cambiar sus estructuras, estrategias y 
programas. Ellos creen que por introducir cambio a su 
forma existente de vida religiosa, pueden infringir la 
voluntad divina, cayendo consecuentemente en error. 
Ellos son de la opinión que si Dios les dio estos patrones 
en el pasado, entonces no se pueden cambiar. Sin 
embargo, esta puede no ser necesariamente una 
suposición correcta. Un estudio del patrón para edificar 
el Tabernáculo provee un ejemplo del proceso dinámico 
de desarrollo que alcanzó su manifestación consumada 
en Jesucristo. Con respecto a esto, puede deducirse que 
mientras la forma física del Tabernáculo continuamente 
atravesaba el proceso del cambio, los valores y 
principios centrales de Dios, los cuales dirigieron la 
edificación del Tabernáculo, no cambiaron. Por ejemplo, 
el proceso que guió a que el Tabernáculo fuera edificado 
por Moisés se hubo vuelto obsoleto cuando Salomón 
edificó el templo. Aún la edificación del Templo de 
Salomón no contradijo el Tabernáculo de Moisés. 
Mientras que el Templo de Salomón abrazó plenamente 
el patrón del Tabernáculo de Moisés, fue más adelante 
por medio de la amplificación, clarificación y definición 
de la intención divina para la construcción del 
Tabernáculo en el primer lugar. Cada fase en el 
desarrollo del Tabernáculo era una actualización 
(mejora), que resaltaba la intención de Dios en el 
establecimiento y continuidad de Su propósito en la 
Tierra. 

Es con esto en mente, que he escrito este libro. El 
objetivo primario del libro es compartir los principios 
que asistirán a esos líderes quienes están deseos de 
llevar a sus congregaciones por el doloroso proceso de la 
transición. Estos principios han sido deducidos de mis 
experiencias personales, al embarcarme en el viaje de 
descubrir Su voluntad para la congregación a la cual 
actualmente pastoreo. Sin embargo, al escribir este 
libro, me he refrenado concienzudamente de usar 
ejemplos personales en mi propio viaje de transición, ya 
que pueden hacer sombra a la aplicación de los 
principios de cambio en los lugares únicos en los cuales 
los líderes de la Iglesia pueden encontrarse en sus 
congregaciones. 

Los principios bíblicos en este libro, pueden guiar a los 
líderes de la Iglesia en la implementación del cambio 
dentro de sus congregaciones. Al mismo tiempo, debo 
señalar enfáticamente que estos no son necesariamente 
todos los principios involucrados en el proceso dinámico 
de la transición. Soy consciente del hecho de que puede 
haber principios y lecciones, de un valor mucho más 
incalculable, que uno puede usar para navegar y guiar a 
alguien en la voluntad de Dios para Su Iglesia. 

Yo también escribo desde la presunción que la Biblia 
está repleta de ejemplos de estructuras externas 
(edificadas por personas), atravesando el proceso de 
metamorfosis. Aun así, los principios divinos en la 
Escritura son inmutables – nunca cambian. Aunque los 
métodos divinos están continuamente cambiando, los 
principios divinos nunca son contradichos. Siempre que 
las estaciones cambian, los principios de la estación 
previa son exportados, instalados y adaptados a la nueva 
estación. Además, nuevas revelaciones (de la Palabra de 
Dios) son introducidas por la nueva estación, añadiendo 
nuevos principios al proceso evolutivo de crecimiento en 
el misterio de la revelación divina. Este punto es 
resaltado en Hebreos: Mirad que no desechéis al que habla, pues si no 
escaparon aquellos que desecharon al que los 
amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si 
desechamos al que amonesta desde los cielos. Su voz 
conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido 
diciendo: «Una vez más conmoveré no solamente la 
tierra, sino también el cielo». Y esta frase: «Una vez 
más», indica la remoción de las cosas movibles, como 
cosas hechas, para que queden las inconmovibles”.
(Hebreos 12:25-27) 

La palabra “remoción” (en griego, metathesis) implica el 
proceso de Dios evaluando críticamente todo lo que es hecho” por la agencia humana en la Iglesia. Siendo esa 
la intención, lo que pasó la prueba divina puede 
permanecer como una parte integral de la evolución de 
Sus propósitos en la Tierra. Esto infiere que sólo lo que 
es de calidad celestial más excelente debería ser una 
parte constitutiva del edificio que Dios está 
construyendo. A la luz de esto, puede ser afirmado que 
hay un proceso divino continuo de eliminación que debe 
ocurrir en la Iglesia. Finalmente, sólo la sustancia de las 
cosas, que son eternas en su naturaleza, permanecerá. 

Es tan asombroso notar que la revelación de un patrón 
divino es siempre fiel a los principios fundamentales. 
Para ponerlo claramente, los estatutos y preceptos de 
Dios nunca cambian, pero los métodos de Dios para 
establecer Su propósito en la humanidad están 
constantemente evolucionando. “Es simplemente 
maravilloso cómo Dios ha guardado todo permaneciendo fiel 
al principio fundamental: uno nunca descubre después, a pesar
de cuán completamente una cosa esté desarrollada, que haya 
habido un cambio en el principio; el principio está allí y no nos 
podemos escapar de él”.4 

Aunque hay formas múltiples en las cuales Dios revela 
Sus planes y propósitos para Su pueblo, no hay, sin 
embargo, contradicción con Su carácter y naturaleza o 
con Sus planes revelados a Su pueblo. El escritor a los 
Hebreos con seguridad resalta esto en sus declaraciones 
de apertura: Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas 
maneras en otro tiempo a los padres por los Profetas”. 
(Hebreos 1:1) 

De este versículo, extraemos que Dios ha estado en una 
comunicación continua con la humanidad. Él lo hizo varias veces” (en griego polumeros), o en diferentes 
tiempos y estadios en la historia humana. Él también 
reveló Su voluntad “de varias maneras” (en griego 
polutropos) o en diferentes maneras compatibles con 
nuestra habilidad para comprender.  

En otras palabras, Él usó las formas o métodos más 
contemporáneos en cada estación para comunicarse con la gente. A 
través de todo el Antiguo Testamento, es 
abundantemente claro que Dios se relacionaba con la 
gente en el nivel de la comprensión de ellos. Los 
Profetas no eran sólo usados como instrumentos pasivos 
de comunicación, sino que Él moraba en sus vidas y a 
través de ellos demostraba Su voluntad al pueblo. Todo 
lo que ellos comunicaban o edificaban era fiel a los 
principios divinos y sin contradecir las 
Escrituras – aunque ellos comunicaron en diferentes 
épocas y utilizaron diferentes métodos. 

En este punto, puede ser discutido que no importa lo 
que Dios comunique o edifique en la Tierra, es siempre fiel a 
los principios divinos. “Podemos tomar como 
establecido que si en la súper-estructura hay algo que 
está fuera de armonía con el principio espiritual original 
básico de Dios, eso va a ser un defecto, que augurará 
tragedia tarde o temprano. La súper-estructura, en cada 
detalle del principio, tiene que ser fiel a su fundamento, 
al original” 5. Por lo tanto, podemos estar de acuerdo de 
que la Iglesia es la super-estructura de Dios en la Tierra. 
Su misma naturaleza y operación es gobernada por los 
principios divinos que no contradicen las Escrituras. 
Básicamente, puede ser mencionado que los principios 
fundamentales de Dios son transferidos de una vieja 
estación a una nueva, aunque la estructura que 
originalmente albergaba estos principios, puede haber 
sido desmantelada. 

Es más, en cada nueva estación, principios nuevos son 
desentrañados; dando ímpetu y mayor definición al 
proceso formativo de edificación de los propósitos de 
Dios dentro de las estructuras terrenales. Estas 
estructuras deberían ser “más precisas” que aquellas 
estructuras, las cuales reflejaban “de manera precisa” 
(en un punto previo en el tiempo) la revelación de esa 
estación única. 

Nosotros debemos, en todo tiempo, tener presente que 
la Iglesia está en un viaje de desarrollar progresivamente 
la representación exacta y la imagen de Cristo en la 
Tierra. Cada estación restaura una parte integral de 
Cristo que contribuye a la construcción de la Iglesia en la 
Tierra. Como los Profetas, que comunicaban la voluntad 
de Dios al pueblo, los líderes de la Iglesia deben crear el 
ambiente y las condiciones para que Dios hable en y a 
través de ellos. Estos líderes deben desarrollar un 
sistema operativo en sus congregaciones, que capture 
los mensajes esenciales de cada estación dada. Deben 
permitir que el propósito de Dios de esa estación dé 
forma y expresión a la revelación de Dios. Cualquier 
cosa que ellos reciban como una revelación debe ser 
validada y confirmada por las Escrituras –es decir– por 
una “palabra profética más segura”. 6 Acceder a la 
verdad presente de parte de Dios es la plomada que 
establece toda revelación o la legitimación de una nueva 
estación en la Tierra. 

Es anticipado que Gilgal contribuirá al proceso de 
transición por medio de proponer a los líderes de la 
Iglesia los principios. De este modo, chequeos y 
balances pueden ser puestos en su lugar para el 
desarrollo de congregaciones apostólicas saludables del 
Nuevo Testamento.
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1 Hechos 9:2; 19:9,23; 22:4; 24:14,22 

2 Chronos es la medida científica de tiempo. Se refiere a “tiempo 
cuantitativamente, como un período medido por una sucesión de objetos y 
eventos, y denota el paso de momentos”. “Tiene sólo una duración, no un 
desafío de realización, como kairos” (S. Zodhiates, ref. 5550, pág. 1769) 

3 Kairos en su significado literal se refiere a “estación, tiempo oportuno, 
tiempo fijado” (S. Zodhiates, ref. 2540, pág. 1726). Metafóricamente es la 
medida espiritual de un tiempo establecido que está determinado por la 
respuesta humana a la tarea divina disponible. Es el tiempo que provee a 
uno las oportunidades para colaborar con destino a cumplir los propósitos 
de Dios en la Tierra.

4 T. Austin Sparks. Prophetic Ministry (El Ministerio Profético), A Classic 
Study on the Nature of a Prophet (Un Estudio Clásico sobre la Naturaleza de 
un Profeta, Shippensburg, PA, EE.UU., Publicaciones Destiny Image.

5 ídem

6 2a Pedro 1:19 

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