(Al final tienen el artículo duplicado sin resaltados
y legible para celulares en modo apaisado).
ADMINISTRADOR:
Nuestro buen amigo Byron E. Mansilla nos remitió este pequeño
libro titulado "GILGAL". Nos ha bastado leer la introducción y
los dos primeros capítulos para darnos cuenta más allá de toda
duda de que es una confirmación clarísima del mensaje profético
que nos fue encomendado por el Señor, "FINISTERRE AL BORDE DEL JORDÁN"
y que dio nombre a nuestro primer blog. El cruce del Jordán mediante
la muerte a la carne y la acampada en Gilgal para la circuncisión
del corazón son los dos pasos preceptivos para salir del desierto
Pentecostal y adentrarse en la estación final de Tabernáculos.
Thamo Naidoo recibió la semilla de esta revelación en el año 1998,
sólo dos años después de que el Señor nos la mostrara a nosotros
mediante la interpretación de una visión, que le había dado a la
esposa del pastor de la iglesia a la que asistíamos entonces.
Thamo dice en este libro que tardó seis años en escribir el libro (2004)
y nosotros lo escribimos al momento, pero solamente fuimos autorizados
por el Señor a publicarla en el año 2012, con motivo de la
Fiesta de las Trompetas.
Si ustedes leen Gilgal y Finisterre, podrán advertir con
total claridad que el mensaje profético es coincidente. Esto debe,
una vez más, animarnos a todos a proseguir en la senda que
emprendimos, con la absoluta seguridad de estar en la voluntad
de Dios para este kairos o estación del Cuerpo de Cristo.
Les dejamos hoy con la parte introductoria y les iremos
compartiendo capítulo a capítulo.
Al final tienen el artículo duplicado sin resaltados y legible
en celulares
Dedicatoria
Este libro está dedicado a la memoria del difunto Aarón
Govender, quien fue de repente llamado a descansar en
el mes de la publicación de este texto. Él no sólo fue
una parte integral de los ancianos del Ministerio River of
Life sino también un colega y amigo. En muchos
aspectos, él fue una fuente de inspiración y motivación
para mí. Su marca sobre mi vida ha dejado una huella
en cada página de este libro.
Prólogo
Estamos viviendo en el tiempo más profético del
destino de las naciones. La fuerte impartición apostólica
en el fundamento de la vida de la Iglesia está activando a
los santos para que vuelvan a capturar su mandato
global y establecer la Voluntad y el Reino de Dios sobre
toda la Tierra. El deseo más profundo es establecer una
nación estándar en la Tierra, a la cual todas las otras
naciones deben ajustarse.
El Padre ha pre-ordenado que Su registro profético,
desde el cual Sus propósitos hallarán culminación en la
Tierra, encuentre su punto convergente en un pueblo
representativo que sabrá cómo llevar las naciones de la
Tierra a una posición de “rodillas dobladas”. La
intención de Dios es que la Iglesia ocupe una posición de
fortaleza patriarcal en la Tierra. Es una posición desde la
cual Su identidad de Paternidad es impuesta para que la
Iglesia pueda hacer nacer Su propósito en cada
generación.
La fortaleza patriarcal significa que la Iglesia no puede
estar estática. Es el catalizador que impulsa la autoridad
de Dios para ser ejecutada en la Tierra. La Iglesia del
tiempo final es un vehículo autorizado, el cual ejecuta un
cambio en las posiciones espirituales. Es esta poderosa
posición en Dios, que excluye la “indulgencia mundana”.
¡La Iglesia del Último día será una montaña, una
fortaleza, una torre (Is. 2) posicionada en medio de la
crisis que tomará la Tierra! En la visión de Daniel, la
Piedra del Reino fue cortada de una montaña (Dan. 2:45)
y esta comenzó a destruir los sistemas de Babilonia de la
Tierra. La Piedra misma creció y se convirtió en una
montaña en la Tierra.
Gilgal: “Principios Gobernando la Transición hacia la
Reforma Apostólica”.
Es poderosamente relevante en que imparte las realidades
de la verdad presente de la transición de toda la Iglesia hacia
la superioridad gubernamental. Thamo compendia de manera
precisa un ingrediente clave para el dominio del Reino
del siglo XXI.
“Gilgal” – esta palabra significa más que sólo “quitar el
oprobio” de una vida pasada, ¡sino que además simbólicamente
retrata el cuadro del nacimiento de una nación! Nos da
un cuadro vívido del surgimiento de una nueva raza de
gente – sanados de toda fragmentación dentro del
Cuerpo de Cristo; ¡gente con fresco discernimiento y
poderosamente posicionados para la conquista final!
En Gilgal, una nación entera fue edificada a través del
proceso de la circuncisión – el corte del exceso de la
carne de la frente de sus mentalidades. Thamo, expone los
principios prácticos de este proceso de manera tan precisa,
los cuales son los requisitos de Dios para
entrar a un lugar de conquista final. Thamo Naidoo ha
viajado a las naciones enseñando estas nuevas
posiciones de la Verdad Presente del Señor. Es mi
ferviente oración que los Pastores y líderes de la Iglesia
comiencen a enseñar estos principios en sus iglesias
locales para que el mensaje de la Reforma Apostólica
pueda ser abrazado y consecuentemente, posicionar a la
Iglesia dentro de nuevos niveles en Dios.
Shaun Blignaut
Ministerio Corazón del Padre
Port Elizabeth, Sudáfrica
Prefacio
La semilla que dio a luz este libro puede ser rastreada al
año 1998. Yo estaba en oración en un hotel en Nakuru,
Kenya, cuando el Espíritu Santo iluminó mi corazón con
la revelación de Gilgal. Oí a Dios decirme que debía
escribir un libro sobre Gilgal, el cual ayudaría a
congregaciones a hacer una transición para introducirse
dentro de la nueva estación (kairos, sazón, edad).
En un momento recibí el bosquejo,
el cual es ahora, el marco de referencia de esta copia.
En ese punto en el tiempo el mensaje de la Reforma
Apostólica era bastante nuevo para mí. Había
impactado dinámicamente mi vida, pero yo no estaba
listo para dar el mensaje. Mientras estaba abrumado
por la instrucción de escribir este libro, también estaba
intimidado por el mero pensamiento de escribir (un
talento del que carezco). Como resultado de mis
sentimientos de incapacidad, incredulidad, intimidación
y de mi pobre disciplina, el libro costó seis años para
completarse (2004). De más está decir, escribir este libro ha
sido uno de los desafíos más intimidatorios de mi vida.
Fue como un primer intento escalar una alta montaña.
Yo debo, sin embargo, reconocer a aquellos que me
motivaron a traer conclusión a este asunto sobresaliente
sobre mi registro profético. Mi esposa, Mirolyn, no sólo
ha alentado la finalización de este libro sino que también
ha hecho invaluables sugerencias para su elaboración. Mis
hijos (Theron, Sherwin, Rylan) también han hecho
muchos sacrificios al permitirme viajar a las naciones y
también permitiéndome espacio para esconderme en mi
oficina por horas para que la escritura pudiera ser
completada.
Mi especial agradecimiento al Dr. Rani Moodley y al
Pastor Winston Govinden por sus sugerencias
perspicaces, y a Kenny Frank por la edición. Mi sincera
gratitud a la Iglesia Living Word (Pastores Eugene and
Patrice Sheppard), de Washington DC y a Crusaders
West (Apóstol Daryl O´Neil), de Chicago, EE.UU por su
apoyo financiero y aliento para escribir este libro. Hay
tantos otros que han jugado un rol en darle impulso para
su escritura; Leon y Hendrika Brown (Alaska, EE.UU.) y
Eric y Carolyn Warren (Columbus, Ohio, EE.UU).
Me gustaría dejar constancia de mi apreciación al Dr.
Noel Woodroffe (Red World Breakthrough) y al Dr.
Robert Munien (Grace Outreach International) por el
impacto hecho sobre mi vida en los estadios formativos
de la estación apostólica. Ellos han ayudado a dar forma
a este mensaje en mi vida y ministerio.
Finalmente, mi congregación y staff del Ministerio
Cristiano River of Live ocupan un lugar único en este
libro. Además de que el apoyo de ellos ha sido un
catalizador en incitarme a terminar el libro, ellos son los
modelos que han probado y examinado los principios
extraídos de Gilgal. Aún es con tristeza que este libro es
publicado en el mismo mes que mi colega Aarón
Govender de repente falleció. Él no sólo era del cuerpo
de ancianos de nuestra congregación sino también un
sabio consejero y un general de Alto rango en el Reino
de Dios. Su marca en mi vida ha dejado una huella en
cada página de este libro. Este libro está dedicado a su
memoria.
Thamo Naidoo
Ministerio Cristiano River of Life
Pietermaritzburg, Sudáfrica
Introducción
Vientos del cambio están soplando sobre la Iglesia y
la comunidad global. Una nueva estación ha
amanecido sobre la humanidad, creando condiciones para
que el Espíritu Santo introduzca nuevas estrategias bíblicas,
diseños y mandatos para agilizar el propósito divino en
la Tierra. Las Escrituras coinciden: “Todo tiene su
tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su
hora” (Eclesiastés 3:1).
La nueva estación revela los diseños predestinados para
el cumplimiento de la voluntad soberana de Dios en la
Tierra. Por lo tanto, es crucial para los líderes de la
Iglesia que ajusten sus estructuras, visiones, estilos de
liderazgo y todas las otras operaciones a la misión
principal de esta estación. Esto implica que todo en la
Iglesia tiene que atravesar el proceso de revisión y re-
evaluación. Esencialmente, la Iglesia es el micro-cosmos
de todo lo que está en el corazón de Dios. Por lo tanto,
debe ser el reflejo más preciso del deseo divino en la
Tierra.
El cambio conlleva el espíritu de la reforma, que confronta
toda esfera y sistema de gobierno en la Tierra. Cuando
las estaciones cambian, todo en la historia humana es
afectado. Como consecuencia, todo debe atravesar el
proceso radical evolutivo de la transición. La meta
primaria de cualquier estación divinamente iniciada es
avanzar agresivamente el Reino de Dios hacia su
predestinada conclusión. Con respecto a esto, que es de
incumbencia para la Iglesia convertirse en la encarnación
de la mente de Dios en la Tierra, por medio de modelar,
a través de estructuras tangibles, todo lo que está
encerrado en el corazón de Dios. La Iglesia es el
mecanismo a través del cual la sabiduría de Dios es
manifestada a los principados y potestades en toda la
Creación. En este hecho, yace la apostolicidad de la
Iglesia – es decir – su habilidad para actuar de manera
precisa como la agencia de Dios en la Tierra.
Los líderes de las congregaciones deberían hacer todo
intento tanto por buscar como por conocer la mente y el
consejo de Dios para la nueva estación. Es también visto por
anticipado que los líderes prepararán a sus
congregaciones para hacer los ajustes necesarios. Esto
involucra el proceso de reestructurar las mentalidades
de la gente y la modificación de las estructuras físicas
que sostienen la vida religiosa en sus congregaciones. A
partir de esto, emerge la responsabilidad desafiante de
alterar (o modificar) la composición de esos sistemas
“sagrados”, que estrictamente mantienen la actividad
religiosa pero no producen vida espiritual ni los
objetivos deseados de la nueva estación. Si hay
insensibilidad a las expectativas de una nueva estación,
existe también el peligro de guardar religiosamente un
sistema de pensamiento y una estructura de práctica
que no es más relevante a los propósitos de Dios. A
menudo, está el surgimiento de un intento conjunto de
guardar celosamente y preservar una heredad pasada.
La consecuencia es un abandono del deseo de ser
relevante al proceso presente. En vez de defender el
propósito de Dios en la Tierra, está el peligro de
convertirse en un adversario de la intención divina. Los
que adoptan esta posición pueden fácilmente volverse
orientados a los programas y movidos por la actividad;
aunque no están dirigidos por los propósitos de Dios.
La fe cristiana es un viaje que presenta un camino
celestial de la vida. Por lo tanto, acertadamente se
referían a los creyentes en la Iglesia Primitiva como la
gente del Camino.1 El viaje del creyente es
intrínsecamente espiritual pero vivido en lo natural. Con
respecto a esto, el aspecto espiritual del viaje debe
sobreponerse y radicalmente influenciar el curso natural
de la existencia de un individuo. Esencialmente la
historia (en griego, cronos 2) de la humanidad debe ser
gobernada por las estaciones (en griego, kairos 3) de Dios.
Cuando una nueva estación (kairos) de Dios es
claramente revelada a Su pueblo, los lugares son
nombrados como un memorial de ese “tiempo”
significativo en la historia de la humanidad. Este punto
es claramente reflejado en la vida y experiencia del
peregrinaje de los patriarcas.
-----------------------------------------------
1 Hechos 9:2; 19:9,23; 22:4; 24:14,22
2 Chronos es la medida científica de tiempo. Se refiere a “tiempo
cuantitativamente, como un período medido por una sucesión de objetos y
eventos, y denota el paso de momentos”. “Tiene sólo una duración, no un
desafío de realización, como kairos” (S. Zodhiates, ref. 5550, pág. 1769)
3 Kairos en su significado literal se refiere a “estación, tiempo oportuno,
tiempo fijado” (S. Zodhiates, ref. 2540, pág. 1726). Metafóricamente es la
medida espiritual de un tiempo establecido que está determinado por la
respuesta humana a la tarea divina disponible. Es el tiempo que provee a
uno las oportunidades para colaborar con destino a cumplir los propósitos
de Dios en la Tierra.
Siempre que ellos tenían un encuentro específico con su
Dios, el entorno de ese encuentro único recibía un
nombre o recibía otro nombre. En un sentido, estos
lugares resaltan hitos en la historia de la salvación.
Mientras que estos lugares fueron únicos momentos en
la historia redentora, sí nos transmiten a nosotros, la
Iglesia de Jesucristo, ejemplos que pueden ser una luz de
guía en nuestro viaje hacia la Tierra Prometida, o hacia
el Señor Mismo.
Actualmente, hay muchos líderes de la Iglesia que están
reconociendo la necesidad de cambiar las estructuras
existentes de sus congregaciones. Algunos no saben
cómo y qué hacer para efectivizar el proceso de
transición. Otros, en su celo, han introducido
impulsivamente (y probablemente sin sabiduría)
cambios que han recibido resistencia, indiferencia, y
migración de la gente de sus congregaciones. Esto
resulta en frustración y desilusión con la idea del
cambio. Sin embargo, hay algunos líderes que son
ignorantes al hecho que cuando una estación cambia se
requiere que ellos hagan los ajustes en consecuencia. Es
ignorancia o insensibilidad a los planes reveladores de
Dios, lo cual mantiene a sus congregaciones en el
desierto de la esterilidad y en la práctica de la actividad
religiosa mundana.
Está también esa categoría de líderes de Iglesia que
tienen miedo de cambiar sus estructuras, estrategias y
programas. Ellos creen que por introducir cambio a su
forma existente de vida religiosa, pueden infringir la
voluntad divina, cayendo consecuentemente en error.
Ellos son de la opinión que si Dios les dio estos patrones
en el pasado, entonces no se pueden cambiar. Sin
embargo, esta puede no ser necesariamente una
suposición correcta. Un estudio del patrón para edificar
el Tabernáculo provee un ejemplo del proceso dinámico
de desarrollo que alcanzó su manifestación consumada
en Jesucristo. Con respecto a esto, puede deducirse que
mientras la forma física del Tabernáculo continuamente
atravesaba el proceso del cambio, los valores y
principios centrales de Dios, los cuales dirigieron la
edificación del Tabernáculo, no cambiaron. Por ejemplo,
el proceso que guió a que el Tabernáculo fuera edificado
por Moisés se hubo vuelto obsoleto cuando Salomón
edificó el templo. Aún la edificación del Templo de
Salomón no contradijo el Tabernáculo de Moisés.
Mientras que el Templo de Salomón abrazó plenamente
el patrón del Tabernáculo de Moisés, fue más adelante
por medio de la amplificación, clarificación y definición
de la intención divina para la construcción del
Tabernáculo en el primer lugar. Cada fase en el
desarrollo del Tabernáculo era una actualización
(mejora), que resaltaba la intención de Dios en el
establecimiento y continuidad de Su propósito en la
Tierra.
Es con esto en mente, que he escrito este libro. El
objetivo primario del libro es compartir los principios
que asistirán a esos líderes quienes están deseos de
llevar a sus congregaciones por el doloroso proceso de la
transición. Estos principios han sido deducidos de mis
experiencias personales, al embarcarme en el viaje de
descubrir Su voluntad para la congregación a la cual
actualmente pastoreo. Sin embargo, al escribir este
libro, me he refrenado concienzudamente de usar
ejemplos personales en mi propio viaje de transición, ya
que pueden hacer sombra a la aplicación de los
principios de cambio en los lugares únicos en los cuales
los líderes de la Iglesia pueden encontrarse en sus
congregaciones.
Los principios bíblicos en este libro, pueden guiar a los
líderes de la Iglesia en la implementación del cambio
dentro de sus congregaciones. Al mismo tiempo, debo
señalar enfáticamente que estos no son necesariamente
todos los principios involucrados en el proceso dinámico
de la transición. Soy consciente del hecho de que puede
haber principios y lecciones, de un valor mucho más
incalculable, que uno puede usar para navegar y guiar a
alguien en la voluntad de Dios para Su Iglesia.
Yo también escribo desde la presunción que la Biblia
está repleta de ejemplos de estructuras externas
(edificadas por personas), atravesando el proceso de
metamorfosis. Aun así, los principios divinos en la
Escritura son inmutables – nunca cambian. Aunque los
métodos divinos están continuamente cambiando, los
principios divinos nunca son contradichos. Siempre que
las estaciones cambian, los principios de la estación
previa son exportados, instalados y adaptados a la nueva
estación. Además, nuevas revelaciones (de la Palabra de
Dios) son introducidas por la nueva estación, añadiendo
nuevos principios al proceso evolutivo de crecimiento en
el misterio de la revelación divina. Este punto es
resaltado en Hebreos:
“Mirad que no desechéis al que habla, pues si no
escaparon aquellos que desecharon al que los
amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si
desechamos al que amonesta desde los cielos. Su voz
conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido
diciendo: «Una vez más conmoveré no solamente la
tierra, sino también el cielo». Y esta frase: «Una vez
más», indica la remoción de las cosas movibles, como
cosas hechas, para que queden las inconmovibles”.
(Hebreos 12:25-27)
La palabra “remoción” (en griego, metathesis) implica el
proceso de Dios evaluando críticamente todo lo que es
“hecho” por la agencia humana en la Iglesia. Siendo esa
la intención, lo que pasó la prueba divina puede
permanecer como una parte integral de la evolución de
Sus propósitos en la Tierra. Esto infiere que sólo lo que
es de calidad celestial más excelente debería ser una
parte constitutiva del edificio que Dios está
construyendo. A la luz de esto, puede ser afirmado que
hay un proceso divino continuo de eliminación que debe
ocurrir en la Iglesia. Finalmente, sólo la sustancia de las
cosas, que son eternas en su naturaleza, permanecerá.
Es tan asombroso notar que la revelación de un patrón
divino es siempre fiel a los principios fundamentales.
Para ponerlo claramente, los estatutos y preceptos de
Dios nunca cambian, pero los métodos de Dios para
establecer Su propósito en la humanidad están
constantemente evolucionando. “Es simplemente
maravilloso cómo Dios ha guardado todo permaneciendo fiel
al principio fundamental: uno nunca descubre después, a pesar
de cuán completamente una cosa esté desarrollada, que haya
habido un cambio en el principio; el principio está allí y no nos
podemos escapar de él”.4
Aunque hay formas múltiples en las cuales Dios revela
Sus planes y propósitos para Su pueblo, no hay, sin
embargo, contradicción con Su carácter y naturaleza o
con Sus planes revelados a Su pueblo. El escritor a los
Hebreos con seguridad resalta esto en sus declaraciones
de apertura:
“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas
maneras en otro tiempo a los padres por los Profetas”.
(Hebreos 1:1)
De este versículo, extraemos que Dios ha estado en una
comunicación continua con la humanidad. Él lo hizo
“varias veces” (en griego polumeros), o en diferentes
tiempos y estadios en la historia humana. Él también
reveló Su voluntad “de varias maneras” (en griego
polutropos) o en diferentes maneras compatibles con
nuestra habilidad para comprender.
En otras palabras, Él usó las formas o métodos más
contemporáneos en cada estación para comunicarse con la gente. A
través de todo el Antiguo Testamento, es
abundantemente claro que Dios se relacionaba con la
gente en el nivel de la comprensión de ellos. Los
Profetas no eran sólo usados como instrumentos pasivos
de comunicación, sino que Él moraba en sus vidas y a
través de ellos demostraba Su voluntad al pueblo. Todo
lo que ellos comunicaban o edificaban era fiel a los
principios divinos y sin contradecir las
Escrituras – aunque ellos comunicaron en diferentes
épocas y utilizaron diferentes métodos.
En este punto, puede ser discutido que no importa lo
que Dios comunique o edifique en la Tierra, es siempre fiel a
los principios divinos. “Podemos tomar como
establecido que si en la súper-estructura hay algo que
está fuera de armonía con el principio espiritual original
básico de Dios, eso va a ser un defecto, que augurará
tragedia tarde o temprano. La súper-estructura, en cada
detalle del principio, tiene que ser fiel a su fundamento,
al original” 5. Por lo tanto, podemos estar de acuerdo de
que la Iglesia es la super-estructura de Dios en la Tierra.
Su misma naturaleza y operación es gobernada por los
principios divinos que no contradicen las Escrituras.
Básicamente, puede ser mencionado que los principios
fundamentales de Dios son transferidos de una vieja
estación a una nueva, aunque la estructura que
originalmente albergaba estos principios, puede haber
sido desmantelada.
4 T. Austin Sparks. Prophetic Ministry (El Ministerio Profético), A Classic
Study on the Nature of a Prophet (Un Estudio Clásico sobre la Naturaleza de
un Profeta, Shippensburg, PA, EE.UU., Publicaciones Destiny Image.
5 ídem
Es más, en cada nueva estación, principios nuevos son
desentrañados; dando ímpetu y mayor definición al
proceso formativo de edificación de los propósitos de
Dios dentro de las estructuras terrenales. Estas
estructuras deberían ser “más precisas” que aquellas
estructuras, las cuales reflejaban “de manera precisa”
(en un punto previo en el tiempo) la revelación de esa
estación única.
Nosotros debemos, en todo tiempo, tener presente que
la Iglesia está en un viaje de desarrollar progresivamente
la representación exacta y la imagen de Cristo en la
Tierra. Cada estación restaura una parte integral de
Cristo que contribuye a la construcción de la Iglesia en la
Tierra. Como los Profetas, que comunicaban la voluntad
de Dios al pueblo, los líderes de la Iglesia deben crear el
ambiente y las condiciones para que Dios hable en y a
través de ellos. Estos líderes deben desarrollar un
sistema operativo en sus congregaciones, que capture
los mensajes esenciales de cada estación dada. Deben
permitir que el propósito de Dios de esa estación dé
forma y expresión a la revelación de Dios. Cualquier
cosa que ellos reciban como una revelación debe ser
validada y confirmada por las Escrituras –es decir– por
una “palabra profética más segura”. 6 Acceder a la
verdad presente de parte de Dios es la plomada que
establece toda revelación o la legitimación de una nueva
estación en la Tierra.
6 2a Pedro 1:19
Es anticipado que Gilgal contribuirá al proceso de
transición por medio de proponer a los líderes de la
Iglesia los principios. De este modo, chequeos y
balances pueden ser puestos en su lugar para el
desarrollo de congregaciones apostólicas saludables del
Nuevo Testamento.
ARTICULO REPETIDO:
ADMINISTRADOR:
Nuestro buen amigo Byron E. Mansilla nos remitió este pequeño
libro titulado "GILGAL". Nos ha bastado leer la introducción y
los dos primeros capítulos para darnos cuenta más allá de toda
duda de que es una confirmación clarísima del mensaje profético
que nos fue encomendado por el Señor, "FINISTERRE AL
BORDE DEL JORDÁN", y que dio nombre a nuestro primer blog.
El cruce del Jordán mediante la muerte a la carne y la
acampada en Gilgal para la circuncisión del corazón son
los dos pasos preceptivos para salir del desierto
Pentecostal y adentrarse en la estación final de Tabernáculos.
Thamo Naidoo recibió la semilla de esta revelación en el año 1998,
sólo dos años después de que el Señor nos la mostrara a nosotros
mediante la interpretación de una visión, que le había dado a la
esposa del pastor de la iglesia a la que asistíamos entonces.
Thamo dice en este libro que tardó seis años en escribirlo (2004)
mientras nosotros lo escribimos al momento, pero solamente
fuimos autorizados por el Señor a publicarla en el año 2012,
con motivo de la Fiesta de las Trompetas.
Si ustedes leen Gilgal y Finisterre, podrán advertir con
total claridad que el mensaje profético es coincidente.
Esto debe, una vez más, animarnos a todos a proseguir
en la senda que emprendimos, con la absoluta seguridad de
estar moviéndonos en la voluntad de Dios para este
kairos o estación del Cuerpo de Cristo.
Les dejamos hoy con la parte introductoria y les iremos
compartiendo capítulo a capítulo.
Dedicatoria
Este libro está dedicado a la memoria del difunto Aarón
Govender, quien fue de repente llamado a descansar en
el mes de la publicación de este texto. Él no sólo fue
una parte integral de los ancianos del Ministerio River of
Life sino también un colega y amigo. En muchos
aspectos, él fue una fuente de inspiración y motivación
para mí. Su marca sobre mi vida ha dejado una huella
en cada página de este libro.
Prólogo
Estamos viviendo en el tiempo más profético del
destino de las naciones. La fuerte impartición apostólica
en el fundamento de la vida de la Iglesia está activando a
los santos para que vuelvan a capturar su mandato
global y establecer la Voluntad y el Reino de Dios sobre
toda la Tierra. El deseo más profundo es establecer una
nación estándar en la Tierra, a la cual todas las otras
naciones deben ajustarse.
El Padre ha pre-ordenado que Su registro profético,
desde el cual Sus propósitos hallarán culminación en la
Tierra, encuentre su punto convergente en un pueblo
representativo que sabrá cómo llevar las naciones de la
Tierra a una posición de “rodillas dobladas”. La
intención de Dios es que la Iglesia ocupe una posición de
fortaleza patriarcal en la Tierra. Es una posición desde la
cual Su identidad de Paternidad es impuesta para que la
Iglesia pueda hacer nacer Su propósito en cada
generación.
La fortaleza patriarcal significa que la Iglesia no puede
estar estática. Es el catalizador que impulsa la autoridad
de Dios para ser ejecutada en la Tierra. La Iglesia del
tiempo final es un vehículo autorizado, el cual ejecuta un
cambio en las posiciones espirituales. Es esta poderosa
posición en Dios, que excluye la “indulgencia mundana”.
¡La Iglesia del Último día será una montaña, una
fortaleza, una torre (Is. 2) posicionada en medio de la
crisis que tomará la Tierra! En la visión de Daniel, la
Piedra del Reino fue cortada de una montaña (Dan. 2:45)
y esta comenzó a destruir los sistemas de Babilonia de la
Tierra. La Piedra misma creció y se convirtió en una
montaña en la Tierra.
Gilgal: “Principios Gobernando la Transición hacia la
Reforma Apostólica”.
Es poderosamente relevante en que imparte las realidades
de la verdad presente de la transición de toda la Iglesia
hacia la superioridad gubernamental. Thamo compendia de
manera precisa un ingrediente clave para el dominio del
Reino del siglo XXI.
“Gilgal” – esta palabra significa más que sólo “quitar el
oprobio” de una vida pasada, ¡sino que además simbólicamente
retrata el cuadro del nacimiento de una nación! Nos da
un cuadro vívido del surgimiento de una nueva raza de
gente – sanados de toda fragmentación dentro del
Cuerpo de Cristo; ¡gente con fresco discernimiento y
poderosamente posicionados para la conquista final!
En Gilgal, una nación entera fue edificada a través del
proceso de la circuncisión – el corte del exceso de la
carne de la frente de sus mentalidades. Thamo, expone los
principios prácticos de este proceso de manera tan precisa,
los cuales son los requisitos de Dios para
entrar a un lugar de conquista final. Thamo Naidoo ha
viajado a las naciones enseñando estas nuevas
posiciones de la Verdad Presente del Señor. Es mi
ferviente oración que los Pastores y líderes de la Iglesia
comiencen a enseñar estos principios en sus iglesias
locales para que el mensaje de la Reforma Apostólica
pueda ser abrazado y consecuentemente, posicionar a la
Iglesia dentro de nuevos niveles en Dios.
Shaun Blignaut
Ministerio Corazón del Padre
Port Elizabeth, Sudáfrica
Prefacio
La semilla que dio a luz este libro puede ser rastreada al
año 1998. Yo estaba en oración en un hotel en Nakuru,
Kenya, cuando el Espíritu Santo iluminó mi corazón con
la revelación de Gilgal. Oí a Dios decirme que debía
escribir un libro sobre Gilgal, el cual ayudaría a
congregaciones a hacer una transición para introducirse
dentro de la nueva estación (kairos, sazón, edad).
En un momento recibí el bosquejo,
el cual es ahora, el marco de referencia de esta copia.
En ese punto en el tiempo el mensaje de la Reforma
Apostólica era bastante nuevo para mí. Había
impactado dinámicamente mi vida, pero yo no estaba
listo para dar el mensaje. Mientras estaba abrumado
por la instrucción de escribir este libro, también estaba
intimidado por el mero pensamiento de escribir (un
talento del que carezco). Como resultado de mis
sentimientos de incapacidad, incredulidad, intimidación
y de mi pobre disciplina, el libro costó seis años para
completarse (2004). De más está decir, escribir este libro ha
sido uno de los desafíos más intimidatorios de mi vida.
Fue como un primer intento escalar una alta montaña.
Yo debo, sin embargo, reconocer a aquellos que me
motivaron a traer conclusión a este asunto sobresaliente
sobre mi registro profético. Mi esposa, Mirolyn, no sólo
ha alentado la finalización de este libro sino que también
ha hecho invaluables sugerencias para su elaboración. Mis
hijos (Theron, Sherwin, Rylan) también han hecho
muchos sacrificios al permitirme viajar a las naciones y
también permitiéndome espacio para esconderme en mi
oficina por horas para que la escritura pudiera ser
completada.
Mi especial agradecimiento al Dr. Rani Moodley y al
Pastor Winston Govinden por sus sugerencias
perspicaces, y a Kenny Frank por la edición. Mi sincera
gratitud a la Iglesia Living Word (Pastores Eugene and
Patrice Sheppard), de Washington DC y a Crusaders
West (Apóstol Daryl O´Neil), de Chicago, EE.UU por su
apoyo financiero y aliento para escribir este libro. Hay
tantos otros que han jugado un rol en darle impulso para
su escritura; Leon y Hendrika Brown (Alaska, EE.UU.) y
Eric y Carolyn Warren (Columbus, Ohio, EE.UU).
Me gustaría dejar constancia de mi apreciación al Dr.
Noel Woodroffe (Red World Breakthrough) y al Dr.
Robert Munien (Grace Outreach International) por el
impacto hecho sobre mi vida en los estadios formativos
de la estación apostólica. Ellos han ayudado a dar forma
a este mensaje en mi vida y ministerio.
Finalmente, mi congregación y staff del Ministerio
Cristiano River of Live ocupan un lugar único en este
libro. Además de que el apoyo de ellos ha sido un
catalizador en incitarme a terminar el libro, ellos son los
modelos que han probado y examinado los principios
extraídos de Gilgal. Aún es con tristeza que este libro es
publicado en el mismo mes que mi colega Aarón
Govender de repente falleció. Él no sólo era del cuerpo
de ancianos de nuestra congregación sino también un
sabio consejero y un general de Alto rango en el Reino
de Dios. Su marca en mi vida ha dejado una huella en
cada página de este libro. Este libro está dedicado a su
memoria.
Thamo Naidoo
Ministerio Cristiano River of Life
Pietermaritzburg, Sudáfrica
Introducción
Vientos del cambio están soplando sobre la Iglesia y
la comunidad global. Una nueva estación ha
amanecido sobre la humanidad, creando condiciones para
que el Espíritu Santo introduzca nuevas estrategias bíblicas,
diseños y mandatos para agilizar el propósito divino en
la Tierra. Las Escrituras coinciden: “Todo tiene su
tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su
hora” (Eclesiastés 3:1).
La nueva estación revela los diseños predestinados para
el cumplimiento de la voluntad soberana de Dios en la
Tierra. Por lo tanto, es crucial para los líderes de la
Iglesia que ajusten sus estructuras, visiones, estilos de
liderazgo y todas las otras operaciones a la misión
principal de esta estación. Esto implica que todo en la
Iglesia tiene que atravesar el proceso de revisión y re-
evaluación. Esencialmente, la Iglesia es el micro-cosmos
de todo lo que está en el corazón de Dios. Por lo tanto,
debe ser el reflejo más preciso del deseo divino en la
Tierra.
El cambio conlleva el espíritu de la reforma, que confronta
toda esfera y sistema de gobierno en la Tierra. Cuando
las estaciones cambian, todo en la historia humana es
afectado. Como consecuencia, todo debe atravesar el
proceso radical evolutivo de la transición. La meta
primaria de cualquier estación divinamente iniciada es
avanzar agresivamente el Reino de Dios hacia su
predestinada conclusión. Con respecto a esto, que es de
incumbencia para la Iglesia convertirse en la encarnación
de la mente de Dios en la Tierra, por medio de modelar,
a través de estructuras tangibles, todo lo que está
encerrado en el corazón de Dios. La Iglesia es el
mecanismo a través del cual la sabiduría de Dios es
manifestada a los principados y potestades en toda la
Creación. En este hecho, yace la apostolicidad de la
Iglesia – es decir – su habilidad para actuar de manera
precisa como la agencia de Dios en la Tierra.
Los líderes de las congregaciones deberían hacer todo
intento tanto por buscar como por conocer la mente y el
consejo de Dios para la nueva estación. Es también visto por
anticipado que los líderes prepararán a sus
congregaciones para hacer los ajustes necesarios. Esto
involucra el proceso de reestructurar las mentalidades
de la gente y la modificación de las estructuras físicas
que sostienen la vida religiosa en sus congregaciones. A
partir de esto, emerge la responsabilidad desafiante de
alterar (o modificar) la composición de esos sistemas
“sagrados”, que estrictamente mantienen la actividad
religiosa pero no producen vida espiritual ni los
objetivos deseados de la nueva estación. Si hay
insensibilidad a las expectativas de una nueva estación,
existe también el peligro de guardar religiosamente un
sistema de pensamiento y una estructura de práctica
que no es más relevante a los propósitos de Dios. A
menudo, está el surgimiento de un intento conjunto de
guardar celosamente y preservar una heredad pasada.
La consecuencia es un abandono del deseo de ser
relevante al proceso presente. En vez de defender el
propósito de Dios en la Tierra, está el peligro de
convertirse en un adversario de la intención divina. Los
que adoptan esta posición pueden fácilmente volverse
orientados a los programas y movidos por la actividad;
aunque no están dirigidos por los propósitos de Dios.
La fe cristiana es un viaje que presenta un camino
celestial de la vida. Por lo tanto, acertadamente se
referían a los creyentes en la Iglesia Primitiva como la
gente del Camino.1 El viaje del creyente es
intrínsecamente espiritual pero vivido en lo natural. Con
respecto a esto, el aspecto espiritual del viaje debe
sobreponerse y radicalmente influenciar el curso natural
de la existencia de un individuo. Esencialmente la
historia (en griego, cronos 2) de la humanidad debe ser
gobernada por las estaciones (en griego, kairos 3) de Dios.
Cuando una nueva estación (kairos) de Dios es
claramente revelada a Su pueblo, los lugares son
nombrados como un memorial de ese “tiempo”
significativo en la historia de la humanidad. Este punto
es claramente reflejado en la vida y experiencia del
peregrinaje de los patriarcas.
Siempre que ellos tenían un encuentro específico con su
Dios, el entorno de ese encuentro único recibía un
nombre o recibía otro nombre. En un sentido, estos
lugares resaltan hitos en la historia de la salvación.
Mientras que estos lugares fueron únicos momentos en
la historia redentora, sí nos transmiten a nosotros, la
Iglesia de Jesucristo, ejemplos que pueden ser una luz de
guía en nuestro viaje hacia la Tierra Prometida, o hacia
el Señor Mismo.
Actualmente, hay muchos líderes de la Iglesia que están
reconociendo la necesidad de cambiar las estructuras
existentes de sus congregaciones. Algunos no saben
cómo y qué hacer para efectivizar el proceso de
transición. Otros, en su celo, han introducido
impulsivamente (y probablemente sin sabiduría)
cambios que han recibido resistencia, indiferencia, y
migración de la gente de sus congregaciones. Esto
resulta en frustración y desilusión con la idea del
cambio. Sin embargo, hay algunos líderes que son
ignorantes al hecho que cuando una estación cambia se
requiere que ellos hagan los ajustes en consecuencia. Es
ignorancia o insensibilidad a los planes reveladores de
Dios, lo cual mantiene a sus congregaciones en el
desierto de la esterilidad y en la práctica de la actividad
religiosa mundana.
Está también esa categoría de líderes de Iglesia que
tienen miedo de cambiar sus estructuras, estrategias y
programas. Ellos creen que por introducir cambio a su
forma existente de vida religiosa, pueden infringir la
voluntad divina, cayendo consecuentemente en error.
Ellos son de la opinión que si Dios les dio estos patrones
en el pasado, entonces no se pueden cambiar. Sin
embargo, esta puede no ser necesariamente una
suposición correcta. Un estudio del patrón para edificar
el Tabernáculo provee un ejemplo del proceso dinámico
de desarrollo que alcanzó su manifestación consumada
en Jesucristo. Con respecto a esto, puede deducirse que
mientras la forma física del Tabernáculo continuamente
atravesaba el proceso del cambio, los valores y
principios centrales de Dios, los cuales dirigieron la
edificación del Tabernáculo, no cambiaron. Por ejemplo,
el proceso que guió a que el Tabernáculo fuera edificado
por Moisés se hubo vuelto obsoleto cuando Salomón
edificó el templo. Aún la edificación del Templo de
Salomón no contradijo el Tabernáculo de Moisés.
Mientras que el Templo de Salomón abrazó plenamente
el patrón del Tabernáculo de Moisés, fue más adelante
por medio de la amplificación, clarificación y definición
de la intención divina para la construcción del
Tabernáculo en el primer lugar. Cada fase en el
desarrollo del Tabernáculo era una actualización
(mejora), que resaltaba la intención de Dios en el
establecimiento y continuidad de Su propósito en la
Tierra.
Es con esto en mente, que he escrito este libro. El
objetivo primario del libro es compartir los principios
que asistirán a esos líderes quienes están deseos de
llevar a sus congregaciones por el doloroso proceso de la
transición. Estos principios han sido deducidos de mis
experiencias personales, al embarcarme en el viaje de
descubrir Su voluntad para la congregación a la cual
actualmente pastoreo. Sin embargo, al escribir este
libro, me he refrenado concienzudamente de usar
ejemplos personales en mi propio viaje de transición, ya
que pueden hacer sombra a la aplicación de los
principios de cambio en los lugares únicos en los cuales
los líderes de la Iglesia pueden encontrarse en sus
congregaciones.
Los principios bíblicos en este libro, pueden guiar a los
líderes de la Iglesia en la implementación del cambio
dentro de sus congregaciones. Al mismo tiempo, debo
señalar enfáticamente que estos no son necesariamente
todos los principios involucrados en el proceso dinámico
de la transición. Soy consciente del hecho de que puede
haber principios y lecciones, de un valor mucho más
incalculable, que uno puede usar para navegar y guiar a
alguien en la voluntad de Dios para Su Iglesia.
Yo también escribo desde la presunción que la Biblia
está repleta de ejemplos de estructuras externas
(edificadas por personas), atravesando el proceso de
metamorfosis. Aun así, los principios divinos en la
Escritura son inmutables – nunca cambian. Aunque los
métodos divinos están continuamente cambiando, los
principios divinos nunca son contradichos. Siempre que
las estaciones cambian, los principios de la estación
previa son exportados, instalados y adaptados a la nueva
estación. Además, nuevas revelaciones (de la Palabra de
Dios) son introducidas por la nueva estación, añadiendo
nuevos principios al proceso evolutivo de crecimiento en
el misterio de la revelación divina. Este punto es
resaltado en Hebreos:
“Mirad que no desechéis al que habla, pues si no
escaparon aquellos que desecharon al que los
amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si
desechamos al que amonesta desde los cielos. Su voz
conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido
diciendo: «Una vez más conmoveré no solamente la
tierra, sino también el cielo». Y esta frase: «Una vez
más», indica la remoción de las cosas movibles, como
cosas hechas, para que queden las inconmovibles”.
(Hebreos 12:25-27)
La palabra “remoción” (en griego, metathesis) implica el
proceso de Dios evaluando críticamente todo lo que es
“hecho” por la agencia humana en la Iglesia. Siendo esa
la intención, lo que pasó la prueba divina puede
permanecer como una parte integral de la evolución de
Sus propósitos en la Tierra. Esto infiere que sólo lo que
es de calidad celestial más excelente debería ser una
parte constitutiva del edificio que Dios está
construyendo. A la luz de esto, puede ser afirmado que
hay un proceso divino continuo de eliminación que debe
ocurrir en la Iglesia. Finalmente, sólo la sustancia de las
cosas, que son eternas en su naturaleza, permanecerá.
Es tan asombroso notar que la revelación de un patrón
divino es siempre fiel a los principios fundamentales.
Para ponerlo claramente, los estatutos y preceptos de
Dios nunca cambian, pero los métodos de Dios para
establecer Su propósito en la humanidad están
constantemente evolucionando. “Es simplemente
maravilloso cómo Dios ha guardado todo permaneciendo fiel
al principio fundamental: uno nunca descubre después, a pesar
de cuán completamente una cosa esté desarrollada, que haya
habido un cambio en el principio; el principio está allí y no nos
podemos escapar de él”.4
Aunque hay formas múltiples en las cuales Dios revela
Sus planes y propósitos para Su pueblo, no hay, sin
embargo, contradicción con Su carácter y naturaleza o
con Sus planes revelados a Su pueblo. El escritor a los
Hebreos con seguridad resalta esto en sus declaraciones
de apertura:
“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas
maneras en otro tiempo a los padres por los Profetas”.
(Hebreos 1:1)
De este versículo, extraemos que Dios ha estado en una
comunicación continua con la humanidad. Él lo hizo
“varias veces” (en griego polumeros), o en diferentes
tiempos y estadios en la historia humana. Él también
reveló Su voluntad “de varias maneras” (en griego
polutropos) o en diferentes maneras compatibles con
nuestra habilidad para comprender.
En otras palabras, Él usó las formas o métodos más
contemporáneos en cada estación para comunicarse con la gente. A
través de todo el Antiguo Testamento, es
abundantemente claro que Dios se relacionaba con la
gente en el nivel de la comprensión de ellos. Los
Profetas no eran sólo usados como instrumentos pasivos
de comunicación, sino que Él moraba en sus vidas y a
través de ellos demostraba Su voluntad al pueblo. Todo
lo que ellos comunicaban o edificaban era fiel a los
principios divinos y sin contradecir las
Escrituras – aunque ellos comunicaron en diferentes
épocas y utilizaron diferentes métodos.
En este punto, puede ser discutido que no importa lo
que Dios comunique o edifique en la Tierra, es siempre fiel a
los principios divinos. “Podemos tomar como
establecido que si en la súper-estructura hay algo que
está fuera de armonía con el principio espiritual original
básico de Dios, eso va a ser un defecto, que augurará
tragedia tarde o temprano. La súper-estructura, en cada
detalle del principio, tiene que ser fiel a su fundamento,
al original” 5. Por lo tanto, podemos estar de acuerdo de
que la Iglesia es la super-estructura de Dios en la Tierra.
Su misma naturaleza y operación es gobernada por los
principios divinos que no contradicen las Escrituras.
Básicamente, puede ser mencionado que los principios
fundamentales de Dios son transferidos de una vieja
estación a una nueva, aunque la estructura que
originalmente albergaba estos principios, puede haber
sido desmantelada.
Es más, en cada nueva estación, principios nuevos son
desentrañados; dando ímpetu y mayor definición al
proceso formativo de edificación de los propósitos de
Dios dentro de las estructuras terrenales. Estas
estructuras deberían ser “más precisas” que aquellas
estructuras, las cuales reflejaban “de manera precisa”
(en un punto previo en el tiempo) la revelación de esa
estación única.
Nosotros debemos, en todo tiempo, tener presente que
la Iglesia está en un viaje de desarrollar progresivamente
la representación exacta y la imagen de Cristo en la
Tierra. Cada estación restaura una parte integral de
Cristo que contribuye a la construcción de la Iglesia en la
Tierra. Como los Profetas, que comunicaban la voluntad
de Dios al pueblo, los líderes de la Iglesia deben crear el
ambiente y las condiciones para que Dios hable en y a
través de ellos. Estos líderes deben desarrollar un
sistema operativo en sus congregaciones, que capture
los mensajes esenciales de cada estación dada. Deben
permitir que el propósito de Dios de esa estación dé
forma y expresión a la revelación de Dios. Cualquier
cosa que ellos reciban como una revelación debe ser
validada y confirmada por las Escrituras –es decir– por
una “palabra profética más segura”. 6 Acceder a la
verdad presente de parte de Dios es la plomada que
establece toda revelación o la legitimación de una nueva
estación en la Tierra.
Es anticipado que Gilgal contribuirá al proceso de
transición por medio de proponer a los líderes de la
Iglesia los principios. De este modo, chequeos y
balances pueden ser puestos en su lugar para el
desarrollo de congregaciones apostólicas saludables del
Nuevo Testamento.
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1 Hechos 9:2; 19:9,23; 22:4; 24:14,22
2 Chronos es la medida científica de tiempo. Se refiere a “tiempo
cuantitativamente, como un período medido por una sucesión de objetos y
eventos, y denota el paso de momentos”. “Tiene sólo una duración, no un
desafío de realización, como kairos” (S. Zodhiates, ref. 5550, pág. 1769)
3 Kairos en su significado literal se refiere a “estación, tiempo oportuno,
tiempo fijado” (S. Zodhiates, ref. 2540, pág. 1726). Metafóricamente es la
medida espiritual de un tiempo establecido que está determinado por la
respuesta humana a la tarea divina disponible. Es el tiempo que provee a
uno las oportunidades para colaborar con destino a cumplir los propósitos
de Dios en la Tierra.
4 T. Austin Sparks. Prophetic Ministry (El Ministerio Profético), A Classic
Study on the Nature of a Prophet (Un Estudio Clásico sobre la Naturaleza de
un Profeta, Shippensburg, PA, EE.UU., Publicaciones Destiny Image.
5 ídem
6 2a Pedro 1:19
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