Una nueva estación ha amanecido sobre la Iglesia de Jesucristo, etiquetada en algunos círculos, como la Reforma Apostólica.1 Viene en la forma de un clarinete que clama desde el Trono de Dios por una reforma consumada de proporciones gigantescas para ser impuesta sobre la Iglesia. Es posible que este título acertadamente capture la mente de Dios y describa los rasgos fundamentales que caracterizan esta época en la historia redentora. Acompañando el propósito de Dios para la estación está la restauración del Oficio y Ministerio de Profetas y Apóstoles a los cinco ministerios del gobierno de la Iglesia. Estos dones ministeriales ocupan un lugar prominente en toda la misión de Dios para esta estación. Ellos juegan un rol significativo articulando la intención divina y también proveyendo los dones de gracia para que la iglesia finalice la asignación de la estación. Algunos de los capítulos siguientes intentarán examinar el rol de esos dones en esta estación. La Reforma Apostólica Definida La palabra “apostólico” derivada del verbo griego “apostello”, literalmente, significa “enviar, mandar” 2. Denota un “envío” específico (con una misión específica) por medio del que “envía” (Dios) quien impone un claro mandato sobre el “enviado” (la Iglesia). Incluida en este “envío” está la idea de una íntima relación entre el que “envía” y “el enviado” y que el “enviado” adopta una actitud voluntaria y servil hacia quien lo envía. Indica estricta adherencia a los detalles específicos de la misión sin desviarse de las instrucciones prescritas. En el contexto de este libro, se refiere a la naturaleza exacta y al detalle de la missio dei (misión de Dios) para Su Iglesia. La palabra “reforma” (Griego “diorthosis” 3) define la naturaleza y el contenido de la Reforma Apostólica. Desde un punto de vista literal, significa: “enderezar por un arreglo y ordenamiento correcto o por medio de hacer un remiendo o de poner derecho de nuevo”.4 Transmite la idea de ubicar en orden de nuevo aquello que ha sido hecho imperfecto o estropeado por el pecado en la Iglesia y en la Creación. La imposición de la reforma viene en un tiempo cuando lo imperfecto o lo inadecuado debe ser sustituido por un “mejor” (más preciso) orden de las cosas. El espíritu de la Reforma exige una investigación forense dentro de la estructura existente y del contenido de la Iglesia y la definición del ministerio de la Iglesia en la Tierra.
La investigación no es meramente diagnóstica en su abordaje, sino que presenta un pronóstico de los problemas resaltados. En un sentido, es similar al ministerio de Jeremías. 5 No solamente “arranca y derriba” o “destruye y desarraiga” sino que busca “edificar y plantar”. Comprende que no puede haber análisis sin síntesis. Por lo tanto, presenta a la Iglesia patrones bíblicos constructivos para edificar correctamente. La motivación subyacente no es un re- arreglo cosmético o superficial del decorado de la iglesia, sino una transformación de toda posición imprecisa de la Iglesia. En esencia, el mensaje postula que debe haber un cambio de “odres” antes que el “vino nuevo” pueda recibirse. 6 Básicamente, exige una reforma de la estructura y contenido de la Iglesia, antes de que la Iglesia pueda esperar avivamiento, renovación y la consumación de los propósitos de Dios del tiempo final. Las Escrituras modelan las condiciones que activan la reforma y describen la naturaleza fundamental del espíritu de la reforma. El ministerio de Jesucristo, el Señor de la Iglesia, trajo la mayor reforma a la tierra que transformó el curso de la historia y estableció el patrón y el proceso para la restauración de “todas las cosas”. 7 Es a partir de esta reforma que el estándar y la plomada para todas las reformas son establecidos. Si tiene que haber alguna reforma en la Tierra, las lecciones deben ser aprendidas a partir de Su ejemplo. Cristo es la medida para cualquier cosa que es hecha o lograda en la Tierra. Un estudio de Hebreos 8 resaltará algunos de los factores, los cuales gobiernan el espíritu de la Reforma. Factores Bíblicos que Gobiernan la Reforma El proceso de la reforma es activado por la convicción divina de que cambio debe ser traído al sistema religioso existente en la Iglesia. Consecuentemente, completos sistemas de actividad religiosa son hechos obsoletos o son traídos de vuelta al orden original por la imposición de la reforma. 9 “ya que consiste solo de comidas y bebidas, de diversas purificaciones y ordenanzas acerca de la carne, impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas (énfasis mío)”. (Hebreos 9:10) El espíritu de la reforma llega en ese punto en la Iglesia cuando el sistema, que sostiene la vida religiosa, ha cumplido su propósito de manera plena y se ha vuelto inefectivo. Como resultado, la reforma es la respuesta divina en ese punto decisivo cuando aquello que está “envejeciendo” debe inmediatamente ser terminado. 10
El “viejo” sistema religioso se está apagando lentamente o perdiendo “calor” y por lo tanto, debe dar lugar a un orden nuevo de las cosas. En ese preciso momento, la reforma es activada y soltada. Es exactamente en ese punto cuando el viejo orden o sistema ha cumplido plenamente su propósito o se ha vuelto totalmente inefectivo en contribuir a la calidad de la vida religiosa de la Iglesia. Por lo tanto, allí está la necesidad para la introducción de un nuevo orden de cosas. No puede haber una impartición de cosas nuevas desde el trono de Dios a menos que haya un cambio de las estructuras existentes. Sólo los odres nuevos pueden contener el vino nuevo soltado por el Espíritu de Dios. “Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se rompen, el vino se derrama y los odres se pierden; pero echa el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conservan juntamente”. (Mateo 9:17) El Objetivo de la Reforma El espíritu de la reforma presenta a la Iglesia una “nueva y mejor manera de acercarse más a Dios”. 11 Siempre cuando el espíritu de la reforma es soltado desde el Trono de Dios, su objetivo primario es introducir al creyente a un “mejor” orden de cosas.12 La reforma siempre trae, con ella, el objetivo de actualizar sistemas religiosos para que el creyente pueda experimentar esferas dentro de la administración divina que son nuevas para su visión mundial o que han estado cerradas a ellos.
El propósito de la reforma es conducido por el deseo de “seguir hacia la perfección”. 13 Planea llevar a la Iglesia más allá de los principios fundamentales y elementales de la actividad religiosa.14 El objetivo final es llevar al creyente a un “teleios” (un perfecto, completo o maduro) lugar en Dios. La madurez es el objetivo de la vida cristiana. La Iglesia no puede funcionar en el lugar de simplemente enfocarse en los principios elementales o principios fundamentales de la fe. En cambio, el creyente es alentado a ir más allá de esos principios. No significa un descarte de los principios fundamentales o elementales, sino la utilización de ellos, para que las vidas de los creyentes puedan ser configuradas y reguladas de una manera que manifiesten la plenitud de Cristo. La Reforma de Jesucristo Jesucristo trajo la mayor reforma a la Tierra. En Él es hallada la estructura que determina la necesidad para la reforma en Su Iglesia. Como principal Apóstol, Él instituye el Nuevo Pacto (nuevo sistema de religión) que inmediatamente concluye el Antiguo Pacto (un viejo sistema de religión). 15 Un estudio sinóptico de los dos Pactos claramente distingue y revela la naturaleza entre los dos Pactos y de ese modo resalta la razón del por qué y cuándo de la reforma es necesaria. Por medio de una evaluación cuidadosa del Antiguo Pacto, se puede extrapolar la intención original de Dios para la Iglesia, el Nuevo Pacto. El Antiguo Pacto fue dado para informarnos, guiarnos e instruirnos a nosotros (la Iglesia) dentro el Nuevo Pacto. El Antiguo fue un tipo del Nuevo. Fue dado para guiar a la Iglesia en el viaje espiritual en Dios. El Antiguo Pacto (Antiguo Testamento) Esencialmente el Antiguo Pacto se refiere a una serie de acuerdos legalmente vinculantes a los que Dios ha entrado con los padres de Israel (durante un largo período de tiempo) para la redención de la humanidad. En estos “acuerdos” es hallada la revelación y la intención divina para la salvación de la raza humana y su reconciliación con el Creador. El Antiguo Pacto se expresa a sí mismo a través de un sistema ceremonial complejo de religión que presenta, a la Iglesia de Jesucristo, el patrón que debería ser cuidadosamente observado para disfrutar una relación significativa con Dios. Un cuidadoso estudio de su misma naturaleza y una operación compleja diaria ayuda al creyente a apreciar la obra de la salvación. Luz es soltada sobre el inmenso valor de la sangre derramada de Jesús, y el inmediato beneficio de acceso directo, que uno tiene a Dios, sin procedimientos ceremoniales elaborados. En relación con eso, una investigación en el Antiguo Pacto puede ayudar a instruirnos a comprender el carácter santo de Dios y la necesidad de evitar tratar a la salvación de alguien de manera indiferente o irrespetuosa. En esencia, todo el Antiguo Pacto giraba alrededor de un santuario terrenal y de los servicios religiosos que colocaban restricciones excesivas sobre sus devotos.16 Esto simplemente no puede llevar a los devotos a la plena satisfacción espiritual. El sistema era externo reflejando actividad religiosa externa. La razón para esto, en mi opinión, es que este serviría a la Iglesia del Nuevo Testamento (NT) como “una sombra y copia de las cosas celestiales”. 17 El propósito primario de su existencia fue reflejar, en una forma gráfica, el patrón y el orden de las estructuras celestiales. También proféticamente anuncia las cosas buenas por venir para la Iglesia del NT: “Porque la ley del tabernáculo terrenal es una sombra de las cosas buenas por venir pero no es la imagen de las cosas…” (Hebreos 10:1). Esto retrata cómo el santuario celestial de la morada eterna de Dios (la Iglesia del NT) tiene quiere ser estructurado. “Fue simbólico para el tiempo presente…” 18 El ministerio y la estructura del santuario, vívidamente comunicaban el diseño de Dios para Su obra de arte sin tiempo – la Iglesia de Jesucristo. Sin embargo, los “símbolos” y las “sombras” comunicados a través del ministerio del Antiguo Pacto también resaltaban las limitaciones del sistema, ya que era el modelo y no lo real. “Si aquel primer pacto hubiera sido sin defecto, ciertamente no se habría procurado lugar para el segundo”. 19 Es por esta razón; que las Escrituras nos iluminan de que su existencia era para un cierto período de tiempo. No fue el propósito eterno de Dios, sino una fase en el proceso de revelar el Plan Divino. Simplemente establece el escenario para la próxima fase en el ejercicio de la voluntad de Dios. El ministerio terrenal de administrar el Antiguo Pacto tenía limitaciones y no pudo llevar al creyente más allá de un cierto nivel y finalmente hacia la perfección. 20 “Si aquel primer pacto hubiera sido sin defecto, ciertamente no se habría procurado lugar para el segundo”. (Hebreos 8:7) “Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan”. (Hebreos 10:1) Debemos, sin embargo, tener en mente que Dios enfáticamente instruyó a Moisés a edificar el Tabernáculo de acuerdo con el patrón. “Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte”. 21 A pesar del hecho que este fue edificado de acuerdo al patrón, tenía deficiencias. La razón puede ser hallada en que era meramente un “modelo” (y no el original) y en que la gente que ceremonialmente lo administraba, estaba dañada por el pecado. Además, desde una perspectiva profética, fue un precursor de aquello que todavía iba a llegar. “La Ley constituye sumos sacerdotes a hombres débiles; pero…” 22 El sacerdocio religiosamente observaba y mantenía el sistema pero estaba limitado a llevar a sus adherentes más lejos en la búsqueda por intimidad con Dios o hacia la perfección. Otro punto digno de notar es que el Antiguo Pacto modela a la religión como un sistema repetitivo que tradicionalmente y religiosamente mantenía el status quo de un orden que no podía llevar a la gente más allá de sus limitaciones. Operaba sobre un modelo de “mantenimiento”. “Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados”. 23 Era un sistema repetitivo que mecánicamente seguía los rituales diarios, los cuales restringían el acceso al “lugar santísimo”. Los adherentes del sistema no podían ser traídos al lugar de plenitud y armonía total con su Dios.
Finalmente, el sistema religioso del Antiguo Pacto era excesivamente jerárquico en su estructura. Era mantenido por un “grupo clasificado de sacerdotes”, quienes tenían grandes poderes de autoridad sobre el pueblo. Retrataba y distinguía a un grupo de élite del resto del pueblo. Los pocos privilegiados tenían “acceso” a Dios, de ese modo se creaba una dicotomía entre clérigos y laicos. Consecuentemente, el sistema produjo dependencia de este grupo selecto de personas para representar a las masas delante de Dios. Entonces, la entrada a la presencia de Dios estaba confinada espiritualmente a la élite. El Nuevo Pacto (Nuevo Testamento) El Nuevo Pacto ilustra la consumación de los acuerdos divinos con la humanidad a través de la obra redentora de Jesucristo. Él se hizo la garantía de un Mejor Pacto que aseguró eterna redención para la humanidad. De acuerdo con Hebreos, 24 la reforma de Jesucristo no sólo hizo obsoleto el Antiguo Pacto sino que también pregonó una nueva relación con Dios. Por ejemplo, el Nuevo Pacto internalizó la religión y causó que el creyente se enfocara en el servicio espiritual personal. Introdujo, al que la busca, la religión del corazón (sistema religioso interno) que sustituyó el énfasis en la actividad religiosa externa. El quid del mensaje revela una naturaleza personal e interna de fervor religioso y no meramente un sistema corporativo de adoración. Esto no infiere, de ningún modo, que el comportamiento religioso externo no fuera más necesario. En realidad, afirmaba que la religión del corazón debería reflejarse dinámicamente a través del estilo de vida del individuo. El mensaje y el mensajero tienen que volverse uno. Un individuo debe predicar lo que él o ella ya ha practicado. «Este es el pacto que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, y en sus mentes las escribiré», añade: «Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones». (Hebreos 10:16-17) Esto recomienda que la vieja manera de conducir el ministerio debiera ser reemplazada por el cambio del personal. Recuerde, que en el punto de rasgar el velo todo el sacerdocio se volvió redundante, ya que el sistema de religión del Antiguo Pacto se hubo vuelto obsoleto. En ese punto, el sacerdocio fue cambiado. En efecto, el cambio inmediatamente le confirió al creyente el oficio del sacerdocio. 25 Por lo tanto, era responsabilidad de todo creyente manejar su propio bienestar y relación con Dios. El muro de demarcación fue desmantelado y toda persona tuvo acceso directo a Dios, a través de Jesucristo. Martín Lutero: La Reforma del Siglo XVI Aunque no está dentro del alcance de este libro ahondar demasiado profundamente en discursos teológicos, es al mismo tiempo prudente hacer referencia a la gran Reforma soltada por Martín Lutero en el Siglo XVI. Además de la reforma de Jesucristo, esta puede ser categorizada como una de las reformas más distinguidas en la historia de la humanidad. En su búsqueda por satisfacción espiritual, el descubrimiento de Lutero de los versículos que dicen que “el justo vivirá por fe” y que “la salvación es por gracia a través de la fe” causó que los muros se derribaran y guió a la iglesia a la libertad de la cautividad religiosa. 26 Mientras él provocó gran controversia y desafió al status quo de su día, la suya fue una reforma del contenido teológico de las enseñanzas de la Iglesia. Fue una asombrosa reforma que cambió la cara de Europa y de todo el mundo. Sin embargo, no inauguró una reforma holística que cubriera todo aspecto de la sustancia y estructura de la Iglesia. Es dentro de este trasfondo, que seria atención debe ser dada a la Reforma Apostólica del Siglo XXI. La Reforma Apostólica y el Cristianismo del Siglo XXI En el contexto de lo que ha sido escrito, hay que llegar a la triste conclusión que un largo segmento de la Iglesia se ha desviado del plano del Nuevo Pacto, y está todavía viviendo en la sombra del pasado (el Antiguo Pacto). La Iglesia se ha degenerado a un viejo orden que practica la religión basada en las normas del Antiguo Pacto. Un montón de énfasis es colocado en formas externas de expresiones religiosas que están en oposición al espíritu del Nuevo Pacto. Estos núcleos son mantenidos por “sacerdotes de oficio” que son muy similares en naturaleza a los sacerdotes del Antiguo Pacto. Estos “sacerdotes” interceden en representación de las masas creando una cultura de dependencia. La gente renunció a acercarse más a Dios. Ellos son prisioneros de programas y actividades religiosas que no pueden satisfacer sus deseos espirituales. ¿No es para sorprenderse, que los “edificios eclesiásticos” hayan llegado a ser los “santuarios sagrados” donde la mayoría de la gente hace sus peregrinajes semanales para aplacar sus conciencias religiosas? Sin embargo, debe ser mencionado categóricamente, que en la Reforma Apostólica una redefinición es traída al ministerio, lugar y función de los cinco dones ministeriales en la Iglesia del NT. Todo esfuerzo debería ser hecho para someterse a estos dones ministeriales, ya que el Señor mismo los posicionó en la Iglesia. Estos dones (apóstol y profeta) juegan un rol crítico en la vida de todo creyente, pero no son el sacerdocio de la Iglesia. Ellos son los obreros talentosos o artesanos que están acostumbrados a edificar a la Iglesia de Jesucristo. El rol de ellos debe ser redefinido y traído de vuelta al lugar correcto que fue divinamente planeado para ellos. Yo debo también señalar que las expresiones religiosas corporativas externas pueden ser una de las formas más nobles de adoración, especialmente cuando son conforme al estado interno de los creyentes que están sinceramente caminando en integridad delante del Señor. El clamor por la reforma no pone en oposición al ministerio con respecto a la gente, ni tampoco a la adquisición de edificios como salones para que la Iglesia se reúna. Sin embargo, sí confronta y desafía cualquier sistema de religión que se enfoque en las formas externas de religión a expensas de que los asuntos del corazón de la religión queden sin ser cuestionados. La pasión de la reforma es traer a la Iglesia de vuelta a la pureza religiosa tanto individual como corporativamente. En la Reforma Apostólica, redefinición es traída a la práctica religiosa de los Cristianos. El análisis crítico no sólo debe ser traído a las estructuras externas de nuestros servicios de adoración sino también a la calidad de nuestras vidas internas que constituyen la base de la verdadera adoración. En otras palabras, toda la liturgia de la Iglesia debe ser medida para que la sustancia de nuestra adoración (dentro de nuestros edificios sagrados y afuera) pueda ser divinamente aceptada como “en espíritu y en verdad”. 27 La ilustración de Zorobabel midiendo el edificio terminado del Templo es un tipo profético, enfatizando el punto, que la finalización del edificio de la Iglesia de Jesucristo debe ser precedido por una evaluación crítica de la estructura y el contenido de la Iglesia, asegurando así que sea una obra perfecta. Una de las áreas de interés que la reforma resalta es la cultura inherente de la liturgia corporativa o la adoración prevaleciente en muchas congregaciones dentro de la iglesia global. Parecería que la adoración ha sido relegada a un lugar de “entretenimiento” en un “día sagrado” por un grupo selecto de individuos carismáticos y muy habilidosos. Esto no es diferente a la cultura popular del día donde la demanda por entretenimiento es un rasgo de la sociedad contemporánea. Es también interesante observar, que no hay patrones establecidos que hayan sido trazados en el Nuevo Testamento sobre cómo el servicio de adoración debería ser formateado. Parece que la reunión de los creyentes era más orgánica que organizada; aunque leemos que sus reuniones eran caracterizadas por el partimiento del pan, la lectura de las escrituras, escuchar las doctrinas de los Apóstoles, cantar, orar, ministrar en los dones y alentarse unos a otros. Mientras todo esto, y probablemente más, se lo encontraban en sus tiempos corporativos de compañerismo, no había estructura fija que uno pudiera señalar de manera concluyente en la iglesia primitiva y en desarrollo del NT. Sin embargo, mientras este puede ser el caso, es digno de notar que todas las referencias a la adoración 28 tienen una orientación a la vida personal de alguien y no a la vida corporativa de la Iglesia. Esto está en filoso contraste con los patrones contemporáneos de adoración, los cuales promueven formas externas fijas de adoración. Sin buscar ser ampliamente crítico, no se puede evitar resaltar el hecho que estas formas externas de liturgia tales como: el show y el espectáculo de hombres, la adherencia a modas seculares actuales, el enfoque sobre los grupos y las personalidades populares y la atracción por el ritmo, el estilo, son algunos de los rasgos que preocupan la atención de gran parte del cristianismo hoy. Un cuidadoso estudio de la vida de David nos presenta un modelo de un rango de expresiones en la adoración. Un aspecto digno de notar de la adoración de su día es que no se enfocaba meramente en la habilidad del coro y los músicos sino en el Señor. El talento y los dones de estos adoradores no desviaban la atención del Señor. Nada de la carne se interponía en el camino del Señor. La Reforma Apostólica: Definición de la Religión La Reforma Apostólica es un clamor para que la pura religión se convierta en la práctica de la Iglesia. Es evidente a través de las Escrituras que la religión que es “pura” y sin corrupción agrada el corazón de Dios. Dios es atraído a aquello que crea un ambiente, lo cual mantiene Su naturaleza santa. La palabra “puro” (en griego, katharos), en la Epístola de Santiago, 29 tiene referencia a la religión que es limpia y pura. 30 En ella se halla la limpieza legal y ceremonial que está libre de la contaminación y la culpa del pecado. Tal religión no produce ninguna mancha ni mugre. Los adherentes no están contaminados por el sistema. La palabra “religión” (en griego threskos) se refiere al religioso, devoto y diligente hacedor de los deberes divinamente atribuidos del servicio externo a Dios. 31 Expresa la idea de servicio externo a Dios, es decir, el marco externo de la actividad religiosa. Es diferente a la palabra “divinidad” (griego, eusebeia), la piedad interna del alma. Sin embargo, la religión pura es la expresión de la organización de la vida interna de uno que es gobernada por una profunda piedad y reverencia por Dios. Esto es reflejado en la apariencia externa y en el comportamiento hacia Dios y a la humanidad conciudadana. La religión pura no tiene nada en ella que corrompa. Es ese tipo de sistema que es intrínsecamente limpio y no contamina a la gente. Jesús lanza un ataque mordaz sobre el comportamiento religioso que viola el orden divino: "Este pueblo se acerca a Mí con su boca, y me honra con sus labios, pero su corazón está lejos de Mí. Y en vano me adoran [énfasis mío], enseñando como doctrinas mandamientos de hombres". (Mateo 15:8-9 Trad. Nueva V. K. James) Cristo menciona que la adoración que no es coherente con el requerimiento divino resultará sin fundamento e inútil; porque los corazones de la gente están lejos del objetivo principal de su adoración. La palabra para “adoración” (griego, sebumai) se refiere al movimiento corporal, el cual expresa una actitud de respecto por algo grande y sublime. Deducido en esto está el pensamiento de la adoración que es externamente religiosa pero no diferente a un culto, ya que los corazones de la gente son inflados con ideales egoístas y no están sintonizados con sus acciones externas. Él menciona: “Este pueblo de labios me honra, mas su corazón está lejos de mí”. 32 La Necesidad de la Reforma La necesidad de la Reforma coloca una demanda sobre los líderes de la Iglesia de abrazar el llamado para cambiar y moverse al lugar de exactitud bíblica y espiritual. Es por este trasfondo que he usado Gilgal como un estudio del caso. Esta provee algunos de los principios que pueden guiar a la Iglesia al lugar de exactitud espiritual. Gilgal es el lugar de la re-forma (implicando: volver a formar). Es una señal dirigiendo a los líderes de la Iglesia a los principios fundamentales para una transición exitosa y suave de una vieja estación o la nueva. Gilgal no es solamente un lugar geográfico en el viaje del pueblo de Dios, sino que gráficamente ilustra una ubicación espiritual estratégica en su viaje. Lugares como Gilgal y otros en el Antiguo Testamento se volvieron “los lugares sagrados” de los judíos. En tales lugares, memoriales fueron erigidos que ayudan a las futuras generaciones con lecciones invaluables que pueden guiarlos en sus peregrinajes a través de la vida. Acá en Gilgal, una riqueza de información puede ser deducida y considerada en el corriente viaje espiritual de la Iglesia de Jesucristo. Este es un lugar donde los hitos de los padres patriarcales son visiblemente enunciados. Se pueden derivar lecciones para que todas las generaciones aprendan de ellas. En este lugar, los corazones de los padres (generaciones pasadas) y los hijos (generación presente) pueden ser unidos y vuelven a unificarse para definir y continuar los propósitos de Dios en la Tierra. Es en Gilgal, donde las experiencias del liderazgo de Josué son reveladas. También descubrimos los principios fundamentales para edificar de acuerdo con el plano divino. En un contexto más amplio, estos principios pueden ser aplicados a cualquier período de transición que una Iglesia pueda atravesar. Sí, y cuando son aplicados pueden impedir el error, la herejía, las divisiones, y muchas otras malas interpretaciones que entren a la Iglesia. Con respecto a esto, Gilgal puede servir como una plomada para los líderes quienes no quieren experimentar el dolor del fracaso y la frustración del rechazo dentro de sus congregaciones. 1 Dr. Noel Woodroffe de la Red World Breakthrough podría decirse que ha sido reconocido como el autor de este título. 2 S. Zodhiates, referencia 649, pg. 1810 3 Hebreos 9:10 4 S. Zodhiates, referencia 1357, pág. 1708 5 Jeremías 1:10 6 Mateo 9:17 7 Hechos 3:21 8 Hebreos cap. 6-9 9 Hebreos 9:10 10 Hebreos 8:13 11 Hebreos 10:20 12 Hebreos 8:6 13 Hebreos 6:1 14 Hebreos 6:1-12 15 Hebreos 3:1 16 Hebreos 9:1-9 17 Hebreos 8:5 18 Hebreos 9:9 19 Hebreos 8:7 20 Hebreos 8:7; 10:1 21 Hebreos 8:5 22 Hebreos 7:28 23 Hebreos 10:11 24 Hebreos 9:10 25 Hebreos 7:12; 8:7-12; 10:16-17 26 Hebreos 10:38; Efesios 2:8 27 Juan 4:24 28 Leer Hechos 16:25; Efesios 5:19; Santiago 5:13; Efesios 6:18 29 Santiago1:27 30 Zodhiates ref. 2513, pág. 1843 31 Zodhiates ref. 2356/7, pág. 1841 32 Mateo 15:9
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