El Evangelio de Juan, la séptima señal de Jesús, parte 24
28/01/2020
Jesús era quisquilloso acerca de elegir a Sus amigos. Hay una clara diferencia entre Sus amigos y los amigos del mundo. Juan 15:18,19 dice:
18
Si el mundo os aborrece, sabed que a Mí me ha aborrecido antes que a
vosotros. 19 Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero
porque no sois del mundo,antes Yo os elegí de entre el mundo, por
eso el mundo os odia.
Siendo
hijo de misioneros, recuerdo que cuando era adolescente me molestaba
el hecho de que no encajaba en el mundo. No hacía muchas de las
cosas que los adolescentes "normales" hacían, ni pensaba
en la manera en que las hacían. Simplemente no encajaba en su forma
de vida, y a menudo era un camino solitario. Cuando fui al Colegio
Bíblico, donde encontré muchos otros niños de misioneros y
predicadores, me sentí mucho más en casa.
Pero
eso no estaba destinado a durar mucho, porque después de unos años
Dios comenzó a enseñarme cosas que eran muy diferentes de las que
se enseñaban en la iglesia. Así que una vez más fui llevado por el
camino menos transitado. Pero para entonces ya estaba casado, por lo
que no necesitaba de otros amigos tanto como antes.
La
gran guerra cultural
Hoy
vemos un gran choque cultural entre el mundo y aquellos que creen en
las palabras y mandamientos de Jesús. El odio del mundo es cada vez
más evidente. Se está convirtiendo rápidamente en un crimen
criticar el estilo de vida del mundo. Parece que el estilo de vida
del Reino, basado en la Ley, los Profetas y los Evangelios, atormenta
al mundo con el temor de que ellos también tengan que arrepentirse y
convertirse al estilo de vida del Reino.
Mientras
tanto, muchos en la Iglesia han adoptado el estilo de vida del mundo
y han rechazado los mandamientos del Padre y Su Hijo. Tal es la
evidencia de que muchos que dicen ser "cristianos" no han
sido elegidos para salir del mundo por la voluntad soberana de Dios.
Por lo tanto, no tienen un sentido real de ser diferentes. Prefieren
el estilo de vida del mundo y sus "valores".
1
Juan 2: 15-17 dice:
15
No améis el mundo ni las cosas del mundo. Si alguien ama al mundo,
el amor del Padre no está en él. 16 Porque todo lo que hay en el
mundo, la lujuria de la carne y la lujuria de los ojos y la
vanagloria de la vida, no es del Padre, sino del mundo. 17 El mundo
pasa, y también sus lujurias; pero el que hace la voluntad de Dios
vive para siempre.
Juan
15:20,21 continúa,
20
Recordad la palabra que os dije: "Un siervo no es mayor que su
señor". Si me persiguieron a Mí, también os perseguirán a
vosotros; si guardaron mi palabra, también guardarán la vuestra. 21
Pero todas estas cosas os harán por amor de mi nombre, porque no
conocen al que me envió.
En
los días de Jesús, los perseguidores eran los líderes religiosos
en Jerusalén. Hoy, la mayor parte de la persecución dura proviene
de islamistas que odian a Jesús a pesar del respeto que el Corán
tiene por Él como el hombre de la mano derecha de Mahoma. La Iglesia
también ha perseguido a sus "herejes", incluidos muchos
hombres justos que señalaron los pecados y errores de los líderes
de la Iglesia. En esto cumplieron el patrón profético de la
persecución de David por parte de Saúl.
Hay
muchos niveles de persecución, pero en última instancia, todos se
basan en el hecho de que odian a Jesús, desprecian Su Ley y
Mandamientos, y se sienten obligados a tratar a sus discípulos de la
misma manera. Jesús dijo que iban a hacer eso, "porque no
conocen a Aquel que me envió". Así que Jesús predijo la
dificultad del viaje de la Iglesia desde "Egipto" a la
"Tierra Prometida". Como en el caso de Israel antes que
ellos, y por las mismas razones, la mayoría viviría y moriría sin
recibir las promesas.
La
ignorancia como excusa
Juan
15:22 dice:
22
Si Yo no hubiera venido y no les hubiera hablado, no tendrían
pecado, pero ahora no tienen excusa por su pecado.
Jesús
estaba estableciendo un principio general que se aplicaba
específicamente a los judíos de Su tiempo, aquellos que lo habían
rechazado a Él y su Palabra. La ignorancia de Su Palabra proporciona
al menos alguna excusa, e incluso el apóstol Pablo lo reconoció,
diciendo en 1 Timoteo 1:13:
13
a pesar de que anteriormente era un blasfemo y un perseguidor y un
agresor violento. Sin embargo, se me mostró misericordia porque
actué ignorantemente con incredulidad.
No
solo Pablo, sino los judíos en su conjunto, siendo engañados por
sus líderes, también podrían reclamar una excusa, porque ellos
también recibirán misericordia en su propio tiempo cuando Dios
finalmente los elija también. Todos serán elegidos eventualmente,
algunos antes que otros. Los que son elegidos temprano son llamados a
bendecir a los que son llamados más tarde.
Hay
muchos niveles de ignorancia. Solo Dios mismo puede saber exactamente
cómo tratar con aquellos situados en cada nivel. Sin embargo, está
claro que aquellos a quienes se les predicó la Palabra son más
responsables de rechazarla que aquellos que estando lejos no tuvieron
la oportunidad de escucharla.
Aborreciendo
al Padre
Juan
15:23,24 dice:
23
El que me odia, odia también a mi Padre. 24 Si no hubiera hecho
entre ellos las obras que nadie más hizo, no tendrían pecado; pero
ahora también me han visto y odiado a Mí y a mi Padre.
El
judaísmo ha afirmado amar a Dios desde el principio, mientras
continúa odiando a Jesús y rechazando Su Palabra. Jesús dijo que
no pueden aborrecerlo a Él y amar a Su Padre al mismo tiempo. De
nuevo, el apóstol escribe en 1 Juan 2:23:
23
El que niega al Hijo no tiene al Padre; el que confiesa al Hijo tiene
también al Padre.
En
otras palabras, nadie, ni siquiera un judío, puede afirmar que
"tiene al Padre" mientras niega al Hijo. Juan lo
resume en 1 Juan 5:1,
1
El que cree que Jesús es el Cristo es nacido [engendrado] de
Dios, y el que ama al Padre ama al hijo nacido de Él.
De
hecho, podemos llevar esto un paso más allá, porque Juan nuevamente
nos dice que nadie puede decir que tiene Dios si aborrece a su
hermano. 1 Juan 4:20 dice:
20
Si alguien dice: "Amo a Dios" y aborrece a su hermano, es
un mentiroso; porque el que no ama a su hermano a quien ha visto no
puede amar a Dios a quien no ha visto.
Los
principales sacerdotes no solo rechazaron a Jesús sino que también
lo aborrecieron. Al crucificarlo, no manifestaron el amor de Dios.
Nadie con un corazón de amor crucifica a otro, independientemente de
cómo puedan afirmar tener celo por la defensa de Dios y Su honor.
Juan
15:25 concluye:
25
Pero lo han hecho para cumplir la palabra que está escrita en su
Ley: "Me aborrecieron sin causa".
Esta
profecía proviene del Salmo 69:4,
4
Los que me aborrecen sin causa son más que los cabellos de mi
cabeza; los que me destruirían son poderosos, siendo injustamente
mis enemigos ...
Este
es uno de los salmos proféticos de David sobre su propia
persecución, que presagiaba la crucifixión de Cristo en el futuro.
El Salmo 69:21 dice: "También me dieron hiel para mi comida
y para mi sed me dieron a beber vinagre". La palabra
traducida "hiel" era en realidad (un
brebaje de) amapolas u opio (anestésico),
que Jesús se negó a beber (Mateo 27:34).
De
nuevo, el Salmo 69:25 profetizó de Judas,
25
Que su campamento esté desolado;
Que
nadie habite en sus tiendas.
Pedro
citó esto en Hechos 1:20, aplicándolo a Judas. Entonces vemos cómo
Jesús citó el Salmo 69:4 y lo aplicó a los líderes judíos que
estaban a punto de crucificarlo, motivados por el odio.
El
capítulo concluye con Juan 15:26,27,
26
Cuando venga el Ayudante (Consolador), a quien os enviaré del Padre,
es decir, el Espíritu de verdad que procede del Padre, Él
testificará acerca de Mí, 27 y vosotros también testificaréis,
porque habéis estado conmigo desde el comienzo.
El
testimonio está diseñado para dar evidencia de la verdad, de lo que
una persona ha visto o escuchado. El "Ayudante"
(parakletos) es el Espíritu Santo, es decir, "el
Espíritu de verdad". El papel principal del Espíritu
Santo es impartir la verdad y testificar acerca de Jesús, para que
aquellos que creen en la verdad y experimenten su poder transformador
en sus vidas y también puedan dar testimonio de la misma verdad.
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