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LAS CANAS, UNA HONRA QUE MUCHOS DESPRECIAN, Aníbal Baerga Jr.







LAS CANAS, UNA HONRA QUE MUCHOS DESPRECIAN
Por Aníbal Baerga Jr.
Ya hace alrededor de cuatro a cinco años, el Señor me dio este tema: "LAS CANAS; UNA HONRA QUE MUCHOS DESPRECIAN". El cual tema, como muchos otros, los archivo hasta el momento que siento iluminación para escribirlos o predicarlos. Siempre digo que predicó por iluminación del Espíritu Santo, y en Su momento. Él siempre será quien nos dirija. A veces, ambos, tema e iluminación, vienen en el mismo momento, y otras veces, es sólo el tema. 
Queremos también hacer saber que termino 'anciano' también es usado en la Palabra para reconocer a las personas capacitadas y maduras en el conocimiento bíblico y la fe cristiana, aunque sean jóvenes; pero aquí nos referiremos a los ancianos en edad.
Hoy temprano en la mañana recibí una llamada, y en medio de la conversación que teníamos sobre la opinión que cada uno tenía en cuanto a revelación y comunicación con muertos, ...
Fue en medio de esa conversación que salió el tema de las canas, y rápido recordé el tema que hace años, el Señor me había dado. Recuerdo, que iba saliendo de casa con un poco de urgencia; pero comenzó el Espíritu Santo a ministrarme en el auto, por lo que pare a escribir, pues vino la iluminación. Y usted podrá decir y opinar lo que quiera, ya sea con respeto y no contención. También, puede llamarme legalista, fanático, raja tabla, ridículo y cuanto epíteto quiera; pero yo sólo cumplo con interpretar la Palabra en su contexto.
Ahora, empezamos por definir la palabra HONRA, que significa:

RESPETAR, REVERENCIAR O VENERAR.
También, ENALTECER EN HONOR.
Vea, respetar, o sea, tener cuidado que nuestro acto no falte a lo establecido. En este caso, el mismo Jesús habla:
"Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello". (Mateo 5:36) 
Vea, como el mismo Jesús, el creador establece que sólo Él tiene la potestad de definir nuestra naturaleza humana. Así que todo lo que hagamos por impedirlo es un acto de rebeldía contra su voluntad, y más cuando lo hacemos por vanidad. Y si quiere saber lo que es vanidad, pues lea el libro escrito por el hombre más sabio, después de Jesucristo: Salomón, el libro de Eclesiastés.
Y es que hoy día la mayoría de cristianos modernos, quieren vivir un Evangelio, dónde las pautas y reglas las establezca su propio criterio, y no Dios y lo que establece su Palabra. Vea como Dios establece y nos habla aún de los cabellos de nuestra cabeza. Note, que hasta en eso se fija y nos hace ver su poder y divinidad en crearlos así como en cultivarlos. Ósea, un proceso. Naces, te crecen con un color, y al pasar del tiempo el mismo cuerpo por naturaleza divina llega a un momento cuando blanquean. O SEA, AFLORAN LAS CANAS.
Fíjese, la Biblia establece que ese proceso, es un poseso de honra que ocurre muchas veces en nuestra ancianidad. Vea lo que nos habla Salomón:
La gloria de los jóvenes es su fuerza,
Y la hermosura de los ancianos son sus canas. 

(Proverbios 20:29) 
Vea, como compara la fuerza del joven con la hermosura de las canas del anciano. Pero hoy día muchos no quieren envejecer. Vemos como hay todo tipo de operaciones, cirugías, tratamientos que luchan con un estado natural del cuerpo. Y en esto uno de los mayores enemigos son LAS CANAS. Y fíjese como llama a las canas el Señor: LA HERMOSURA DE LOS ANCIANOS.
Y para esto, nada como los tintes de pelo. Hoy hasta hombres supuestamente cristianos se pintan el pelo. ¡¡¡Increíble!!!. Todo por no aceptarse tal cual son. Y las mujeres ni hablar. 

Pero aquí tenemos que entrar a otro punto muy importante, Y SON LOS COMPLEJOS. Sí, tenemos las iglesias llenas de ACOMPLEJADOS. Personas que no se aceptan ellos mismos, tal y como son. Ya algunos deben estar trillando los dientes con este tema....
Tengo un familiar muy cercano, que por estar pintándose el cabello casi le da cáncer en el cuero cabelludo. Si, entendamos que esto es un químico que agregamos a nuestra naturaleza humana. Por eso vemos tanto cáncer. Hoy los seres humanos han cambiado lo natural por lo artificial. Y todo por inconformidad y complejos. Vea como hoy día los rubios quieren tener pelo negro, los trigueños, pelo rubio, los altos quieren ser más bajitos; y los bajitos más altos. David en los salmos llamo a esto LA INCONFORMIDAD DEL HOMBRE.

Así es que mujer y hombre de Dios, echa los complejos y el que dirán a un lado. Acéptate como Dios te hizo y creó. Y recuerda que las canas son una honra que Dios te da, así que no te DESHONRES TU MISM@. A mi ya a los 58 años me salieron mis canas, ¡y cómo me goce cuando vi la primera! Alábalo...
A muchos se les olvida que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, y debemos rendirnos en espíritu, alma y CUERPO (1 Tesalonicenses 5:23) al Señor. El Apóstol Pablo le hace este recordatorio a la iglesia a los Corintios, pues éstos, aunque llenos de dones, eran carnales Y tenía que estarlos corrigiendo constantemente. Aquí les llama hasta ignorantes. Vea:
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.1 Corintios 6:19-20
Y esto del respeto a las canas y los ancianos, no sólo Jesús lo menciona. Lea también, como el mismo Dios hablando de los estatutos y mandamientos al pueblo de Israel se lo ordena y afirma. YO YAHWEH. Lea;
Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor. Yo Yahweh.(Levítico 19:32). 
Si algo se ve ridículo, es un anciano creyéndose jovencito. Aunque no nos referimos a lo que hacemos para estar bien. Por ejemplo, el ejercicio. Porque esto ya hasta es beneficioso para nuestra salud y no es vanidad.
Termino con esto: El mismo libro de Apocalipsis resalta la cabellera blanca de Jesucristo. Así que dejé los complejos, sea original y siéntase honrado por Dios y no se deshonre usted mismo. Lea:
Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego;
Apocalipsis 1:14.
DTB.
Aníbal C. Baerga

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