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GOZO EN LA DESESPERACIÓN / DEJA QUE DIOS ELIJA, Oswald Chambers




"Cuando lo vi, caí como muerto a sus pies", 
Apocalipsis 1:17

Quizás tú, como el apóstol Juan, conoces íntimamente a Jesucristo. Sin embargo, Él de repente se te aparece con rasgos totalmente desconocidos y lo único que puedes hacer es caer a sus pies como muerto. En ocasiones Dios solo puede revelarse a nosotros en su majestad y el carácter impresionante y terrible de esa visión nos lleva al deleite de la desesperación. Experimentas este gozo en la desesperanza porque comprendes que si vas a ser levantado, debe ser por la mano de Dios.

"Él puso su diestra sobre mí", Apocalipsis 1:17. En medio del pavor sientes un toque y sabes que es la diestra de Jesucristo. Comprende no es la mano que restringe, corrige o castiga, sino la diestra del Padre Eterno. Siempre que su diestra viene sobre ti, trae paz y consuelo inefables; y también el sentido de que sus brazos eternos son llenos de provisión, alivio y fortaleza son tu apoyo, (ver Deuteronomio 33:27). Una vez que sientes su toque, absolutamente nada te podrá volver a causar temor. En medio de toda su gloria celestial, el Señor Jesús viene para hablarle a un insignificante discípulo y le dice: "No temas", Apocalipsis 1:17. Su ternura es inexpresablemente dulce. ¿Lo conozco de esta manera?

Piensa en algunos de los hechos que producen desesperación. Existe un desespero en el que no se encuentra ningún agrado, no hay un horizonte ni una esperanza de mayor claridad. Pero el deleite de la desesperación viene cuando "yo sé que en mi, esto es, en mi carne, no habita el bien", Romanos 7:18. Me deleito en saber que hay algo en mí que debe caer postrado delante de Dios cuando Él se me revele y que si he de levantarme debe ser por su mano. Dios puede hacer algo por mí sólo cuando reconozco los límites de lo que es humanamente posible y le permito a Él hacer lo imposible.



"Si vas a la mano izquierda, yo iré a la derecha 
y si a la mano derecha, yo iré a la izquierda"
Génesis 13:9

Tan pronto comienzas a vivir la vida de fe en Dios, se abrirán delante de ti posibilidades fascinantes y gratificantes, las cuales son tuyas por derecho propio. Pero si estás viviendo la vida de fe, ejercitarás tu derecho a renunciar a tus derechos y dejarás que Dios elija por ti. A veces Él permite que entres en un lugar de prueba, donde lo correcto sería que tomaras en cuenta tu bienestar personal, si no vivieras la vida de fe. Pero si las estás viviendo, renunciarás con gozo a tus derechos y dejarás que Dios escoja por ti. Esta es la disciplina que Él usa para transformar lo natural en espiritual, por medio de la obediencia a su voz.

Siempre que mis derechos se convierten en la guía de mi vida, la percepción espiritual se adormece. El más grande enemigo de la vida de fe en Dios no es el pecado, sino las buenas elecciones que no son las mejores. Lo bueno siempre es enemigo de lo mejor. Al leer el pasaje de Génesis, parecería que lo más sabio de este mundo era que Abraham escogiera, pues era su derecho. Y la gente a su alrededor lo habría considerado un tonto por no hacerlo.

Muchos de nosotros nos estancamos espiritualmente porque preferimos elegir sobre la base de nuestros derechos, en lugar de confiar en la elección de Dios para nosotros. Debemos aprender a caminar de acuerdo con la norma de poner la mirada en Dios y Él nos dice, como le dijo a Abraham: "Anda delante de mi", Génesis 17:1.



(Por gentileza de E. Josué Zambrano Tapias)

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