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EN AQUEL DÍA: TENDRÉIS COMPLETO REPOSO EN LA VIDA DE JESÚS Y PEDIRÉIS EN MI NOMBRE, Oswald Chambers




"En aquel día no me preguntaréis nada",
 Juan 16:23

¿Cuándo es aquel día? Cuando el Señor ascendido te hace uno con el Padre. En aquel día serás uno con el Padre, así como Jesús. Él dijo: "En aquel día no me preguntaréis nada ...". Antes de que la vida resucitada de Cristo se manifieste completamente en ti, tienes muchas preguntas por hacer. Entonces, después de un tiempo descubres que todos tus interrogantes han desaparecido y que al parecer ya no te quedan más. Debido a que has llegado al punto de un completo descanso en la vida resucitada de Jesús, entras a una perfecta unidad con el propósito de Dios. ¿Estás disfrutando esa vida ahora? Si no, ¿por qué?

Aunque en aquel día todavía puede haber un sinnúmero de asuntos oscuros para tu entendimiento, no se interpondrán entre tu corazón y Dios. En aquel día no me preguntaréis nada; no necesitarás hacerlo porque estarás seguro de que Dios traerá luz sobre esos temas de acuerdo con su voluntad. La fe y la paz de Juan 14:1 se convierten en la verdadera actitud de tu corazón y no hay más preguntas, Si algo es un misterio para ti y se está interponiendo entre tú y Dios, nunca busques la explicación en tu mente. Búscala en tu verdadera disposición interior ya que es allí donde se encuentra el problema. Cuando tu actitud sea de disposición a someterte a la vida de Jesús, tu comprensión será perfectamente clara. Y llegarás al lugar donde no existe ninguna distancia entre el Padre y tú, su hijo, porque el Señor los ha hecho uno. En aquel día no me preguntaréis nada. (Oswald Chambers)



"En aquel día pediréis en mi nombre … El Padre mismo os ama",
Juan 16:26-2

En aquel día pediréis en mi nombre, es decir, en mi naturaleza. No, "emplearéis mi nombre como una palabra mágica, sino, seréis tan íntimos conmigo, que tú y yo seremos uno". Aquel día no es un día en el futuro, sino que implica el aquí y el ahora. "El Padre mismo os ama". El amor del Padre demuestra que nuestra unión con Jesús es completa y absoluta. El Señor no quiso decir que nuestra vida estaría libre de dificultades e incertidumbres externas; sino que, así como Él conoció el corazón y la mente del Padre, por el Bautismo del Espirito Santo Él puede elevarnos a los lugares celestiales donde nos revela las enseñanzas de Dios.

"Todo cuanto pidáis al Padre en mi nombre", Juan 16:23. Aquel día es un día de paz y de una relación imperturbable entre Dios y el creyente. Así como Jesús fue puro y sin mancha en la presencia de su Padre, por la poderosa eficiencia del bautismo del Espíritu Santo, nosotros también podemos ser elevados hasta esa relación: "Para que sean uno, así como también nosotros somos uno", Juan 17:22.

"Os lo dará", Juan 16:23. Jesús dijo que Dios reconocerá y contestará nuestras oraciones por causa de su nombre. ¡Qué desafío e invitación! Por el poder de resurrección y ascensión de Jesús y por el Espíritu Santo que nos ha sido dado, podemos ser levantados hasta esa relación. Una vez que Jesucristo nos coloca en esa maravillosa posición, podemos orar a Dios en su nombre, es decir, en su naturaleza. Este es un regalo que nos ha sido dado por el Espíritu Santo. Jesús dijo: "Todo cuanto pidáis al Padre en mi nombre, os lo dará". El carácter soberano de Jesucristo se pone a prueba por sus propias declaraciones.



(Por gentileza de E. Josué Zambrano Tapias)

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