que
uno ponga su vida por sus amigos.
Juan
15:13
10- NO HAY
MAYOR AMOR
Yo
escuché
recientemente cuando mi hija tocaba una canción de una joven dama
cristiana que dice: "A veces pienso que sería más fácil morir
por ti que vivir por ti". Hay una verdad profunda en esto,
porque morir por Cristo requiere que muramos una vez, pero vivir para
Él requiere que muramos todos los días. Es una gran paradoja en el
Reino de Dios que todos los que quieren vivir deben morir, mientras
que todos los que buscan proteger su vida la perderán.
Le
animo a orar y pedir al Padre sabiduría y comprensión antes de leer
este capítulo, porque su mensaje es más difícil que el de los
capítulos escritos hasta ahora. La carne despreciará lo que está
escrito aquí, pero espero que muchas mujeres sentirán el sello del
Espíritu Santo sobre estas palabras.
Todo
miembro del Reino de Dios está llamado a morir al yo, a sí mismo.
Están llamados a perder su vida para que puedan encontrarla. Son
llamados a no tener voluntad o agenda o iniciativa propia.
Deben encontrar su propósito y razón para vivir en Otro.
Se
nos dice que "la cabeza del hombre es Cristo". Esto implica
que el hombre no debe tener cabeza propia. El hombre debe vivir para
hacer la voluntad de Yahshua. El hombre no debe tener iniciativa
propia. El hombre ha sido comprado con la sangre de Cristo y ahora
pertenece totalmente a otro.
I
Corintios 6:20
Porque
habéis sido comprados por precio, glorificad a Dios en vuestro
cuerpo y en vuestro espíritu.
I
Corintios 7:23
Por
precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres.
Romanos
14:7-8
Porque
ninguno de nosotros vive para sí mismo, y ninguno muere para sí
mismo; porque si nosotros vivimos, vivimos para el Señor, o si
morimos, morimos para el Señor; por lo tanto vivamos o muramos,
somos del Señor.
Esto
está muy claro, ¿no es así? Nuestra vida no es nuestra. Hemos sido
comprados a un costo extremadamente alto. Sin embargo, a pesar de que
el significado es claro e inconfundible encontramos que hay pocos que
caminan en conformidad con la verdad de estas palabras.
Yahshua
nos dio el ejemplo puro de alguien que caminó de esta manera
desinteresada. Él nunca hizo nada por Su propia iniciativa.
Él siempre hizo la voluntad del Padre. Él declaró que nunca habló
una sola palabra de su propia iniciativa. Él entró en el
completo y total descanso sabático. Su voluntad fue entregada a la
voluntad del Padre. En su prueba más extrema, declaró: "Sin
embargo, no se haga mi voluntad, sino tu voluntad".
Este
es el ejemplo establecido ante todos los hombres. Para ser un
discípulo de Cristo uno debe entregar su vida y todos los días
tomar su cruz; se deben morir a toda ambición personal; debe morir a
todos los planes y metas que se ha imaginado para su vida; debe
vivir con un solo propósito, conocer la voluntad de Cristo y
hacerla.
Aunque
esto es abundantemente claro en las Escrituras, la Iglesia como grupo
no camina de esta manera. La Iglesia tiene muchos objetivos y
ambiciones que surgen del alma del hombre. La Iglesia está llena
de iniciativas del hombre. Incluso las aparentemente buenas
cosas que la Iglesia hace son en gran medida el producto de hacer
una ofrenda a Dios que surge del alma del hombre. Todas
estas ofrendas son detestables para Yahweh y serán quemadas con
fuego hasta que no quede nada. Yahshua reveló que muchos vendrían a
Él en el día del juicio con orgullo con sus buenas obras en las
manos buscando Su bendición. Estas buenas obras son identificadas
como profetizar en Su nombre, echar demonios en Su nombre, e incluso
hacer milagros en Su nombre. Sin embargo, la respuesta de Yahshua
será, "Apartaos de Mí, hacedores de iniquidad (vosotros
sin ley), porque nunca los conocí". Yahshua revela en
este mismo pasaje de la Escritura (Mateo 7:21-23) que lo único que
recibirá la bendición del Padre es hacer su voluntad. Debemos
recibir la orden y luego obedecer. No debemos hacer ofrendas que
surgen de nuestras propias almas determinando por nosotros mismos
lo que es bueno y malo.
Aquellos
que aún no han discernido el gobierno de Dios no pueden recibir
estas palabras. Una vez que uno discierne gobierno, todo comienza a
ser claro. Hay una voluntad legítima en el universo y esa es la
voluntad de Yahweh. Todo lo demás es estar en sujeción a Su
voluntad. Él es la fuente de toda autoridad y la fuente de todo
dominio. Él delega Su autoridad a los demás como Él determina, y
entonces debemos ser perfectos en sujeción a esas autoridades como
si estuviéramos obedeciendo a Yahweh mismo.
Yahweh
ha establecido a Yahshua como la cabeza del hombre, por lo tanto, los
hombres deben obedecer Yahshua como ellos obedecerían a Yahweh.
Yahshua es la cabeza del hombre. El hombre no tiene cabeza propia. El
hombre debe estar sujeto a Cristo en todas las cosas. El hombre no
debe querer cosas por su propia iniciativa. Él no debe
determinar su propio curso en la vida. Si un hombre es un discípulo
de Cristo, entonces no puede determinar dónde trabajará, o cuál
será su ocupación. Él debe permitir que Cristo, Su cabeza, revele
Su voluntad y deseo en estas cosas. Un hombre no puede decidir con
quién se casará, o dónde habrá de vivir. Estas decisiones también
deben ser entregadas a la voluntad de Cristo. Si un hombre quiere ser
discípulo de Cristo, no puede decidir cómo gastará su dinero, cómo
educará a sus hijos, donde irá a la iglesia, o una miríada de
otras cosas, porque si un hombre vive debe vivir para el Señor, y si
muere debe morir para el Señor.
Este
es el significado completo del descanso sabático.
En Hebreos capítulos 3 y 4, el apóstol Pablo dice que todavía
queda un descanso para los hijos de Dios. Él revela que hay un gran
peligro de que los santos no entren en este reposo, así como los
hijos de Israel quienes dejaron Egipto y no pudieron entrar. Luego
revela cómo uno entra al reposo sabático de Dios.
Hebreos
4:10
Porque
el que ha entrado en su reposo, también ha descansado de sus obras,
como Dios lo hizo de las suyas.
El
hombre no puede tener sus propias obras. En el séptimo día, Yahweh
descansó de Su obra de Creación. Él dejó de iniciar nuevas
obras. Así también, el hombre no debe iniciar nada propio.
Él debe encontrar su propósito más elevado y llamado a discernir
la voluntad del Padre y hacer lo que le complace. ¿Esto hace que el
hombre sea el felpudo de Dios? ¿Esta sujeción total a la voluntad
de Yahweh es menospreciar o humillar al hombre en algún sentido? ¿Es
un hombre, que vive de esa manera, de alguna forma debilitado y
disminuido en su ser y carácter? ¡No! Este es el propósito para el
cual el hombre fue creado. El hombre fue creado para expresar el
carácter de Dios y ser una extensión de Su voluntad divina. Yahshua
no fue disminuido dejando de lado Su iniciativa y negándose a
ser autodirigido. Se hizo perfecto en obediencia, y debido a esto, el
Padre lo exaltó mucho y le dio un nombre más alto que todos los
otros nombres.
Es
evidente que la Iglesia en general hoy es muy miope. Allí buscan
disfrutar la vida al máximo y obtener todas las cosas de este mundo
que puedan. La Iglesia busca cumplir con todas las ambiciones humanas
y perseguir cada iniciativa personal ahora, durante esta vida física.
Sin embargo, este no es el propósito de esta vida. El propósito de
esta vida es conformarnos a la imagen de Cristo, que nunca buscó Su
propia voluntad o camino. Por el gozo delante de Él, soportó la
Cruz.
Hay
un gozo establecido delante de todos aquellos que se niegan a sí
mismos ahora en esta vida y vivan para cumplir el propósito de
Yahweh para sus vidas. Si estamos enfocados en ganar las cosas de
este mundo y cumplir nuestros objetivos personales y metas en esta
vida, entonces podemos encontrar alguna satisfacción por un tiempo,
pero en la eternidad encontraremos que hemos negociado con lo que no
tiene valor, porque los tesoros de un mundo caído se desvanecen.
Habrá mucho lloro, y lamento, y crujir de dientes.
Hubo
un hombre que vivió hace una generación, que se esperaba que
sobresaliera en las cosas de este mundo. Era brillante, atractivo y
atlético. Se destacó en la universidad y muchos esperaban que
siguiera el rumbo del mundo hacia la fama y el progreso. Sin embargo,
algo ocurrió en el corazón de este hombre, que le hizo ver las
cosas de este mundo como mero estiércol en comparación con la
gloria por venir. Le dio la espalda a la búsqueda de las cosas del
mundo y se convirtió en misionero a las tribus remotas. Ni el mundo
ni la mayoría de la iglesia entendieron su decisión. Ellos le
preguntaron por qué iba por este camino. Jim Elliot respondió: "No
es tonto quién da lo que no puede seguir ganando por lo que no se
puede perder".
Esta
vida en la Tierra es fugaz y momentánea. El camino de los justos
está lleno de dificultades y dolor y sufrimiento, sin embargo, el
apóstol Pablo describió estas cosas de esta manera.
2ª
Corintios 4:17-18
Porque
esta leve tribulación momentánea nos produce, en una medida que
sobrepasa toda medida, un eterno peso de gloria; 18 no poniendo
nosotros la mira en las cosas que se ven, sino en las que no se ven;
pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son
eternas.
Cuando
consideramos la vida de Pablo, parece increíble que describiera
estas cosas como una aflicción momentánea y leve. ¿Cuánto más
deberíamos rendir nuestra voluntad, metas, sueños y aspiraciones a
Yahweh y recibir en cambio el conocimiento de Su deseo para nosotros?
Si
Cristo es la cabeza del hombre, entonces el hombre no tiene cabeza
propia; debe vivir para lograr el deseo de Cristo. Del mismo
modo, el hombre es la cabeza de la mujer, y la mujer casada tiene a
su esposo como su cabeza. Ella no debe tener cabeza propia, sino que
debe vivir para hacer la voluntad de su esposo. Ella debe
rendir sus aspiraciones, metas, y deseos y buscar satisfacer el deseo
de su esposo.
Si
solo hay unos pocos hombres que verdaderamente caminan entregados a
Cristo, entonces no deberíamos de sorprendernos de que haya solo un
muy pequeño remanente de mujeres que vivan vidas entregadas delante
de sus maridos. Parece irrazonable que una mujer ponga de lado sus
aspiraciones, sueños, deseos, esperanzas y planes para su vida, para
poder vivir para ayudar a su esposo a alcanzar la plenitud de su
llamado. ¡Qué raro es para una mujer llamar a su marido señor,
y aún más raro que una mujer obedezca a su marido
como
lo haría con el Señor!
Efesios
5:22-24
Las
casadas estén sometidas a sus propios maridos, como al Señor; 23
porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de
la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. 24 Así que,
como la iglesia está sometida a Cristo, así también las casadas lo
estén a sus maridos en todo.
Así
como un hombre debe tener una visión celestial para entregar su
propia voluntad para su vida a Cristo, también la mujer piadosa debe
tener una visión celestial para que ella entregue su vida a su
esposo. Si la mujer está buscando encontrar toda su satisfacción en
esta vida, nunca elegirá este curso. Solo aquellos que miran al
Cielo para su recompensa, pueden darle la espalda con alegría a este
mundo y sus atractivas ofertas de auto-satisfacción y placer. Solo
entendiendo que su recompensa está en otra parte, puede la mujer
elegir aceptar al hombre como su cabeza y negarse a tener una cabeza
propia.
He
encontrado tantos ejemplos de mujeres que no están caminando en
estas cosas, así como he encontrado a muchos hombres que no están
buscando la voluntad de Cristo para sus vidas. ¿Cuántas veces un
hombre le ha dicho a su esposa que siente que Cristo le dirige en
alguna dirección y la esposa se opone a él porque su voluntad no
está de acuerdo? Sé de hombres que se sintieron llamados a ser
misioneros y sus esposas se negaron rotundamente a a seguirles
adelante. Las esposas querías estar cerca de casa, cerca de los
familiares y amigos. Es posible que la esposa haya tenido sus propios
planes con respecto a su carrera y educación, y la voluntad de su
esposo entraba en conflicto con esas cosas. Ella puede haber querido
simplemente tener una vida "normal" donde pudiera criar a
sus hijos en la comodidad de un entorno familiar para ella. La esposa
finalmente no estaba dispuesta a ceder. Ella no estaba dispuesta a
someter su voluntad a la de su marido. Podría dar ejemplo tras
ejemplo de tales cosas, porque esta es la norma en la Iglesia hoy,
pero sigamos con otros asuntos.
A
menudo vendrán tiempos cuando una esposa o hija deba someterse y
renunciar a su propia voluntad y deseo por la de un esposo o padre.
En tan grande y difícil obstáculo como este, hay mucho más que
implica perder la propia vida y dejarla para otro. Hay mucho más
para una esposa que está sujeta a su marido como al Señor.
Escuché
a un ministro hablar sobre el tema de la sumisión hace muchos años.
Él dio un ejemplo de una experiencia muy práctica en su propia
vida. Este ministro tenía algunas tierras y procedió a construir
una cerca sobre ella. Tenía un joven al que contrató para ayudarle
con la valla. Durante todo el día, el ministro notó algunas cosas
profundas mientras trabajaba con este joven. El ministro comenzó a
construir la valla y le pedía al joven una tabla, o algunos clavos y
el joven los traía. Construir una cerca es una tarea muy repetitiva
y uno esperaría que este joven se daría cuenta rápidamente y
anticiparía lo que su empleador necesitaría a continuación, pero
nunca actuó como si ya se lo hubiera pedido. Después de un tiempo,
debería haber sido obvio que el ministro iba a necesitar una tabla a
continuación, o más clavos, o alguna otra cosa, pero el joven nunca
se anticipó a sus deseos. Siempre se le debía pedir que trajera
otra tabla. Él siempre tuvo que pedirle que hiciera todo. Huelga
decir que la experiencia del ministro con este joven no fue
satisfactoria para él. El trabajo fue mucho más lento de lo que
podría haberlo hecho si el joven hubiera sido más útil.
Al
relatar esta historia, el ministro estaba hablando de la vocación de
aquellos bajo autoridad para hacer que aquellos que están sobre
ellos tengan éxito. Si la autoridad está en el trabajo, en el
hogar, o en alguna otra esfera de la vida, aquellos bajo autoridad
deberían tener el objetivo de hacer que aquellos en autoridad sean
lo más exitosos posible.
Si
este hubiera sido el objetivo del joven, habría intentado anticipar
lo que podría hacer para que la construcción de la cerca procediera
con la mayor eficiencia. Él podría haber anticipado las necesidades
de su empleador y pudo haber estado listo para entregarle una tabla
sin necesidad de que se le pidiera. Podía anticipar cuándo los
clavos se estaban agotando y traer algunos más, sin que se le
indicara que lo hiciera. Él podría haber traído de muchas maneras
un mayor éxito a quien le contrató. ¿Por qué el joven no lo hizo?
Lo más probable es porque el joven estaba enfocado en sí mismo; no
estaba trabajando para que su empleador tuviera éxito, estaba
trabajando para ganar algo de dinero para sí mismo. Él era ajeno a
todo excepto a sus propios deseos y objetivos. Simplemente quería
pasar el día y recoger su dinero.
De
la misma manera, muchas esposas están ensimismadas. Se
consumen con pensamientos de lo que desean sacar de la vida y lo que
pueden hacer para llegar allí. A veces sus maridos les pedirán que
hagan algo que les ayude en sus propios planes, y entonces se
establece el escenario para que decidan si vivirán para sus propios
deseos, o si estarán sujetas a sus maridos como al Señor.
Es
rara la esposa que somete su voluntad a la de su esposo, libremente y
sin murmurar o quejarse. Hay un remanente de esposas que buscan ser
obedientes, pero si una esposa simplemente obedece cuando se le pide
que lo haga, no lo ha hecho mejor que el joven hombre que ayudó a
este ministro a construir su valla. Ella realmente no se ha aplicado
a sí misma a hacer que su marido tenga éxito. La esposa que busca
hacer que su marido tenga éxito, convertirá en su objetivo y
aspiración en la vida saber a dónde va y buscar ayudarle a llegar
allí de la mejor manera. Ella se dedicará a aprender cuáles son
sus deseos para ella y ella buscará satisfacer esos deseos sin
necesidad de pautas constantes.
Nuevamente,
siento que es necesario hacer una distinción entre los deseos
divinos y los deseos impíos de un hombre. Una esposa o hija no debe
hacer que su objetivo sea ayudar a su esposo o padre lograr los
deseos impíos de la mejor manera posible. No es de la esposa o de la
hija el llamado a corregir a una autoridad equivocada, pero tampoco
necesitan acelerar su camino hacia un objetivo impío. Una esposa o
hija debería tener cierto discernimiento sobre la voluntad de
Yahweh, y en la mayoría de los casos encontrarán que su esposo o
padre tiene muchos deseos piadosos que pueden ayudarle a cumplir. Si
una mujer tiene un esposo o padre cuyo corazón está decidido a
seguir a Cristo como discípulo, entonces debería haber muchas
oportunidades para ayudarles a tener éxito. Permítanme darles un
par de ejemplos sobre cómo una esposa puede ayudar a su esposo a ser
exitoso en el cumplimiento de sus deseos.
Desde
que mi esposa y yo nos casamos por primera vez, tenía el deseo de
que ella se vistiera de una manera modesta y femenina. Siempre he
pensado que las mujeres se ven muy modestas y atractivas en vestidos
largos, e hice conocer mi deseo a mi esposa. Sin embargo mi esposa
tenía muchas otras influencias en la iglesia, y por muchos años
ella no caminó en los principios hablados aquí. Ella hizo cosas de
acuerdo a su deseo y voluntad. Tenía una tendencia a hacer
amistades fuertes con otras mujeres, y la encontré conformándose
en imagen a esas mujeres, más que con los deseos del marido de ella.
Mi esposa pasó por varias fases. Ella tenía una amiga a la que le
gustaban los pantalones con estribos (tachuelas, puntillas) y una
variedad de blusas, a menudo con hombreras acolchadas, para combinar
con ellos. Mi esposa fue de compras con ella y su guardarropa
completo cambió a esa moda. Luego ella tuvo otra amiga que le
gustaba una moda diferente que era conocida por sus patrones salvajes
y colores brillantes, así como pantalones y pantalones cortos. Otra
vez el guardarropa de mi esposa cambió. En todo esto, mis deseos no
se cumplieron y el efecto se sintió en nuestro hogar. Yo también
deseaba que nuestra hija se vistiera modestamente y con indumentaria
femenina. Sin embargo, mi hija descubrió que tenía sus propias
preferencias, las llamaré “estilo marimacho”, y ella se vestía
de esta manera. Mi esposa no pudo guiar a nuestra hija en conformidad
con mi deseo de su vestido porque mi esposa misma no estaba
conformándose. Por lo tanto, tuve dificultades para hacer que mi
familia se vistiera con modestia, y con lo que consideraba vestido
apropiado y piadoso.
El
año pasado (nuestro decimosexto año de matrimonio), el Padre dio a
luz a muchos cambios fundamentales en nuestro matrimonio, y mi esposa
comenzó a vestirse de una manera que yo había deseado mucho. Ella
comenzó a practicar cubrirse la cabeza y comenzó a usar vestidos
largos. Nunca he considerado a mi esposa tan atractiva como lo es
ahora. Su apariencia física es muy agradable para mí. No fue una
coincidencia que nuestra hija comenzó a usar un velo poco después
de mi esposa, y no mucho después de esto también comenzó a usar
vestidos. Mi hija es la imagen de una joven piadosa, y esto es muy
agradable para mí. Ella vino a la convicción de usar vestidos y
velo por sí misma, pero el camino había sido preparado por el
ejemplo de obediencia de su madre en esta área.
Una
mujer tiene un poder increíble en su familia y entre otras cosas
influye en ellos hacia la piedad. Su esposo necesita su apoyo y
participación activa en producir esas cosas que él siente que están
de acuerdo con la piedad.
Otra
área que daré como ejemplo de cómo una esposa puede ayudar a que
su esposo sea más exitoso en la vida, es en el área de preparación
de alimentos para la familia. He estado mucho tiempo comiendo comida
chatarra. A mi carne le gustan todos los tipos equivocados de comida
y he sufrido los efectos de tener sobrepeso la mayor parte de mi
vida. Los efectos del sobrepeso pueden hacer que uno se sienta
cansado y carezca de energía y este cansancio puede hacer que uno
sea más susceptible a los pensamientos melancólicos y depresivos.
Como ministro que a menudo ha tratado con gran oposición, el
desaliento puede ser una batalla constante. Tener sobrepeso y
sentirse cansado también puede hacer que uno sea menos productivo en
el trabajo, y tenga menos probabilidades de querer pasar tiempo en
actividades físicas con la familia.
En
mi propia familia también hay una historia de problemas cardíacos
que en gran parte se deben a una dieta inadecuada. He sabido que
comer el tipo equivocado de alimentos ha sido un problema durante
algún tiempo, y he expresado mi preocupación a mi esposa,
comunicándole un deseo de que comamos alimentos más saludables.
Hago algo de cocina en la casa, y solo yo tengo la culpa de tener
exceso de peso. Podría pasar el tiempo investigando qué
constituiría una dieta saludable y aprender a preparar alimentos que
promuevan la buena salud, pero tengo muchos otros deberes que el
Padre me ha dado. Si tuviera que pasar mucho tiempo en esta área,
estudiando la alimentación saludable, entonces tendría que dejar a
un lado algo más que es también muy importante. Esta es una
situación ideal en la que mi esposa podría ayudarme tremendamente.
Cambiar nuestros hábitos alimentarios ha sido un desafío para mi
esposa porque se ha criado en la dieta tradicional del sur que es
rica en grasas y que acentúa los platos de carne, con menos énfasis
en las frutas y verduras frescas, las legumbres y los cereales
integrales. Para comenzar a cocinar de forma saludable, es necesario
aprender muchas cosas nuevas y vencer viejos hábitos. Mi esposa
ahora está empezando a estudiar esta cuestión de una cocina más
sana, y estoy muy agradecido por ello. Deseo ser más saludable y
sentirme más saludable. Ahora que estoy viendo su deseo de preparar
comidas saludables para que nuestra familia coma, mi mente se libera
de la carga en esa área. Sé que como mi esposa se aplica en esta
área, que nuestro conjunto familiar se beneficiará, y personalmente
comenzaré a experimentar mejoras muy reales con respecto a la
resistencia física, el bienestar emocional y la salud corporal.
Un
esposo puede expresar un deseo similar al que he mencionado aquí,
pero es posible que la esposa no tome medidas reales por sí misma
para satisfacer los requerimientos o deseos de su esposo. Puede que
se parezcan más al joven al que se le debía ordenar todo. Pero una
mujer piadosa que quiere que su esposo sea exitoso se aplicará ella
misma, y tratará de hacer todo lo que pueda para anticipar y cumplir
sus deseos.
Hay
una infinidad de cosas que una esposa puede hacer para ayudar a su
esposo a ser más exitoso en la vida. Para hacerlo, sin embargo, ella
debe dejar de lado su propio enfoque y estar atenta a su vida,
buscando ayudarle a lograr el llamado para su vida. De nuevo, ella
solo hará esto si busca una recompensa celestial y muere a los
deseos de su propia alma, con su anhelo de encontrar la plenitud en
este cuerpo terrenal.
Estoy
seguro de que algunos estarán pensando que la mujer que vive para
ayudar a su marido a cumplir con su llamado, será obstaculizada o
despojada de seguir el llamado de su propia vida. Aquellos que hacen
esta objeción no entienden que este es el llamado para la vida de la
mujer. Así como un hombre debe vivir para cumplir el deseo de su
Cabeza, la mujer fue creada para ser una ayudante para el hombre.
Otra
cosa que no se entiende es que el llamado de cada hombre y mujer es
ser conformados a la imagen de Cristo. Esta conformidad no se trata
tanto de una actividad externa, como de una transformación interna.
Yahshua era manso, humilde y desinteresado. El éxito en la vida se
logra conformándose a esa misma imagen. El éxito no es ser un gran
músico para que pueda guiar a otros en la alabanza a Yahweh. No se
trata de escribir libros que otros leerán y notarán. No se trata de
ser el más instruido, o elocuente, o bien conocido, o que tiene la
mayor cantidad de logros para jactarse acerca de ellos. El éxito
es la conformidad con Cristo, y tenemos estas palabras con
respecto a ello de Yahshua:
Filipenses
2:5-8
Haya,
pues, entre vosotros los mismos sentimientos que hubo también en
Cristo Jesús, 6 el cual, siendo en forma de Dios, no consideró el
ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a
sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8
y hallado en su porte exterior como hombre, se humilló a sí mismo,
al hacerse obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
También
tendremos éxito cuando podamos dejar todo en nuestras vidas, cuando
no reclamemos propiedad personal o voluntad propia, cuando podamos
vaciarnos de nosotros mismos y humillamos como sirvientes de otros,
entonces tendremos éxito. Esta es la voluntad del Padre para
nosotros.
Si
una esposa no puede tomar a su esposo como su señor, ¿cómo puede
ella tomar a Cristo como su Señor? Si no puede humillarse ante el
marido que ve, entonces cómo se humillará ante Cristo a quien no
ve? No hay diferencia ante Dios entre someterse a la autoridad
directa de Yahweh, o a la autoridad que Él ha concedido a Cristo y
al hombre. Hay un patrón muy consistente exhibido en el
gobierno de Yahweh. Yahweh es la cabeza de Cristo, y Cristo vive
para hacer la voluntad de Yahweh. Cristo es el jefe del hombre y
el hombre vive para hacer la voluntad de Cristo. El hombre es la
cabeza de la mujer y la mujer vive para hacer la voluntad del hombre.
Así como Cristo da Su vida, así el hombre da su vida y la mujer da
la suya. Así como Cristo no eligió Su voluntad cuando estaba en
conflicto con la del Padre, así el hombre no debe elegir su voluntad
sobre la de Cristo, ni la mujer elegir su voluntad sobre la del
hombre. Como hombre que soy, es necesario que constantemente
busque conocer la voluntad de Cristo para que yo pueda cumplir Su
deseo. Del mismo modo, las esposas deben buscar conocer la voluntad
de sus esposos para que puedan cumplir su deseo.
Si
la mujer está buscando cumplir el deseo de su esposo, y su esposo
está buscando cumplir el deseo de Cristo, y Cristo está buscando
cumplir el deseo del Padre, entonces todo está en armonía y la
voluntad del Padre se está cumpliendo en todo el Reino de Dios. Esta
búsqueda debe ser una búsqueda activa en todos los niveles. El
hombre no necesita esperar hasta que Cristo le golpee en la cabeza
con alguna orden. El hombre debería aplicarse a buscar la mente
de Cristo. El hombre debe aprender a discernir la voz quieta y
pequeña de Cristo. Así también la mujer debe buscar
activamente conocer la voluntad de su esposo. Si está casada, no
espere a que su esposo verbalice sus
deseos. Búsquelos. Él no puede decirte siempre lo que realmente
está en su corazón. Aprenda a leer entre líneas y a captar las
sutiles pistas que él le da. Tenga presente (preste atención)
las cosas que le ha hablado. Vuélvase atenta a él con el deseo
de hacerle exitoso.
Si
has sido como aquel joven al que se le debía decir todo, entonces
necesitará esfuerzo para entrenarse a sí misma para hacer lo
contrario. En primer lugar, debe morir a estar centrada en su propia
voluntad, deseos y metas. ¿Ha estado pensando en lo que desea en la
vida? ¿Se has centrado en su propia realización? Si continúa en
eso, por supuesto, no logrará que su esposo tenga éxito.
El
Reino de Dios está construido sobre el principio de la
servidumbre. Puede parecer que yo estoy proclamando algo que
daría a los hombres la licencia para ser tiranos dominantes. Esto no
es así. El hombre está llamado a dar su vida para hacer la voluntad
de Cristo. Cristo conducirá al hombre a ser un servidor de los
demás. Siempre hay casos en que un hombre no esté caminando como
debiera, en sumisión a Cristo, y una mujer siente que está en un
lugar peligroso y que sus necesidades no serán consideradas si ella
da su vida por su marido. Tal mujer debe considerar que su propio
ejemplo de piedad y humildad puede afectar a su esposo para siempre,
pero si ella elige el camino de la rebelión, entonces seguramente
dejará de influir en él para que camine en obediencia y humildad.
La rebelión no produce obediencia. Simplemente conduce a
contienda y más conflictos. Solo cuando una mujer soporta cuando
sufre injustamente, su comportamiento encuentra el favor de Dios. Es
solo cuando ella está caminando sometida a su marido, que el
Padre actuará rápidamente para traer corrección a la autoridad en
desobediencia.
Concluiré
este capítulo con estas palabras. Una mujer que establece sus
propias metas y deseos puede hacer que se los devuelvan en algún
momento. Hay un patrón revelado en las Escrituras donde el Padre
le da a alguien una visión, pero la visión muere completamente solo
para renacer y realizarse por el poder del Espíritu. De esta
manera el Padre quita la carne de nuestras acciones y búsquedas.
Puede tener un gran talento, o puede sentir un gran llamado en su
vida. Así fue para Moisés y José cuando eran jóvenes, pero sus
esperanzas y sueños murieron, y toda posibilidad de que sus sueños
resucitaran por su propio esfuerzo era remota. Solo cuando murieron
para buscar cumplir sus sueños en su propia fuerza, podría el Padre
cumplir Sus propósitos en ellos. La muerte precede a la vida. La
humildad precede a la honra. Yahweh le pedirá que ponga eso que es
lo más querido para usted en el altar. Su Isaac debe ser
sacrificado. Solo cuando deja partir lo que tiene un asidero
en su corazón, será verdaderamente libre.
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