Si estás buscando grandezas para ti y te dices: "Dios me ha llamado a esto y aquello", estás poniendo una barrera entre Él y el propósito que tiene para ti. Mientras mantengas tus propios intereses y ambiciones personales, no podrás alinearte ni identificarte con los intereses de Dios. Podrás lograrlo si renuncias a tus planes personales de una vez por todas y dejas que Él te guíe directamente a su propósito.
También debes renunciar a entender tus caminos, porque ahora son los caminos del Señor.
Debo aprender que el propósito de mi vida es de Él y no mío. Dios me está usando desde su gran perspectiva personal y todo lo que me pide es que confíe en Él, sin decir: "¡Señor, esto me produce tanto dolor!” Hablar así me convierte en una piedra de tropiezo.
Cuando dejo de decirle a Dios lo que yo quiero, Él me puede tomar para lo que desea sin ningún estorbo. Me puede humillar, exaltar o hacer lo que prefiera.
Simplemente me pide una fe absoluta en Él y en Su bondad.
Oswald Chambers
(Gentileza de E. Josué Zambrano Tapias)
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