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NÚMERO 313 AGOSTO 2014
La Gran Tribulación
Durante mucho tiempo he creído que veríamos el surgimiento del Reino en este actual ciclo de Jubileo (1986-2035). El 120º Jubileo desde Adán comenzó en 1986, y el número 120 indica el derramamiento del Espíritu Santo.
Asimismo, 1993 fue una fecha importante, porque fue el fin de la Edad Pentecostal. La Iglesia (de Saúl) reinó 40 Jubileos, así como el rey Saúl, quien fue coronado en el día de Pentecostés (es decir, el día de la “cosecha del trigo”) reinó 40 años.
El ciclo del Jubileo es de 49 años, o siete sábados, y el siguiente termina en 2035. Pero desde el final del reinado de Saúl en 1993, sólo quedan 42 años hasta 2035. Quiero centrarme hoy en este período de 42 años.
Número 42 y la angustia de Jacob
El número 42 (es decir, 42 meses) se usa en el libro de Apocalipsis para indicar un tiempo de tribulación. Es 21 x 2, lo que lo asocia con el tiempo de tribulación (o angustia) de Jacob, como se profetizó en Jer. 30: 7.
Jacob experimentó dos momentos de angustia en su vida, cada uno de 21 años de duración. El primero fue cuando trabajó como siervo de Labán durante 20 años, saliendo en su año sabático (21), que realmente cuenta como “tiempo de vacaciones (descanso)” en la semana anterior de años.
El segundo momento de angustia llegó unos años más tarde, cuando José fue separado de sus hermanos, quienes lo habían vendido como esclavo a comerciantes que iban a Egipto. Durante los siguientes 21 años Jacob pensó que su hijo estaba muerto.
El cumplimiento nacional
Estos dos tiempos de angustia se repitieron a escala nacional en dos ciclos de 210 años. El primero fue cuando Israel estuvo en Egipto durante 210 años y terminó cuando Moisés los sacó de Egipto. (Ver Secretos del Tiempo, capítulo 2) Este período de tiempo se correlaciona con los 21 años de esclavitud de Jacob a Labán.
El segundo tiempo de angustia nacional comenzó cuando las tribus de José fueron separadas de sus hermanos después de la muerte de Salomón. El reino fue dividido en el año 931 aC (o 2964 años desde Adán), y esta condición permaneció hasta que Israel fue deportada a Asiria. Samaria fue capturada en el año 721 aC (o 3174 años desde Adán). Esto muestra que José-Israel estuvo separado en la vieja tierra durante 210 años.
La gran tribulación de Israel
La larga tribulación de Israel de “siete tiempos”, profetizada en Levítico 26, tuvo dos puntos iniciales, lo que nos proporcionaba un doble testimonio. El primer punto de partida fue cuando Asiria comenzó a deportar a tres tribus de la Casa de Israel al lado este del río Jordán en el 745 aC. El segundo fue cuando Asiria capturó y destruyó Samaria, que era la ciudad capital de Israel.
Esas fechas comienzan los siete tiempos de tribulación, o 7 x 360 años (2.520 años en total). Esto también es 12 x 210 años, o un ciclo de angustia por cada tribu terrateniente en Israel. El primer ciclo termina en 1776 y el segundo en 1800. Por lo tanto, la larga tribulación comenzó a terminar con la fundación de Estados Unidos (y los Illuminati de Baviera) en 1776 y la construcción de la capital de Estados Unidos en 1800.
Sin embargo, como sabemos, en realidad había 13 tribus en Israel, y todas ellas experimentaron este tiempo de angustia. Si bien solo había 12 tribus terratenientes, también estaba la tribu sacerdotal de Leví que también experimentó esta tribulación. Entonces, si agregamos otros 210 años a los puntos finales de 1776 y 1800, llegamos a 1986 y 2010.
El año 2010 fue 14 x 210 años desde que Israel se separó de Judá en el 931 aC. El año 2010 también fue 13 x 210 años desde la caída de Samaria en el 721 aC.
En 2010, los países BRICS comenzaron a planificar su nuevo Banco de Desarrollo que competiría con el Fondo Monetario Internacional (FMI) de Babilonia. Fue lanzado el 15 de julio de 2014.
Declarando el Jubileo para poner fin a la tribulación
Como he explicado en Secretos del Tiempo, el 120º Jubileo llegó y pasó sin que la Iglesia lo declarara. La Red de Oración había sido llamada a interceder en 1981 para llamar a la Iglesia a comprometerse a interceder durante cinco años, pero en ese momento nadie sabía realmente la razón subyacente. La Iglesia en su conjunto se negó a buscar a Dios en este asunto, por lo que el Jubileo permaneció sin declararse en 1986.
Ahora entendemos que el reinado de la Iglesia “Saúl” no terminó hasta 1993 en el 40º Jubileo de la Iglesia (desde Hechos 2). Aunque a la Iglesia “Saúl” se le dio la oportunidad de arrepentirse y declarar el Jubileo, este honor en realidad iba a ser para la Iglesia “David” después de la muerte de "Saúl". "Saúl" “murió” en 1993; es decir, en 1993 la Iglesia bajo Pentecostés comenzó a pasar la autoridad para gobernar la Tierra a los Vencedores ("David").
Con esta autoridad vino la responsabilidad de declarar el Jubileo, lo que Dios nos permitió hacer en 1996. Aunque fue con diez años de retraso, Dios nos mostró que podíamos hacerlo legalmente según el modelo establecido por Isaías en 2º Reyes 19: 29 y 20: 10. A esto lo llamamos el Factor Ezequías, donde Dios hizo retroceder el reloj diez años para declarar el Jubileo a tiempo, aunque en realidad se retrasó diez años.
Como podemos ver en los gráficos anteriores, existe un paralelo directo entre la gran brecha entre Israel y Judá y la gran brecha entre Estados Unidos y Gran Bretaña. El incumplimiento fue causado incluso por el mismo tema de altos impuestos sin representación (1º Reyes 12: 4).
Reuniendo a José con Judá
Creo que esta brecha terminará sólo con la venida de Cristo en su manifestación como “José”, cuando venga con su manto mojado en sangre (Gén. 37: 31; Ap. 19: 13). Este será el evento que reunirá a Judá con José y que unirá a todas las naciones bajo la Jefatura de Jesucristo, como profetiza Oseas 1: 11.
11 Y se reunirán los hijos de Judá y los hijos de Israel, y nombrarán para sí un Caudillo, y subirán de la tierra, porque grande será el día de Jezreel.
Esta reunificación se extenderá mucho más allá de Estados Unidos y Gran Bretaña. Ésa es sólo la señal de un acontecimiento mucho mayor. Cristo viene a gobernar todas las naciones, y así se reparará la brecha mayor entre Dios y la Tierra. Esta es la brecha que fue causada por Nimrod, cuando usurpó la autoridad de Noé y Sem. Nimrod esclavizó a los hombres y construyó Babilonia como capital de su reino (Gén. 10: 9-10).
La venida de Cristo como “José” destruirá Babilonia y unirá a todas las naciones en el Reino de Dios. Su venida también completará el tiempo en que Judá tuvo el cetro, como se profetizó en Génesis 49: 10. Judá debía sostener el cetro temporalmente "hasta que viniera Silo". Silo es otro nombre de José, porque al final todos sus hermanos se inclinarían ante él (Gén. 37: 8, 10).
Por lo tanto, la brecha entre José y Judá será reparada cuando Judá acepte el reinado de José en la Persona de Jesucristo.
Judá e Israel
Lo mostré en mi libro ¿Quién es un Judío?, que la Iglesia es la extensión de Judá como nación. Aquellos que aceptan a Jesús, Hijo de David, como su Rey son miembros de su Cuerpo, la nación de Judá. Los que se rebelaron contra Él fueron cortados de Judá, según el juicio de la Ley.
También lo mostré en mi libro ¿Quién es un Israelita?, que uno debe ser Vencedor para ser parte de “José”, porque fueron sus hijos quienes recibieron el nombre de Israel, que el ángel le había dado a Jacob (Gén. 48: 16). Jacob recibió este nombre cuando se transformó en un Vencedor.
Durante la Edad de la Iglesia, se amonesta a los creyentes a crecer y madurar de creyentes simples hasta Vencedores.
A nivel profético, la Compañía “David” comenzó a recibir autoridad el 30 de mayo de 1993. Esa fecha fue el Jubileo 40º de la Iglesia desde aquel primer Pentecostés en Hechos 2. Debido a que Saúl reinó 40 años después de ser coronado el día de la cosecha del trigo, o Pentecostés (1º Sam. 12: 17), su reinado profetizó del reinado de la Iglesia (Compañía "Saúl") bajo Pentecostés durante 40 jubileos, que terminarían en 1993.
2º Sam. 5: 5 nos dice que entonces a David se le dio autoridad sobre la tribu de Judá durante 7 años y 6 meses, y que reinó en Hebrón durante ese tiempo. Entonces vinieron representantes de las otras tribus para coronarlo rey sobre todo Israel.
El ascenso de la Compañía "David"
“David” comenzó a reinar de manera limitada durante siete años y medio, desde el 30 de mayo de 1993 hasta el 30 de noviembre de 2000. Durante este tiempo, pudimos utilizar esa nueva autoridad y comenzar nuestra Campaña de Oración del Jubileo para orar por el derrocamiento de Misterio Babilonia y para que los Vencedores recibieran el Mandato de Dominio (es decir, el cetro de Judá/David).
El 30 de noviembre de 2000 la Compañía “David” (Vencedores) recibió la autoridad total necesaria para completar el derrocamiento de Misterio Babilonia. Ese proyecto se completó el 7 de octubre de 2006. Esta guerra tomó un total de 13 años, porque fue comparable a los 13 viajes que hicieron los israelitas alrededor de la ciudad de Jericó, una especie de Babilonia. También representó un año de batalla por cada una de las 13 tribus de Israel.
Nuestro decreto del 7 de octubre de 2006 se hizo en Babylon, Nueva York. La semana siguiente, en la conferencia de Tabernáculos en Reading, Pensilvania, le dije a la gente que deberíamos ver el comienzo del colapso económico de Babilonia a un año vista, es decir, en octubre de 2007. Eso, por supuesto, es lo que sucedió, y los economistas admiten incluso hoy que el problema no se ha solucionado.
Sin embargo, la Compañía “David” todavía tendría que esperar hasta 2014 para completar este ciclo de 21 años, porque 2014 es el año en el que las naciones Bestias pierden el Mandato de Dominio después de disfrutar del poder por un período de “siete tiempos” desde el 607 aC al 2014 dC.
El tercer imperio Bestia fue Grecia. En el año 163 aC, el rey Antíoco Epífanes profanó el templo de Jerusalén e intentó convertirlo en un santuario dedicado a Zeus. Judá se rebeló ante esto y logró derrocar al gobierno de Antíoco. Entonces Judá permaneció independiente durante un siglo completo, después del cual el cuarto imperio de las Bestias (Roma) tomó Jerusalén.
En otras palabras, Grecia, el reino “leopardo”, fue privada de su tiempo asignado durante los últimos cien años. Según Lev. 26: 18, a las naciones Bestias se les darían “siete tiempos” (7 x 360 años) para gobernar si Dios pusiera a Israel en tribulación. Así que ese siglo perdido hubo que sumarlo al final de 1914-2014.
El establecimiento del Banco de la Reserva Federal en 1914 dio a las “Bestias” ese siglo extra de dominio hasta 2014. Esto es lo que se llama la Babilonia Misteriosa, una extensión de la antigua Babilonia, como si el ciclo de los Imperios de Bestias hubiera comenzado de nuevo.
Dios había planeado con anticipación. El siglo adicional de Misterio Babilonia fue necesario para darle a la Iglesia de “Saúl” su asignación completa de tiempo, que terminó en 1993. Entonces Dios levantó la Compañía “David” para derrocar a Misterio Babilonia, una hazaña que “Saúl” no pudo realizar a causa de su rebelión.
21 Años para David/Judá: 1993-2014
Ahora entendemos que en 1993 entramos en el primer tiempo de angustia de Jacob que nos lleva al año 2014. El propósito de este primer tiempo de angustia es recuperar el Mandato de Dominio que originalmente fue dado a Judá, y específicamente a David.
El linaje de David perdió este Mandato en el año 607 aC cuando los reyes de Judá se rebelaron contra Dios y se negaron a arrepentirse. Entonces Dios trajo juicio como lo prometió en Lev. 26, dando el Mandato de Dominio a Babilonia en el 607 aC. Y, dado que este juicio iba a durar “siete veces”, el Mandato se transmitió a una serie de Imperios Bestias durante 2.520 años.
Este tiempo termina ahora en 2014, exactamente 21 años después de que “David” recibiera el primer incremento de autoridad en 1993. Durante este ciclo de 21 años, la Compañía “David” primero tuvo que seguir el guión con respecto a la transición de 7 años y medio de la casa de Saúl. Esto se completó el 30 de noviembre de 2000. Sólo entonces la Compañía "David" pudo concentrarse plenamente en el derrocamiento de Misterio Babilonia.
Por lo tanto, desde el 2000 al 2014 nos hemos centrado en obtener el Mandato de Dominio de Misterio Babilonia, cuyo tiempo termina en 2014, como muestra el gráfico anterior.
Más específicamente, hemos recibido revelación de que la transferencia de autoridad en el Tribunal Divino será el 16 de octubre de 2014, que es el Octavo Día de Tabernáculos. La última Bestia será privada del Mandato de Dominio cuando el Tribunal Divino falle a favor de los Santos del Altísimo (Daniel 7: 22) el 16 de octubre de 2014.
Por supuesto, estos “santos” tendrán que arrebatar el dominio al actual Sistema Bestial. Ninguna Bestia ha renunciado jamás a su poder voluntariamente en la historia, ya que actúa por interés propio. Considere el hecho de que cuando a Josué se le dio Canaán, se necesitaron siete años de guerra para tomar la tierra.
Incluso cuando Dios quitó el Mandato de Dominio a los reyes de Judá en Jerusalén y se lo dio al rey Nabucodonosor de Babilonia en el 607 aC, le tomó tres años tomar Jerusalén en el 604 aC.
Esos tres años aparecen nuevamente después de 2.520 años entre 1914 y 1917, cuando el general Allenby tomó Jerusalén. Por lo tanto, un siglo después, es probable que veamos reaparecer el mismo ciclo de tres años entre 2014 y 2017.
21 años para José: 2014-2035
Recuerde que el tiempo de angustia de Jacob son dos ciclos de 21 años cada uno. El primero trataba sobre la esclavitud o la servidumbre, y resultó en la transferencia del Mandato de Dominio a amos de esclavos que no estaban calificados para gobernar la Tierra.
Ahora estamos a punto de recuperar el Mandato de Dominio. Luego entraremos en el segundo ciclo de 21 años (2014-2035), cuyo propósito es recibir la Primogenitura de José (1º Crón. 5: 2). Los patrones proféticos cambiarán de Judá (o David) a José (o Efraín) y reunirán a los dos bajo una sola Cabeza, Jesucristo.
Gén. 49: 10 dice que el mandato de Judá dura sólo "hasta que venga Silo". En años posteriores, Silo fue la ciudad sacerdotal de Efraín, la tribu primogénita de José. También era la tribu de Josué. Habla proféticamente de la Segunda Obra de Cristo, la cual expliqué en mi libro, Las Leyes de la Segunda Venida, capítulo 11.
Cristo vino por primera vez de la tribu de Judá y de la casa de David para asegurar los derechos de su trono: el cetro. Pero Él viene la segunda vez como una manifestación de José con su manto mojado en sangre (Ap. 19: 13; Gén. 37: 31). Esto está surgiendo ahora en el ciclo de 21 años comprendido entre 2014 y 2035.
Anteriormente, de 1993 a 2013, participamos en una guerra espiritual para ser liberados de Misterio Babilonia y asegurar el Mandato de Dominio de los Sistemas Bestias de este mundo. Pero ahora estamos entrando en un nuevo tiempo de angustia para Jacob, tiempo durante el cual los Vencedores asegurarán la Primogenitura de José. Así leemos en 1º Crón. 5: 1-2,
1 Ahora bien, los hijos de Rubén, el primogénito de Israel (porque él era el primogénito, pero por haber profanado el lecho de su padre, su primogenitura fue dada a los hijos de José, hijo de Israel; de modo que él [Rubén] no está inscrito en la genealogía según la primogenitura. 2 Aunque Judá prevaleció sobre sus hermanos, y de él salió el líder [nagiyd, “gobernante, capitán, príncipe”], la primogenitura pertenecía a José).
Por tanto, José fue tratado como si fuera el hijo primogénito. Esta Primogenitura tiene que ver con la filiación y la administración de las riquezas de la Tierra, que Dios posee por Derecho de Creación.
Génesis 49: 22 Jacob profetiza: “Rama [Heb. ben, “Hijo”] fructífera es José”. Se trata de la Filiación y la Manifestación de los Hijos Primogénitos de Dios. Génesis 49: 26 dice:
26 Las bendiciones de tu padre han superado las bendiciones de mis antepasados hasta el límite de las colinas eternas; que estén sobre la cabeza de José, y sobre la coronilla del distinguido [nazir, “consagrado, apartado, separado de”] entre sus hermanos.
La palabra nazir se refiere tanto a la consagración especial de José como poseedor de la Primogenitura como al hecho de que había estado separado de sus hermanos durante 21 años.
Las bendiciones asociadas con la Primogenitura provienen de “las colinas eternas”. Esto se repite en la bendición de Moisés a José en Deuteronomio 33: 13-16. En los versículos 15 y 16 es bendecido “con lo mejor de los montes antiguos, y con lo mejor de los collados eternos, y con lo mejor de la tierra y su plenitud”.
Esto se refiere a la minería, la agricultura, la pesca y todas las cosas que Dios creó para nuestro beneficio. Estos han sido mal utilizados por los Imperios Bestias del pasado, pero cuando sean transferidos a los verdaderos mayordomos, los Santos del Altísimo, las riquezas de la Tierra se utilizarán para establecer el Reino en la Tierra como lo es en el Cielo.
Creo que ese será el foco principal en los 21 años que tenemos por delante. Creo que el 121º Jubileo será declarado en 2035, completando la Segunda Obra de Cristo.
Acercándose al fin de la tribulación
Mientras tanto, gran parte de la Iglesia todavía está esperando un período de 7 años en el futuro al que llaman “la gran tribulación”. No se dan cuenta de que nos acercamos a su fin y que duró 7 x 360 AÑOS.
Muchos todavía están forzando la vista buscando un futuro Anticristo, cuando en realidad ha habido muchos anticristos que han usurpado el trono de Cristo en el pasado (1ª Juan 2: 18). Los más destacados fueron los líderes judíos que actuaron según el modelo de Absalón, quien había usurpado el trono de David con la ayuda de Ahitofel, el amigo de David que lo traicionó. Ahitofel más tarde se ahorcó (2º Sam. 17: 23), estableciendo el modelo para Judas (Mat. 27: 5).
David regresó para reclamar su trono, y Absalón —el anticristo de su época— fue asesinado (2º Sam. 18: 15). Esto profetizaba sobre la próxima destrucción del Estado Judío.
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