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LA CAPITAL DEL REINO, Dr. Stephen Jones (GKM)

 


Fecha de publicación: 30/11/2023
Tiempo estimado de lectura: 5 - 6 minutos
Autor: Dr. Stephen E. Jones

https://godskingdom.org/blog/2023/11/the-capital-of-the-kingdom/


El 29 de noviembre de 2000, fuimos llevados proféticamente a derribar la Jerusalén terrenal, y al día siguiente establecimos la Jerusalén celestial como la capital del Reino. Estas proclamaciones proféticas ahora están viendo su cumplimiento 23 años después, en 2023.

Por cierto, Henry Kissinger, el principal arquitecto del Nuevo Orden Mundial en las últimas décadas, falleció el 29 de noviembre de 2023 a la edad de 100 años.

Hicimos esas proclamaciones en La Casa sobre la Roca (diseñada por Frank Lloyd Wright) en Wisconsin como resultado de una convocatoria realizada por nuestro amigo Sunny Day. Las reuniones se llevaron a cabo del 28 al 30 de noviembre. El primer día discernimos y discutimos el propósito de las reuniones. Concluimos que nuestra “Casa” tenía que ser construida sobre la Roca, que es Cristo, en lugar de sobre arena movediza (Mat. 7: 24-27). Aquellos que intenten construir el Reino alrededor de la Jerusalén terrenal (“Agar”) encontrarán que su casa se derrumbará con el viento y la inundación que se avecinan.

Estas proclamaciones se basaron en el patrón bíblico de cuando David tomó la ciudad jebusita de Jerusalén y la estableció como su capital (2º Samuel 5: 7, 9). Esta conquista tuvo lugar poco después de que David fuera coronado rey sobre todo Israel. Antes de eso, había gobernado sólo una tribu (Judá) durante 7 años y 6 meses (2º Samuel 5: 5) en Hebrón.

Nosotros entendimos que “David” (los Vencedores) comenzaron a gobernar el 30 de mayo de 1993, después de que “Saúl” (la iglesia) hubiera reinado durante 40 ciclos de Jubileo. En otras palabras, a los Vencedores se les dio su primera medida de autoridad espiritual en la Tierra, como si estuviéramos desempeñando el papel de David gobernando en Hebrón sobre una sola tribu.

Las Escrituras nos dicen que David reinó en Hebrón durante 7 años y 6 meses antes de conquistar Jerusalén. Esto significa que fue coronado rey sobre todo Israel poco antes de tomar Jerusalén, digamos, 7 años y 5 meses después de ser rey sólo sobre Judá. Este patrón se cumplió cuando celebramos nuestra conferencia de Tabernáculos en Champaign, Illinois, a finales de octubre del 2000. Mientras estábamos en la conferencia, Sunny Day nos llamó para invitarnos a mí y a otros a la reunión en la Casa sobre la Roca. Así llegamos a encontrarnos allí.

Del 30 de mayo de 1993 al 30 de noviembre de 2000 pasaron precisamente 7 años y 6 meses.

Los 7 años de caída de Babilonia

Coincidiendo con esto hubo un ciclo de 7 años que data de nuestra Campaña de Oración del Jubileo que culminó el 29 de noviembre de 1993. Esta campaña de oración tuvo lugar 46 años después de la Resolución Palestina de la ONU el 29 de noviembre de 1947. Nuestra revelación, basada en Juan 2: 20, fue que a los israelíes se les habían dado 46 años para construir su templo (carnal), pero que este proyecto había fracasado.

Luego fuimos al Tribunal Divino para solicitar la autoridad para construir el verdadero Templo. Sabemos que ganamos nuestro caso, pero aún quedaba mucho trabajo por hacer. No teníamos idea de que se necesitarían otros 23 años para llegar a la siguiente fase.

De todos modos, entendimos que la Campaña de Oración del Jubileo fue el comienzo de una caída de Babilonia de 7 años, desde el 29 de noviembre de 1993 al 29 de noviembre del 2000, coincidiendo casi perfectamente con el final del ciclo de Hebrón de 7 años y medio (30 de noviembre). El hecho de que Sunny Day fuera movido a celebrar estas reuniones del 28 al 30 de noviembre de 2000 contribuyó a ambos patrones proféticos. Así que el 29 de noviembre derribamos la Jerusalén terrenal, la ciudad de servidumbre y esclavitud (Gálatas 4: 24-25), que también se equipara a “Sodoma y Egipto” (Apocalipsis 11: 8).

A éstas naciones también podemos incluir Babilonia, bajo la cual el mundo entero ha sido esclavizado. Todas estas ciudades y naciones están dominadas por hijos nacidos de la carne (Gálatas 4: 2329), por lo que no les es posible ejercer autoridad por la mente de Cristo. Así que fuimos movidos a derrocar la Jerusalén carnal, representada como una ciudad jebusea en la época de David, el 29 de noviembre del 2000.

A esto siguió naturalmente la proclamación positiva de que la Jerusalén celestial sería la capital del Reino de Dios. Esto se hizo el 30 de noviembre del 2000, exactamente 7 años y medio después de la muerte de “Saúl” el 30 de mayo de 1993.

Comienza el cumplimiento

El caso judicial contra los 4 grandes bancos de Sudáfrica terminó ayer, 29 de noviembre de 2023, con una sentencia importante contra los bancos y a favor de John. Se ordenó a los bancos restablecer la solvencia crediticia de John y devolverle todo lo que le habían robado (y también al gobierno) desde 1996.

Esto ha abierto la puerta a cerrar muchos acuerdos y transacciones que se venían acumulando y pendientes desde el pasado mes de abril. Obviamente, no puedo compartir detalles sobre esto, no sea que nuestros enemigos encuentren alguna manera de causar problemas o retrasos. Pero hoy, 30 de noviembre, es un día que pasará a la historia. La victoria judicial de ayer fue bastante grande por derecho propio, pero también abrió la puerta a asuntos mucho más amplios que tendrán consecuencias a nivel mundial.

Esto es un punto de inicio, que es comparable a David tomando Jerusalén en 2º Samuel 5: 7 y estableciéndola como “la ciudad de David. Cuando David tomó Jerusalén, pocos (si es que hubo alguno) entendieron cómo ese evento establecería patrones proféticos que eran mucho más grandes que la simple conquista de una sola ciudad.

Sin embargo, vemos esto en todos los tipos y sombras proféticas. El simple acto de fe de Abraham tuvo enormes consecuencias para todos nosotros. La conquista de Canaán por parte de Josué, aunque lograda con una espada del Antiguo Pacto, estableció el modelo para la Gran Comisión de Mateo 28: 18-20, mediante la cual conquistaríamos las naciones por la espada del Espíritu: su Palabra.

Cada acto de fe que se haya realizado alguna vez, puso en marcha acontecimientos futuros, que difícilmente pueden entenderse hasta que lleguen a su conclusión. La fe, después de haber sido probada y purificada por el fuego, mueve Cielo y Tierra. La fe es el acto de creer la promesa de Dios. No iniciamos la fe. Somos respondedores. Aquellos que responden probablemente no verán el resultado final de su acto, porque la fe inicia una larga cadena de eventos que crecerán y aumentarán hasta el fin de los tiempos, en el Jubileo de la Creación.

Cada acto de fe, entonces, juega un papel en la Restauración de Todas las Cosas. Lo que puede parecer insignificante o “personal” pone en marcha una serie de acontecimientos que con el tiempo llenan (alcanzan) toda la Tierra.


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