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Autor: Dr. Stephen E. Jones
En los tipos y sombras de cosas mayores del Antiguo Testamento que estaban por venir, la mayoría de los cristianos de hoy parecen pasar por alto el hecho de que los reyes de Canaán eran tipos proféticos de las naciones de hoy. Sin embargo, es imperativo entender esto si vamos a comparar y contrastar la conquista de Canaán por parte de Josué en el Antiguo Pacto con la conquista de las naciones por parte de Cristo en el Nuevo Pacto. Cada método fue diseñado para establecer un reino, pero debemos entender las modificaciones necesarias que se hicieron con el advenimiento del Nuevo Pacto.
La diferencia más obvia es que el arma del Antiguo Pacto era la espada carnal, que solamente tenía el poder de matar y destruir a los cananeos. Si los israelitas hubieran encontrado la fe para acercarse a Dios en el monte Sinaí ese primer día de Pentecostés, podrían haber recibido la espada espiritual que es la Palabra de Dios. Pero su miedo lo impidió y retrasó la espada espiritual por otros 1500 años. Una vez que a los discípulos de Jesús se les dio esa espada espiritual en Pentecostés en Hechos 2, todo el método para establecer el Reino fue alterado para siempre. Así que Jesús les dijo en Mateo 28: 19-20,
19 Id, pues, y enseñad a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, 20 enseñándoles a guardar todas las cosas que os he mandado…
El bautismo significa muerte y resurrección, mientras que las espadas físicas únicamente pueden matar.
Nótese también que la Gran Comisión de Cristo estaba dirigida a "todas las naciones", mientras que la comisión de Josué estaba dirigida a los cananeos. Por lo tanto, los cananeos eran un tipo y una sombra de las naciones de hoy. La Segunda Venida de Cristo no tiene el propósito de destruir las naciones, sino de salvarlas e incorporarlas a su Reino.
Canaán en sí era un tipo del Reino, y mientras estuvo gobernado por reyes cananeos, los verdaderos herederos de la Tierra Prometida permanecieron como extraños y peregrinos en la tierra. Como vimos anteriormente, Cam y Canaán usurparon las vestiduras de autoridad, y esto creó una situación que tendría que resolverse más tarde en el momento señalado. En el caso de Canaán, ese tiempo fue 2 x 414 años después y terminó cuando Josué cruzó el Jordán. En nuestro tiempo, el tiempo de la usurpación de la tierra por parte de Babilonia también ha seguido ciclos de 414 años, pero su tiempo fue mucho más largo que el que les fue dado a los cananeos.
El fin del tiempo de Babilonia llega en 2024, es decir, 70 jubileos desde el cruce del Jordán por Josué. En cierto modo, esto es paralelo al cautiverio de 70 años de Judá en Babilonia (604-534 aC). Podemos ver esto en términos de 70 x 49 o 7 x 490 años. El número 490, por supuesto, es Tiempo Bendito.
El año 2024 (tiempo hebreo) comenzó en septiembre de 2023 en la Fiesta de las Trompetas, por lo que ya estamos en el último año. Deberíamos ver la caída de Babilonia a finales de 2024.
Desde el cruce del Jordán de Josué hasta el año 1492 transcurrieron precisamente 7 x 414 años. La mayoría de la gente recordará que 1492 fue cuando Colón navegó por el Atlántico, abriendo el Nuevo Mundo y cambiando la historia para siempre. Es muy lamentable que estos "cristianos" no tuvieran una buena comprensión del Nuevo Pacto, y por eso conquistaron el Nuevo Mundo por el poder de las espadas del Antiguo Pacto, como si los nativos americanos fueran cananeos que estaban en Tiempo Maldito. Entonces Dios comenzó a resolver este problema agregando 7 ciclos de 76 años. (414 + 76 = 490).
Esto sirvió para llevar las naciones de Tiempo Maldito (414) a Tiempo Bendito (490). El ciclo final de 76 años es de 1948 a 2024, lo que lo vincula con el Estado Sionista, que es la manifestación de Edom. La facción edomita aprovechó la ceguera de Isaac para recuperar la Primogenitura mediante un caso de error de identidad. Esto fue lo contrario de lo que ocurrió en el libro del Génesis, cuando Jacob aprovechó la ceguera de Isaac para robar la Primogenitura, haciéndose pasar por Esaú. Pero ahora, después de 76 años, a Esaú-Edom se le ha dado la justicia que le correspondía y ha demostrado que no es digno de la Primogenitura. Los sionistas todavía no tienen fe en Cristo, y sus métodos del Antiguo Pacto para establecer su "reino" son infundados. Ha sido inaceptable para Dios.
Desde la Resolución 181 de la ONU del 29 de noviembre de 1947 hasta la misma fecha de 2023 transcurren exactamente 76 años. Todavía no hay señales de arrepentimiento, sino que están inmersos en una guerra de exterminio contra los palestinos de Gaza. Esta es la principal evidencia de que todavía rechazan al Mediador del Nuevo Pacto, Jesucristo. Ahora que se han cumplido estos 76 años, solamente queda un tiempo de juicio sobre el Estado Sionista.
En la mayoría de los casos, el juicio llega al final de 414 años (para las naciones) o 414 días (para los individuos), o algún múltiplo. Pero también he visto casos en los que después de 490 años llega un juicio más mortal. Esto fue establecido en Mateo 18: 21-22,
21 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces pecará mi hermano contra mí y yo le perdonaré? ¿Hasta siete veces? 22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete veces; pero hasta setenta veces siete.
En otras palabras, 490 (o 70 x 7) es un ciclo de perdón, después del cual, el "noble" tomó en cuenta a sus siervos y sus deudas. Este principio se ve más claramente en las 70 semanas de Daniel (70 x 7 años), después de las cuales Jesús pagó la deuda del mundo usando su propia sangre como moneda. Durante ese ciclo de 490 años, Judá (como nación) encontraba el perdón una vez al año en el Día de la Expiación, pero después de que Dios los había perdonado 490 veces, había que equilibrar los libros y liquidar las deudas.
En la parábola de Mateo 18, que ilustra la respuesta a la pregunta de Pedro, vemos que si uno apela a Él pidiendo gracia, ésta se le concede fácilmente, y se cancela la deuda. Pero si la misma persona no puede perdonar la pequeña deuda que su prójimo le debe, entonces sigue siendo responsable de la deuda mayor. En otras palabras, en este ciclo de 490 tiempos de perdón, si no ha aprendido a perdonar, perderá la oportunidad de beneficiarse del Jubileo, que cancela toda deuda. (El pecado se considera una deuda en las Escrituras).
Entonces me parece claro (para mí) que los 76 años desde 1948-2024 han sido un tiempo en el que Esaú-Edom ha tenido la oportunidad de volverse a Cristo, adoptar el Nuevo Pacto, ser una bendición para todas las naciones y tener un corazón de perdón. En todas estas cosas han fracasado. Quizás haya una oportunidad más para que declaren un Jubileo, al fechar los 76 años desde el 14 de mayo de 1948 hasta el 14 de mayo de 2024. El tiempo lo dirá.
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