Extracto del
CAPÍTULO
CUATRO
A nuestro Dios le
encanta trabajar
“Mi
Padre aún hoy esta trabajando, y yo también trabajo”, Juan 5:17
PRINCIPIO MAESTRO
#4
El trabajo
es un llamado
santo y eterno
El
trabajo no es parte de la maldición, precede al pecado y a la caída
del hombre. Jesús enseñó que el trabajo es eterno Juan
5:17-20. El
Cielo no es una villa para jubilados en el espacio. Es donde la obra
de Dios se realiza con mayor eficiencia, porque el pecado ha sido
eliminado ...
Escuchemos
lo que Jesús nos dice acerca del trabajo:
Y
Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.
Por esto los judíos aun más procuraban matarlo, parque no solo
quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era
su propio Padre, haciéndose igual a Dios. Respondió entonces
Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo
hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo
lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente. Porque el
Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y
mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os
maravilléis.
Juan
5:17-20
Conozca
a Dios, un ser que trabaja
En el libro de Génesis Dios se revela a Sí mismo como Creador, Trabajador y Emprendedor. El toma la vida, la ley y la energía de su propio Ser espiritual y la pone en el Cosmos material que El creó …
Vemos
que la naturaleza de trabajo de Dios se extiende hasta la próxima
Edad. En Apocalipsis 21:10 vemos que la Iglesia desciende a su morada
terrenal desde los cielos, con Cristo en el centro de ella, reinando
sobre y desde la Tierra. Recuerde que esto sucede después del
"Milenio"
de Apocalipsis 20 y del Juicio del Gran Trono Blanco. Apocalipsis
22:1-2 es un pasaje especialmente intrigante:
Después me mostró un
río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía
del trono de Dios y del Cordero. En medio de la calle de la ciudad, y
a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce
doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran
para la sanidad de las naciones.
Por
favor tome nota de dos hechos: 1) Las naciones seguirán existiendo
en la siguiente Edad; y 2)
todavía necesitarán sanidad. El resto de este capítulo final usa palabras
como "servir" (v 3) y "reinar" (v. 5), que
significa gobernar en forma activa y administrar. No se mencionan las
sillas mecedoras ni las hamacas de lino. La recompensa para los
vencedores es gobernar sobre las naciones (Apo.
2:26-27) ¿Todavía
quiere ir al Cielo?
La
promesa de un Cielo donde no se trabaja es una herejía y revela una
falta de erudición bíblica y de conocimiento de Dios. El trabajo es
la encarnación de mi "alma intangible" en el universo de
Dios. Esta es una verdad muy profunda y digna de que hagamos el
máximo esfuerzo para extraerla en forma completa. El trabajo permite
que lo
que
está dentro de mí sea revelado al mundo exterior. Por eso Dios creo
el concepto del trabajo y le gusta tanto, porque lo que está dentro
de Dios es tan espectacular que debe ser revelado exteriormente. Es a
través de Su trabajo que percibimos quien es Él.
Que
cosa tan increíble y reveladora es el trabajo, una vez que lo
entendemos desde un punto de vista bíblico. No debe sorprendernos
que haya tanta gente que odie el trabajo, ya que revela externamente
lo que está dentro de ellos, y eso no es precisamente muy
agradable.
Nuestro
trabajo revela nuestra alma
Santiago toma esta verdad cuando nos escribe:
¿De
dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de
vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?
Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis
alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis,
porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para
gastar en vuestros deleites. Santiago
41-3
Entre
otras cosas, Santiago nos está diciendo que la confusión y
lucha
externas no son otra cosa que la revelación externa del pecado que
está en nosotros. Lo
que está en mí, brota, y se muestra en mis actitudes y compromiso
con la excelencia o falta de ella en mi trabajo (y
relaciones, Administrador).
¿Quién
cree usted que conoce más claramente su "verdadero yo", su
pastor o su jefe? Con uno, usted pasa solo varias horas a la semana,
y es cuando usted muestra su mejor comportamiento. Con el otro, usted
pasa ocho horas diarias, se sienta bien, mal o terrible. Es por eso
que, en términos de evangelismo empresarial, si
pudiéramos lograr que los administradores cristianos vieran que
ellos realmente son pastores en el mundo de los negocios, tendríamos
un avivamiento.
Diré más acerca de esto posteriormente. Baste decir que su trabajo
revela su alma. El trabajo es el medio por el cual el alma es
revelada y se torna visible.
Hace
algunos años yo quería comprar un auto nuevo. Quería un auto
norteamericano, para expresar mi apoyo a la economía nacional. Pero
también quería comprar un auto que me sirviera a mí y a mi
familia, que me ofreciera seguridad, calidad y economía. Fui a ver a
un experto en autos, cristiano y de mi confianza, quien había
vendido autos durante muchos años. Le compartí mis inquietudes y le
pedí su consejo. Lo que me contestó fue algo que me abrió los ojos
e ilustra nuestro punto en forma precisa. Me dijo, "Dennis,
permítame hacerle una pregunta. ¿Compraría usted un automóvil de
una compañía donde los obreros y la administración
viven
en una relación fuertemente antagónica, donde los trabajadores se
enfocan en 'sus derechos' y en una actitud de 'a mi no me pagan por
hacer esto'? ¿O compraría un auto donde los obreros y la
administración se apoyan mutuamente, donde tienen la meta común de
producir el automóvil de mayor calidad en el mercado y al precio mas
competitivo"? ¿Qué podía decir? ¡Vendido.
Toyota.
Y a propósito, trece años más tarde y ciento ochenta mil millas
después, sé que tomé la decisión correcta.
Este
es el punto: nuestro trabajo refleja nuestras motivaciones,
actitudes, metas y la armonía interna y externa de nuestro ambiente.
La economía tiene que ver mucho más con las almas de las personas
que con estudiar gráficas, tablas y análisis de reportes impresos
en computadora sobre las tendencias de la moneda y de la bolsa de
valores. Éstas miden los resultados más que las causas. Y los
déficits comerciales dicen mas acerca de la ética laboral que de
las leyes proteccionistas. Dios sabe acerca de todo esto, ya que Él
inventó toda posibilidad de transferencia entre trabajo y alma. A
propósito, ¿puede usted imaginar la clase de arte, música y
comunicaciones que nos espera en la Edad libre de pecado que vendrá,
dónde las almas de las personas serán liberadas en forma creativa y
con toda libertad? ¡Señor Jesús, inscríbeme de nuevo en todo eso!
¿Dónde
están los artesanos cristianos?
¿Dónde
están los artesanos? ¿Dónde está la ética laboral? Están enterrados bajo el alma americana enferma. ¿Qué
se necesitará para que los Estados Unidos aprendan que retirar la
influencia cristiana de nuestra vida pública nacional es una opción
económica catastrófica?
Por ejemplo, en
el acto sin sentido e inconstitucional de excluir valores del ámbito
público, bajo el disfraz de la separación entre "la Iglesia y
el Estado", en realidad estamos disparando torpedos al futuro
económico de los Estados Unidos.
Los
valores espirituales se manifiestan rápidamente en nuestro trabajo.
Las ideas tienen consecuencias,
y de todas las principales religiones del mundo, solo
el
cristianismo tiene una teología del trabajo.
¿Por
qué? Porque el trabajo es un llamado santo y eterno, y a Dios le
encanta trabajar. El alma de Dios vive para ser encarnada.
Les
presento un punto importante adicional antes de cambiar de tema.
Dios,
el Trabajador, odia el desempleo en forma absoluta.
En Mateo 20:1-15 está registrada la parábola de los obreros de la
Viña, donde vemos a Jesús mostrando este punto con claridad
asombrosa. Debido a que la
mayoría de nosotros en el mundo occidental hemos sido criados en una
cultura socialista, nos identificamos con este pasaje desde el punto
de vista de los obreros y la aparente "injusticia" de su
pago igual por un trabajo desigual. Sin embargo, lo que Jesús dice
es que nuestras
actitudes socialistas revelan más acerca de nuestros problemas con
la envidia
que
con la justicia
(v.
15).
El corazón de la parábola es la profunda preocupación del patrón
por los desempleados, que lo único que hacían era esperar,
desperdiciando sus vidas en el mundo de los negocios. Dios por lo
menos salió cuatro veces buscando desempleados. Ni una vez se
menciona su preocupación por la ganancia, ni aun por el fruto de su
viña personal. Su
preocupación suprema son las personas desempleadas, es decir,
hombres y mujeres que están "pudriéndose" en vida.
A
Dios le disgusta ver a personas sin trabajo. Nuestra solución
moderna es que, en
vez de liberar la economía creando fuentes de trabajo, se recurre a
la asistencia social.
Quiero decir esto: pagarle
a alguien por no trabajar es robarle su dignidad y destruir su alma.
Dios,
a quien le encanta el trabajo, al ver estos dones no utilizados y la
tragedia de la impotencia de las personas y su dependencia en otras
personas, percibe algo indigno en vez de la ayuda.
No debe sorprendernos que los peces (los no creyentes) estén
"mordiendo" temas económicos e insistan una y otra vez
sobre temas de desempleo. ¿Sería posible que ellos estuvieran
viendo algo que nosotros los cristianos no hemos visto todavía
acerca de la relación trabajo-dignidad?
El
trabajo produce tanto bienes como riquezas
Como
se mencionó en el capítulo tres, existe una gran diferencia entre
lo que nuestro trabajo puede producir, y lo que Cristo dice que
debemos buscar en nuestro trabajo. Quizás la mejor forma de explorar
más profundamente este tema, es formularnos la pregunta: ¿Son malos
los bienes y las riquezas?
Muchas
personas citan 2 Corintios capítulo 8, versículo 9: "...
Jesús,
siendo rico, por amor a nosotros se hizo pobre".
Eso se interpreta como: "Bueno, Jesús era pobre, así que, para
seguirlo, nosotros también debemos ser pobres". Pero Jesús se
hizo pobre por una razón: "que
por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con
su pobreza fueseis enriquecidos".
Dado que el contexto habla de nuestra necesidad espiritual, no de
nuestra condición material, entonces concluimos que el pasaje no
dice que Cristo vino para hacernos ricos materialmente. Pero tampoco
implica que debiéramos ser pobres materialmente. En vez de eso, en 2
Corintios capítulos ocho y nueve, Pablo explica que él desea que
los cristianos imiten a Cristo, derramándose en el servicio a otros,
a fin de que ellos también puedan llegar a conocer y disfrutar a
Dios en toda Su bondad.
En
Mateo 6:19-20, Jesús dijo 10 siguiente:
No os hagáis tesoros
en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde los
ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la
polilla ni el orín corrompen, y donde los ladrones no minan ni
hurtan. Porque donde este vuestro tesoro, allí estará también
vuestro corazón.
Nuevamente,
muchos cristianos malinterpretan estos versículos. Piensan que Dios
no quiere que prosperemos. Sin embargo, Cristo no quiso decir eso en
lo absoluto. Si lo hubiera hecho, habría anulado el Pacto en
Deuteronomio 8:18, el cual dice "Sino
acuérdate del Señor tu Dios, porque él te da el poder para hacer
las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres como
en este día".
Jesús nunca anuló el Antiguo Pacto,
al
contrario, lo cumplió y afirmó su validez mientras el Cielo y la
Tierra permanezcan (Mateo
5:17-20) Pablo
confirma este punto con firmeza: "... Pues todas las promesas de
Dios son en él sí; y en él amén, por medio de nosotros, para la
gloria de Dios" (2ª
Cor. 1:20).
En todo caso, las promesas del pacto de Dios con Abraham, reiteradas
a Israel, se intensifican para la Iglesia bajo el Nuevo Pacto ...
Entonces,
¿por que dijo Jesús: "No
os hagáis tesoros en la tierra... , sino haceos tesoros en el cielo"
(Mat.
6: 19-20)?
Lo
dijo para distinguir las riquezas terrenales -lo que llamaríamos
simplemente riquezas- de los tesoros o bienes.
La Biblia no distingue entre estos conceptos a través de las
palabras, pero si lo hace a través del contexto. Las
riquezas son materiales; los bienes son espirituales. Las riquezas se
queman en el fuego del juicio; los bienes pasan a través del fuego.
Los
bienes son el producto de administrar para Dios los dones que Él nos
ha dado. Note que en la parábola de las diez minas, el desafió de
ser obedientes a Dios era administrar lo que Dios había dado. El
hombre noble, que representa a Jesús, no comisionó a ninguno para
que saliera a ganar almas (Luc-
19:12-26).
El comisionó a las personas para que tomaran lo que Dios el Creador
había invertido en ellos y lo hicieran crecer.
Si
usted administrara e incrementara los dones que Dios le ha dado, las
personas a su alrededor serían salvas, porque usted irradiaría lo
que Dios creó para que usted hiciera y fuera, y ellos
experimentarían vida. Si usted quiere que las personas sean salvas,
no
reparta
tratados, reparta una vida que usted ha administrado para el deleite
de Dios.
La
economía del Reino está orientada hacia la prosperidad
¿Por
qué no podemos leer la Biblia con claridad? ¿Por qué su mensaje no
penetra en nuestros cerebros?
Con
toda seguridad que el mensaje está ahí. Jesús dijo, si nos
permiten parafrasearlo, "Esto
es lo que quiero que hagan: administren los dones y cuando yo
regrese, les recompensare haciéndoles gobernadores de ciudades".
Cuando Jesús habló del regreso del hombre noble, lo cual representa
Su propio regreso, dejó muy claro que las ciudades tendrían nuevos
gobernantes-cristianos fieles que habrán administrado sus dones en
forma fructífera.
Los
bienes están hechos de las capacidades y las habilidades de carácter
que adquirimos al administrar el mundo material. Como ya hemos visto,
las riquezas, en contraste, son primordialmente bienes materiales que
uno puede adquirir con o sin obediencia a Dios … Los bienes pueden
producir riquezas, pero las riquezas no pueden producir bienes,
porque los bienes son el resultado de obedecer el Pacto.
… No
se preocupen por tratar de producir muchas riquezas, sino dedíquense
a producir bienes, carácter y una administración conforme a Dios.
Si usted hace eso, las
riquezas se encargarán de sí mismas.
Necesitamos miles de millones de dólares para la obra del Reino;
vaya y produzca su parte. Pero vaya sabiendo que el punto realmente
no tiene que ver con el dinero, sino con el desarrollo de amor,
habilidades, obediencia y conocimiento.
Cuando
nos alejamos del capitalismo,
que está orientado hacia las riquezas, y nos dirigimos hacia la
economía
del Reino,
que
está orientada hacia los bienes, entonces nuestra motivación deja
de ser las riquezas y es sustituida
por la administración. Cuando esto sucede, el contentamiento
reemplaza la envidia, la avaricia y la insatisfacción. La
planificación estratégica conforme al corazón de Dios produce
contentamiento, con o sin riquezas, porque produce el fruto
perdurable de los bienes.
Si usted es como yo, habrá conocido algunas personas muy ricas que
no estaban contentas. Tenían
riquezas, pero nunca estaban satisfechas; siempre estaban
avariciosamente tratando de obtener más.
¿Por qué? Porque estaban
tratando de obtener en las riquezas la satisfacción que solo puede
obtenerse en los bienes.
Es como un náufrago en un bote salvavidas, que desesperado bebe agua
salada para apagar su sed, y descubre que mientras más la bebe, más
locamente ansía beberla.
Dios
está haciendo un llamando para que haya
un avivamiento cristiano
en el mundo de los negocios
Algunas
veces me he sentido tentado a iniciar un "club para contratar
paganos", luego de haber sido decepcionado por trabajadores
cristianos …
Como
hemos visto, demasiados cristianos piensan que el trabajo es parte de
la maldición, así que realmente nunca se dedican a ello con todo su
corazón. Los patrones cristianos han sido afectados por cristianos
perezosos, tan orientados a lo celestial, que no sirven para la
Tierra. Tradicionalmente, los patrones cristianos han agravado el
problema al ser muy blandos con ellos "porque son hermanos".
Mi experiencia me ha mostrado que la
mayor parte del mundo piensa que los empleados cristianos no son
necesariamente una ganga.
Pongamos
más presión, hasta lograr la excelencia cristiana
Lo
opuesto debería ser verdad. Si usted tiene un empleado que
es cristiano, debería requerir de él mas de
lo que le requeriría si no fuera creyente. Cuando usted lo contrate,
debería decirle desde el principio: "Voy a exigir más de
usted, no menos, porque usted es creyente. Si usted no da la
talla, le liquidaré más rápidamente que si no fuera creyente,
porque Jesús dijo en Lucas 12:48. 'porque a todo aquel a quien se
haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le
haya confiado, más se le pedirá'. Así es como Dios opera.
Durante
muchos años se ha venido deteriorando tanto la calidad como la
cantidad de trabajo en gran parte de los Estados Unidos. La solución
empezará cuando los cristianos renuncien y se arrepientan de sus
actitudes anti-trabajo. Hemos despojado a nuestra cultura de la
ética laboral de la Reforma, la cual se encuentra en la raíz de la
productividad económica del mundo industrializado. Probablemente
la mayoría de los americanos ahora ven el trabajo como una
maldición. La meta de su trabajo es llegar al fin de semana y
obtener las cosas materiales que desean (no su realización
personal a través de su trabajo. Nunca
veremos un cambio fundamental en nuestra economía hasta que la
Iglesia se arrepienta de su actitud anti-trabajo
y vea el trabajo como un llamado bendito con el cual los cristianos
se comprometen tal y como Dios lo hace.
… Si
podemos revivir la ética laboral bíblica, iniciaremos un giro
económico dondequiera que trabajen cristianos con claridad
de pensamientos …
Finalmente,
con colapso económico o
sin
él, nosotros los creyentes todavía necesitaremos que nuestra
ética laboral sea limpiada, ya sea aquí en la Tierra o en la
eternidad. El trabajo es un llamado santo y eterno. El Todopoderoso
impartirá en Sus hijos e hijas Su pasión por el
trabajo
que lleva a la auto-realización. Estamos seguros que Él lo hará
porque es Dios, aunque le tome toda la eternidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Agradecemos cualquier comentario respetuoso y lo agradecemos aún más si no son anónimos. Los comentarios anónimos no serán respondidos.