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LA OBRA DE LA CASA DE JOSÉ - Parte XXXVI (Muerte del viejo hombre y dedicación de los Hijos de Dios al verdadero Templo), Dr. Stephen Jones

 




Una vez que se derramaron las Séptimas Copas de vino y agua en Babylon, NY, todos los que presenciaron esto gritaron "¡Está hecho!" Luego fuimos al Hotel Abraham Lincoln en Reading, PA, para nuestra conferencia Tabernáculos del 13 al 15 de octubre de 2006.


La Fiesta de Tabernáculos es la única fiesta del Señor donde, habitualmente, se lee la Ley (Deuteronomio). Entonces, aunque el nombre de la ciudad se pronuncia "Redding", lo vimos como un momento para leer la Ley. Una vez más, Abraham Lincoln fue conocido históricamente por liberar a los esclavos, así que entendimos que esto significaba que se suponía que debíamos aprender acerca de “la ley de la libertad” (Santiago 2: 12). Aquellos países que basan sus leyes en la Ley de Dios pueden disfrutar de "libertad en la ley", como dice la canción.


Es solo cuando hacemos de la Ley la base de nuestra salvación que somos puestos en esclavitud. Pero ese problema ocurre cuando creemos que el Antiguo Pacto puede salvarnos. Bajo el Antiguo Pacto, los hombres hacen voto de obediencia a Dios y su Ley, pero son incapaces de cumplir sus votos.


La Ley en sí misma no es el problema; es la imperfección y la incapacidad del hombre para guardar la Ley por el poder de su propio voto, independientemente de sus buenas intenciones. Al ser considerados responsables de cumplir sus votos, los hombres pronto se encuentran en cautiverio, esforzándose sin cesar por ser obedientes para tener la seguridad de la salvación. Lo sé por experiencia, porque, cuando era niño, luché con esto durante años después de que "decidí seguir a Jesús". Al igual que el apóstol Pablo, descubrí que “el bien que quiero, no lo hago, sino que practico el mismo mal que no quiero” (Romanos 7: 19). No fue hasta que Dios me dio mi primera gran revelación cuando tenía doce años que encontré la seguridad de la salvación.



El espíritu de la libertad

Entonces, en la conferencia de Reading en 2006 entendimos que no solo estaba asegurada la caída de Babilonia, sino que también debíamos proclamar el siguiente paso para llevar la Creación a la gloriosa libertad de los Hijos de Dios (Romanos 8: 21). Debíamos equipar a los Hijos de Dios para hacer la próxima obra que tenían por delante. 2ª Corintios 3: 17 dice:


17 Ahora bien, el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, hay libertad.


El contexto de la declaración de Pablo nos dice que la libertad viene solo a través del Nuevo Pacto. Si seguimos dependiendo del Antiguo Pacto, donde la salvación del hombre depende de su propio voto de obediencia, un velo permanecerá sobre nuestros ojos. Pero cuando se quita el velo, nuestra fe ya no está en nuestra propia capacidad para mantener nuestros votos, sino en la capacidad de Dios para cumplir sus votos y promesas, como leemos en Romanos 4: 21-22,


21 y estando plenamente seguro de que lo que Dios había prometido, también podía cumplirlo. 22 Por tanto, también le fue contado [a Abraham] por justicia.


Liberar a los esclavos y cautivos en este nivel solo es posible quitando el velo del Antiguo Pacto, que ciega nuestros ojos a la soberanía de Dios.


Los incrédulos tratan de encontrar la salvación siendo buenos o por el poder del pensamiento positivo; los creyentes generalmente creen que son salvos al prometer seguir a Jesús, con la esperanza de que el Espíritu Santo los ayude a cumplir sus votos del Antiguo Pacto. Por lo tanto, tanto los creyentes como los incrédulos basan su salvación en la voluntad del hombre, en lugar de la voluntad de Dios, algo contrario a lo que Juan escribe en Juan 1: 13. La salvación desvelada, que se basa en el Nuevo Pacto, pone la voluntad de Dios en primer lugar. Dios mueve nuestros corazones por su Espíritu y respondemos en consecuencia. Él inicia nuestra salvación; respondemos a lo que Él inició. Nuestra fe está en su capacidad para cumplir lo que prometió desde el principio de los tiempos.


Me tomó siete años más aprender esto con claridad, pero creo que la conferencia en el Hotel Abraham Lincoln hizo que este entendimiento fuera inevitable. Cuando somos capaces de reducir las grandes verdades a declaraciones simples, entonces tenemos un verdadero entendimiento. Si se necesitan demasiadas palabras para explicar algo, probablemente se deba a que todavía lo estamos procesando. Se necesita tiempo para destilar la verdad.


La simple verdad que aprendí fue esta: El Antiguo Pacto es el voto del hombre a Dios; el Nuevo Pacto es el voto de Dios al hombre.



Dedicando el Tercer Templo


Entendimos que la conferencia de Tabernáculos en 2006 marcó el momento de la dedicación del tercer templo. Recuerde que el segundo templo se completó el 15 de marzo del 515 aC. El profeta Hageo vigiló la siguiente Fiesta de Tabernáculos esperando una posible venida de la presencia de Dios para llenar ese templo en el Octavo Día de Tabernáculos, ya que esto es lo que ocurrió con el primero templo.


Hageo conmovió el corazón de la gente para completar el segundo templo (Hageo 1: 8, 12). Seis meses después de que se completó, Hageo 2: 1 dice:


1 El día veintiuno del séptimo mes, la palabra del Señor vino por medio del profeta Hageo, diciendo …


Esa Palabra fue fechada en el Séptimo Día de la Fiesta de Tabernáculos. Hageo 2: 9 dice:


9 “La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera”, dice el Señor de los ejércitos, “y en este lugar daré paz”, declara el Señor de los ejércitos.


Sin duda, muchos creían que el Espíritu de Dios llenaría ese templo una vez más en el Octavo Día de Tabernáculos, como en el templo de Salomón. Pero eso no sucedió, porque Dios ya había abandonado ese lugar setenta años antes (Jeremías 7: 11-12, 14). Habiéndolo abandonado “como hizo con Silo”, juró no volver nunca a Jerusalén. Por lo tanto, el segundo templo siguió siendo un tipo y una sombra del tercer templo, que se describe en Efesios 2: 20-22.


La profecía de Hageo hizo que la gente vigilara el Octavo día de los Tabernáculos en el 515 aC, pero no profetizó específicamente que el templo en su tiempo sería glorificado. En cambio, profetizó de otro templo que se dedicaría 2.520 años después, es decir, "siete tiempos" en el futuro. Esa dedicación tuvo lugar en nuestra conferencia Tabernáculos en Reading, PA, el sábado 14 de octubre de 2006. Dedicamos este verdadero templo espiritual a Dios en anticipación del derramamiento del Espíritu Santo.



El Viejo de la Montaña


Hay una montaña en New Hampshire que una vez tuvo la cara de un hombre saliendo de ella. Lo llamaron el Viejo de la Montaña. Este rostro se cayó de la montaña el 3 de mayo de 2003.

http://www.greatdreams.com/Old-Man.htm


El Viejo de la Montaña cayó de la montaña hoy.


Muy por encima de la entrada de Franconia Notch al norte de New Hampshire hay un viejo. Se le ha descrito como un tirano implacable, un fenómeno fantástico y un filósofo erudito, débil de boca y de rara belleza, severo y solemne, una de las maravillas de la montaña más notables del mundo.


Daniel Webster dijo una vez: ... "Los hombres cuelgan sus carteles indicativos de sus respectivos oficios; los zapateros cuelgan un zapato gigantesco; los joyeros un reloj monstruoso y el dentista cuelga un diente de oro; pero en las montañas de New Hampshire Dios Todopoderoso ha colgado un cartel para mostrar que allí hace a los hombres". Así sucede que New Hampshire tiene su Perfil, "El Viejo de la Montaña", sublimemente perfilado contra el cielo occidental; una señal única, distintiva e inspiradora en cuanto a la clase de hombres que deberían ser los hijos del Estado del Granito.


El Viejo de la Montaña tiene varios nombres, incluyendo "El Perfil", "La Gran Cara de Piedra", "El Viejo" y "El Viejo de las Montañas".


Bíblicamente hablando, el "hombre viejo" es la naturaleza carnal y anímica que nuestra carne heredó de Adán. Como creyentes que han sido engendrados por el Espíritu de Dios, hemos transferido nuestra identidad del hombre viejo al "hombre nuevo". Por tanto, somos nuevas criaturas en Cristo, teniendo un Padre celestial. Ya no somos el viejo hombre que éramos cuando nacimos naturalmente.


Cayó el Viejo de la Montaña el 3 de mayo de 2003, y 1.260 días después (14 de octubre de 2006) dedicamos el tercer templo a Dios, hecho de piedras vivas, que son los Hijos de Dios. El ciclo de 1260 días se llama "un tiempo, tiempos y medio tiempo" en Daniel 7: 25 y 12: 7. Es un ciclo de tiempo de tribulación, un tiempo en el que los Hijos de Dios permanecen oprimidos y perseguidos hasta su liberación.


El Viejo de la Montaña puede haber sido una señal de "la clase de hombres que deberían ser los hijos del Estado del Granito". Sin embargo, los hombres no cumplieron con el llamado que se le había dado a Adán, por lo que practicaron la opresión, en lugar de la liberación y la libertad. Cuando cayó el Viejo de la Montaña, fue una señal de que los sistemas de gobierno del viejo hombre estaban siendo derrocados. Esto implicaba que serían reemplazados por los Santos del Dios Altísimo.


Así que esto vio un ciclo de 1.260 días que condujo a la proclamación de que los Hijos de Dios colectivamente estaban siendo dedicados al servicio en el verdadero templo de Dios. Este fue el punto culminante de la Obra de la Casa de José, cuyo llamado como "rama fructífera" en Génesis 49: 22 significa literalmente "hijo fructífero".


En ese tiempo, esperábamos que esto daría comienzo al ministerio profético de Puertas Abiertas en el que se nos enviaría al mundo bajo el derramamiento del Espíritu Santo. No nos dimos cuenta de que aún quedaba por hacer más obra de preparación a través de las señales de Eliseo. Tampoco entendíamos todavía que la autoridad de los Imperios Bestias en Daniel 7 no terminaría hasta 2017.


Aunque se había revelado mucho, aún había más que se nos ocultaba. Cada revelación tiene su tiempo, y esto significa que la revelación es progresiva. Estamos llamados a hacer lo que Dios nos propone cada día, teniendo una medida de revelación pero sin comprender completamente las ramificaciones de estos actos proféticos. Dios siempre retiene partes cruciales de la revelación general para que aprendamos a obedecer sin necesidad de comprender.


https://godskingdom.org/blog/2021/07/the-work-of-the-house-of-joseph-part-36

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