El tema del Anticristo
ocupa gran parte del pensamiento religioso, de la predicación
pública y de los escritos en la actualidad. Los evangelistas cruzan
los países anunciando pronósticos sensacionales de acontecimientos
relacionados con la profecía y dicen que están a punto de suceder.
Los estantes en las librerías cristianas se rebosan con los libros
que tratan sobre el Anticristo. La radio y la televisión están
ensimismadas en relatar a los oyentes curiosos acerca de este
misterioso ser. Las escuelas bíblicas incluyen el enfoque diligente
de este estudio en sus planes de estudio. La información abunda
dando presentimientos terribles de esta temible criatura cuya sombra
espectral arroja un manto de oscuridad y terror en el futuro. Decenas
de miles de sermones de miedo han sido predicados a través de los
años advirtiendo que los días llegaran cuando surgirá el
Anticristo, y luego a los cristianos en los países occidentales sus
Biblias les serán quitadas a ellos, sus hijos serían capacitados
en el ateísmo, serían puestos contra la pared y les harían grandes
matanzas en masa, y luego en sus últimos suspiros, golpeados,
maltratados, magullados, rotos, sangrando van a gritar, "¡Sí,
ven Señor Jesús, y rescátanos de la derrota total!"
Un
popular escritor escribe un serie de libros, que han traído con él
una enorme reputación y (sea dicho también) una recompensa
monetaria igual de grande, diciéndonos, casi como la lectura de los
periódicos en la mañana, exactamente lo que va a ocurrir en
cualquier momento, sin embargo, asegurándonos en la misma frase, y
con la misma impresión de infalibilidad, que en realidad no se
refiere a la Iglesia de todos modos, porque estaremos con seguridad
lejos en el cielo antes de que los acontecimientos de sus libros
comienzan a suceder!
ANTICRISTO
- EN LUGAR DE
En
Jn. 2:18 leemos: "Hijitos,
ya es el último tiempo: y como vosotros habéis oído que el
anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por
tanto, sabemos que es el último tiempo".
Un Escritor de Dios, hace 1900 años, escribió, que la venida del
Anticristo anuncia la última hora, por lo tanto, ya que había en
ese momento "muchos anticristos" este hecho demostró que
él mismo estaba viviendo entonces en la "última hora". Y
si él, Juan el amado, vio muchos anticristos en su día, después de
sólo unas pocas décadas de progresión en la dispensación del
Espíritu, ¿cuánto más podemos decir hoy que hay "muchos
anticristos" después de 1900 años de apostasía y vergüenza!
El número ha ido aumentando de manera constante, a lo largo de los
años, hasta ahora nos encontramos rodeados de estos hombres. Pero
¿quiénes son, y cómo podemos reconocerlos?
Consideremos
de nuevo el significado de la palabra. Se trata de una palabra griega
compuesta y formada por la preposición "anti" y la palabra
griega para Cristo, que es "Christos". "Anti" es
una palabra griega que significa "opuesto
a"
o "en
lugar de"
o ambos de estos significados. La palabra griega "Christos"
significa "ungido". Cuando "anti" se compone de
un sustantivo significa un agente o funcionario de cualquier tipo, el
compuesto significa un vice-funcionario, o un funcionario de la misma
clase en oposición, o, a veces ambos. Encontramos un ejemplo clásico
de este uso de la palabra "contra" en la terminología de
la Iglesia Católica Romana. Durante la Edad Media, un hombre que
fuera considerado como hostil, auto-sustituido, usurpando el lugar
del Papa -uno que ocupaba el lugar adecuado del Papa y recibiendo sus
honores y ejerciendo sus funciones- fue llamado un "antipapa".
Este término se utiliza comúnmente en la historia en esta conexión.
Tal "Papa" no era más que una persona que estaba en contra
del Papa. Era una persona que estaba en contra del Papa por intentar
tomar el LUGAR DEL PAPA. ¡Del mismo modo, el anticristo viene a
tomar el lugar de Cristo, y al hacerlo se opone a Cristo!
Por
lo tanto, nos encontramos con que la palabra "anticristo"
significa propiamente aquel
que se opone, o uno que se erige en el lugar de Cristo,
mediante la apropiación de algunos de los atributos de Cristo. ¡Es
decir, el anticristo se presenta como Cristo y, al hacerlo, está en
realidad en contra de Cristo
-usurpando
el lugar que le pertenece con razón sólo a Cristo! Cualquier
cosa que se coloca EN LUGAR DE Cristo, es literalmente anticristo. En
el mismo momento que el amor de Dios y el poder de Su Espíritu que
mora en nosotros comienza a menguar de nuestros espíritus y volar
por las ventanas de nuestras almas, a continuación, toda una serie
de actitudes, ideas, creencias, doctrinas, normas, reglamentos,
rituales, ceremonias, sacramentos, ordenanzas, formas y tradiciones
vacías acechan audazmente a través de la puerta para tomar el lugar
de la verdad y realidad en nuestras vidas.
¡Cualquier pequeña forma de sustitución que suplanta la
suficiencia de SU vida interna, es ANTICRISTO!
Me
encuentro continuamente que los cristianos de hoy son demasiado
perezosos o indiferentes a seguir adelante a las profundidades más
hondas y de mayor altura en Cristo, pero orgullosos por el hecho de
que son, al menos, cristianos promedio. Bueno, yo pregunto, ¿qué es
eso? "Bueno, afeitarse cada domingo por la mañana, y ponerme mi
mejor ropa e ir a la iglesia". Bueno, ¿qué más? "Me uno
un poco en el canto, me gusta mucho la música, y me siento y escucho
el coro". Bueno, ¿qué más? "Pago por el director de la
música y el predicador por supuesto. Tenemos un pastor simpático
actualizado. ¡Oh, él predica maravillosamente! Él nunca le hace
daño a nadie; él nunca nos llama como tú lo haces; él dice que
somos buena gente poderosa, y nos da una palmada en la espalda, y él
es un compañero genial. Sí señor, no soy un santo. Soy un
cristiano común".
Bueno
mi amigo eres muy franco, y voy a ser franco también. Te diré lo
que eres. Eres una farsa y un fraude. Si el cristianismo es ayudar a
pagar un director de cantos y a un ministro para leerte y decirte
cosas buenas para ti, y luego volver al trabajo el lunes y a tus
diversas otras actividades actuando de la misma manera carnal e impía
como antes, eres una farsa y un mentiroso, y es mi deber como
servidor de Dios decírtelo. Y
los que cantan para ti, oran por ti, predican para ti, y hacen esas
bonitas cosas religiosas para ti, son ANTICRISTO a quien sirves y
ante quien te inclinas. ¡Tú no necesitas buscar otro!
Hace
algún tiempo leí una parábola que dice así: Un rey, una vez se
destacó en la grandeza, no sólo en la guerra y los asuntos de
estado, sino también en la música y el canto, tan grande era su
deseo de expresión musical que se hizo un arpa. Y si usted hubiera
visto esta arpa y escuchado tocarla, habría dicho que el arpa estaba
viva. Aún así, nadie oyó el arpa, excepto el sirviente principal.
El día en que el arpa se terminó de hacer, el rey fue llamado
repentinamente a la guerra. Al siervo principal le dio el cargo de
todos los asuntos del Estado, el pueblo, y el arpa hasta que el rey
volviera. "Cuida de mi arpa", dijo el rey, "porque la
intención es usarla para traer gran alegría a mi pueblo". Pero
este siervo principal; era un siervo malo, y se dijo: "Voy a
tomar el arpa, y voy llevar alegría a la gente, y seré rey. "Así
que tomó el arpa y empezó a tocar. Y mientras la tocaba la rompió
– ¡cuerda por cuerda! (Como usted ve, realmente no había
aprendido las formas del Rey para tocar el arpa). Lleno de ira, se
hizo otra arpa, que se parecía mucho al arpa real, pero no sonaba
igual en absoluto. Donde el arpa del rey interpretaba la alegría y
la risa, su arpa interpretaba ligereza y disturbios. Donde el arpa
interpretaba el amor del rey, su interpretación solo pasión. Donde
arpa del rey interpretaba la paz, el interpretaba algo parecido a la
paz, pero siempre te dejaba insatisfecho. Sin embargo, el arpa falsa
fue un éxito instantáneo entre la gente. ¡Porque, ya ves, nunca
habían oído la música del arpa verdadera! Y al no haber oído
alguna vez el verdadero sonido, aplaudieron la falsificación. El
siervo malo fue hecho rey en un mes. Ejemplares más grandes y
mejores del arpa falsa se hicieron y se extendieron por todo el país
para que todos en el país tuvieran un arpa falsa. Incluso ahora, si
se llega a ese país se puede escuchar los acordes repugnantes de la
tristeza, la ranciedad y la lujuria".
Desde
los primeros años de mi memoria se agita en lo profundo de mi pecho
un ansia insaciable en busca de realidad. Aunque era solo un niño,
lo que quería era conocer al que una vez fue escupido por mí, que
fue coronado con espinas por mí, que murió, resucitó y ascendió a
la refulgente gloria del Padre por mí. Yo buscaba conocer
íntimamente al Cristo. ¡Oh! ¡Cómo quería conocerle! A la tierna
edad de doce años el Señor se me reveló de una manera muy
sorprendente, inundando mi vida con olas de Su presencia, poder y
gloria. Había encontrado a el Cristo y mi corazón se llenó de
alegría a causa del amor que sentía por él. Yo quería estar cerca
de él y señalarles a otros hombres a Él. Era para mí el centro de
todas las cosas y la persona más importante en todo el universo. A
partir de ese momento Cristo era la única realidad. El lleno los
cielos. El lleno la tierra. El lleno mi vida e inundó mi corazón
con inefable amor, alegría y paz, y abrió dentro de mi espíritu
las profundidades de las maravillas de su maravillosa santidad, su
gloria inefable, su majestad temible, su sabiduría inescrutable y
sus caminos inescrutables.
Inmensas
multitudes de hombres, mujeres y niños han experimentado un
encuentro tan divino con Dios desde ese día glorioso hace 1900 años,
cuando los primeros ciento veinte discípulos estaban reunidos en
Jerusalén en el día de Pentecostés. De repente, un sonido se
escuchó como de ruido de un fuerte viento que venía directamente
desde el cielo, y llamas de lenguas de fuego divino coronaron las
cabezas de aquellos humildes santos que se reunían allí. Este
pequeño grupo de creyentes, llenos del Espíritu Santo, fue
conducido a la gloria, el temor, la reverencia, la santidad y el
poder del Reino de Dios cuando Cristo el Señor volvió a ellos en
Espíritu poderoso, para morar en sus corazones creyentes y reinar
sobre el trono de sus vidas cedidas. ¡Cómo cantaban las canciones
de liberación! ¡Cómo las alabanzas de Dios hicieron eco por los
pasillos de sus almas y re-eco entre las almenas de los reinos
celestiales! ¡Con qué poder, señales y maravillas daban
testimonio de la presencia viva de Cristo! Dios a través de ellos
comenzó a sacudir el mundo entero. Día tras día, mes tras mes, año
tras año las maravillas celestiales continuaron, miles y miles de
personas venían a beber en la fuente de la vida que siempre fluye, y
se veía por un tiempo, como si todos los reinos de los hombres
fueran derribados, y el mundo entero viniera marchando a Sión.
Pero
sin embargo no era así, porque la larga noche de la carne aún
no había terminado. La Iglesia había progresado sólo unos
pocos años en la dispensación del Espíritu cuando el espíritu del
anticristo comenzó a mostrar su fea cabeza y los hombres empezaron a
sustituir las cosas en lugar de la unción. El apóstol Juan advirtió
de este espíritu del anticristo en estas palabras gráficas: "En
esto conocemos el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que
Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no
confiesa que Jesucristo ha venido en la carne no es de Dios; y este
es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que ha
de venir, y que ahora ya está en el mundo" (I Jn. 4: 2-3).
¡Así
que aquí está, muy pronto! ¿Alguna vez lo vio fallar? En el
momento en que Dios comienza una poderosa obra de gracia, poder y
gloria, alguien se levanta en el espíritu del anticristo para
establecer algún orden carnal y poner los dedos no santificados de
la carne en las exquisitas cuerdas del Arpa del Rey, sonando a la vez
una nota discordante. No pasa mucho tiempo a partir de entonces hasta
que todas las cuerdas de los caminos del espíritu están rotas, y
los hombres comienzan a tomar sus propias arpas, diseñadas para
parecerse en un cierto grado al arpa del rey, y tocar su propia
música. Ah, querida, si Cristo nos llena no queremos más. Si Cristo
no habita abundantemente en nosotros, ¡debemos tener alguna otra
cosa en Lugar de Él, y eso ciertamente es Anticristo!
LA
UNCIÓN ES SUFICIENTE
He
señalado que "anticristo" es una palabra compuesta formada
por la preposición "anti" y la palabra griega para Cristo,
que es "Christos". "Anti" significa en lugar de y
"Christos" significa ungido, y por extensión unción.
Nuestro Señor Jesucristo es el
Ungido, pero Cristo
en nosotros es la unción,
como afirma el apóstol: "Pero
vosotros tenéis la unción del Santo ... la unción que vosotros
recibisteis de él permanece en vosotros, y no necesitáis de que
nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las
cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado,
permaneced en él"
(I Jn. 2: 20,27). Hay en el Cristo interno, o en la unción un
generoso, abundante, numeroso, copioso, profuso, rico, pleno y
desbordante otorgamiento de gracia y habilidades de Dios que no
hay necesidad de nada que los hombres puedan añadir a tal Unción.
Y esa es la gran verdad que los sistemas de Iglesia hechos por el
hombre no comprenden y no pueden entender. El Cristo es
suficiente. ¡La Unción es SUFICIENTE! No se necesita nada
más para acelerar, apoyar o guiar a la verdadera Iglesia de
Jesucristo.
La
Unción es suficiente para hacerlo realidad. La unción es suficiente
para acelerarle y darle vida. La unción es suficiente para enseñar
y moldear las vidas de los miembros de esta Iglesia. La
unción es suficiente para llevarle a la medida de la estatura de la
plenitud de Cristo. No se necesitan rituales de ningún tipo. No se
necesitan sacramentos de ningún tipo. Sus ministros no necesitan
batas, trajes, ni adornos de ningún tipo. Esta verdadera
Iglesia no tiene necesidad de ceremonias, de elevadas agujas en los
tejados, de vidrieras, ni de sonar campanas u órganos grandes y
maravillosas para inspirar el culto en sus miembros. No tiene ninguna
necesidad de edificios elegantes y costosos de iglesia, de muebles
finos, de coros artísticos, de oradores pulidos, y no tiene
necesidad de una jerarquía de ningún tipo, elevación, o rango. Sus
apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros no son
señores sino SERVIDORES, y por lo tanto no necesitan mensajeros
corriendo delante de ellos para anunciar su venida. La unción es
SUFICIENTE.
Hay
muchos cristianos para los que el diablo no se molesta a sí mismo
por ellos. Cuando el diablo viene a ciertas Iglesias y mira en ellas,
cree que no se encuentra en ningún problema en absoluto; porque ve
un compañero allí en el púlpito que tiene toda su religión
escrita ante él, y encuentra al pueblo agobiado en sus oraciones a
partir de un libro de oraciones, justo de la misma manera que un
tibetano gira una rueda de oración, siempre diciendo "Dios
tenga piedad de nosotros pobres pecadores miserables, porque hemos
dejado de hacer las cosas que deberíamos haber hecho, y hemos hecho
las cosas que no deberíamos haber hecho; y no hay ayuda para
nosotros". El diablo cree que está correcta, y que puede dejar
la congregación sin preocuparse.
Pero
en la verdadera Iglesia no hay necesidad de credos y no hay letanías
memorizadas y repetidas una y otra vez porque éstos están "orando
en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu"
y "aunque no sabemos qué hemos de pedir como conviene; el
Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad ... el Espíritu mismo
intercede por nosotros con gemidos indecibles ... y escudriña en los
corazones ... he intercede por los santos conforme a la voluntad de
Dios" (Rom. 8: 26, 27). ¡La unción es SUFICIENTE!
No
hay necesidad de éstos o de una miríada de atavíos religiosos más
en el verdadero cuerpo de Cristo, porque la unción DENTRO suministra
abundantemente a esta Iglesia con todo lo que pueda llegar a
necesitar. Esta unción no tiene necesidad de contar narices o
tableros de asistencia para mostrar cuántas personas asisten a las
reuniones, ni tampoco necesita una lista de miembros para realizar un
seguimiento de sus miembros o lo que están haciendo. Ha llegado la
hora de que nos demos cuenta de que sólo El Señor conoce a los que
son suyos. Sólo el Señor puede llamar a Sus ovejas por sus nombres
y las lleva dentro y fuera en busca de pastos. Sólo el Señor puede
mirar en las cuatro esquinas de la Tierra y llamar a Sus escogidos.
La Unción dentro de cada miembro mantiene a ese miembro en su lugar
apropiado en todo momento y en todo.
¿A
quién, entonces, debemos circunscribir a algo? Tenemos que aprender
a conocer a los hombres, no por lo que dicen, lo que creen, lo que
aparentan en la superficie, donde están, o por lo que hacen en la
iglesia o no hacen, pero sí por ese extraño testigo que hizo a
Jesús decir a Pedro, "Tú eres Pedro", y por esa misma
revelación espiritual que hizo a Pedro decir a Jesús: "Tú
eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo!" ¡Con qué
frecuencia hemos sido terriblemente decepcionado por los hombres! Ah,
con qué frecuencia el hombre que podía "predicar como Pablo"
sorprendió a todos al divorciarse de su esposa y de repente
¡despegar con la organista de la iglesia! Y el hermano en quien
confiábamos más, nos ha abandonado, nos entusiasmó, y nos hizo
pedazos, mientras que el hombre que pensábamos que nunca recibiría
el mensaje de la hora ha sido inesperadamente vivificado en el
espíritu de la revelación de Dios, descubriendo una entrada rápida
en las cosas del Espíritu. Gracias
a Dios, verdaderamente estamos aprendiendo que "a
nadie conocemos según la carne",
desde un punto de vista humano, que en términos de un juicio
natural, puede ser discernido solo por la visión del ojo o por el
oír con el oído natural – así que a nadie conocemos según la
carne sino solo por el Espíritu. ¡La unción es SUFICIENTE!
Que
todos los hombres sepan que esta Unción no consiste en cualquier
demostración física o palabras. Al otro lado de la Tierra,
especialmente en los círculos "llenos del Espíritu",
hemos oído hablar mucho de la Unción, y para la mayor parte la
Unción ha sido considerada estar en operación cuando en una persona
aparece algún tipo de manifestación física o fervor. Santo
precioso de Dios, déjame decir aquí y ahora que la
Unción no tiene absolutamente nada que ver con mirar un destello de
luz, sentir una sensación de hormigueo corriendo arriba y abajo de
la columna vertebral, excitación emocional brotando en "piel de
gallina", temblor, sacudidas, saltos, carreras, brazos
temblando, palmoteo ruidoso y vociferante y cantar coros
enérgicamente. De hecho, es muy fácil que cualesquiera de estas
cosas sean sustitutas de la Unción, siendo literalmente
"anti-Christos" -en lugar de la unción- ¡Anticristo!
La
Unción es dada para que un hombre pueda
ser una persona que naturalmente no puede ser,
y para hacer una
obra que naturalmente no se puede hacer.
Es imposible que un hombre natural ame
a sus enemigos, bendiga
a los que le maldicen,
haga el bien a los que le
odian, u ore por ellos a pesar que lo ultrajen y lo persigan.
¡Pero la unción lo hará!
Es
mi ferviente oración a Dios que nuestros ojos sean iluminados y
nuestra comprensión esté dispuesta por el Espíritu de Dios para
que podamos captar la verdad de que todas las enseñanzas de Jesús
en el Sermón de la Montaña REQUIEREN LA UNCIÓN para hacer que
funcionen. Sólo la Unción nos
hará ir la segunda
milla. Sólo la unción
nos hará poner la otra
mejilla. Sólo la unción
puede o va a perdonar. Sólo la unción orará, ayunará, y dará sin
pretensión o haciendo un show para mostrar, con la secreta esperanza
de obtener beneficios personales. Sólo la unción nos puede hacernos
la sal de la Tierra o la luz del mundo. Sólo la Unción nos puede
transformar en Hijos de Dios. ¡Pero la unción ES SUFICIENTE!
El
medio por el cual Dios separa a Su pueblo para Sí mismo y para Sus
propósitos se llama en la Biblia "la Unción". Veamos esta
"Unción" y meditemos profundamente sobre su origen y su
uso en las Escrituras.
El
término Unción aparece por primera vez en el libro de Éxodo en
relación con la consagración del Sacerdocio y el Tabernáculo en el
desierto. Cuando se construyó el Tabernáculo, Dios mandó aplicar
el "aceite de la unción santa" al Tabernáculo y
todos los artículos dentro de él (Ex 29:7,21; 40:9-16; Lev.
8:10-12,30). Todos los sacerdotes que servían y el Sumo Sacerdote
también tuvieron que ser ungidos con el aceite de la unción. Una
vez que los sacerdotes y los artículos fueron ungidos, ellos fueron
separados y santificados para Dios. Más tarde, los Reyes y
profetas fueron ungidos por Dios para su servicio. El propósito para
el cual Dios unge a la gente es para que los ungidos pueden separarse
para Él, para cumplir Su voluntad y propósitos. El aceite de la
unción en el Antiguo Testamento simboliza el Espíritu Santo,
y hoy está el movimiento del Espíritu Santo en nosotros, que
constituye la Unción de Dios. I Jn. 2:27 dice: "La unción
que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no
necesitáis que nadie os enseñe; así ... la unción misma os
enseña todas las cosas, y es verdad ..."
Veamos
aún más profundamente lo que significa esta Unción. La Unción de
I Jn. 2:27 en el griego no es un sustantivo, sino un verbo
perteneciente a un cierto tipo de movimiento. No denota un
aceite en un estado inmóvil, inactivo, parado de pie todavía, sino
un aceite en un estado de movimiento y actividad. Si sólo tiene el
aceite en un recipiente eso no es "la Unción". Pero cuando
el aceite se derrama y se aplica entonces se convierte en "la
Unción". En el recipiente no hay simple aceite, sino aceite
derramado, es la Unción, y separa, santifica, cambia la propiedad y
la función de aquello sobre lo que se está vertiendo. ¡Por lo
tanto, en este día de realidad, la
unción no es el Espíritu Santo, sino el movimiento y la acción del
Espíritu Santo en nosotros!
Usted dice, "tengo el Espíritu Santo, por lo tanto, tengo la
unción". ¡No es así! El
Espíritu Santo en el vaso no es la unción, solamente a medida que
el Espíritu actúa dentro de ti tú tienes la unción.
El Espíritu no debe estar inmóvil dentro de nosotros, Él debe
estar activo y energizante, hablando, agitándose, tratando,
acelerando, cambiando, transformando, actuando, manifestando la
gloria de Dios en nuestras vidas!
Después
de que el Hijo primogénito había recibido el Espíritu Santo en Su
bautismo, Él dijo: "El Espíritu del Señor está sobre mí,
por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha
enviado a sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a
los cautivos y vista a los ciegos, a poner en libertad a los
oprimidos" (Lc. 4:18). ¡A partir de ese momento el Espíritu
se movía en y a través de Él y toda Su vida se convirtió en la
revelación de Su Padre en naturaleza, mente, sabiduría, voluntad,
palabras, y poder, y la gloria de Dios se manifestó a través de Él,
culminando en Su resurrección triunfante de la muerte!
Y
ahora una vasta compañía de "muchos hermanos" están
recibiendo esa misma Unción, para que los Muchos Hijos puedan ser
llevados a la misma gloria en la que Cristo ahora mora. Sí, querido,
estamos también llamados a ser los ungidos, que el nombre del Padre
pueda ser llamado sobre nosotros, creando este vínculo de unión
entre el Hijo y los Hijos de Dios, transformándonos en Su imagen,
para que, así como Él es, así seamos nosotros en este mundo.
Estamos descubriendo lo que significa ser uno con Él, y Él uno con
nosotros en la absoluta inmanencia divina, que habita en nosotros,
así como el Padre en el Hijo, y el Hijo en el Padre. Vamos a
inclinarnos en santa reverencia para alabar y adorar, y para vivir y
caminar en la bendita realidad de tan alto y santo llamamiento.
La
Unción levantara todo lo que permanezca en ella, a la debida
posición espiritual y estado delante de Dios. En presencia de la
Unción no necesita que se ore o lo alboroten. Yo puedo asegurarles,
queridos, que cualquiera de las cosas, que oren o les alboroten la
cabeza orando NO ES LA UNCIÓN, porque "La unción que
vosotros recibisteis de él permanece en vosotros". Amados,
si la unción permanece en ustedes, y ustedes permanecen en ella,
¿Qué cosa, bajo todos los cielos de Dios, podría serle añadida a
usted desde fuera? Deje de buscar nada en absoluto desde o a través
de la miríada de SUSTITUTOS empeñados por los innumerables
anticristos de hoy en día. El hombre con toda su religión, sus
membresías de iglesia, sus organizaciones, sus predicadores y
sacerdotes, sus obispos, cardenales, papas y sus programas y
rituales, no ha encontrado a Dios, ni han sido conformados a Su
imagen.
¿Que
bien, oh hombre, te van a hacer estas cosas si después de una vida
de confiar en ellas y mirando a ellas en busca de ayuda, te
encuentras al final de tu estancia en la Tierra, sin haber sido
transformado a la semejanza del Cristo de Dios, y sin la esperanza de
la filiación? Esas observancias externas no serán
suficientes en esa hora. ¡Pero la Unción ES SUFICIENTE! En el
nombre de Jesucristo, el Hijo de Dios vivo, divórciate tú mismo
por completo y para siempre de todos los sustitutos, del reino de
“EN LUGAR DE”. No vas a encontrar absolutamente nada en ellos que
vaya a satisfacer los deseos más profundos del corazón de Dios. ¡La
Unción es todo lo que necesitas!
Si
la Iglesia Primitiva se hubiera organizado a la manera de los
sistemas de la iglesia ramera de hoy, los registros habrían sido muy
diferentes de lo que son. Hubiéramos tenido alguna referencia de
nuestro Señor instalando el apostolado con gran ceremonia, y el
mismo sentado en algún lugar como el Papa, recibiendo a los
apóstoles en túnicas color escarlata como cardenales, etc. Nos
hubiera dado estrictas leyes e instrucciones relativa al “viernes
santo” y de abstenernos de comer carne, etc. Nos hubiera dado
instrucciones específicas acerca de la observancia de la Navidad y
de Su cumpleaños. Nos hubiera dicho algo respecto al "agua
bendita" rociada sobre los apóstoles o sobre la multitud, y
algo acerca de hacer la señal de la Cruz. María, la madre de
nuestro Señor, no habría sido olvidada. Una explicación nos habría
dado de la concepción milagrosa de María y habría sido anunciada
como "la madre de Dios", y Jesús mismo se hubiera
representado haciendo un homenaje especial para ella, y dando
instrucciones a los apóstoles para acercarse a Él a través de
ella. Se nos habría dado un mandato a respetar "velas
sagradas," cuándo, cómo y dónde deberían ser utilizadas; se
nos habría dado alguna instrucción respetando la invocación de los
santos; se nos hubiera dado algunas instrucciones acerca de la
"misa", y también de cómo Pedro, reunido con los otros
discípulos, fue reconocido como el Papa; y la forma en que se
postraban delante de él, y cómo llevaba a cabo la misa para todos
ellos, declarando que tenía poder para volver a re-crear a Cristo en
el pan y sacrificarlo de nuevo por las transgresiones personales.
Tendríamos algún informe del entierro de Esteban y de como Pedro o
los otros "consagraron" una tumba para él, para que
pudiera estar en "tierra sagrada", y poner en su mano una
"vela santa" antes de recitar ciertas oraciones sobre él.
Hubiéramos tenido normas y reglamentos relativos a la observancia de
la Cuaresma y la Pascua, respetando diversos órdenes del clero,
superiores e inferiores, Reverendo, Muy Reverendo, Sumo Reverendo,
obispos, arzobispos, cardenales y Papas; y también las instrucciones
específicas de cómo cada uno y todos debían alcanzar sus
posiciones, en busca de la gloria los unos de los otros, y quien
sería el mayor. Nos gustaría tener alguna declaración acerca de
cómo Pablo asignó “el Pastor" sobre cada iglesia, y como
Pablo más tarde volvió a visitar las iglesias y se reunió con "el
Pastor" de cada uno, y cómo el enfermo debe llamar a el Pastor
de la iglesia para que ore por él, ungiéndole con aceite en el
nombre del Señor. Tendríamos alguna referencia a la necesidad de
que la Iglesia sea reconocida y certificada por el Estado para que
sus ministros puedan casar legalmente a los jóvenes y enterrar a los
muertos; tendríamos algunos
ejemplos específicos de cómo Pablo llevó a cabo los funerales,
cómo Pedro realizo bodas, y cómo los pastores realizaron
dedicatorias. Habría instrucciones sobre cómo organizar una
iglesia, como formar la "junta", cómo llevar a cabo
reuniones de negocios, y qué porcentaje de los miembros presentes
constituyen una voz dominante. Nos gustaría estar informados de cómo
hacer el "llamado" a un predicador, cómo contratar y
despedir a los ministros, y tendríamos informes sobre la importancia
del coro. Nos hubiera dado algunas instrucciones sobre el trabajo de
la escuela dominical, cómo seleccionar el Superintendente de la
Escuela Dominical, y la necesidad de escuela dominical
“trimestralmente”. Y nos hubiera multiplicado otras
recomendaciones acerca de los rituales, los llamados al altar, bancos
de luto, números especiales, renacimientos, conciertos, programas de
Navidad, los servicios en el amanecer de Pascua, festivales,
ceremonias, sacramentos, comuniones, consejerías, edificios de las
iglesias, torres, fondos para la iglesia, los llamados al altar,
campañas, cruzadas, las invasiones, escuelas bíblicas, las
corporaciones sin fines de lucro, etc. ¡El hecho de que estos
asuntos no estén en ningún sentido en la Palabra, ni siquiera
insinuado por el Señor o por medio de Sus santos apóstoles y
profetas, es evidencia de que en el mundo entero de la iglesia se ha
ido mucho más lejos, todo
el sistema es, literalmente, el Anticristo, en lugar de Cristo, en
lugar de la unción!
Pero la Unción ¡ES SUFICIENTE!
Es
probable que me haga la pregunta, "¿No cree en las reuniones,
en la asamblea de los santos, y los ministerios en el cuerpo de
Cristo?" Le respondo con seguridad: "¡Ciertamente que
sí!", Pero hay solamente un verdadero FUNDAMENTO para
reunirnos nosotros mismos. Nuestro Salvador nos dio esta base
cuando dijo: "Donde están dos o tres congregados en mi
nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mat. 18:20). La
gran mayoría no se reúnen en el nombre del Señor, sino debido a la
tradición. Durante toda su vida se han reunido en ciertos
momentos y para ellos sería un sacrilegio no hacerlo. Otros se
reúnen con fines sociales y empresariales, y otros por el simple
hecho de hacer prosélitos, y otros por el bien de la promoción de
su programa particular de denominación. Alabado
sea Dios, el fuego consumidor de Sus tratos y procesamientos en
nuestras vidas están siendo usados para purgar y limpiar nuestro
corazón del espíritu y de los caminos de Babilonia a fondo hasta
que de una vez por todas renunciemos
a todas las tradiciones,
entregándonos a la verdadera unión con Cristo, que nos enseña cómo
reunimos en el nombre del Señor en espíritu y en verdad. Cuando
nuestra mente es una con Él y todos los programas de la Tierra y la
tradición se han desvanecido y Él toma el asiento real en el trono
de nuestro corazón, entonces somos realmente capaces de reunirnos en
Su nombre. Entonces
somos guiados por Su Espíritu, y entonces hay una frescura de todos
los que se reúnen, y un flujo de Su vida, luz y amor, y la
confirmación que se recibe de cada miembro.
Los
ministerios anticristo llevan en ellos la naturaleza del Sistema
Mundial Bestial, y hacen
todo el modelo de los sistemas del mundo y del Sistema de la Ramera
-para construir un nombre para sí mismos, y un reino para ganar y
usurpar el control sobre la vida de otros hombres, y para establecer
un credo o un movimiento, para solidificar una base de poder en
virtud de ellos, y con ánimo de lucro.
Los
verdaderos ministerios en el cuerpo de Cristo llevan en ellos la
naturaleza de Cristo, tomando el camino de la Cruz, siendo despojados
de toda la fama y la gloria terrenal, saliendo fuera del campamento
llevando Su vituperio y la vergüenza por lo que Dios ha hablado a su
corazón. No buscan poder sobre las vidas de otros hombres, ni
control, ni nada para ellos mismos. Son calumniados porque no tienen
"ninguna obra" de que la carne pueda presumir, ellos son
despreciados porque no tienen nombre, ni título, sin identificación
que el mundo reconozca. Estos no construyen reinos sobre ellos, no
establecen jerarquías, pero son EPISTOLAS VIVIENTES DE CRISTO,
"ejemplos de la grey" (I Ped. 5: 3), y "servidores de
todos" (Mat. 20: 25-28).
FALSOS "UNGIDOS"
Este
es el día de los falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se
disfrazan como apóstoles de Cristo, y no es maravilla, porque el
mismo Satanás se disfraza como ángel de luz; por lo tanto, no es de
gran maravilla si también sus ministros se disfrazan como ministros
de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras (II Cor. 11:
13-15). Los hombres han intentado en vano satisfacer sus mentes en
cuanto a quién será el Anticristo y desde donde ha de venir. La
meditación reverente sobre los citados pasajes de la Escritura
anteriores debe dejar muy claro que no se levantara en Jerusalén
o en Roma, o desde Berlín o Moscú, o El Cairo o Washington DC,
¡Pero si desde el seno DEL CUERPO DE CRISTO! Con cuánta
paciencia, esmero y precisión el apóstol Juan detalla esta verdad
para nosotros en estas palabras inspiradas: "Hijitos, ya es
el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo
viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos
que es el último tiempo. Ellos salieron de NOSOTROS, pero no eran de
NOSOTROS; porque si hubieran sido de NOSOTROS, hubieran permanecido
con NOSOTROS; pero salieron para que fuera evidente que no todos son
de NOSOTROS. Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los
espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido
por el mundo" (I Jn. 2:18-19; 4:1). He hecho hincapié en
“NOSOTROS" en estos versículos con el fin de dejar claro que
el Anticristo sale de en medio de los santos profesos, ¡NO es
un ateo o un dictador europeo o un apóstata judío!
Las
palabras impresionantes de sabiduría escrita hace casi una década
por un hombre de revelación y discernimiento espiritual agudo, se
citan aquí para nuestra edificación: Nuestro Señor nos advirtió
que "se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y, si
fuera posible, engañarían aun a los escogidos. Porque vendrán
muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo, y engañarán a
muchos" (Mat. 24: 5,24). Cuando Jesús dijo muchos, entonces
no hay duda que debe haber muchos. Sin embargo, si usted está
esperando ver a los hombres de pie sobre una plataforma diciendo: Yo
soy el Cristo, 'va a esperar mucho tiempo, para que algunos hombres
manifiesten cada vez abiertamente su error de tal manera; pero, sin
embargo, si lo hicieran, usted puede estar seguro de que encontrarían
un montón de seguidores.
Ahora
la palabra Cristo significa ungido, y usted solo tiene que echar una
mirada alrededor para encontrar a los muchos hombres y mujeres que
reclaman tener una unción especial de Dios para esta hora en
particular. Estos están diciendo, "Yo soy el ungido, o yo soy
el Cristo". El significado es el mismo. La traducción literal
de Mateo 24:23,24 desde el Diaglotón Enfático trae esto con gran
claridad así: "Entonces, si alguno de ustedes dice: He aquí
el ungido, o allí, no les creáis, porque se levantaran MUCHOS
FALSOS UNGIDOS... y darán señales y grandes PRODIGIOS, de tal
manera que engañarán, si es posible, incluso a los elegidos".
Este pasaje de la Escritura es de
enorme importancia, y se debe aplicar sin vacilación, discriminación
o miedo a todos los
hombres y mujeres que hacen grandes afirmaciones de su ministerio.
También se debe aplicar a todas
las sectas y denominaciones,
porque ellos reclaman poseer la única verdad. Cada persona
informada debe ser consciente de que en este momento hay muchos que
dicen ser El Ungido para esta hora. Ellos son hombres de Dios o
Mujeres de Dios, o profetas de Dios o la denominación de Dios. Sin
dificultad se me ocurren una docena de tales hombres en el país en
este momento. Uno dice que tiene un altar de oro lo suficientemente
potente como para detener una horda invasora de doscientos millones
de chinos. Otro afirma que él es el profeta Elías, y hace todo lo
posible para probarlo. Una docena de hombres dicen ser el hombre de
la hora de Dios. Muchas mujeres están afirmando ser las
ESPECIALMENTE UNGIDAS para traer una nueva revelación para este
último día. Y también aquel archiengañador que a lo largo de
sucesivas generaciones blasfemamente ha afirmado ser el representante
de Cristo en la Tierra.
"Todos
estos y muchos más pretenden ser el ungido de Dios, y cada uno de
ellos tienen cientos de seguidores, mientras que algunos de ellos
cuentan a sus seguidores en millones y cientos de millones. Estos son
falsos profetas y falsos Cristos, falsos ungidos, engañando a muchos
por su pretensión astuta de ser ungidos de Dios. Bien dijo Pedro:
"Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo como
habrá entre vosotros falsos maestros, que en privado introducirán
encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que
los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y
muchos seguirán sus disoluciones, en virtud de las cuales el camino
de la verdad será blasfemado. Y a través de la avaricia con
palabras fingidas harán mercadería de vosotros, sobre los cuales la
condenación ya de largo tiempo espera, y su perdición no se duerme"
(II Pedro 2: 1-3.).
Nótese
que Pedro da una pista deslumbradora que identifica inequívocamente
un ministerio falso, y
es la siguiente: por
avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas.
Su necesidad de dinero siempre es evidente en todas las reuniones que
tienen, cada artículo o carta que escriben. Necesitan dinero para
esto, el dinero para aquello, dinero para las misiones, dinero para
los indigentes, dinero para su nueva tienda, dinero para sus
edificios, y con otras mil mentiras plausibles hacen mercadería de
la gente crédula que ciegamente los sigue a ellos. Los oirá decir
cómo Dios les reveló que un cierto número de personas en la
reunión tienen una cierta cantidad de dinero que van a dar, y por lo
general lo conseguirán. ¡Esto no es obra de Dios, sino que son
palabras fingidas ilegitimas por las cuales hacen mercadería de la
gente! “A
todos estos evita”.
Si
un "ungido falso" no es un "anti-Cristo" entonces
yo no quiero ni siquiera imaginar cuales podrían ser las nuevas
credenciales necesarias para un anticristo. De estos falsos,
seudo-cristos, el griego daría sus propias afirmaciones acerca de
ellos, y "el que habla de sí mismo busca su propia gloria".
(Juan 7:18).
Y,
aun así, la verdad es que HEMOS SIDO UNGIDOS CON EL MISMO ESPÍRITU
DEL CUAL ÉL ES, porque "Vosotros
tenéis la unción del Santo y todos vosotros lo sabéis…... Y
en cuanto a vosotros, la unción que recibisteis de El permanece en
vosotros".
Los falsos ungidos, los anticristos se exaltan a sí mismos, el otro
exalta solamente a nuestro Cristo.
Cristo
ha venido en la carne
El
escritor inspirado continúa en Jn. 2:22-23 diciendo: "¿Quién
es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es
el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo aquel que niega
al Hijo tampoco tiene al Padre; el que confiesa al Hijo tiene también
al Padre".
Pero ¿qué quiere decir cuando habla aquí de negar al Padre y al
Hijo? No nos equivoquemos sobre esto. Afortunadamente, un poco más
adelante, ampliará esta misma declaración de modo que no tenemos
por qué quedarnos en oscuridad. "Amados,
no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus para ver si
son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo. En
esto conocéis el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que
Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no
confiesa a Jesús, no es de Dios; y este es el espíritu
del anticristo, del cual habéis oído que viene, y que ahora ya está
en el mundo".
Ahora
vamos a dejar claras estas declaraciones en nuestra mente. Juan
declara que un anticristo es uno que niega
que Jesús es el Cristo, y que niega al Padre y al Hijo. Pero, ¿cómo
lo hace? ¡POR NO
CONFESAR QUE JESUCRISTO HA VENIDO EN CARNE! Pero ¿qué significa
esto? Afirma que conocemos el Espíritu de Dios, por su
confesión de que Jesucristo ha venido en carne. ¿Quiere
decir esto que el catolicismo romano tiene el Espíritu de Dios?
Ellos reconocen que Jesucristo era un hombre, nacido de una virgen.
Confiesan que Él vino en la carne como un bebé en Belén. Incluso
lo hacen desfilar ante el mundo una imagen colgado de una cruz,
crucificado. Millones de personas en todo el mundo, que representan
toda clase de religión y de culto falso existentes, incluyendo los
musulmanes, admiten los mismos hechos históricos. ¿Todos estos
representan el espíritu de Dios?
¡Estos
versículos deben tener un significado más profundo! No están
considerando el hecho que Jesucristo vivió en la Tierra como un
hombre. Cualquier persona admitirá esto. ¡Pero la profunda verdad,
que toda la religión popular ha perdido, es el hecho de la realidad
de que Cristo viene en esta carne, mi carne, tu carne, convirtiéndose
en una parte eterna e inseparable de nosotros!
"Y
todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ES (ahora)
VENIDO en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del
anticristo……… "Hijos
míos, vosotros sois de Dios y los habéis vencido, porque mayor es
el que está en vosotros que el que está en el mundo"
(1Jn 4:3-4).
¡Todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en la carne
es anticristo! ¿Por qué? PORQUE: ¡Mayor
es el que está en vosotros (la carne),
que él (espíritu del anticristo) que está en el mundo!
"Cristo
vive en mí", escribió Pablo en Gal. 2:20. De nuevo
en Colosenses 1:27, escribió, "Cristo en vosotros, es
la esperanza de gloria". Este es el Cristo que ha
venido en la carne. El que está en vosotros, y nunca nos dejará
ni nos abandonará (hebreos 13: 5). Y esta es la vida eterna: ser
unidos eterna e inseparablemente a Dios por medio de Cristo dentro de
nosotros. Este es el Cristo de cuyo amor ningún poder ni
criatura en el Cielo o bajo el Cielo, nos podrá separar (Rom.
8:35-39). Juan declara, "Amados, ahora somos hijos de Dios"
(I Jn. 3: 2). Y Pablo añade: "Y por cuanto sois hijos, Dios
envió el Espíritu de su Hijo en vuestros corazones. Por tanto, ya
no sois esclavos, sino hijos" (Gal. 4: 6-7). ¡Este es el
Cristo que ha venido en la carne!
Pablo
no se predicó a sí mismo, sino a Jesucristo como Señor. Después
de decir esto, sigue diciendo, "Pero tenemos este tesoro
(Cristo) en vasos de
barro" (II Cor. 4: 7). En otra ocasión, Pablo escribe a los
Gálatas y les llama "hijitos míos ... por quienes vuelvo a
sufrir dolores de parto hasta que se forme Cristo en vosotros"
(Gal. 4:19).
Es
sólo la formación del Cristo de Dios dentro de nosotros lo que nos
llevará a nuestra verdadera estatura y relación con nuestro Padre.
La filiación
es el nacimiento real
de la criatura Cristo, que se convierte en el nuevo hombre interior,
el nuevo yo, el nuevo usted. Él es a la vez eternamente e
inmortalmente, el verdadero Hijo de Dios del Cielo. El permanece
eternamente en este marco humano, así como él permanece eternamente
en Jesús para llevar a cabo Sus maravillas. Y es una unión que se
está convirtiendo en una realidad gloriosa y eterna en los Hijos de
Dios en esta hora. Pero -"muchos engañadores han salido por
el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Este es
el engañador y el anticristo". (2 Juan: 7). Estos
impostores reconocen el Jesús histórico de hace 1900 años, pero no
lo reconocen volviendo en espíritu poderoso dentro de un pueblo.
Estos impostores hablan mucho de Jesús en algún lejano Cielo en
algún sitio, pero rechazan
la manifestación de Él a través de los miembros de Su cuerpo
sobre la Tierra.
Por
aplicación personal, si mi espíritu no confiesa que Cristo ha
venido en mi carne, yo soy el anticristo. La confesión de mi
espíritu es una confesión mucho más fuerte de la que podría hacer
por mi boca. La confesión de un espíritu nos habla de una
expresión que surge de un estado interior del ser, no simplemente
una creencia de la mente. Si mi espíritu está confesando que
Cristo ha venido en mi carne, lo está confesando por una
manifestación viva. Ahora bien, si estoy viviendo a Cristo en el
meollo de los asuntos de la vida cotidiana, bajo la presión de todas
las circunstancias cotidianas y situaciones de la vida, ¡yo estoy
confesando con mi espíritu que Cristo ha venido en mi carne! Ah,
yo podría decir con la boca que Cristo ha venido en mi carne,
pero mi espíritu hablaría todo lo contrario, a la manera de
una fuente en mi vida enviando aguas contaminadas. Muchos tienen
una confesión de boca de la presencia de Cristo dentro cuyo
"espíritu no confiesa que ha llegado" a su carne. ¡Oh!
que los hombres pudieran creer! ¡El Cristo interno, la Unción en
nosotros es nuestra única esperanza de gloria!
Pero
el Anticristo no quiere saber nada de tal esperanza de gloria. Su
esperanza no descansa exclusivamente en el Cristo interno, sino
parcialmente en sus propias obras, fidelidad o resistencia. Él está
lleno acerca de leyes, reglamentos, ordenanzas, credos,
celebraciones, tradiciones, prácticas religiosas de esta orden y
aquella, las cuales están diseñadas para asegurar y garantizar su
posición correcta con Dios. Él está negando así al Padre y al
Hijo, porque el orden de Dios es que : "Ustedes son guardados
por el poder de Dios, mediante la fe" (I Ped. 1:5).
Cualquier cosa que pretenda añadir algo a la unción interior, o
llenar algún lugar o función en nuestras vidas no llenas por la
unción solo es: ¡Anticristo!
El
notable místico inglés, William Law, escribiendo alrededor del año
1750, hizo la siguiente declaración, a la que todos debemos prestar
atención sinceramente y seriamente no sea que, al igual que aquellos
que hace 1900 años rechazaron a Cristo y la verdad que traía,
rechacemos ahora al que mora, habla y trabaja dentro de Su templo de
piedras vivas, aceptando en su lugar los sustitutos baratos y sin
valor de la invención del hombre. Por lo tanto, escribe William Law:
"Considere cómo es que el
judío carnal, el escriba de lectura profunda, el rabino docto, el
fariseo religioso no sólo no recibieron, sino que crucificaron a Su
Salvador. Fue porque no querían ni deseaban tal Salvador como Él
era, ese tipo de salvación interna que Él les ofreció. Ellos no
deseaban ningún cambio en su naturaleza, ni la destrucción interna
de sus propios temperamentos naturales, ni la liberación del amor a
sí mismos y los placeres de sus pasiones. A ellos les gustaba su
estado, las gratificaciones de su viejo hombre, sus largas túnicas,
sus amplias filacterias y los saludos en las plazas. Ellos no querían
su orgullo y amor propio destronado, su avaricia y sensualidad
sometidas por una nueva naturaleza del Cielo derivada hacia ellos. Su
único deseo era el éxito del judaísmo, tener un salvador externo,
un príncipe temporal que debería establecer sus leyes y ceremonias
externas sobre toda la Tierra. Y por lo tanto crucificaron
a Su amado Redentor y no quisieron nada de Su salvación, ya que todo
consistía en un cambio de su naturaleza, en un nuevo nacimiento de
lo Alto, y un Reino del Cielo que se abriría dentro de ellos por el
Espíritu de Dios. O la cristiandad, no mires solo a los viejos
judíos, pero mírate a ti mismo en este vaso, porque en este día
(triste verdad que les digo), en este día el Cristo dentro de
nosotros, un salvador interno levantando un nacimiento de Su propia
naturaleza, vida y Espíritu dentro, es rechazado con entusiasmo
bruto. Los rabinos doctos toman consejo de que la propagación del
papado, la propagación del protestantismo, el éxito de alguna
iglesia particular es la salvación en la que sacerdotes y personas
están principalmente ocupados".
Supongamos
que yo fuera un fugitivo perseguido. Ahora, si pudiera conseguir que
mis perseguidores se desviaran y concentraran su atención en un
maniquí que hice para representarme casi a la perfección, lograría
desviar la atención hacia mi momentáneamente, y me ayudaría a
escapar. No dudo en decirle, precioso hermano mío, que Satanás
tiene un maniquí ANTICRISTO hecho, una horrible criatura que
nunca aparecerá. Y la
Iglesia cristiana está ocupada en perder su tiempo y municiones en
este maniquí. ¡Ellos están diciendo que será una criatura
horrible, a la vez ignoran el hecho de que el verdadero criminal ESTÁ
EN MEDIO DE ELLOS!
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