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Autor: Dr. Stephen E. Jones
https://godskingdom.org/blog/2025/08/the-solution-to-sauls-bad-precedent-part-14/
1º Samuel 25: 1 dice:
1 Murió Samuel, y todo Israel se reunió, lo lloraron y lo sepultaron en su casa en Ramá. David se levantó y descendió al desierto de Parán.
No se registra la fecha de la muerte de Samuel. Sólo se relaciona con el momento en que David se dirigió más al sur, al «desierto de Parán». Sin duda, David quiso asistir al funeral de Samuel, pero no le fue posible.
De niño, Samuel se había consagrado a Dios y se lo habían entregado a Elí como aprendiz. Cuando Elí murió, Samuel tendría probablemente unos 30 años, lo que lo calificaba como sacerdote con plena ordenación, reemplazando a los hijos corruptos de Elí. Doce años después, tendría quizás 42 años cuando ungió a Saúl como rey de Israel. Pasaron otros 18 años antes de que Saúl fuera completamente descalificado, y David fue ungido a la edad de ocho años. Eso significaría que Samuel tendría unos 60 años.
Diez años después, David llegó a trabajar para Saúl en Guibeá, y poco después tuvo que huir. Samuel probablemente tenía entre 70 y 75 años cuando murió en Ramá. Su muerte marcó el fin del período de los Jueces, ya que Samuel fue el último juez de Israel.
Nabal insulta a David
Parán suele identificarse con la amplia meseta y región desértica entre el desierto de Shur (hacia Egipto) y el desierto de Zin (hacia Edom). Estaba al sur de la frontera con Canaán y se extendía al este hasta el extremo norte del Golfo de Áqaba y la tierra de Madián, donde Moisés criaba las ovejas de Jetro. El Arabá también formaba parte de Parán.
Nabal y Abigail eran de la ciudad de Maón, en el Arabá (1º Samuel 23: 24). Nabal era muy rico, con 3.000 ovejas y 1.000 cabras (1º Samuel 25: 2). Sus pastores habían entrado en contacto con David y sus hombres mientras Saúl lo perseguía. David había tenido cuidado de no robar ninguna de las ovejas de Nabal, pero protegía su propiedad cuando era necesario. Por lo tanto, David tenía una buena relación con los pastores de Nabal. 1º Samuel 25: 21 dice:
21 David había dicho: «Seguramente en vano he guardado todo lo que este hombre tiene en el desierto, de modo que nada le faltó de todo lo que tenía…»
David oyó que los pastores de Nabal estaban esquilando ovejas en Carmel. Las ovejas se esquilaban en la primavera. Envió a diez hombres a pedirle a Nabal provisiones para sus 600 hombres. Pero Nabal respondió con insultos (1º Samuel 25: 10, 11).
10 Pero Nabal respondió a los siervos de David y dijo: «¿Quién es David? ¿Y quién es el hijo de Jesé? Hay muchos siervos hoy que se están separando de su amo. 11 ¿Debo entonces tomar mi pan, mi agua y la carne que he sacrificado para mis esquiladores y dársela a hombres cuyo origen desconozco?»
Ciertamente, Nabal sabía quién era David, pero se negó a reconocer su existencia. Los ricos a menudo no respetan ni reconocen a los pobres y sin estatus social. Su nombre significa "tonto", pero es probable que así lo llamaran otros. Es dudoso que su madre o su padre le pusieran ese nombre al nacer, pero su verdadero nombre se había olvidado hacía mucho tiempo. Por lo tanto, las Escrituras sólo lo reconocen como un necio.
Es interesante notar que Dios trató a Nabal tal como Nabal había tratado a David. Nabal no quiso reconocer a David, por lo que Dios se negó a reconocerlo por su nombre.
En 1º Samuel 25: 3 se describe a Nabal como “duro y malvado en sus tratos”. Sin embargo, los pastores de Nabal estaban muy agradecidos con David, y dijeron en 1º Samuel 25: 16:
16 “Ellos fueron un muro [de protección] para nosotros tanto de noche como de día, todo el tiempo que estuvimos con ellos apacentando las ovejas”.
Abigail
Después de que los hombres de David denunciaran los insultos de Nabal, David se alzó en armas con la intención de matar a Nabal. Sin embargo, Abigail, la esposa de Nabal, se enteró e intervino. 1º Samuel 25: 18, 19 dice:
18 Entonces Abigail se apresuró a tomar doscientos panes, dos jarras de vino, cinco ovejas ya preparadas, cinco medidas de grano tostado [es decir, cebada], cien racimos de pasas y doscientas tortas de higos, y lo cargó todo en asnos. 19 Les dijo a sus jóvenes: «Vayan delante de mí; aquí voy tras ustedes». Pero no se lo dijo a su esposo Nabal.
Cuando Abigail vio a David, intercedió por su esposo y le mostró respeto. Le recordó que le había perdonado la vida a Saúl a pesar de haber sido su enemigo. Vemos esto en 1º Samuel 25: 26, donde dice: «Puesto que el Señor te ha impedido derramar sangre y vengarte por tu propia mano». En el versículo 25, dice:
25 Por favor, no permitas que mi señor preste atención a este hombre indigno, Nabal, pues tal como es su nombre, así es él. Nabal es su nombre y la necedad está con él; pero yo, tu sierva, no vi a los jóvenes de mi señor que enviaste.
La respuesta de David a la súplica de Abigail está registrada en 1º Samuel 25: 32, 33 y 35.
32 Entonces David le dijo a Abigail: «Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que te envió hoy a mi encuentro, 33 y bendito sea tu discernimiento, y bendita seas tú, que me has impedido hoy vengarme por mi propia mano… 35 David recibió de su mano lo que ella le había traído y le dijo: «Sube a tu casa en paz. Mira, te he escuchado y te he concedido tu petición».
En Deuteronomio 32: 35, Dios dice: «Mía es la venganza y el castigo». Esto se cita en Romanos 12: 19: «Mía es la venganza; Yo pagaré, dice el Señor». Parece que en este caso David no consultó a Dios a través de Abiatar, quien poseía el Urim y Tumim. Si lo hubiera hecho, quizás Dios le habría recordado Deuteronomio 32: 35. Afortunadamente, la sabiduría de Abigail lo corrigió.
Juicio divino sobre Nabal
Luego leemos cómo terminó la historia en 1º Samuel 25: 36-38,
36 Entonces Abigail fue a ver a Nabal y vio que este celebraba un banquete en su casa, como un banquete real. Nabal estaba muy ebrio, y ella no le contó nada hasta el amanecer. 37 Pero por la mañana, cuando Nabal perdió el vino, su esposa le contó estas cosas, y su corazón se desanimó, quedándose como una piedra. 38 Unos diez días después, el Señor hirió a Nabal y murió.
Después de la muerte de Nabal, David le propuso matrimonio a Abigail, y ella aceptó. 1º Samuel 25: 42-44 dice:
42 Entonces Abigail se levantó rápidamente y montó en un asno, con sus cinco doncellas que la servían, y siguió a los mensajeros de David y se convirtió en su esposa. 43 David también había tomado a Ahinoam de Jezreel, y ambas se convirtieron en sus esposas. 44 Ahora bien, Saúl había dado a su hija Mical, la esposa de David, a Palti, hijo de Lais, que era de Galim.
Abigail significa «Mi padre es alegría». Ahinoam significa «Mi hermano es deleite». Ambas fueron una alegría y un deleite para David. Ahinoam dio a luz a Amnón (2º Samuel 3: 2); Abigail dio a luz a Quileab (2º Samuel 3: 3), que significa «como su padre». En 1º Crónicas 3: 1 se dice que su nombre es Daniel, «Dios es mi juez» (no confundir con el profeta Daniel).
Las esposas de David representan diferentes características de la Novia de Cristo.
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