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NÚMERO 421 AGOSTO 2023
Jefté
Jefté fue el noveno de 14 jueces antes de Samuel. Samuel mismo fue un profeta que hizo la transición de Israel de los jueces a los reyes. Nuevamente, Jefté fue el noveno juez, si tratamos a Débora y Barac como distintos y separados. Jueces 4: 4 dice que Débora “juzgaba a Israel en ese tiempo”, por lo que está claro que ella también era juez.
La importancia profética de Jefté se ve en el contexto de todos los jueces en esos años. La característica más inusual fue que “Jefté el galaadita era un valiente guerrero, pero era hijo de una ramera” (Jueces 11: 1). Por eso sus medio hermanos lo echaron de la casa, para que no tuviera herencia con los hijos legítimos. Esto sugiere que aprendió la fe de la manera más difícil, teniendo que superar las circunstancias de su nacimiento.
Jefté tuvo que pagar el precio del pecado de su padre con una ramera. Fue juzgado por lo que era, no por lo que había hecho. No obstante, Dios levantó a Jefté para liberar a Israel del cautiverio amonita de dieciocho años. Luego juzgó a Israel durante 6 años (Jueces 12: 7) y se menciona en Heb. 11: 32 entre los grandes hombres de fe.
Los 14 jueces registrados en las Escrituras son:
Catorce es el número bíblico de liberación, por lo que es apropiado que hubiera 14 jueces (libertadores).
Los primeros cinco jueces
El nombre de Otoniel (el primer juez) se deriva de othni, "fuerza, poder". Su nombre habla de la voz de Dios, a menudo representada por el poder del trueno y acompañada por un relámpago. El tipo de poder en este caso está determinado por el contexto de los siguientes cuatro jueces: Aod ("unidos"), Shamgar ("espada"), Barac ("relámpago") y Débora ("abeja, ordenada").
Ehud significa "unido", por lo que es el vínculo de conexión entre Otoniel y los siguientes jueces. Esencialmente, su papel nos muestra que la voz de Dios está “unida” con los hijos de Dios, como veremos.
Shamgar es el tercer juez. Es curioso que lo único que sabemos de él es que mató a 600 filisteos con un aguijón de bueyes (Jueces 3: 31) durante un tiempo en que era peligroso usar los caminos principales (Jueces 5: 6). Aunque su nombre significa "espada", no usó una espada física. Usó un aguijón para bueyes, que es literalmente el significado de la letra hebrea lamed.
Un aguijón para bueyes era una metáfora de la autoridad, porque se usaba para guiar y controlar a los bueyes. Jesús usó esta metáfora cuando se apareció al apóstol Pablo en el camino a Damasco. Cuando Pablo estaba dando su testimonio al rey Agripa, dijo en Hechos 26: 14,
14 Y cuando todos habíamos caído al suelo, oí una voz que me decía en el dialecto hebreo: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Duro te es dar coces contra el aguijón”
En otras palabras, Jesús dijo: “Te es difícil luchar contra mi voluntad y mi autoridad”.
Shamgar era un juez que actuaba bajo la autoridad de Jesucristo. Su nombre significa “espada”, por lo que podemos decir que su arma era la espada del Espíritu, operada por la autoridad espiritual del aguijón del buey. La palabra griega cosmos, “el orden del mundo”, tiene un valor numérico de 600. Los filisteos representan a aquellos que funcionan por medio del viejo hombre carnal a través de la mente carnal.
Por lo tanto, el mensaje es que Shamgar venció la mente carnal en el mundo por la Espada del Espíritu.
El siguiente es Barak ("relámpago"). En el Salmo 77: 17-18, leemos que el relámpago representa las flechas de Dios, mientras que el trueno es la voz de Dios. En el Salmo 127: 4, las flechas se asemejan a hijos. Por lo tanto, las flechas de Dios (los relámpagos) son los hijos de Dios.
A esto debemos agregar a Débora, cuyo nombre significa literalmente “abeja”, lo que implica ordenada. Sin embargo, proviene del hebreo dabar, "palabra", que muestra que uno debe tener la Palabra de Dios para poner cualquier cosa en el orden divino.
En este caso, Barac, que representa a los hijos de Dios, debe entrar en el orden divino uniéndose a Débora. Esto implica un equilibrio de los dones y llamamientos masculinos y femeninos, llevándonos de regreso al principio del matrimonio de ser “una sola carne” ( Gén. 2:24 ). Dios separó a la mujer del hombre y luego los volvió a unir con una unidad legal, estando de acuerdo y teniendo la misma meta y propósito al manifestar al verdadero Hombre original de Génesis 1.
Cuando Barac estaba en unidad con Débora, la combinación trajo la victoria al cumplir el propósito divino para Adán y Eva. Es solo por esa unidad que se puede vencer el gran cautiverio provocado por la caída. Así que el mensaje de Filiación debe incluir a la Compañía de Débora. Ni el hombre ni la mujer, por sí mismos pueden dar a luz a los hijos de Dios. Tanto el hombre como la mujer juegan un papel en el orden divino.
Juntando los nombres de los primeros cinco jueces, se alude a la voz de Dios, unida por la espada del Espíritu y la autoridad de Cristo, con sus hijos en orden divino.
Jueces sexto a octavo
Gedeón, el sexto juez, se refiere a un guerrero que “derriba” al enemigo, como árboles que caen ante un hacha poderosa. La manera en que estos “árboles” son talados se ve en los siguientes jueces.
Abatir al enemigo se logra sólo a través de la sangre de Cristo, representada en Tola, el 7º juez, cuyo nombre hace referencia al gusano (coccus ilicis) que hace teñir de escarlata. Este gusano se menciona en la profecía de Cristo en la cruz en el Salmo 22: 6, “ Yo soy un gusano y no un hombre”. La imagen de la palabra se refiere al Cristo crucificado, ensangrentado y que se parece más a un coccus ilicis que a un hombre.
El escarlata a menudo se representa en la Ley cuando señala al Cristo crucificado (por ejemplo, véase Levítico 14: 6).
Después de Tola viene Jair, “él ilumina”, refiriéndose al resultado de la cruz. Cuando “vemos la luz”, tenemos fe en Cristo. Primero somos iluminados por la Luz de la Palabra, y finalmente, seremos transfigurados como lo fue Cristo, “siendo transformados de gloria en gloria en la misma imagen” (2ª Cor. 3: 18).
¿Qué abre Jefté?
Jefté es el noveno juez. Su nombre significa “él abre”. Su nombre, por sí solo, no nos dice qué está abriendo, ni siquiera cómo o por qué. Estas cosas se revelan en el contexto de los próximos jueces y por la apertura de los cielos al final de la Edad en Apocalipsis 15: 5, que se explicará en breve.
Lo que se abre es “espléndido” (Ibzan) y “poderoso” (Elon). También requiere una transformación de Abdon ("servil") a Bedan ("en juzgar"). Eran dos nombres para el mismo juez. Jueces 12: 13 lo llama Abdón; pero años más tarde, Samuel lo llama Bedán (1º Sam. 12: 11), diciendo: “Entonces el Señor envió a Jerobaal (es decir, Gedeón, Jueces 7: 1), a Bedán, a Jefté y a Samuel”.
Abdon y Bedán eran la misma persona. Presuntamente, cuando se convirtió en juez, su nombre fue cambiado a Bedán. Debido a que los nombres representan la naturaleza o el llamado de uno, esto parece apuntar a la transformación de la naturaleza de uno que tiene lugar cuando uno se transfigura a la imagen completa de Cristo.
Los jueces también son llamados “libertadores” (Abdías 21) o “salvadores” (KJV). Si bien son tipos de Cristo, también son líderes en el Cuerpo de Cristo a quienes Dios levanta para hacer su obra de liberación.
Sansón y Samuel
El nombre de Sansón significa “como el sol”, derivado de shemesh, “el sol”. Por lo tanto, leemos de la transfiguración de Cristo en Mat. 17: 2,
2 Y se transfiguró delante de ellos; y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz.
Esto también está directamente relacionado con Ibzán, “espléndido”, pues su nombre significa literalmente “estaño, blancura”. Su nombre profetiza la transfiguración cuando se abran los cielos, y de esta forma, Ibzán se vincula a Sansón, “como el sol”.
Samuel es el juez final (1º Sam. 7: 15). Él fue el juez profético que está asociado con el Arca del Pacto. Como sacerdote, nazareo y juez, fue entregado al Señor a una edad temprana, y ministraba en el santuario de Silo en medio de la corrupta familia sacerdotal de Elí. Fue en su tiempo que el Arca fue capturada por los filisteos y devuelta después de siete meses (Jueces 6: 1).
Cuando se devolvió el Arca, la gente de Bet-semes dejó de cosechar su trigo (1º Sam. 6: 13) para llevar el Arca a su ciudad. Ellos tomaron la desafortunada decisión de revisar el contenido del Arca para ver si las tablas de la Ley y la ourna de maná todavía estaban en ella. Dios los “hirió derribando a algunos de los varones de Beh-semes, porque habían mirado dentro del arca del Señor” (1º Sam. 6: 19).
No todos están calificados para mirar dentro del Arca. En el tiempo de David, Uza murió cuando tocó el Arca (2º Sam. 6: 6-7). Los hombres de Bet-semes representaban la fiesta de Pentecostés, pues eran segadores de trigo. La unción de Pentecostés por sí sola no califica a nadie para abrir el Arca o entrar en contacto con ella. Se requiere la mayor unción de los Vencedores que está por venir, como veremos en breve. De hecho, los hombres de Bet-semes (“Casa del Sol”) también se identifican con Sansón, cuyo nombre se deriva de shemesh, “el sol”. Sansón también fue un tipo de Pentecostés en el sentido de que tenía una gran fuerza y también una gran debilidad.
Sansón quemó el trigo de los filisteos, lo que profetizó del bautismo de fuego que vendría sobre los creyentes pentecostales; sin embargo, no pudo librar a Israel y murió en la casa religiosa (templo) de los filisteos. Asimismo, los hombres de Bet-semes también murieron durante el tiempo de la cosecha del trigo.
Se necesitó un juez más grande que Sansón para liberar a Israel, uno que llevó una mayor unción de la Fiesta de Tabernáculos.
No mucho tiempo después, Samuel dirigió al pueblo en la batalla para romper el cautiverio filisteo (Jueces 7: 13). En el contexto, podemos decir con el profeta que “el yugo será destruido a causa de la unción” (Isaías 10: 27). Es el Arca que se abre para manifestar la gloria de Dios.
¿Quién abre el arca?
Aquí llegamos a una pregunta interesante. El nombre de Jefté significa “él abre”, y la secuencia de jueces que termina con Samuel nos muestra que es el Arca la que se abre a través del ministerio de Samuel, “su nombre es Dios”, o simplemente “el nombre de Dios”.
El nombre de Samuel es una combinación de Shem y El. Sem significa "nombre", que significa alguien que es famoso, alguien cuyo nombre es prominente y bien conocido. A menudo decimos hoy que alguien se ha hecho un nombre.
El nombre de Samuel implica que su vida testificó que el profeta promovía el nombre/la naturaleza de Dios dondequiera que iba y en todo lo que hacía. Cuando su Nombre sea levantado y glorificado, toda rodilla se doblará; toda lengua “jurará lealtad” a Cristo (Isaías 45: 23).
Apocalipsis 14 habla de los Vencedores (144.000), después de lo cual vemos a “los que habían vencido a la bestia” (Ap. 15: 2) cantando el Cantar de Moisés. La letra de la Canción dice así:
“Grandes y maravillosas son tus obras, oh Señor Dios Todopoderoso; ¡Justos y verdaderos son tus caminos, Rey de las naciones! ¿Quién no temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? Porque sólo Tú eres santo; porque vendrán todas las naciones y adorarán delante de Ti, porque tus justicias han sido reveladas”. (Ap. 15: 3-4).
La glorificación de su Nombre está representada en el nombre del mismo Samuel. Luego leemos en el siguiente versículo (Ap. 15: 5),
5 Después de estas cosas miré, y fue abierto el templo del tabernáculo del testimonio en el cielo.
Esto representa la apertura de todo el “templo” en el Cielo, no solo del Arca misma, aunque debe decirse que el Arca realmente representaba el templo en la historia de Bet-semes. Se podría decir que el Arca era como una ventana del Cielo, a través de la cual se manifestaba la gloria de Dios.
Cuando Samuel sucedió a Sansón como juez (1º Sam. 7: 15), su llamado fue liberar al pueblo. Triunfó donde Sansón había fallado. Samuel reunió al ejército de Israel en Mizpa, donde llamó al pueblo a arrepentirse con ayuno y oración ( 1 Sam. 7:6 ). Luego ofreció un holocausto al Señor, y el ejército filisteo se reunió para pelear contra Israel. 1º Sam. 7: 10, 13 dice,
10 … Pero el Señor tronó con gran estruendo en ese día contra los filisteos, y los derribó hasta más abajo de Bet-car… 13 Así que los filisteos fueron sometidos y no entraron más dentro de la frontera de Israel.
Este “gran trueno” significa la voz de Dios, como ya hemos visto. Sin duda, esto también está relacionado con los "siete truenos" en Ap. 10: 3-4. Estos truenos fueron siete palabras reveladoras que fueron selladas en el tiempo de Juan, en espera de su plena revelación en un tiempo posterior cuando debían cumplirse.
Creo que la historia de la liberación de Samuel es profética del día en que los cielos se abrirán y el Espíritu de Dios se derramará sobre la Tierra para liberar a las naciones de su cautiverio a los filisteos (ahora llamados babilonios). Esto se hará a través del ministerio de los Vencedores después de que la Edad Pentecostal (“Sansón”) haya terminado. Pentecostés tuvo muchos avivamientos, pero todos fallaron en inculcar la justicia.
El mensaje de los jueces
Si juntamos todo esto, obtenemos un resumen del mensaje profético de los jueces:
“La voz de Dios, unida por autoridad divina con los hijos de Dios, y cuando puesta en el orden divino por la Palabra de Dios, hará caer al enemigo por el poder de la sangre de Cristo. Los iluminados abrirán los cielos y se transfigurarán espléndidamente, haciéndose poderosos en el juicio, porque serán como el sol, manifestando el nombre de Dios”.
El Mensaje de los Siete Truenos
Debido a que los siete truenos son apropiados para el fin de la Edad, estos también deben estar relacionados con el mensaje de la Filiación. Esta es la enseñanza de la Primogenitura y la Manifestación de los Hijos de Dios, que es el propósito principal de la Segunda Venida de Cristo como José. Mi revelación personal puede ser de interés para otros, así que la incluyo aquí.
Como me lo revelan las Escrituras específicas que me ha dado el Espíritu, estos son los siete truenos, junto con mi explicación.
1. El Camino al Lugar Santísimo. Este es el decreto para comenzar a quebrantar el poder del sistema corrupto de la Iglesia, porque el camino al Lugar Santísimo se demoró mientras ese sistema prevaleció (Hebreos 9: 8).
2. La Imagen de la Bestia. Los gobiernos religiosos, políticos y económicos del hombre, basados en la imagen mortal de Adán, están siendo juzgados para liberar al pueblo.
3. Los Hijos Manifestados. Esta es la venida de Cristo en sus santos (2ª Tes. 1: 10), quienes, como Moisés, bajan del monte con las nuevas tablas de la Ley escritas en el corazón.
4. Transfiguración. Como Jesús en Mat. 17: 2, los Hijos de Dios albergarán Su gloria en cuerpos inmortales. Este es el propósito de la Fiesta de los Tabernáculos.
5. Autoridad de los Hijos. Dios me dio específicamente Juan 14: 14, “Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré”.
6. La Ley enseñada a todas las naciones. Miqueas 4: 1-4. Los Hijos de Dios Vencedores son los administradores del Reino en la Tierra, los maestros e intérpretes finales de la Ley por la mente de Dios. Deut. 33: 2-3 dice: “De su diestra salía una ley de fuego” y “todos sus santos están en tu mano”. La Ley es el Lago de Fuego y también representa su carácter (Deut. 4: 24). El fuego está en la mano de Dios, y sus santos también están en su mano. Es decir, manifestarán su carácter y en realidad administrarán los juicios correctivos de Dios, llamados “el lago de fuego”.
7. División: separar a los desobedientes de los obedientes. Estos están siendo divididos incluso ahora, pero esta división culminará en la Edad final en el Gran Trono Blanco en Apocalipsis 20. La Nueva Jerusalén se manifestará plenamente, pero todavía hay muchos que deben someterse a Cristo (Ap. 22: 11).
De ahí, una división entre los verdaderos creyentes y los desobedientes hasta el Jubileo de la Creación, cuando todos los hombres sean liberados al final de los tiempos.
Como dije, generalmente no hay forma de probar la revelación divina antes de su cumplimiento, excepto por evidencia circunstancial que generalmente es de naturaleza subjetiva. Por esta razón, normalmente no comparto tales cosas, prefiriendo enseñar directamente de las Escrituras. Pero como Juan mismo no pudo registrar ninguno de los siete truenos, no había forma de saberlo excepto por revelación divina en los últimos días. Y por eso les pido a nuestros lectores que tengan paciencia conmigo en este asunto.
(Para un comentario más completo sobre los Siete Truenos, vea el capítulo 3, Libro 4, El Apocalipsis).
El papel profético de Jefté
El nombre de Jefté significa “él abre”. Por lo tanto, su papel en el mensaje de los jueces es representar la apertura de los Cielos y el Arca misma. Sin embargo, la historia completa muestra tanto el fracaso como el éxito al abrir los Cielos y el Arca.
Los hombres de Bet-semes murieron cuando abrieron el Arca en el momento de Pentecostés. Sansón también fracasó en liberar a Israel por el poder de la Pascua y Pentecostés. El éxito finalmente se logró a través de Samuel, el profeta y juez con su Nombre escrito, por así decirlo, en su frente. Como tal, Samuel representa a los mencionados en Apocalipsis 22: 4,
4 Verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes.
Este patrón profético manifestado en los jueces de Israel muestra las dificultades en la historia del Reino por medio de las cuales se logra la meta final de Dios. Los jueces eran todos hombres de fe y poderosos a su manera, pero solo el juez 14º pudo prevalecer. Catorce es el número bíblico de liberación y liberación.
Creo que los que estamos vivos hoy somos parte de la Compañía de Vencedores que representó Samuel en su día. Vivimos en el tiempo del derramamiento final del Espíritu que liberará a la Tierra de su cautiverio babilónico. El Árbol de la Vida volverá a ser accesible, y su fruto será “para la sanidad de las naciones” (Ap. 22: 2).
Los Vencedores de esta generación son, en este sentido, el Cuerpo de Samuel, con el nombre de Dios escrito en la frente. En otras palabras, la naturaleza y el carácter de Dios estarán escritos en sus mentes, cumpliendo el Nuevo Pacto.
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