22-12-2020
Isaías nos dice que no había un hombre justo en la Tierra que estuviera calificado para interceder por el pueblo, por lo que Él mismo intervino para hacer lo que los hombres no podían hacer. Isaías 59: 16 dice:
16 Y vio que no había nadie, y se asombró de que no hubiera nadie que intercediera; entonces Su propio brazo le trajo salvación [yasha, “salvar”] y Su justicia lo sostuvo.
El profeta usó la palabra yasha, "salvar", que es la palabra raíz tanto de Isaías (Isayahju) como de Yahshua. Es una profecía de que Dios traería salvación a través de la obra de intercesión de Yahshua-Jesús. La implicación es que Él es el único en la Tierra que podía salvar, porque solo Él no tiene pecado.
El apóstol Pablo comenta sobre esto en Romanos 3, afirmando la revelación de Isaías de que “todos pecaron” (Romanos 3: 23) y son incapaces de salvarse a sí mismos. Por lo tanto, dice, en el siguiente versículo, somos "justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús".
La armadura de Cristo
Isaías 59: 17 continúa,
17 Se vistió de justicia como una coraza, y con el yelmo de salvación [Yahshua] en su cabeza; y se vistió con ropas de venganza [naqam] como vestimenta y se envolvió con celo [kina] como manto.
Esta es una lista parcial de la armadura espiritual que Jesucristo se puso para hacer su obra redentora y judicial en la Tierra. Él mismo es el “yelmo”, por supuesto, porque es el "yelmo de Yahshua". La “coraza” significa "justicia" (tsedeqah, "justicia, rectitud, que establece los derechos legales de todo hombre"). La Ley refleja el carácter de Cristo, que es la norma divina para todo el mundo. Cuando juzga al mundo, es para restaurar el orden legítimo para juzgar toda violación de los derechos, que la Ley de Dios aseguró a todos los hombres por igual.
Todo, excepto las "vestiduras de venganza", están disponibles para el Cuerpo de Cristo porque, como señala el apóstol Pablo en Romanos 12: 19,
19 Amados, nunca toméis venganza, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque está escrito [en Deuteronomio 32: 35], “Mía es la venganza, yo pagaré”, dice Yahweh.
Jesucristo, siendo personalmente sin pecado y conociendo toda la verdad detrás de los motivos y acciones de cada hombre, puede ejecutar la venganza (naqam) con perfecta justicia y sin prejuicios.
El “manto de celo” (kina) se manifestó en Cristo cuando limpió el templo por primera vez en la primera parte de su ministerio. Juan 2: 17 dice:
17 Sus discípulos recordaron que estaba escrito [en el Salmo 69: 9]: "El celo por tu casa me consumirá".
La palabra hebrea para "celo" en el Salmo 69: 9 es kina, que está estrechamente relacionada con Caná y cananeo (hebreo: kena'aniy). Jesús limpió el templo poco después de su primer milagro en las bodas de Caná de Galilea. Expulsó a los cambistas, que habían convertido la Casa de Dios en una casa de mercancías. La palabra hebrea para cananeo significa comerciante. (Véase Job 41: 6, donde kena'aniy se traduce como "mercaderes").
Por lo tanto, el celo de Cristo (kina) lo motivó a expulsar a los cananeos (comerciantes) del templo. Era celoso, no de una manera carnal (como se ve entre el partido político conocido como los Zelotes), sino que fue celoso en defender los derechos de Dios de una manera legítima. Los hombres deben tener mucho cuidado con sus actos de fanatismo, porque es tan fácil abusar del celo como de la venganza.
El cinturón de la verdad
A la armadura superior debemos agregar el cinturón de la verdad de Isaías 11: 5,
5 También la justicia será el cinturón de sus lomos, y la fidelidad [emuná] ceñidor de su cintura.
La palabra hebrea para verdad es emeth, que proviene de la palabra raíz aman, "creer en la verdad, tener fe, ser fiel". Isaías dice que la "fidelidad" (emuna) es "el cinturón alrededor de Su cintura". No se puede separar la verdad de la fe o la fidelidad, porque se derivan de la misma palabra hebrea. Tener fe es creer la verdad [Traductor: que es la fe como don, sostener la fe en el tiempo es la fidelidad, que es la fe como fruto]. Si uno cree una mentira, no es fe verdadera, no importa cuán fuerte sea la creencia.
He escuchado a cristianos decir que no quieren aprender "doctrina", sino que prefieren la simple "fe". He descubierto que esto generalmente significa que no quieren aprender la verdad, a la que equiparan con el conocimiento mental que consideran carnal. Ciertamente, hay mucho conocimiento mental que carece de verdad bíblica, pero el conocimiento de Dios es conocimiento espiritual, que no emana del alma sino del espíritu. Desafortunadamente, la mayoría de los que dejan de lado la verdad en favor de la fe tienden a separar la verdad de la fe, y el resultado es que su fe ya no se basa en la verdad.
Los que desprecian la verdad no se han puesto el cinturón de la verdad. La falta de esta pieza de armadura espiritual los hace susceptibles a las mentiras de sus amigos, de sus maestros, del gobierno y de líderes religiosos sin Ley.
La armadura completa de Dios
Pablo se basó en Isaías cuando dio una lista más completa de la armadura espiritual en Efesios 6: 13-17,
13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo hecho todo, mantenerse firmes. 14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, 15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz; 16 además de todo, tomad el escudo de la fe con el que podáis apagar todos los dardos encendidos del maligno. 17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
Es de notar que el Apóstol no les dice a los creyentes que se vistan con el manto de la venganza, que solo se le da a Cristo mismo. Él habla de ceñir "vuestros lomos con la verdad", que es el cinturón de la verdad de Isaías 11: 5. Habla de la "coraza de justicia" y del "casco de la salvación" de Isaías 59: 17. En 1ª Tesalonicenses 5: 8-9, Pablo amplía esto, diciendo:
8 Pero como somos del día, seamos sobrios, vistiendo la coraza de la fe y el amor, y como yelmo, la esperanza de salvación, 9 porque Dios no nos ha destinado para la ira, sino para alcanzar la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Por lo tanto, la coraza de "justicia" se define en términos de "fe y amor". Es “la justicia que viene de Dios sobre la base de la fe” (Filipenses 3: 9), a diferencia de las propias obras. En otras palabras, es la fe del Nuevo Pacto. En segundo lugar, la justicia se define en términos de "amor", que gobierna todas las cosas y es la norma justa del Dios de amor.
No se dice que el "yelmo" que se nos ha dado no es la "salvación" en sí, sino "la esperanza de la salvación". Cuando nos ponemos el yelmo de Yahshua (“salvación”), hacemos de Cristo nuestra Cabeza, y se nos da la esperanza, o mejor, la expectativa de salvación o liberación. En otras palabras, podemos esperar “la redención de nuestro cuerpo, porque en esperanza hemos sido salvos” (Romanos 8: 23-24).
Pablo dice que tenemos motivos para tener esta "esperanza de salvación", porque "Dios no nos ha destinado para ira". Nuestra esperanza es la salvación, no la ira. Por lo tanto, nuestra perspectiva de la vida es tal que podemos tener confianza en el futuro y vivir sin miedo.
Calzado de calidad
También debemos usar calzado adecuado si queremos ponernos toda la armadura de Dios. Pablo los equipara con la idea de shalom, "paz, reconciliación". Como embajadores de Cristo, nuestros pies han sido calzados con la Palabra de reconciliación. Somos mensajeros de paz que son enviados a anunciar las buenas nuevas de “que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo” (2ª Corintios 5: 19). El amor de Dios fue tal que reconcilió a los hombres cuando aún eran enemigos (Romanos 5: 10). Somos embajadores de las buenas nuevas, llamados a decirle a la gente cómo Dios tomó la iniciativa de reconciliarlos aun cuando creían que Dios era su enemigo.
Isaías 59 nos dice que no hay hombres justos en la Tierra, y por eso Dios tomó la iniciativa y envió a Yahshua a interceder por el mundo y salvarlo. Hizo esto para cumplir sus votos del Nuevo Pacto de salvar al mundo a través de Cristo. Cuando entendemos el significado de esto, nos hemos puesto el calzado de la preparación del evangelio de la paz y la reconciliación. Pero sin no entendemos la Reconciliación de Todas las Cosas, debemos cuestionar la calidad de los zapatos.
El escudo y la espada
Pablo habla del "escudo de la fe" como una parte defensiva de la armadura. Está diseñado para “extinguir todos los dardos de fuego del maligno”. Si la fe de uno es débil, el escudo de uno es débil. Es fácil, entonces, que las acusaciones del enemigo nos golpeen en el corazón. Debemos saber sin ninguna duda que somos hijos de Dios y que la justicia de Dios nos ha sido imputada, o de lo contrario nuestras faltas nos turbarán y harán que dudemos de nuestra posición en Cristo.
Pablo vincula el “escudo de la fe” a la “espada del Espíritu”. El escudo es defensivo; la espada es un arma ofensiva. Si nuestro escudo es débil, seremos obstaculizados para blandir la espada, que es la Palabra de Dios. Hay muchos que tratan de participar en la guerra espiritual sin mucho conocimiento de la Palabra de Dios. Es mi deseo que la espada de cada hombre sea larga y eficaz en la batalla. Necesitamos una armadura defensiva para evitar ser heridos por las flechas de fuego (o dardos) de aquellos que están listos para acusarnos de pecado e imperfección. Por lo tanto, es vital que sepamos cómo lidiar con el pecado personal de una manera lícita y bíblica. Pero no conquistaremos terreno a menos que pasemos a la ofensiva, usando la espada del Espíritu.
El objetivo final del Nuevo Pacto, de acuerdo con Hebreos 8: 10-11 es escribir la Ley en nuestro corazón, transformar nuestra naturaleza a la imagen de Cristo y llevar a los creyentes a la madurez espiritual, donde ya no tendrán necesidad de la enseñanza. Entonces "todos Me conocerán, desde el menor hasta el mayor".
https://godskingdom.org/blog/2020/12/isaiah-prophet-of-salvation-book-9-part-4
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