5 de abril de 2021
Nota:
Este artículo estaba en borrador desde el año 2016. No lo publiqué en su tiempo por parecerme duro y por no afectar negativamente a ciertas personas que, por su inmadurez y/o especial susceptibilidad, pudieran sentirse personalmente aludidas. Creo que después de 4 años todos hemos crecido lo suficiente como para ya no darnos por ofendidos.
Además, quizás pueda ser una palabra oportuna para aquellos que, llevando mucho tiempo en el fuego de diversas pruebas, estén a punto de tirar la toalla o entrar en amargura o rebelión contra Aquel, que siendo el sumo Amor, permite tales pruebas en sus vidas, con los mejores propósitos de bendición y prosperidad para sus almas.
JOSÉ
Job 38: 4; 40: 2, 7-8
4 ¿Dónde estabas tú cuando Yo fundaba la tierra?
Házmelo saber, si tienes inteligencia.
2 ¿Contenderá
el discutidor con el Omnipotente?
El que disputa con Dios,
responda a esto.
7 Cíñete ahora, como un luchador, tus lomos;
Yo te preguntaré, y tú me responderás.
8 ¿Invalidarás tú también mi juicio?
¿Me condenarás a Mí, para justificarte tú?
Dices que quieres cruzar el Jordán, que aspiras a ser un Vencedor; hablas de la pronta venida de nuestro Señor y de reinar con Él.
Está bien. ¡Estupendo!
Pero entonces, ¿cómo es posible que una nimiedad te sumerja en el pozo de la desesperación, en el lodo cenagoso de la auto-conmiseración, en la vorágine de la depresión más tenebrosa? ¿Cómo, perdiendo toda compostura espiritual por nimiedades, abres tu mente de par en par a todo tipo de deyecciones diabólicas y demoníacas, llegando a verter invectivas de veneno infernal por tu boca, sin ningún tipo de continencia?
Piensa lo que estás pensando… y diciendo…
2ª Corintios 10: 5
… derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,
Te diré lo que te ocurre. En lo más profundo de ti tu ego rabia con rebelión, porque el Creador no te consulta sobre cómo gobernar el Universo, ni siquiera por las circunstancias que Él ha elegido para ti y crees que tú lo harías mejor que Él.
¿Deberá pedirte el Hacedor permiso a ti para decidir cosas como dónde has de vivir?
Tu problema no está en las circunstancias o personas que te rodean sino en tu interior. ¡Tú, y sólo tú, eres el problema! Sí, el problema está en tu interior y mientras no reconozcas eso, no existirán ningunas circunstancias que te puedan satisfacer. Nunca hallarás contentamiento porque el problema, que eres tú, va contigo donde quiera que tú vayas.
Creo que lo empiezas a captar. Tu gigantesco ego es el busilis de la cuestión. Hasta que no se vaya y todos tus pensamientos ya no tengan que pasar por el lúgubre prisma de tu mente carnal, nunca tendrás paz ni gozo ni amor.
Ese enfoque continuo en ti, ese ensimismamiento, produce ciertos resultados:
Romanos 8: 5
Porque los que son de la carne piensan [se enfocan] en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.
Gálatas 6: 8
Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
Estás cosechando la corrupción de sembrar para tu carne y lo corrupto apesta, tanto para ti como para los que te rodean.
¿La solución?
Isaías 45: 22
Mirad a Mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque Yo soy Dios, y no hay más.
Debes, pues, quitar tus ojos de ti y de tus circunstancias y ponerlos en Dios. ¡Enfócate en Dios! “¡No hay más!” Nada interesa sino Dios. Sólo desde allí tendrás una perspectiva correcta de las cosas y de las prioridades de la vida. ¿Qué es más importante para ti? ¿Tus relaciones con Dios, su venida, gobernar con Él en el Milenio…, o tu “quítame allá esta pajita”?
¿Cómo es posible que cualquier menudencia que te hayan dicho o hecho te descoloque tanto? ¿El lugar en que vives o los objetos de decoración que te rodean, o una opinión contraria, o cualquier otra nimiedad, te desequilibra y te hace perder el tino y la compostura? ¿De verdad estás en serio cuando dices que amas a Dios y quieres servirle, o estás bromeando?
Deja, pues, de jugar a ser Dios, que carga pesada te es. Abandona el trono y déjalo vacante para Aquel a quien pertenece. Sométete a Dios y Él te exaltará a SU tiempo. No contiendas más con el Hacedor y recuerda que tu actitud para con los más íntimos que te rodean es tu actitud hacia Cristo.
“Sea, pues, suya la justicia y tuya la confusión de rostro” (Dan. 9: 7-8). Deja de justificarte a ti mismo y justifica a Dios. “¡Sea Dios veraz y todo hombre mentiroso!” (Rom. 3: 4). Él es recto, sabio y amoroso en todos sus caminos.
Deja de perder tu precioso tiempo en lamentos de autocompasión y empléalo en la gratitud y la alabanza…
1ª Timoteo 6: 6-7
Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar.
Hebreos 13: 5
Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque Él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;
Reconoce, pues, que el problema eres tú y nos los demás ni tus circunstancias. Reconocer, PRESTAR ATENCIÓN, es el primer paso a la sanación.
1º Samuel 15: 22
… Ciertamente, el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.
No es tiempo de locuras. No le des cancha al diablo. ¿No ves que él está tratando de robarte las bendiciones que Dios te ha dado y las que aún te tiene aparejadas?
No eches todo por la borda. Sopesa las consecuencias que tu rebelión puede acarrear. No juegues más con fuego, porque 'tanto va el cántaro a la fuente que acaba por romperse'.
¿Lo estás pasando mal? Pues “muerde la bala” como en los westerns y confía. Cuando el pollo esté completamente rostizado se apagará el fuego. El fuego del holocausto en el altar se apaga cuando toda la carne ha sido consumida. Deja que el cincel de Dios acabe la talla de tu piedra preciosa sacando todo lo que no es de Él. Si te resistes puede que sea necesaria la camisa de fuerza, el electrochoque o aumentar la temperatura del horno… Pero si te sometes, verás su gloria. Aunque no entiendas, ni veas, ni sientas, adórale doblando tu cerviz. Recuerda que la obstinación es egolatría.
1º Samuel 15: 23
Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Yahweh, Él también te ha desechado para que no seas rey.
(“no ser rey”: Perderse la ocasión de ser un Vencedor)
1ª Pedro 5: 6
Humillaos, pues, bajo la poderosa mano [disciplinadora] de Dios, para que Él os exalte cuando fuere tiempo.
Sal. 37: 8
Deja la ira, y depón el enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo.
Lam. 3: 26-33
Bueno es esperar en silencio la salvación de Yahweh. 27 Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud. 28 Que se siente solo y calle, porque es Él quien se lo impuso. 29 Ponga su boca en el polvo, por si aún hay esperanza; 30 Dé la mejilla al que le hiere, y sea colmado de afrentas. 31 Porque Yahweh no desecha para siempre; 32 Si aflige, también se compadece según la multitud de sus misericordias; 33 Porque no humilla ni aflige por gusto a los hijos de los hombres.
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