Fecha de publicación: 03/10/2023
Tiempo estimado de lectura: 2 minutos
Autor: Dr. Stephen E. Jones
Los satanistas en las altas esferas están decididos a matar al 90 por ciento de la población de la Tierra. Bill Gates dijo hace años que se podría reducir la población mundial en un 15 por ciento mediante diversos medios, incluidas las vacunas. Pero con la llegada de nuevas tecnologías, parece que Bill Gates subestimó la tasa de éxito.
Ahora están trabajando en una tecnología que altera nuestros alimentos (vegetales) para “vacunar” a las personas que los comen. Esta no es una vacuna por definición legal. Se trata de tecnología que altera los genes, no sólo de las plantas transgénicas, sino también de las personas transgénicas. Como he dicho antes, las leyes establecen que los OGM pueden ser patentados y propiedad de sus desarrolladores. Este es el último intento babilónico de esclavizar al mundo convirtiendo a la humanidad en un experimento más con OGM.
Al corromper el suministro de alimentos, están intentando robar la propiedad de Dios que Él creó y convertirla en un medio de control. El próximo paso será prohibir las semillas y cultivos naturales, de modo que todo el mundo pueda comer sus OGM. Puedo garantizarles que el Reino de Dios prohibirá todos los OGM y librará a la Tierra de aquellos que financiaron su producción, a menos que se arrepientan sinceramente.
Si controlas el suministro de alimentos, puedes negarle a cualquiera el derecho a cultivar o comprar alimentos si te niegas a cumplir con sus mandatos. Esa es la esclavitud clásica.
El representante Thomas Massie (R-KY) hizo recientemente un descubrimiento sorprendente que debería preocupar a todos los ciudadanos estadounidenses: el gobierno estadounidense está financiando investigaciones sobre algo llamado “vacunas transgénicas comestibles”, que podrían haber salido directamente de una novela de ciencia ficción. Este alarmante problema está ocurriendo ante nuestros ojos y debe abordarse de inmediato.
En 2021, se informó que científicos de la Universidad de California en Riverside habían estado investigando esta tecnología para producir vacunas comestibles.
Según el comunicado de prensa publicado por la Universidad de California, el proyecto tiene como objetivo utilizar tecnología de ARNm, similar a la utilizada en las vacunas COVID-19, para convertir plantas comestibles en fábricas de vacunas.
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