Dr. Stephen Jones
23/12/2022
Hoy se nos dio una nueva revelación: “Golpea el suelo”. Es una referencia a 2º Reyes 13: 18,
18 Entonces él dijo: “Toma las flechas”, y él las tomó. Y dijo al rey de Israel: “Golpea la tierra”, y la golpeó tres veces y se detuvo.
Este evento tuvo lugar justo antes de que Eliseo muriera. (2º Reyes 13: 20). Joás, el rey de Israel, tomó las flechas y golpeó el suelo tres veces. Esto significaba que derrotaría a los sirios (arameos) tres veces y recuperaría las ciudades de Israel que los sirios habían tomado en años anteriores. Sin embargo, debería haber golpeado el suelo cinco o seis veces para darle a Israel la victoria total. Por lo tanto, la tarea quedó incompleta y tendría que completarse en un momento posterior.
Ese momento es ahora. Tenemos la intención de terminar lo que comenzó Joás. Esto ya no se aplica a la nación moderna de Siria (hasta donde sabemos). Siria fue un precursor profético de Asiria, que conquistó a Israel y los deportó, comenzando el largo cautiverio de Israel. Hoy, cuando nos acercamos al final de ese cautiverio, Ahora Asiria es Misterio Babilonia. La liberación se acerca rápidamente.
Dos reyes llamados Joás
La historia en 2º Reyes 13 puede ser bastante confusa, porque “Joás, hijo de Ocozías, rey de Judá” (2º Reyes 13: 1) gobernó al mismo tiempo que “Joás, rey de Israel” (2º Reyes 13: 14). En realidad, el israelita Joás (también conocido como Jeoás) llegó al trono en el año 37 del rey judaíta Joás. Así que sin duda el rey de Judá era mayor que el rey de Israel.
Quizás el rey de Israel a menudo se llamaba Jeoás para distinguirlo del rey de Judá. Sin embargo, el rey de Israel se llamaba Jeoás en 2º Reyes 13: 10, pero Joás en 2º Reyes 13: 12 y 14. Era hijo de Joacaz (2º Reyes 13: 9), mientras que el otro Joás, rey de Judá, era hijo de Ocozías (2º Reyes 13: 1).
La confusión se alivia un poco cuando 2º Reyes 13: 13 da cuenta de la muerte de ambos,
13 Y durmió Joás con sus padres [en Jerusalén], y Jeroboam se sentó en su trono; y Joás fue sepultado en Samaria con los reyes de Israel.
Por supuesto, no murieron en el mismo año, pero las Escrituras distinguen sus lugares de entierro, así como a sus sucesores. Joás de Judá fue sucedido por su hijo Amasías. Después de reinar sobre Israel durante dieciséis años, Joás de Israel murió y fue sucedido por su hijo Jeroboam II (2º Reyes 14: 16), quien recibió su nombre del primer rey de Israel (Jeroboam) que había colocado los becerros de oro en Betel y Dan (1º Reyes 12: 26, 28-29).
Joás, rey de Judá, reinó 39 años y murió en el segundo año de Joás, rey de Israel (2º Reyes 14: 1).
La muerte de Eliseo
Eliseo tuvo un ministerio muy largo, comenzando en el reinado del rey Acab de Israel (1º Reyes 19: 19). Murió durante el reinado de Joás (Jeoás) de Israel. Ministró durante unos 50 años durante los reinados de Acab, Ocozías, Joram, Jehú, Joacaz y Joás/Jeoás.
Eliseo debe haber tenido una relación cercana con Joás de Israel, porque leemos en 2º Reyes 13: 14,
14 Cuando Eliseo enfermó de la enfermedad de la que iba a morir, Joás, rey de Israel, descendió a él y lloró por él y dijo: “¡Padre mío, padre mío, los carros de Israel y su caballería!”
Esta es una declaración desconcertante, en primer lugar porque Joás no fue un rey justo. El relato bíblico de su reinado dice en 2º Reyes 13: 11,
11 Hizo lo malo ante los ojos del Señor; no se apartó de todos los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, con los cuales hizo pecar a Israel, sino que anduvo en ellos.
En otras palabras, Joás no quitó los becerros de oro, construidos por Jeroboam I, sino que “anduvo en ellos”. Es decir, continuó confirmando a los becerros de oro como los dioses oficiales de Israel. Sin embargo, "lloró por él", cuando Eliseo se estaba muriendo.
En segundo lugar, ¿por qué Joás dijo: “¡Padre mío, padre mío, los carros de Israel y su caballería!”? De todas las palabras que las Escrituras registrarían acerca de su última conversación, ¿por qué sería esto lo más importante para decirnos? Parece que Joás creía que Eliseo sería llevado al Cielo de la misma manera que su predecesor Elías fue llevado al Cielo en 2º Reyes 2: 11-12,
11 Mientras iban y hablaban, he aquí, apareció un carro de fuego y caballos de fuego que los separó a los dos. Y Elías subió al cielo en un torbellino. 12 Eliseo lo vio y gritó: “ ¡Padre mío, padre mío, los carros de Israel y su caballería!” Y no vio más a Elías...
¿Tuvo Joás la misma visión que tuvo Eliseo cuando Elías ascendió al cielo? Eso parece poco probable, pero las Escrituras no nos lo dicen. Simplemente, parece extraño que la declaración de Eliseo, cuando vio la ascensión de Elías, se repita en el momento de su muerte. Sabemos que Eliseo fue sepultado en un sepulcro (2º Reyes 13: 20-21), porque después, cuando un muerto entró en contacto con sus huesos, volvió a la vida. Este fue el milagro número 16 de Eliseo, y se hizo después de su muerte.
Las flechas
Cuando Joás vino a llorar por Eliseo y a hacer referencia a la ascensión de Elías, leemos en 2º Reyes 13: 15-17,
15 Eliseo le dijo: “Toma un arco y flechas”. Así que tomó un arco y flechas. 16 Luego dijo al rey de Israel: “Pon tu mano en el arco”. Y él puso su mano sobre él, entonces Eliseo puso sus manos sobre las manos del rey. 17 Dijo: “Abre la ventana que da al oriente”, y la abrió. Entonces Eliseo dijo: “¡Dispara!”. Y disparó. Y él dijo: "La flecha de la victoria del Señor, sí, la flecha de la victoria sobre Aram; porque derrotarás a los arameos en Afec hasta que los hayas destruido".
Aquí vemos cómo Dios usó incluso a un rey impío como representante de Eliseo. El rey disparó “la flecha de la victoria” en representación del propio profeta. Por eso el profeta “puso sus manos sobre las manos del rey”. El rey hizo el trabajo, pero se le atribuyó a Eliseo, que estaba demasiado débil para disparar la flecha por sí mismo.
Dios parece no tener problemas para trabajar con personas impías. A menudo pensamos que Dios nunca trabajaría con personas injustas, ni siquiera hablaría a través de ellas, pero en las Escrituras (y en mi propia observación personal a lo largo de los años) he visto cómo Dios no se ve obstaculizado por las obras o el carácter de los impíos. Tampoco necesita creyentes para llevar a cabo su plan. Trabaja con todos con facilidad y sin dudarlo.
No obstante, la obra realizada físicamente por Joás fue en realidad una obra de “victoria” por parte de Eliseo. En otras palabras, Eliseo fue victorioso al final de su vida, un Vencedor, por así decirlo. La flecha física representaba flechas espirituales. Las flechas físicas son hijos físicos (Salmo 127: 4). Las flechas de Dios son los Hijos de Dios, representados como relámpagos. Cuando cae un rayo, crea un trueno, que representa la voz (palabra) de Dios que viene a través de sus hijos (Job 40: 9).
Golpeando la Tierra
La revelación de hoy de “golpear la tierra” es una señal obvia de Eliseo. Sin embargo, difícilmente puede estar cerca del final del ministerio de Eliseo. Estamos solo al comienzo de la segunda mitad del ministerio de Eliseo. Así que parece más probable que el momento represente el final de la porción de Elías, especialmente porque las Escrituras mencionan las palabras pronunciadas cuando Elías ascendió.
Las primeras ocho señales milagrosas de Eliseo se realizaron bajo la sola porción de la unción de Elías, quien él mismo realizó ocho señales milagrosas. Así que parece que finalmente estamos llegando al final de la larga transición de Elías a Eliseo, en la que hemos estado desde julio de 2010.
¡Guau!, ¿realmente han pasado 12 años?
En cualquier caso, los hechos reales, así como las señales, confirman este punto de vista, diciéndome que 2023 será un gran año. Es el Año de Provisión (en medio de la hambruna) que comenzó el 14 de noviembre de 2022. Esta ha sido una gran semana, pero ahora estamos llegando a la temporada navideña, así que no creo que podamos hacer mucho, hasta después del primero del año.
El rey de Israel golpeó la tierra solo 3 veces, lo cual fue inadecuado y solo pudo resultar en tres victorias temporales. Estamos llamados a retomar donde lo dejó Joás y terminar el trabajo que él comenzó, para que Misterio Babilonia pueda ser completamente derrocada, para nunca volver a levantarse.
Todavía no tengo ninguna instrucción específica del Señor, así que tendré que orar más al respecto para ver qué hacer al respecto.
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