05/01/2017
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Los
habitantes de Samaria temerán [Gur]
por
el becerro de Bet-aven. De hecho, su pueblo hará duelo por el
becerro, y sus sacerdotes idólatras [kamarim,
"vestidos de negro (sacerdotes); También anhelar"]
clamarán
sobre él, sobre su gloria [kabod],
ya que se ha apartado de él. 6 También será llevado a Asiria como
tributo al rey Jareb; Efraín será presa de la vergüenza, e Israel
se avergonzará a causa de su designio.
Aquí
también el profeta usa dobles sentidos para hacer su punto. La
palabra hebrea Gur
significa
"desviarse (a un hospedaje o cualquier otro propósito); residir
(como invitado); también al miedo (como en un lugar extraño)".
Oseas utiliza el término para decir que los israelitas "temerán
por el becerro de Bet-aven",
que era
una referencia al becerro de oro en Betel.
En
otras palabras, debían tener miedo de perder al rey de Asiria.
Pero esto
también significaba que los israelitas tenían que ir con él en
cautiverio, y que iban a residir en Asiria. También podría
entenderse en el sentido de que, al adorar el becerro de oro, los
israelitas ya se habían apartado de los caminos de Dios, para seguir
el camino de Bet-Aven, "la casa de la vacuidad y la mentira".
La
salida del becerro de oro
Cuando
el ídolo fue tomado como botín por Asiria, "su
pueblo
va a hacer duelo"
por la pérdida de su ídolo. Los "sacerdotes idólatras"
son el kamarim,
que se refería a las túnicas negras que los sacerdotes de Baal
llevaban en el ministerio del ídolo. Pero también tiene un doble
significado, porque la palabra también se refiere a convertirse en
caliente o tibio, es decir, a
anhelar
algo. En este caso, el profeta usa la palabra para mostrar que los
sacerdotes con túnicas de negro iban a añorar su ídolo y "clamarán
sobre él, sobre su gloria ...
que se ha apartado de él".
Por
lo tanto Oseas une la salida del becerro de oro con la salida
anterior del Arca de la Alianza en los días de Elí, cuando los
filisteos capturaron el Arca. En ese momento, nació el nieto de Elí,
y lo llamaron Icabod,
o I-kabod,
"la gloria se ha apartado" (1
Samuel 4:21,22).
Lo que pasó con el Arca entonces, era lo que iba a pasar con el
becerro de oro. Debía ser "llevado
a Asiria como tributo al rey Jareb".
La
conexión Bush
Israel
iba también a ser abochornada (boshna,
de
la palabra raíz de
arbusto)
y en puesta en vergüenza (Bush)
por su pérdida. De una manera extraña, por una conexión profética,
la pérdida del becerro de oro y su "gloria" se relaciona
con nuestro caso en la Corte Divina, del 29 de enero de 2001. Había
sido revelado que cuando los israelitas fueron desterrados a Asiria,
estaban todavía gobernados espiritualmente por sus becerros de oro,
porque nadie con autoridad en realidad los renunció. Por lo tanto,
Israel fue gobernada por los becerros de oro durante su estancia en
Asiria y mientras duró su estancia en el desierto como "tribus
perdidas".
En enero de
2001 recibimos revelación acerca de este problema, al darnos cuenta
de que Estados Unidos y otras naciones todavía estaban gobernadas
por los becerros de oro. Por lo tanto, se nos hizo ir a la Corte
Divina, el 29 de enero, y renunciar a los ídolos. Yo tenía la
autoridad para hacer esto (como hemos visto), porque yo era no sólo
de la tribu de Efraín, sino también un descendiente de Jeroboam,
que había establecido los becerros de oro al principio. Nuestro caso
judicial fue un éxito, aunque fue cuestionado por el lado opuesto.
Derribamos los becerros de oro en tres batallas de oración
terminadas el 24 de marzo de 2001.
El
punto es que esto se llevó a cabo en la era del presidente George
Bush, cuyo nombre en hebreo significa "vergüenza".
Oseas nos dice que Israel fue puesta en vergüenza (Bush)
cuando el becerro de oro fue retirado de Israel y llevado a Asiria.
Muchos años después, en 2001, se retiró el becerro de oro de
nuevo, esta vez de América, para la vergüenza (Bush)
de los idólatras modernos, que todavía anhelaban la gloria de los
becerros de oro. Este caso en la Corte Divina preparó el escenario
para la liberación de América, cuando a los santos del Altísimo se
les dé autoridad en el Reino.
Véase
el capítulo
27
de mi libro, Las
Guerras del Señor
(en castellano:
http://josemariaarmesto.blogspot.com.es/2014/06/libro-las-guerras-del-senor-dr-stephen.html).
Samaria
es cortada
Oseas
10:7
dice,
7
Samaria
será partida con su rey, como un palo [qetseph,
"rabia, espuma, astilla, rama rota"]
en
la superficie del agua.
La metáfora
de Oseas imagina una rama que se parte del árbol, que flota en la
superficie del agua. La raíz de la palabra significa "partirse,
cortarse", la cual, cuando se aplica a las emociones, significa
"estar a punto de estallar de rabia". Por lo tanto, en
castellano, podemos preguntar: "¿Qué la partió?" Cuando
se aplica a una rama, significa "rotura o agrietamiento del
árbol".
En este
caso, Israel y su rey (Oseas) debían ser cortados del árbol del
Reino. Esto encaja con el tema del divorcio en la historia de Gomer y
Oseas.
Oseas
10:8
continúa,
8
También
serán destruidos los lugares altos de Aven, el pecado de Israel;
espinos y cardos crecerán en sus altares; entonces dirán a los
montes: "¡Cubridnos!" Y a las colinas: "¡Caed sobre
nosotros!"
"Aven"
es la abreviatura de Bet-Aven, que a su vez es una referencia a
Bet-el, excepto que el profeta nos recuerda que el pueblo había
convertido a la Casa de Dios en Casa de Vacuidad y Mentiras. Aven es
llamada "el pecado de Israel", una referencia al becerro de
oro en 1
Reyes 12:29,30,
29
Y
puso uno en Betel y el otro lo puso en Dan. 30 Ahora esto fue
causa de pecado,
porque el pueblo iba a adorar delante de uno u otro hasta Dan.
Los
profetas nos dicen que los becerros de oro fueron la causa original
del exilio y la deportación de Israel a Asiria. Por esta razón,
Dios destruyó sus altares y utilizó Asiria para cumplir Su
sentencia.
Juicio
y redención
Oseas
también dice que "espinos
y cardos crecerán en sus altares".
Esta es la forma metafórica de decir que el juicio divino vendría
sobre los altares de idolatría. Espinas y cardos están conectados a
la maldición de Dios sobre la Tierra, como se ve en Génesis
3:17,18,19,
17...
Maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella
todos los días de tu vida. 18 Espinos y cardos te producirá; y
comerás plantas del campo; 19 con el sudor de tu rostro comerás el
pan …
Así como
Adán fue condenado a trabajos forzados después de haber pecado, así
también fue Israel condenada a trabajos forzados en la cautividad
asiria. Pero también vemos que Dios estaba trayendo juicio sobre los
propios altares al tener espinas y cardos creciendo sobre ellos. La
maldición sobre Adán fue desviada a la tierra, y del mismo modo, la
maldición sobre Israel fue desviada a los altares idólatras.
En
esto se encierra
un principio de redención, incluso en el contexto del juicio divino.
En la Ley de Dios, cuando un hombre e convicto de pecado, si no tenía
recursos suficientes para pagar la restitución, sería "vendido"
como un esclavo (Éxodo
22:3).
El comprador de él se convertía en responsable del pago de la deuda
contraída por su nuevo esclavo, y como compensación, el esclavo
tenía que trabajar para su nuevo amo.
En
esencia, el amo de los esclavos funcionaba como un redentor, porque
él compraba la nota de deuda del deudor. También estaba la opción
de que el amo de esclavos lo vendiera a otro redentor, especialmente
pariente cercano del deudor, que tuviera el derecho de rescate
(Levítico
25:47,48,49).
En el caso
de Adán, su pecado originó una deuda que no podía pagar, por lo
que fue vendido a la tierra. La tierra fue así "maldita"
con espinas y cardos, ya que actuó como redentora hasta el momento
en que nuestro gran Pariente-Redentor (Jesucristo) pudiera venir a
redimirnos de la maldición.
Así
que Oseas profetizó que la maldición sobre Israel fue desviada a
los altares idólatras, en el que crecerían espinas y cardos. Desde
un punto de vista jurídico, los altares de los becerros de oro
recibieron la maldición, pero al mismo tiempo, también se
convirtieron en los amos de los israelitas durante sus largos "siete
tiempos" de exilio.
Los "siete tiempos" de Israel comenzaron en el año 745 aC,
cuando se llevaron las tribus del lado este del río Jordán al
exilio (1
Crónicas 5:25,26),
y de nuevo en el 721 aC, cuando Samaria fue capturada.
Estos
dos puntos de partida terminaron 2.520 años más tarde (7 x 360
años) en 1776 y en 1800,
coincidiendo con la fundación de Estados Unidos y la edificación de
la capital en Washington DC.
Muchos predicadores de la época pensaban que la fundación de
Estados Unidos traería el Reino de Dios, y lo llamaron el Nuevo
Israel. Sin embargo, no pudieron entender que Israel no podía ser
restaurada completamente aparte de Judá (Oseas
1:11).
Los
"siete tiempos" de Judá no se iniciaron hasta el 604
antes de Cristo y su sentencia de 2.520 años no terminará hasta el
2017
(teniendo en cuenta el siglo que el tercer imperio de la bestia
(Grecia) fue privado de su dominio).
Por
lo tanto, no fue hasta el 2001 que el caso en la Corte Divina se
falló a favor de los vencedores, y los becerros de oro fueron
privados de sus derechos legalmente. Esto preparó el camino para que
a los santos se les diera el Reino en 2014 y para la caída del
sistema de la bestia final en 2017.
En
el momento del fin, los que tienen autoridad sobre el sistema de la
bestia "dirán a las montañas, '¡Cubridnos!' y a las colinas:
'¡Caed sobre nosotros!' ya que estarán muy angustiados por la
pérdida del poder. Lo estamos viendo ya en los grandes cambios
económicos y políticos que tienen lugar en el mundo.
El
Pecado será juzgado
9
Desde
los días de Gabaa has pecado, oh Israel; ¡Allí tomaron posiciones!
¿No los alcanzará la batalla en Gabaa a estos hijos de iniquidad 10
cuando yo los ate [asar,
"se unir, en yugo"]
por
su doble culpa?
Oseas
recuerda a sus lectores de nuevo (como en Oseas
9:9)
que los patrones de pecado que comenzaron en Gabaa habían llegado a
su plenitud, y que había llegado el momento de la sentencia
completa. Los
hombres bisexuales de Gabaa en Jueces
19:22
se denominan aquí "los
hijos de iniquidad".
El momento del juicio divino siempre está en las manos de Dios,
porque "cuando
sea mi deseo, los castigaré".
La misericordia de Dios suele parecer una concesión de indulgencia
divina por el pecado, pero al final Dios escoge el tiempo para traer
juicio. Mientras
tanto se da como un tiempo para arrepentirse, y cuando termina ese
tiempo, golpea el juicio.
Oseas
dice que la sentencia es que Israel será "atado
por su doble culpa".
La palabra traducida "culpa" es avon,
una referencia a Bet-Aven. La
maldad repetida de Israel es la causa del yugo de hierro que se
coloca sobre ellos,
como fue profetizado en Deuteronomio
28:48.
Etiquetas: Serie Enseñanza
Categoría: Enseñanzas
Dr. Stephen Jones
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