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Tipos de Cristo - Parte 6: JOSÉ (2), Dr. Stephen Jones (GKM)

 


Fecha de publicación: 09/02/2025
Tiempo estimado de lectura: 7 - 9 minutos
Autor: Dr. Stephen E. Jones
https://godskingdom.org/blog/2025/09/types-of-christ-part-6-joseph-2/

Cuando Ap. 19: 13 nos dice que el manto de Cristo fue sumergido en sangre, lo identificó no sólo como José, sino también como la segunda ave (o paloma) de Lev. 14: 4. Como sabrán, se necesitaban dos aves para purificar a los leprosos después de que Dios los sanara. La primera era sacrificada, y la segunda era sumergida en la sangre de la primera ave y liberada a campo abierto (Levítico 14: 67).

Esto profetizaba que el primer Mesías tenía que morir, y que en su Segunda Venida, sería liberado a campo abierto. Jesús dijo en Mateo 13: 38: «El campo es el mundo». Así que esto profetizaba que el Mesías sería liberado en el mundo; es decir, en la Segunda Venida de Cristo. Jesús vino la primera vez como hijo de David (de Judá), y vendrá la segunda vez como hijo de José (o de Efraín).

El sufrimiento de David

José sufrió durante unos 12 años como esclavo en Egipto y también durante su encarcelamiento antes de su ascenso al poder. Sin embargo, los últimos 70 años de su vida los pasó como el más alto funcionario del faraón, y no se menciona nada más sobre su sufrimiento. Sin embargo, David sufrió la mayor parte de su vida. No solo sufrió persecución por parte de Saúl durante unos 12 años, sino que sus salmos reflejan mucha angustia mental a manos de sus enemigos. Por ello, el Salmo 22, el Salmo 69 y muchos otros registran la oración de David por su liberación.

La mayor angustia de David ocurrió cuando su hijo Absalón usurpó su trono. David tuvo que huir a través del Jordán a una tierra fuera de las fronteras de Israel. Al salir de Jerusalén, ofreció un sacrificio en el Monte de los Olivos, donde se guardaban las cenizas de la vaca alazana. 2º Samuel 15: 30 (KJV) dice:

30 Y subió David la cuesta del monte de los Olivos, y subía llorando, cubierta la cabeza, y andaba descalzo; y todo el pueblo que con él estaba, cada uno se cubrió la cabeza, y subieron llorando.

El versículo 32 añade:

32 Y aconteció que cuando David llegó a la cumbre del monte, donde adoraba a Dios, he aquí que Husai arquita salió a recibirlo.

Jesús siguió el mismo patrón cuando fue crucificado en el mismo lugar fuera de la ciudad donde se purificaba al pueblo antes de entrar en Jerusalén. Así dice Hebreos 13: 10-13:

10 Tenemos un altar del cual no tienen derecho a comer los que sirven en el tabernáculo. 11 Porque los cuerpos de los animales cuya sangre el sumo sacerdote lleva al santuario como ofrenda por el pecado se quemaban fuera del campamento12 Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta13 Salgamos, pues, a Él, fuera del campamento, llevando su vituperio.

El autor de Hebreos interpreta esto como que los cristianos deben acercarse a Cristo y tener fe en su sacrificio fuera de Jerusalén. Adoramos a Dios en un altar de la Jerusalén celestial bajo un Nuevo Pacto. Quienes consideran la Jerusalén terrenal como su "madre" no tienen derecho a participar de su sacrificio.

David también fue traicionado por su consejero y amigo, Ahitofel, abuelo de su esposa, Betsabé. Esto también fue muy doloroso para David, y escribió sobre ello con frecuencia. El Salmo 41: 9 dice:

9 Aun mi íntimo amigo, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, alzó contra mí el calcañar.

El Salmo 55: 12-14 dice:

12 Porque no es un enemigo el que me afrenta, entonces podría soportarlo; ni es uno que me aborrece el que se ha exaltado contra mí, entonces podría esconderme de él. 13 Sino que eres tú, un hombre igual a mí, mi compañero y mi amigo íntimo14 nosotros que teníamos dulce comunión juntos, andábamos en la casa de Dios entre la multitud.

Ahitofel fue un tipo de traidor. Era el «Judas» de David. Todos los salmos sobre Ahitofel se cumplieron mil años después, cuando Judas traicionó a Jesús. Por eso Jesús lo llamó «amigo» (Mateo 26: 50). Los enemigos pueden matarte, pero sólo un amigo puede traicionarte.

Así como Ahitofel se ahorcó posteriormente (2º Samuel 17: 23), Judas también se ahorcó (Mateo 27: 5). Con esto, ayudó a revelar que Jesús representaba el papel de David, y Judas el de Ahitofel. Caifás, quien crucificó a Jesús y usurpó su trono, representó el papel de Absalón.

Cuando Absalón usurpó el trono de David y Ahitofel lo traicionó, el sufrimiento de David se agravó y, en última instancia, se demostró que el Mesías ben David era el Siervo sufriente de Isaías 53. Sin embargo, los sacerdotes de la época de Jesús se negaron a reconocerlo, pues no querían admitir que habían desempeñado un papel clave en el sufrimiento del Mesías. Creo que esta es también la razón por la que no pueden admitir que el Mesías fuera David el Siervo sufriente, sino que hacen que José sea el que sufre. Aun así, José también fue traicionado por sus hermanos.

José es traicionado

Génesis 37: 23-27 nos dice:

23 Cuando José llegó a donde estaban sus hermanos, estos le quitaron la túnica multicolor que llevaba puesta. 24 Lo tomaron y lo arrojaron a la cisterna. La cisterna estaba vacía, sin agua… 26 Judá dijo a sus hermanos: «¿De qué nos sirve matar a nuestro hermano y encubrir su sangre? 27 Venid y vendámoslo a los ismaelitas…»

Vemos aquí que esa fue una idea de Judá. La forma griega de Judá es Judas. Sugiere que en la Segunda Venida de Cristo (como José), sus hermanos lo traicionarán de nuevo de alguna manera, interpretando el papel de Ahitofel y Judas.

Sin embargo, la razón de esta traición es diferente a la del Nuevo Testamento. En su Primera Aparición, Cristo fue traicionado y crucificado por el asunto del Cetro (Génesis 49: 10). Jesús vino como el Mesías hijo de Judá para reclamar el trono de su padre David. Los líderes religiosos discreparon de su afirmación y usurparon el trono. Véase también la parábola de Jesús en Mateo 21: 3738, que nos dice:

37 Pero después les envió a su hijo, diciendo: «Respetarán a mi hijo». 38 Pero cuando los labradores vieron al hijo, dijeron entre sí: «Este es el heredero; venid, matémoslo y apoderémonos de su herencia».

Jesús nos decía claramente que los encargados de cuidar la viña sabían que él era el Mesías y que por eso lo mataron. No fue por ignorancia, aunque la mayoría de la gente común, por supuesto, ignoraba sus motivos.

La controversia en el tiempo de la Segunda Venida de Cristo es sobre la Primogenitura de José (1º Crónicas 5: 2). La Primogenitura es el derecho a engendrar los Hijos de Dios. Es el Mandato de Fructificación o Fecundidad establecido por primera vez en Génesis 1: 28. Es por eso que Génesis 49: 22 dice: "José es una rama fructífera". La palabra hebrea para "rama" es ben, "un hijo, una rama del árbol genealógico". Nuevamente, Efraín, el hijo de José, quien recibió la Primogenitura, recibió un nombre que significa "una doble porción de fruto". La tribu de Efraín se convirtió en la tribu líder de la Casa del norte de Israel.

En el último siglo y medio, ha surgido la controversia sobre quién tiene el derecho de engendrar a los Hijos de Dios. ¿Quién es el «escogido»? Juan 1: 11-13 nos da la respuesta:

11 A lo suyo [a su tribu] vino, y los suyos no le recibieron. 12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 13 los cuales no son engendrados de sangre [o del linaje], ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.

Juan dice que sólo quienes creen en Jesucristo tienen derecho a ser Hijos de Dios. Quienes lo rechazan, aunque afirmen estar calificados por linaje, no poseen la Primogenitura. El Mesías ben José es la Cabeza de la Primogenitura, de aquellos que AHORA son Hijos de Dios (1ª Juan 3: 2), pero esperamos ser manifestados en la Segunda Venida de Cristo.

Pero alrededor de 1850, la Iglesia comenzó a tomar una dirección diferente, afirmando que los judíos son el pueblo elegido de Dios, atribuyéndoles la Primogenitura por linaje o genealogía. No todos los creyentes comparten esta enseñanza, por supuesto, pero se ha convertido en la postura dominante entre los evangélicos, fundamentalistas y pentecostales hoy en día; no incrédulos, sino "amigos" de Cristo.

Esta enseñanza dio origen al sionismo cristiano, que apoya las afirmaciones de quienes rechazan y odian a Jesucristo. Por lo tanto, el Mesías ben José ha sido traicionado nuevamente por sus amigos y hermanos (cristianos) que se ponen del lado de los judíos y los asisten, tal como Ahitofel ayudó a Absalón y Judas a Caifás. La controversia ha desplazado su enfoque de los derechos de Cristo al trono a su Primogenitura, pero en cualquier caso, la traición es real.


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