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(FFI) VERDADEROS HEREDEROS, Dr. Stephen Jones (GKM)

 


NÚMERO 429ABRIL 2024

Verdaderos herederos

Hasta ahora, nunca hemos discutido adecuadamente la desaparición total del “cuerno pequeño” de Daniel en el año 2024. Sin embargo, los acontecimientos han progresado y podemos comenzar a ver cómo esto se manifestará en el mundo en breve.

En primer lugar, hay mucha superposición entre el Cuerno Pequeño y la vida profética del rey Saúl. A menudo hemos notado cómo el Rey Saúl fue un tipo profético de la Iglesia durante la Edad Pentecostal del 33 al 1993. Saúl fue coronado el día de la cosecha del trigo (1ª Sam. 12: 17), más tarde llamado Pentecostés, y reinó 40 años. Cada año de su reinado representó un ciclo de Jubileo en la historia de la Iglesia. Siempre que las Escrituras fechan un evento en el reinado de Saúl, podemos encontrar un evento paralelo en el ciclo de Jubileo correspondiente en la historia de la Iglesia.

En 1993 las señales de los tiempos mostraban la muerte de “Saúl” y el comienzo del reinado de “David”. He escrito sobre esto en el pasado y no me tomaré el tiempo para repetirlo aquí. Hoy está claro que 1993 puso fin a la Edad Pentecostal y nos puso en la transición a la Edad de Tabernáculos. Esto tenía que ver con resolver el problema espiritual o, mejor dicho, el problema religioso. El Cuerno Pequeño es un problema político y tiene más que ver con la sucesión de imperios.

El Cuerno Pequeño, que fue una extensión de Roma después del colapso del Imperio en el año 476 dC, surgió en el año 527 dC, cuando Justiniano se convirtió en emperador. Su primer proyecto fue cambiar la forma en que calculamos el año del calendario. En lugar de fechar cada año desde la fundación de Roma, lo cambió para comenzar con el nacimiento de Cristo.

Luego procedió a reformar todo el sistema de derecho romano para adaptarlo a las leyes cristianas ortodoxas (529-534 dC). Al realizar estos dos proyectos principales, cumplió la descripción del Cuerno Pequeño de Dan. 7: 25 KJV, pensará en cambiar los tiempos y las leyes.

El sistema legal de Justiniano se convirtió en la base del Sistema Occidental hasta el día de hoy, por lo que no se puede subestimar la importancia de sus reformas.

La Iglesia de “Saúl” estaba ubicada principalmente en Roma, mientras que el “cuerno pequeño” estaba ubicado en Constantinopla, también conocida como la “Nueva Roma”. Por lo tanto, las profecías de “Saúl” se centran en la Roma Papal, mientras que las profecías del “cuerno pequeño” encuentran su cumplimiento en Constantinopla y el Imperio Romano de Oriente.

El Imperio Romano de Oriente continuó bajo diversas formas, culminando en el Imperio Austro-Húngaro, que se disolvió en 1918 después de la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, como he demostrado en estudios anteriores, había otro siglo que debía tenerse en cuenta, lo que esencialmente nos lleva al período final de 7 años de 2017-2024.

70 jubileos

Cuando se trata de la profecía a largo plazo del Reino, el principal patrón bíblico es sin duda el cruce del Jordán por parte de Israel bajo el liderazgo de Josué. Mostré en mi libro, Secretos del Tiempo, que este evento está fechado 2.488 años después de Adán (o 1407 aC).

70 Jubileos son 3.430 años (70 x 49). Son 3.430 años desde 1407 aC hasta el año 2024. (3.430 menos 1.407 = 2023; agregue 1 año porque no hay un año cero).

El año 2024, entonces, es un año paralelo al cruce del Jordán. La principal diferencia es que estamos listos para conquistar las naciones bajo el liderazgo de un Josué (Yahshua) mayor y por la comisión del Nuevo Pacto.

Los cananeos bíblicos eran tipos proféticos de las naciones actuales. En lugar de conquistar las naciones con la espada física, conquistamos con la Espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios (Ef. 6: 17). Estamos bajo el mandato de Cristo a través de la Gran Comisión en Mat. 28: 18-20. El bautismo significa la muerte del hombre natural pero también incluye la resurrección a una novedad de vida (Rom. 6: 4).

Por lo tanto, lo que era una sentencia de muerte bajo Josué se ha convertido en vida bajo el Nuevo Pacto de Josué. Estas son buenas noticias para las naciones, porque pronto serán liberadas de la esclavitud de la corrupción para que puedan alcanzar a la gloriosa libertad de los hijos de Dios (Rom. 8: 21).

El año 2024 marcará el siguiente gran paso para cumplir este ansioso anhelo de la Creación. Aún no será la plenitud, porque eso está reservado para el Jubileo de la Creación. Sin embargo, marcará un punto de inflexión muy importante en la historia mundial. Como fue el caso de los cananeos originales que sufrieron bajo sistemas religiosos opresivos que exigían sacrificios humanos, las naciones modernas también han gemido de dolor sin conocer la solución y, en la mayoría de los casos, sin tener una idea clara del problema subyacente.

El fin de la tribulación

A muchos se les ha enseñado que la “tribulación” es algo para el futuro, cuando, en realidad, ha estado sucediendo durante mucho tiempo. La tribulación ahora se está intensificando, pero finalmente también está llegando a su fin a medida que emerge el Reino de Dios. Desafortunadamente, muchos cristianos están tan inmersos en el pensamiento del Antiguo Pacto que no pueden ver las buenas noticias (“evangelio”) del Reino venidero. El juicio sobre Canaán ha estado en curso durante 70 jubileos, en paralelo a los 70 años de cautiverio babilónico de Judá.

Las naciones han sufrido juicio durante mucho tiempo, junto con Israel y Judá, bajo los imperios de las “bestias” enumerados en Daniel 2 y 7. Nadie ha estado exento, y todo este juicio ha sido el resultado directo de los pecados de Judá y Jerusalén en los días de Jeremías (y antes).

Incluso los Vencedores han sufrido (Dan. 7: 21), aunque Dios ciertamente ha usado ese sufrimiento para un buen propósito. Sin embargo, lo importante es que ahora nos acercamos al FINAL de este largo período de tribulación. El final está llegando a un clímax, por supuesto, lo que significa una intensificación de los problemas justo antes de que termine.

En mi opinión, esta intensificación se describe en Daniel 4, en el relato de la locura del rey Nabucodonosor. Occidente parece haberse vuelto loco entre 2017 y 2024, política, cultural, religiosa y legalmente. El bien ahora es el mal, el negro es el blanco, arriba es abajo. La libertad se destruye en nombre de “salvar nuestra democracia”.

Esta locura viene de Occidente, donde reside la sede del gobierno babilónico. El resto del mundo está horrorizado y no entiende cómo puede suceder esto. Pero aquellos de nosotros que entendemos la profecía bíblica podemos navegar estos mares agitados sin temor con la expectativa de cosas buenas que pronto vendrán. Dios está usando esta locura para desacreditar a los gobernantes de Babilonia y poner a las naciones en su contra, como se profetizó en Ap. 17: 16-18.

16 Y los diez cuernos [reyes/reinos] que viste en la bestia, estos aborrecerán a la ramera [de Babilonia] y la dejarán desolada y desnuda, y comerán su carne y la quemarán con fuego17 Porque Dios ha puesto en sus corazones el cumplir su voluntad, y estar de acuerdo, y dar su reino a la bestia hasta que se cumplan las palabras de Dios. 18 Y la mujer que viste es aquella gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra.

La ramera de Babilonia monta la Bestia de 10 cuernos. Gobierna a las naciones que están de acuerdo con ella por un tiempo. Pero al final, las naciones mismas se volverán contra ella y comerán su carne y la quemarán al fuego.

Esta metáfora se ejemplifica principalmente en la historia de Jezabel, el tipo profético de la Gran Ramera de Babilonia, que fue devorada por los perros (2º Reyes 9: 10). En otras palabras, las naciones bestias que sirvieron a la Gran Ramera finalmente despertarán y destruirán a su gobernante opresivo.

Sabiendo esto, ¿cuál será nuestra actitud hacia las naciones que actualmente están siendo utilizadas por la Ramera para oprimir al mundo? ¿Deberíamos tratarlas como enemigos o como futuros amigos? ¿Los criticaremos por no ser creyentes presentes en Cristo, o deberíamos reconocer que Dios tiene un papel positivo y vital que ellos también deben desempeñar?

Este papel positivo se expresa nuevamente en Apocalipsis 15: 4.

4 ¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? Porque sólo Tú eres santo; porque todas las naciones vendrán y adorarán delante de Ti, porque tus juicios se han manifestado.

Esto se refiere a un tiempo después de que estas naciones se hayan vuelto contra la Ramera. Habiéndose cansado de la opresión, habiendo sentido repulsión por la locura y habiendo oído hablar de la justicia y la rectitud del Reino de Dios, ¿qué nación no querría someterse a Cristo y su Reino?

La locura del sionismo

Los últimos meses han mostrado al mundo la verdadera naturaleza sanguinaria del sionismo. Los sionistas justifican sus acciones basándose en la autodefensa, pero la mayor parte del mundo no lo ve así. Muchas declaraciones de los propios funcionarios del gobierno dejan claro que su verdadero motivo es eliminar a los palestinos de Gaza y apoderarse de la tierra para los asentamientos israelíes.

Cuando se les pregunta si los palestinos tienen derecho a un Estado propio, los sionistas gritan un rotundo NO. A menudo basan su punto de vista en el Antiguo Testamento, señalando la orden dada a Josué de matar a todos los cananeos. En otras palabras, pretenden cometer genocidio y limpieza étnica.

Su punto de vista, por supuesto, supone que el Antiguo Pacto sigue siendo válido, junto con su arma preferida. No toman en consideración el “mejor” pacto del cual Jesucristo es Mediador. Tampoco consideran lo que podría haber sucedido si los israelitas hubieran podido escuchar la voz de Dios en el monte Sinaí.

Cuando los israelitas se negaron a escuchar en Éxodo 20: 18-21, rechazaron la Espada del Espíritu mediante la cual podrían haber conquistado Canaán de manera positiva. En cambio, se quedaron con una espada física que les dio el Antiguo Pacto. Entonces uno podría preguntarse: ¿Por qué Dios le dijo a Israel que cometiera genocidio contra los cananeos? ¿Quién fue el responsable de esta política?

Cuando vino nuestro Josué/Yahshua, su política del Nuevo Pacto era enseñar a todas las naciones y bautizarlas. Esta fue una desviación radical de la conquista original de Canaán. Después de 2.000 años en los que los hombres tuvieron que reflexionar sobre la diferencia entre los dos pactos, hemos tenido tiempo suficiente para elegir el mejor.

Sin embargo, la Iglesia en gran medida no ha logrado saber la diferencia. A la mayoría de los líderes religiosos nunca se les enseñó, por lo que la gente en su conjunto nunca aprendió esto. Como resultado, vemos a toda una generación de cristianos sionistas que apoyan ciegamente el genocidio en curso, pensando que es la voluntad de Dios y el cumplimiento de la profecía.

No conocen la diferencia entre sion-ismo y sión-ismo. Sion era una colina de Jerusalén donde los hombres se congregaban en torno al rey David. Sión es el monte Hermón (Deuteronomio 4: 48), el lugar donde Jesús fue transfigurado.

Jerusalén es Agar, no Sara (Gál. 4: 25), y está en esclavitud con sus hijos. Jerusalén corresponde al Monte Sinaí, el lugar del Antiguo Pacto. Ya no es el lugar donde los creyentes deben reunirse. Mas vosotros habéis venido al monte de Sión, a la ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial (Heb. 12: 22).

Tenga en cuenta que el monte Sión no está en la Jerusalén terrenal sino en la ciudad celestial. Jesús no fue transfigurado en Sion sino sobre Sión. Sin embargo, los sionistas cristianos han decidido unirse en Sion, pensando que Cristo está allí y que éste es el lugar del Nuevo Pacto. No lo es.

Este error ha provocado que muchos creyentes bien intencionados apoyen la locura de Babilonia, el genocidio y la limpieza étnica. Este es un error trágico y un pecado horrible. Si Jesús caminara hoy por las calles de Jerusalén, ¿no contaría una parábola del buen palestino? ¿No hablaría Él de aquellos que se negaron a asistir a su banquete y los reemplazaría con palestinos de la calle?

¿Y qué les diría Jesús a quienes apoyan el asesinato de miles de niños palestinos, muchos de los cuales fueron baleados deliberadamente por francotiradores? No necesitamos recurrir a conjeturas, porque leemos en Mat. 18: 6,

6 Pero cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeños que creen en Mí, más le valdría que le colgaran al cuello una piedra de molino y lo hundieran en lo profundo del mar.

Los terroristas israelíes responsables de matar niños tendrán que responder ante Dios mismo. Y los cristianos sionistas que apoyan tales atrocidades también tendrán que responder ante Dios. Pero ¿quién será más responsable, un israelí que ignora por completo el Nuevo Pacto o un cristiano que afirma estar bajo el Nuevo Pacto?

Sionismo edomita

Gén. 36: 9 habla de "Esaú, el padre de los edomitas en el monte Seir". Cuando Jacob engañó a su padre ciego para que le diera el mandato de dominio mintiéndole (Gén. 27: 19), Esaú le preguntó a su padre si había algo que darle. Luego, Isaac le dio una promesa en Génesis 27: 40: "Y sucederá que cuando tengas dominio, romperás el yugo [de Jacob] de tu cuello".

Isaac profetizó que de alguna manera Esaú tendría dominio en algún momento en el futuro. No dijo cómo sucedería esto, pero era una palabra profética segura.

A partir de entonces Esaú-Edom codició la tierra de Canaán. Siglos más tarde, cuando los babilonios deportaron al pueblo de Judá, los edomitas dijeron: “¡Ahora es nuestra oportunidad de recuperar nuestra herencia perdida!” Ezequiel 35: 10 KJV-1960 profetiza,

10 Porque has dicho: “Estas dos naciones y estos dos países [Israel y Judá] serán míos, y los poseeremos…”

Los edomitas eran carnales y no entendían la soberanía de Dios. Por esta razón, se negaron a esperar a que Dios les diera el dominio en Su propio tiempo (esto se confirma en Ezequiel 36: 5). En cambio, buscaron obtener su herencia perdida mediante el derramamiento de sangre (Ezequiel 35: 6).

Incluso más tarde, Malaquías 1: 4 profetizó que Edom volvería y edificaría los lugares desolados. Dios afirmó: ellos edificarán, pero Yo derribaré. En otras palabras, Edom debía regresar a la vieja tierra y edificar, pero en algún momento Dios derribaría lo que hubieran construido.

Los edomitas fueron conquistados por Judá en el año 126 aC y se les permitió permanecer en su tierra si se convertían al judaísmo. Eligieron convertirse al judaísmo y así se convirtieron en judíos. Ningún historiador cuestiona este hecho.

La fusión de Judá y Edom significó que Edom dejó de ser una nación separada de los judíos. Por lo tanto, la única forma en que se podrían cumplir las profecías sería si una parte de los judíos se volviera sionista. Esto sucedió hace un siglo.

El judaísmo clásico había determinado hace siglos que los judíos no regresarían a la vieja tierra hasta la venida del Mesías. El sionismo rompió esa tradición bien establecida. De hecho, Lev. 26: 40-42 deja claro que a los israelitas NO se les permitiría regresar del cautiverio hasta que hubieran cesado en su hostilidad hacia Dios. En este caso, fueron hostiles hacia el enviado de Dios.

La cuestión es que a los judíos no se les permitiría regresar como judaítas hasta que primero se arrepintieran y se volvieran a Cristo. Sin embargo, debido a la profecía de Isaac, se les permitió regresar como edomitas. Aquellos que rompieron con el judaísmo tradicional y regresaron como sionistas cumplieron las profecías sobre Edom. De hecho, han construido una nación, pero Dios dice que al final la derribará completamente.

Por lo tanto, los cristianos que señalan al propio Estado como prueba de que el sionismo está cumpliendo la profecía sólo tienen razón a medias. En 1948 el dominio fue devuelto a Esaú-Edom, como profetizó Isaac, pero no es el cumplimiento de las profecías dadas a IsraelEl Estado llamado Israel es en realidad Edom, que ha reclamado las dos naciones y dos países (Israel y Judá), según la profecía de Ezequiel. Su carácter sanguinario se ve claramente hoy en día en todo el mundo en su plan de cometer genocidio contra mujeres y niños.

Jesús dijo que seremos juzgados según la misma norma de medida con la que juzgamos a los demás (Mateo 7: 2). Esta es la Ley de Pesos y Medidas Iguales (Levítico 19: 35-36). Entonces cuando Dios dijo en Mal. 1: 4 al decir que derribaría lo que los sionistas habían construido, probablemente se refería a esta Ley. Así como los israelíes han tratado a los palestinos, Dios juzgará a los israelíes con la misma medida.

Demostrando que es indigno

En Génesis 35: 23, a Sara se le dio una profecía antes de dar a luz a los gemelos (Jacob y Esaú): "la mayor servirá a la menor". Esaú era mayor, por lo que se reveló que la primogenitura sería dada a Jacob, no a Esaú. Años más tarde, cuando Isaac intentó pasar la primogenitura a Esaú, Jacob pensó que Dios necesitaba ayuda para cumplir su Palabra, por lo que mintió para darle a Dios alguna ayuda.

Jacob aún no había aprendido que no se puede cumplir la profecía de manera ilícita. La Ley daba ciertos derechos al primogénito (Deuteronomio 21: 16-17 ). No podía ser desheredado excepto por causa legal, como veremos más adelante en el caso de Rubén (1º Cr. 5: 1).

Jacob impidió que Esaú demostrara que no era digno de la primogenitura. Creo que Isaac entendió esto cuando le dijo a Esaú que a él se le daría el dominio en el futuro. El propósito divino era darle tiempo a Esaú para que se volviera indigno y así poder ser desheredado de manera legal.

Cuando a Esaú-Edom se le dio la primogenitura y el dominio en 1948, le dio a Esaú el tiempo que necesitaba. Hoy está claro que a Esaú se le dio un período de 76 años hasta el 2024, y que este sería el momento en que los verdaderos herederos recibirían la primogenitura.

La propia guerra en Gaza claramente le ha brindado a Esaú la oportunidad de demostrar su valía de una forma u otra. El puro salvajismo de su genocidio ha reivindicado la acusación de Dios de sed de sangre. Esta Ley está declarada en Lev. 17: 10 KJV,

10 Y cualquier hombre de la casa de Israel o de los extranjeros que habitan entre vosotros, que coma cualquier sangre, Yo pondré mi rostro contra esa persona que come sangre, y la cortaré de entre su pueblo.

Superficialmente, esta Ley prohíbe consumir sangre, porque la sangre era para expiación, no para comida o bebida. Pero a nivel espiritual, era una Ley que prohibía la sed de sangre en el trato hacia los demás. Vemos esta aplicación en Ezequiel 35: 6: "por tanto, vivo Yo--declara el Señor DIOS--, que a sangre te entregaré y la sangre te perseguirá; ya que no has odiado el derramamiento de sangre, la sangre te perseguirá".

Así nos lo dice Pablo en Rom. 7: 14 que "la ley es espiritual".

Los sanguinarios serán excluidos (excomulgados) de entre su pueblo. En el contexto del Antiguo Testamento, esto significa que un hombre de la tribu de, digamos, Judá, ya no sería considerado judío (judaíta). Ser miembro de la tribu no estaba garantizado por la genealogía. Estaba sujeto a las disposiciones de la Ley.

De la misma manera, a un extranjero se le permitía unirse al Pacto con Israel y convertirse en miembro de la tribu de su elección. Esto queda claro en Isaías 56: 6-8. Pablo entendió esto también en Rom. 2: 28-29, donde basa la ciudadanía “judaíta” en la capacidad de alabar a Dios. (Judá significa “alabanza”). En este caso, uno alaba a Dios mediante la circuncisión del corazón, no mediante un acto físico.

En definitiva, los hijos de Dios son los hijos de Abraham, y estos alaban a Dios mediante la circuncisión del corazón. Sólo entonces uno demuestra ser digno de recibir la primogenitura y su herencia.



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